Partida Rol por web

Después de relativamente poco tiempo avistaron la ciudad que era el destino de todos, mas allá de ella Xanaphia pudo apreciar el resplandor de la luna reflejado en el agua del Mar de la Luna -Una bonita imagen-. Al llegar a las puertas los guardias apostados en ellas les hicieron pagar por entrar, la semielfa frunció el ceño y preguntó a qué se debía; la respuesta no la convenció pero no se podía hacer nada, encogiéndose de hombros sacó las tres monedas y avanzó. Parecía que la taberna mas cercana, y medio decente, era El Nido del Cuervo; recolocó las mochilas en su sitio y hacia allí encaminó sus pasos.

Había estado en ciudades donde no te dejaban entrar a partir del anochecer pero en ninguna tenías que pagar por entrar -Y menos si huelen así- parecía que lo único bonito era la imagen lejana; en cuanto se adentraron en las calles un aire viciado inundó sus poco acostumbradas fosas nasales, y las miradas de los transeúntes con los que se cruzaron hicieron que volviese a enderezar la espalda y cogiese de nuevo la lanza con fuerza -Que hayamos dejado atrás los páramos no parece ser indicativo de que se ha acabado el peligro-.

- Parece que por fin vamos a descansar, todos juntos como siempre o alguien quiere intimidad por una noche.

Se giró hacia sus nuevos compañeros y comentó con naturalidad, como si se conociesen de siempre, en un sitio extraño la imagen lo era todo.

Tardaron poco tiempo en llegar a la ciudad de Melvont y en descubrir que habia que pagar un diezmo por entrar, y para su sorpresa el trato a los visitantes era enemistoso y desconsiderado, así como el ambiente que les rodeaba. Red agudizo sus sentidos y se puso en guardia durante el trayecto a la posada que les habian indicado, la llamaban "El Nido del Cuervo".

Xanaphia Soac iba la primera,- le caia bien esa mujer, le parecia una persona sensata y valiente, en quien se podia confiar, todo lo contrario a la pequeña rapiñeadora, que se habia apropiado ilicitamente de dos objetos magicos poderosos. Red se habia propuesto no darle la espalda a esa pequeña salteadora, no se fiaba de ella y prefería no tenerla cerca, le repugnaban las conductas inmorales.

khal parecia tambien una persona en la que se podia confiar, se le veia dispuesto y capaz.

Cuando llegaron a la Taberna, la semielfa pregunto por si compartiamos habitación, a lo que me apresure y le conteste:

Siempre que no comparta con la rapiñeadora, estoy de acuerdo. En caso contrario, pedire una habitación para mí. No dormire con alguien capaz de matar por robar.

Luedo dirigiendose a Xanapiac y Khal les dijo:

Ni que decir que mi oferta de investigar las pociones y pergaminos, sigue en pie.

Ustedes dos tienen mi reconocimiento y amistad durante el tiempo que este en Melvont.

Había conseguido salir de aquel bosque sin apenas heridas, aunque por un momento, cuando aquella humana tan grande le plantó cara, pensó que iba a ser su último día de aventuras.

Cuando llegaron a la puerta y aquel guardia les pidió 3 monedas, Tisha se las dio de mala gana. Ya estaba estudiando de arriba a abajo a los guardias mirando cómo podía recuperarlas -quizás llevarse algo más- cuando la mirada penetrante de la enorme mujer de cabello rojo la intimidó al punto de olvidarse por completo de esa idea y  entró  sin más a la ciudad.

En cuanto se encontraron inmersos en suscalles, a la mediana se le alegró el corazón y se la notaba. Ella era de ciudad y hasta los pútridos olores que emanaban de sus cloacas le hacían sentirse como en casa.

La taberna. Sí era la mejor idea. Al fin y al cabo había viajado hasta allí para encontrar aventuras (tesoros) y nuevos trabajos (más tesoros), poder volver un día a casa con la saca llena de objetos curiosos para la tienda de su padre.

Mirad - dijo intentando cortar el tenso muro que se había levantado entre ella y el resto del grupo-, no tenemos porque ir juntos. Ya hemos pasado el peligro de los orcos, así que os doy las gracias por haberme dejado acompañaros el resto del viaje, pero aqui me despido de vosotros. Bueno quizás nos veamos en la taberna, yo también voy allí.

Con una profunda reverencia, se despidió del resto y se dirigió ilusionada a 'El Nido del Cuervo'.

  Tras una larga caminata llegaron a la ciudad de Melvont. Le habían hablado mucho de aquella ciudad, un lugar lleno de todo tipo de gentes, algunas buenas y otras de la peor calaña que te pudieras encontrar, al igual que había una gran lucha política en la ciudad aunque desconcía por parte de quienes, al menos era un lugar interesante que visitar y de seguro habría aventuras y desafios que requiriesen de sus servicios.

  Tras pagar el diezmo el fuerte aroma a cloaca inundó sus finos sentidos, algo que le hizo arrugar bastante la nariz, aquel lugar era peor de lo que imaginaba, aunque el montaraz había estado en lugares mucho peores que aquel.

  Una vez dentro parece ser que sus nuevos compañeros de viaje les dió por tener algo de conversación.

  -Me parece bien que nos hospedemos todos en la misma posada, aunque tal vez no sea lo más correcto que un caballero comparta habitación con tan bellas damas, por mi estaría encantado de compartir el mismo techo y sería un honor. Con respecto al tema del botín estoy deseoso de saber que es lo que llevaba el mago encima y ver que provecho le podemos sacar.-

Mélvont es a menudo considerada la capital mercantil del mar de la Luna. Amargas rivalidades azotan a las familias de mercaderes de la ciudad, siendo las más poderosas de éstas las casas

- Bruil
-- Nanzher
--- Leiyraghón

Aunque la ciudad en sí es sucia e inhóspita, las posadas y tabernas normalmente son limpias y relativamente seguras (lo cual no es en realidad una sorpresa, ya que una gran parte de los negocios de la ciudad se llevan a cabo dentro de sus confortables muros). La taberna del Nido del Cuervo tiene la mejor comda y los catres más cómodos de la ciudad.

Normalmente la ciudad es desagradable y peligrosa para los viajeros solitarios o desarmados. En la actualidad, parece estar controlada y vigilada. La gente se observa mutuamente con cautela y se apresura a ocuparse de sus propios asuntos

Varios jóvenes de las grandes casas de Mélvont han desaparecido. Matones a sueldo recorren las calles buscándolos, pero la mayoría de ellos solo causan problemas

Los orcos han estado atacando granjas de la periferia y rutas comerciales, secuestrando ocasionalmente a algunas personas antes de desaparecer en las neblinosas profundidades de Zhar.

Dos diplomáticos de Mélvont murieron recientemente en la ciudad de Mulamo, ambos en circunstancias misteriosas. Esto puede ser una señal de que Mulamo está preparando una flota para atacar Melvont.

Mélvont es a menudo considerada la capital mercantil del mar de la Luna. Amargas rivalidades azotan a las familias de mercaderes de la ciudad, siendo las más poderosas de éstas las casas

- Bruil
-- Nanzher
--- Leiyraghón

Aunque la ciudad en sí es sucia e inhóspita, las posadas y tabernas normalmente son limpias y relativamente seguras (lo cual no es en realidad una sorpresa, ya que una gran parte de los negocios de la ciudad se llevan a cabo dentro de sus confortables muros). La taberna del Nido del Cuervo tiene la mejor comda y los catres más cómodos de la ciudad.

Normalmente la ciudad es desagradable y peligrosa para los viajeros solitarios o desarmados. En la actualidad, parece estar controlada y vigilada. La gente se observa mutuamente con cautela y se apresura a ocuparse de sus propios asuntos

Varios jóvenes de las grandes casas de Mélvont han desaparecido. Matones a sueldo recorren las calles buscándolos, pero la mayoría de ellos solo causan problemas

Mélvont es a menudo considerada la capital mercantil del mar de la Luna. Amargas rivalidades azotan a las familias de mercaderes de la ciudad, siendo las más poderosas de éstas las casas

- Bruil
-- Nanzher
--- Leiyraghón

Aunque la ciudad en sí es sucia e inhóspita, las posadas y tabernas normalmente son limpias y relativamente seguras (lo cual no es en realidad una sorpresa, ya que una gran parte de los negocios de la ciudad se llevan a cabo dentro de sus confortables muros). La taberna del Nido del Cuervo tiene la mejor comda y los catres más cómodos de la ciudad.

Normalmente la ciudad es desagradable y peligrosa para los viajeros solitarios o desarmados. En la actualidad, parece estar controlada y vigilada. La gente se observa mutuamente con cautela y se apresura a ocuparse de sus propios asuntos

Varios jóvenes de las grandes casas de Mélvont han desaparecido. Matones a sueldo recorren las calles buscándolos, pero la mayoría de ellos solo causan problemas

Mélvont es a menudo considerada la capital mercantil del mar de la Luna. Amargas rivalidades azotan a las familias de mercaderes de la ciudad, siendo las más poderosas de éstas las casas

- Bruil
-- Nanzher
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Aunque la ciudad en sí es sucia e inhóspita, las posadas y tabernas normalmente son limpias y relativamente seguras (lo cual no es en realidad una sorpresa, ya que una gran parte de los negocios de la ciudad se llevan a cabo dentro de sus confortables muros). La taberna del Nido del Cuervo tiene la mejor comda y los catres más cómodos de la ciudad.

Normalmente la ciudad es desagradable y peligrosa para los viajeros solitarios o desarmados. En la actualidad, parece estar controlada y vigilada. La gente se observa mutuamente con cautela y se apresura a ocuparse de sus propios asuntos

Varios jóvenes de las grandes casas de Mélvont han desaparecido. Matones a sueldo recorren las calles buscándolos, pero la mayoría de ellos solo causan problemas

Los orcos han estado atacando granjas de la periferia y rutas comerciales, secuestrando ocasionalmente a algunas personas antes de desaparecer en las neblinosas profundidades de Zhar.

Dos diplomáticos de Mélvont murieron recientemente en la ciudad de Mulamo, ambos en circunstancias misteriosas. Esto puede ser una señal de que Mulamo está preparando una flota para atacar Melvont.

Mélvont es a menudo considerada la capital mercantil del mar de la Luna. Amargas rivalidades azotan a las familias de mercaderes de la ciudad, siendo las más poderosas de éstas las casas

- Bruil
-- Nanzher
--- Leiyraghón

Aunque la ciudad en sí es sucia e inhóspita, las posadas y tabernas normalmente son limpias y relativamente seguras (lo cual no es en realidad una sorpresa, ya que una gran parte de los negocios de la ciudad se llevan a cabo dentro de sus confortables muros). La taberna del Nido del Cuervo tiene la mejor comda y los catres más cómodos de la ciudad.

Normalmente la ciudad es desagradable y peligrosa para los viajeros solitarios o desarmados. En la actualidad, parece estar controlada y vigilada. La gente se observa mutuamente con cautela y se apresura a ocuparse de sus propios asuntos

Varios jóvenes de las grandes casas de Mélvont han desaparecido. Matones a sueldo recorren las calles buscándolos, pero la mayoría de ellos solo causan problemas

Los orcos han estado atacando granjas de la periferia y rutas comerciales, secuestrando ocasionalmente a algunas personas antes de desaparecer en las neblinosas profundidades de Zhar.

Dos diplomáticos de Mélvont murieron recientemente en la ciudad de Mulamo, ambos en circunstancias misteriosas. Esto puede ser una señal de que Mulamo está preparando una flota para atacar Melvont.

El grupo, o al menos parte de él, llegó a su destino y se encontró con una posada que realmente destacaba entre el resto de edificios, construida en dos materiales se levantaba majestuosa e impoluta al lado de los otros mas destartalados y sucios. Una vez dentro fueron informados de los precios de las habitaciones y sus comodidades, y Xanaphia arqueó ambas cejas; la verdad es que ella no necesitaba el lujo que destilaba el lugar, en esta época del año ella estaba acostumbrada a un lecho duro y a las estrellas como techo. A pesar de eso echó mano de la bolsa con su dinero y sacó cinco monedas de plata, la tentación del baño en la habitación le pudo.

- Una con baño propio para mí, señor... - si se quedaba mas tiempo y las cosas le iban bien ya cambiaría de habitación a una mas segura, al fin y al cabo no tenía nada de excesivo valor, escuchó la explicación de la distribución de la posada y cuando acabó añadió una palabras - Disculpe señor Cuervo pero no he entendido dónde está mi habitación, debe ser cosa del cansancio del viaje.

Acompañó sus palabras con una sonrisa cautivadora, tener buena relación con las personas siempre reportaba mayores beneficios que lo contrario, y en un lugar como aquel toda 'amistad' era bien recibida; además necesitaba una buena fuente de información para encontrar desafíos.

  Aquella posada estaba rebosante de vida, parecía que el posadero tenía una buena noche. Khal se acercó a él y soltó sobre la mesa 5 piezas de plata.

  -Una habitación individual, por favor, y si pudiera ser querría saber que tiene hoy en el menú.-

  El semielfo se colocó ahora de espaldas con los codos clavados en la barra de la taberna e inspeccionó con más detenimiento a la gente que había allí, tal vez escuchara algún cotilleo suculento que pudiera servirle para su próxima aventura.

Al parecer Tisha se había entretenido más de la cuenta observando las 'ratitas' correteando por las calles de la ciudad, acordándose como ella de niña jugaba a atraparlas, para luego dárselas de comer a los gatos de al zona. Cuando llegó a la posada tuvo que esperar cola para hablar con el encargado de recibir a los nuevos clientes. Al menos, le dio tiempo a enterarse de algunas cosillas antes de hablar con el hombretón. Y llegó su turno.

Muy buenas señor Ongorn, le queda una de esas maravillosas habitaciones por 5 piezas de plata, de las que tan bién he oido hablar? Me quedaría con una para esta noche, y quizás alguna otra noche más. Verá es que vengo a ver si alguien en la ciudad necesita de mis habilidades para algún trabajillo -dijo con una sonrisa y un guiño de ojo al hombre de la recepción. Se puso de puntillas y le llamó con el dedo para que se hacercase y asi susurrarle al oido - verá, me he enterado que algunos nobles han desaparecido, no sabrá algo del tema?- Se recompuso en su lugar y en voz más alta añadió - o quizás sepa de alguien que esté buscando una habilidosa cazatesoros como yo?

Antes de que el propietario de la taberna pudiera atender a los recién llegados, Woarsten Nanzher entra en la habitación apoyándose pesadamente en un bastón de marfil rematado con oro, con el mango en forma de cabeza de ibis. Tiene la apariencia ligeramente desordenada de un hombre que no ha dormido en días, aunque está bien vestido y es capaz de fingir una sonrisa. Tras observar a los parroquianos del Nido del Cuervo, se deja caer en una gran silla acolchada y fija su mirada acerada en Pluarty, el propietario del local.

El brillo del oro del bastón de aquel anciano llamó inmediatamente la atención de Tisha.

Bueno, tome aquí sus monedas - quería terminar la transacción rápido, pues ya había encontrado un posible trabajo - y si se entera de algo no se lo calle, por favor -. Guiñó el ojo a Ongorn y salió disparada hacia el viejo del bastón.

Frenó en secó al llegar ante él, y con una profunda reverencia se presentó:

- Me llamo Tisha, mi señor. Veo que algo os preocupa, pareceis triste y cansado. Podría ayudaros?

Red se encontraba en la barra de la taberna tomando una copa de vino, observando a los parroquianos del lugar, no se sorprendió al ver a la pequeña rapiñadora y como esta se dirigía hacia una nueva víctima, un pobre anciano de adusta mirada y rostro melancólico, el cual parecía que llamaba a alguien. Contemplo la escena y concentro su foco de atención en el y en cómo la mediana miraba su rico baston, labrado en oro.
Ya veía la codicia en los ojos de la asaltadora.
No permitiré tal cosa- pensó la bella guerrera.

Sus compañeros también pensaron en tomar la habitación con baño pero antes de llegar a recibir las llaves y las indicaciones de dónde estaban, entró en la posada un hombre con aspecto abatido. Xanaphia se fijó detenidamente en él y al ver el bastón de marfil con la cabeza de ibis como mango, reconoció la descripción que le habían hecho del cabeza de una de las famílias mas poderosas de Mélvont. La mención de su hijo no hizo mas que confirmar sus sopechas, como varios de los hijos de otros mercaderes adinerados, el suyo también había desaparecido; la semielfa apretó el puño, en su pueblo los hijos eran un bien muy preciado y todos se preocupaban que no les pasase nada.

La guerrera observó como la mediana se escurría entre el resto de personas mas grandes y se apresuraba a prestar sus servicios. Con paso lento y seguro se acercó a la pareja, carraspeó levemente para dar a conocer su presencia y habló.

- Lamento que no encuentre a su hijo señor Nanzber. - en su rostro serio una expresión de solidaridad - Mi nombre es Xanaphia Soac, acabo de llegar a esta gran ciudad y no he podido evitar saber de las penurias de sus ilustres ciudadanos. Desde que salí de casa me he dedicado a resolver entuertos allí dónde se me ha solicitado y, si usted así lo quiere, podría poner mi experiencia a su servicio.

En su mirada se podía apreciar la total confianza en sus palabras.

  Khal estaba disfrutando de la comida y bbida que le había servido el posadero, cuando hizo su entrada aquel hombre que buscaba ayuda. Vió como sus nuevas compañeras se acercaron a él rapidamente con diversas intenciones cada una.  continuación el explorador agarró su pinta de cerveza y su plato y se acercó al grupo

  -Veo que ya conoce a mis compañeras.- Khal coloca el plato sobre la mesa y ayuda al hombre a sentarse comodamente- Adelante coma algo, se le ve exhausto.- Khal da un buen sorbo a su cerveza y continua- Por favor, relajese y cuentenos más acerca de su hijo ¿Hace cuanto que no lo ve?¿Sabe si tenía algún enemigo?¿Quienes sus amigos más cercanos?.

  Había mucha preguntas sin resolver y una aventura en ciernes. Aunque Khal no hizo ninguna pregunta sobre cuanto cobrarían por encontrar al joven sabía que le pagarían, aún bajo los ropajes de aquel anciano se veía se podía entrever que  no era un vagabundo.

- Me llamo Tisha, mi señor. Veo que algo os preocupa, pareceis triste y cansado. Podría ayudaros?

El viejo Nanzber asintió ante las palabras de Tisha. ¡Claro que me preocupa algo, mi señora! Mi hijo Oral ha desaparecido! ¡Sería de agradecer que alguien me echase una mano y me ayudase a encontrarlo!

- Lamento que no encuentre a su hijo señor Nanzber. - en su rostro serio una expresión de solidaridad - Mi nombre es Xanaphia Soac, acabo de llegar a esta gran ciudad y no he podido evitar saber de las penurias de sus ilustres ciudadanos. Desde que salí de casa me he dedicado a resolver entuertos allí dónde se me ha solicitado y, si usted así lo quiere, podría poner mi experiencia a su servicio.

Cuando la semielfa se acercó al anciano, y ésta sabía su nombre, el viejo Nanzber se quedó muy sorprendido. Desde luego que su casa era famosa en la región, pero a aquella chica no la conocía de nada y estaba claro que no era de Melvont.

- Mi nombre es Woarsten Nanzber, ¿cómo sabe mi nombre, señora Soac, si ya acaba de llegar? Como ya le he dicho a ella, dijo mirando a Tisha, estoy buscando ayuda para encontrar a mi hijo Oral,  si lograis formar un buen grupo, estaría dispuesto a pagar mil piezas de platino, lo equivalente a unas 10.000 piezas de oro, para que encontréis a mi hijo Oral.

- Por favor, relajese y cuentenos más acerca de su hijo ¿Hace cuanto que no lo ve?¿Sabe si tenía algún enemigo?¿Quienes sus amigos más cercanos?.

Aunque ya tiene la edad de un hombre y no sigo sus actividades diarias, nadie le ha visto desde hace cinco días. Demasiado tiempo.

Para empeorar las cosas, hay rumores de que otros jóvenes nobles también han desaparecido, puede que fueran sus amigos, aunque no lo sé. He agotado todos los recursos de investigación prudentes, pero con el aumento de incursiones orcas de los últimos tiempos y las tensiones cada vez mayores causadas por los hijos perdidos, me temo que tengo poco más que ofrecer.

Estoy seguro de que vosotros, como aventureros recién llegados a la ciudad, tendréis más suerte. Debo advertiros de que como noble que soy, tengo muchos enemigos, tanto dentro de la Casa Nanzber como fuera de ella. Algunos sin duda buscarán sacar ventaja de esta distracción para socavar mi autoridad y la total destrucción de La Casa no sería precisamente algo inaceptable para ellos ni para nadie. Así funciona la política en esta miserable ciudad.

De hecho los mayores enemigos de nuestra casa son el señor Dornig Leiyraghón, un hombre podrido con temperamento depravado, y el Señor de las Llaves, Halmuzh Bruíl. De hecho Dornig Leiyraghón ha rechazado reunirse conmigo y tampoco ha respondido a mis mensajes. Está dirigiendo una investigación por su cuenta, pero no me ha informado de nada hasta ahora.