Partida Rol por web

Tras una mirada de reproche hacia Alexis, comencé a recitar unas palabras...- Burn' kha Darktix! - Mientras movía mi mano derecha dibujando un arco en el aire, entonces levanté mi dedo índice y de inmediato se formaron 5 esferas de energía brillante que volaron en distintas direcciones hacia el objetivo, en el último momento todos los proyectiles arcanos dieron un viraje brusco e impactaron en la criatura.

Alexis alzó su símbolo sagrado ante el nacrario escondido, pero la criatura, a pesar de taparse su rostro se resistió a ser expulsado. La luz del clérigo de Wee Jas no le causó ningún daño ni temor por lo que se mantuvo firme y estoico ante su presencia. Zahar reaccionó rápido ante el fallo de su empleado y reunió su energía mágica en un conjunto de proyectiles que se dirigieron contra el enemigo, golpeándole repetidamente.

Finalmente fue Nierethi el que logró encajar una flecha en la garganta de la criatura devolviéndola así a su estado normal de no-vida.

Ahora que la criatura estaba aniquilada y que Elvar aún continuaba algo indispuesto por el olor, os dedicasteis a investigar las celdas que había en el lado oeste de la sala. Allí no había nada que mereciera ningún tipo de interés, por lo que si queríais seguir avanzando, bien podríais tomar la puerta que habíais dejado a vuestra espalda, o bien continuar por el arco que había en el lado este de la zona.

¡Buen trabajo! ¡Sí señor! Menos mal que veníais conmigo, de haberme pillado a mi solo esa criatura me hubiera aniquilado en un solo segundo. ¡Menos mal! 

Dijo el elfo mientras se limpiaba el sudor de la frente. ¿Por dónde seguimos?

Volviendo a encajar un virote en la ballesta para así estar preparado para alguna otra aprarición, en gnomo miró hacia el este. - Ese arco me atrae más que una puerta, yo digo que vayamos para ahí. - El gnomo lo dijo aun sabiendas de que su palabra valía poco en el grupo.

Elvar asintió a las palabras de Nierethi.... Siempre tenemos tiempo de volver a la puerta, pero no me gusta dejar nada a la espalda sin investigar.

Todavía se sujetaba con un mano el estómago mientras se terminaba de limpiar la comisura con la otra.

Decidís continuar por el arco de la habitación y cuando lo atravesáis os veis rodeados por multitudes de cadenas, aparatos de tortura estropeados: un potro, una doncella de hierro y un brasero. La habitación entera está llena de polvo y telarañas. 

De pronto tres muertos vivientes, tres necrófagos hacen su aparición mostrando sus dientes con intenciones agresivas.

Más de aquellos asquerosos muertos vivientes se les abalanzaron en la nueva sala en la que habían entrado. Menos mal que no les habían dejado atrás dándoles la oportunidad de sorprenderles. 

Elvar se movió con agilidad para poder enfrentarse a uno de aquellos engendros

Más engendros aparecen. ¿Qué han estado haciendo aqui con los dones de la diosa carmesí? ¿Habran salido por otras causas estos necrófagos? Hay que acabar con ellos, y hay que hacerlo ya.

-Berio, protegenos.-Digo mientras hago un signo a mi hermano para que ayude a Elvar encargándose de otro de los muertos vivientes.

-Yo me encargo del otro.-Digo empezando a canalizar mi magia.-O al menos lo intentare.

Tras unos instantes conjurando a la defensiva, por si no me diese tiempo, un rayo sale de una de mis manos en dirección al necrófago que quedaba libre.

Al escuchar la orden de mi hermano, me lanzo de frente contra uno de los necrófagos y descargo un golpe con mi cimitarra.

El gnomo se alegró de haber dejado la ballesta recargada pues ahora le venía de perlas. Apuntó al que Alexis había atacado pues el resto de muertos estaban ya trabados en combate y no quería volver a "fallar" el disparo.

Chuï se acerco a uno de los enemigos que combatía con Elvar y le lanzó un golpe al pecho confiando en poder acabar rápido con el ayudando a Elvar. 

El intento de ataque por sorpresa de las criaturas no supone ningún éxito y tanto Berio como Elvar logran encajar un fuerte corte en una de las criaturas que le trataba de amenazarles. El siguiente ataque corre por cuenta del gnomo que descarga su proyectil logrando atravesar la cabeza de la criatura. Pero a pesar de ello se mantiene en pie y sin inmutarse. Así que Alexis decide rematar el ataque de su compañero lanzando un poderoso rayo de energía que golpea la flecha de su compañero y empieza a moverla en el interior de la criatura.

Instantes después la criatura se gira hacia ellos y con la flecha alojada en su cabeza ataca al pequeño gnomo, pues le consideraba un rival más sencillo de vencer. La criatura estaba en lo cierto y logra clavar sus afilados colmillos en uno de sus brazos que sujetaban la ballesta y nota como si le arrancase un cacho de carne. De pronto aquel mordisco hace que su cuerpo se paralice sintiéndose incapaz de mover ni un solo músculo y quedando a merced de la criatura.

El resto de ataques de los necrófagos son esquivados tanto por Elvar como por Berion y estos no sufren ningún contratiempo.

Zahar aún no terminaba de recuperarse del enfrentamiento con el dragon a las afueras de la barbacana, sus viejos huesos le estaban jugando una mala pasada, por unos momentos se inclinó mientras recuperaba las fuerzas de a poco, finalmente levantó la mirada y pudo comprobar que el grupo ya estaba en combate singular contra los necrófagos, con un rápido movimiento de brazos y unas palabras recitadas en un extraño idioma, nuevamente se generan de sus manos 5 orbes arcanos que surcan la habitación con velocidad impresionante, descargando su furia sobre uno de los enemigos.

-Lamento el retraso muchachos, mi cuerpo no me responde igual que antes- Exclamé mientras me preparaba para lanzar un nuevo conjuro.

Elvar contraatacó a los golpes del necrófago. Lanzó una estocada arriba con su espada larga, mientras que atacaba por debajo con la corta

-Ya son nuestros, adelante.-Digo mientras saco mi ballesta y comienzo a cargarla.-Berio, acaba con él.

Cargar mi ballesta aún me llevará algo de tiempo, pero al menos no estoy desprotegido.

Siguiendo las órdenes de mi hermano, lanzo un tajo contra el necrófago más cercano a mi.

El pequeño gnomo sintió como ante su asombro se quedaba paralizado con una cara de horror al ver un cacho de carne soltarse de su brazo. Era una situación nueva que debería haber sido estudiada con detenimiento si no fuera por que aquel maldito esqueleto se lo quería merendar. La comparó con un hechizo de inmovilizar que conocía, aunque la sensación fría que le recorría el cuerpo no era la normal. Algo le había hecho el maldito necrófago y el gnomo no podía más que elucubrar que sería. Mientras su cuerpo se negaba a moverse aunque por suerte este hecho hizo que la criatura fuera a por objetivos de mayor movilidad.

Antes de que nadie haga nada más Zahar hace un último esfuerzo consumiendo el último de los conjuros que le quedaban disponibles, a medida que va materializando un proyectil tras otro cada necrófago va reduciéndose a polvo. Los aventureros habían logrado herirles lo suficiente como para que el mago recién rescatado acabase con las tres criaturas gastando todos sus proyectiles.

Habíais eliminado las tres criaturas, ahora eráis libres de continuar investigando, el problema es que aquella sala no tenía más lugar por donde avanzar, quizá la mejor opción fuese retroceder y tomar la puerta que habíais dejado atrás.

- Al final era cierto lo que había escuchado. Parece que extrañas criaturas rondan esta zona, pero lo extraño es que anduvieran esos gnolls por aquí. No entiendo bien el motivo de su presencia en éste lugar. Y el colgante que llevaban puesto me resulta inquietante. Quizá sea mejor que sigamos investigando. ¿Os parece bien?