Partida Rol por web

Berio tira de la plataforma mientras que Alexis y Elvar luchan por salir solos del interior de aquel suelo negro cuyos zarcillos violetas le hacían introducirse dentro de aquella extraña piedra.

Todos resistieron bien el frío de la zona, pues gracias a las mantas, no parecía ser tan exagerado como lo había pintado Questin.

Cuando estabais a punto de llegar a la parte inferior pudisteis ver a Berio que tiraba él solo de otra nueva plataforma que os hacía descender más.

Mientras tanto, Elvar y Alexis estaban dentro del extraño suelo que había bajo la plataforma. Aquel lugar parecía de un negro brillante parecido al de un ópalo, pero alrededor de ambos había una serie de zarcillos de color púrpura que se arremolinaban en torno a ellos y tiraban hacia abajo.

Alexis es el que estaba en más serios problemas, pues tan solo quedaban sus ojos fuera de la piedra, Elvar solo tenía los tobillos dentro. Quizá necesitasen ayuda, al menos Alexis, pero si tocabais aquel suelo era muy probable que corrieseis el mismo destino que vuestros compañeros.

¡Por los bosques más frondosos de mi pueblo! ¿Qué narices es eso? ¡Hay que ayudarles! Pero, ¿cómo? Dijo un Medialuna bastante bloqueado pues no sabía qué podía hacer para ayudar a sus compañeros. Parecía el fin de Alexis.

Xaod viendo que aquel extraño ser había apresado a Talindra se adelanta un poco más y lanza un ataque contra los tentáculos que apresan a la shaman pero a distancia prudencial para no dañarla, pero su espada a punto de caer de su mano no es capaza de asestar el golpe a la criatura fallando quizá en el momento menos idóneo de todos.

Elvar notaba como aquellas extraños zarcillos absorbían su energía de forma rápida y letal.  

Puedo acercarme a ellos volando y tirar hacia arriba. ¿Pero cómo ayudar a Alexis? dijo Galimatías en voz alta, mientras se deshacía de la manta y desplegaba sus inmensas alas.

Dio un salto y se mantuvo elevado en el aire, acercándose a ellos.

¿Alguien sabe qué tipo de piedra es esta?

-Socorro.-Digo mientras soy arrastrado.

Sin esperar las palabras de sus compañeros, Galimatías quiso meter las manos en la piedra, intentando tirar de Alexis
 

Nierethi se vio bloqueado, no había mucho que el enclenque gnomo pudiera hacer. Su cuerpo nunca había sido musculoso ni le había atraído el trabajo físico. Intentó darle una solución aparte al problema, se concentró en ver de qué tipo de sustancia se componía y así poder pensar en una solución. Tampoco había venido preparado para esta eventualidad.

Chuï vió como la criatura atrapaba a Talindra y golpeó los tentáculos con la intención de liberarla. 

Xaod perdió su espada en el momento menos apropiado, pero afortunadamente Chuii logró hacer algo contra aquel horrible ser. Logró encajar un duro golpe en uno de sus tentáculos que quedó practicamente paralizado por un frío poder que emanaba del monje. Pero aquello no fue suficiente para que el ser soltase a Talindra y así, con un gran sentimiento de culpabilidad por no haber sido capaces de hacer realmente nada por ella, visteis a la criatura como rápidamente se llevaba hacia la parte superior, el cuerpo de la chamán, que totalmente paralizada se perdía entre la oscuridad de la gruta.

Habías perdido a Talindra, y salvo que alguno de vosotros lograse volar en ese preciso momento, o tal vez trepar aquellas resbaladizas paredes, era muy probable que perdieseis a Talindra para siempre.

Por fin Berio logró subir la plataforma, mientras tanto, Questin y Medialuna observaban lo que estaba sucediendo desde la otra. No podían hacer mucho por ayudar a sus dos compañeros, rápidamente Elvar se alejó de los zarcillos que trataban de arrastrarle hacia el interior, y lentamente fue recuperando la fuerza que aquella "cosa" le había ido absorbiendo. De nada había servido la manta que había tirado por el suelo, pues las botas que tenían puestas tampoco resultaban nada útiles.

Afortunadamente, lo único que salvó a Alexis fue la aparición de Galimatías que tirando con fuerza de él logró sacarle del interior de la oscura piedra que había bajo vuestros pies. Y él mismo pudo huir hacia la plataforma.

Pero de nuevo, los zarcillos comenzaban a formarse entre los pies de Galimatías y ahora querían arrastrarle a él.

¡Vamos, Galimatías se fuerte! ¡Y en cuanto salgas de allí, vente hacia esta plataforma! Deja a los otros tres que bajen, no podemos bajar todos a la vez o la hundiremos! Dijo aterrado el elfo bardo que os acompañaba.

Galimatías sintió como los zarzillos empezaban a subirle por las piernas y comenzó a aletear para librarse de ellos.

Viendo que la criatura subía y se llevaba a Talindra paralizada, Xaod  descolgó el arco y cargó una flecha que disparó para intentar acabar con la vida de aquel horrendo ser que se retiraba lentamente, su flecha salió disparada en dirección a aquel ser.

A pesar que  el golpe de Chuï comenzó a helar a la criatura eso no bastó para detenerla así que  intentó trepar por la pared para seguir a la criatura pero sin mucho éxito. Solo pudo ver con desesperación como Talindra desaparecía tras aquella aberración.

Las piernas le temblaban, aquella maldita cosa casi le había dejado sin fuerza.

Hay que avisar a los de arriba.- dijo Elvar casi sin resuello por el esfuerzo realizado

A pesar de que Galimatías también sufrió en sus propias carnes el poder maligno de aquel suelo oscuro, logró poner los pies en la plataforma en la que estaban Berio, Alexis y Elvar.

Luego Medialuna le miró extrañado. Ya estaban todos allí, en la otra plataforma. No hace falta, ya nos hemos dado cuenta. Bajad y cuando esteis abajo, subid desde allí la plataforma. Cuando la veamos arriba, saltaremos este suelo oscuro y cruzaremos rápidamente hasta allí. Esto es lo que debe hacer la gente que ha construido todo esto.

De pronto, una extraña sombra pasa detrás de Elvar, Galimatías y los demás. No sabíais lo que era, pero en aquella caverna, había más peligro que ese desdichado suelo. Aunque sin saber lo que era, no sabíais lo que podíais hacer, quizá lo mejor fuera seguir bajando y confiar en que nada malo sucediese.

La flecha se perdió en la oscuridad de la caverna y al poco de unos segundos volvió a caer junto a vosotros. Xaod no había logrado darla, y Chuii tampoco había podido trepar aquella caverna, era demasiado resbaladiza para él.

Debían aceptar el triste final de Talindra. Aquella criatura seguramente ya la estuviese devorando, y como no tuviesen cuidado quizá volvería a por más.