Partida Rol por web

Galimatías desvió el ataque de la humana con un golpe de su ala, y frunció el ceño.

Ya era hora de que me conocieras, aunque sea lo último que vas a hacer en tu vida Ya no había piedad con las personas, y menos con las que atacaban de esa manera. Así que volvió a alzar sus garras e intentó desgarrar la cara de la mujer.

Viendo que sus nuevos compañeros se habían metido de lleno en la pelea, Tisha decidió que era el momento para echarles una mano. No creía que con ese arma con la que se sentía tan torpe puiese hacer mucho, pero la intención es lo que cuenta... o no?

Corrió todo lo que sus cortas piernas le permitían y frenó a un paso de los enemigos para prepararse y atacarles en cuanto recobrase el aliento.

Al verme alejado del tumulto, avanzo tan deprisa como puedo en dirección a la batalla para servir de ayuda a mis compañeros. 

-Aguantad.-Digo avanzando.-Ya estoy con vosotros.

Kendra se acerca a Elvar y al no poder disparar a los enemigos decide usar su poder divino para ayudar:

- San Cuberth que tu sagrada maza castigue a los malvados!

Y a la espalda de los enemigos aparece una maza brillante y traslucida pero capaz de atacar.

Elvar se adelantó un poco para buscar un mejor ángulo, pero su flecha se enredó entre unas ramas bajas.

Me coloca al lado del ajeno y lanzo un golpe muy controlado contra Undra, basicamente por haber decidido atacarnos, pero la necesidad de respuestas es lo que me obliga a contener mi mano.

Galimatías le puso fuerza y emocion a sus golpes, pero Undra fue capaz de esquivar ambos movimientos. Jamás se había enfrentado a un avoral, pero se movía como si lo conociera perfectamente.  Mientras tanto, Tisha decidió que ya iba siendo hora de acercarse a sus compañeros para echarles una mano en la batalla.

La mujer a la que estaban ayudando, seguía tratando de zafarse de sus rivales, y a pesar de que no era capaz de acertarles, aprovechó para dar un paso lateral y unirse a la defensa que los aventureros le estaban tratando de ofrecer.

Cristal trató de intimidar a Undra, pero tanto sus intenciones como el golpe no tuvieron ningún resultado. Lo mismo le pasó al resto de aventureros, que a pesar de que Medialuna no dejaba de tocar para hacer que el valor inchase sus músculos, fallaban estrepitosamente.

Finalmente y a pesar de que a Baugh se le resbaló el arma, Fisturn y Undra lograon encajar un par de duros golpes sobre su objetivo principal. Estaban decididos a acabar con la pobre mujer, llegando incluso a ignorar al resto de rivales que tenía delante de sus propios ojos.

Ya dispuesta a mojarse por completo la ágil mediana se plantó con su maza amenazante detrás de uno de sus adversariós haciendo un grácil movimiento para evitar en lo posible los golpes en el camino.

Viendo como Tisha se coloca en una posición ventajosa, opto por captar la atención del oponente de Cassandra, esperando que dicha acción consiga distraerlo lo suficiente para que deje de fijarse en ella y también pueda situarse en una mejor posición.

Cassandra retrocedió y se metió en la espesura, donde nadie podía alcanzarla, después reapareció no muy lejos pero el ataque de Crystal distrajo a su oponente, de manera que Cass aprovechó para buscar algún punto vital. Lamentablemente, la zona de matorrales le estorbó a la hora de hacer blanco.

Kendra avanza y se sitúa detrás de Galimatías, esperando poder atacar enseguida mientras su invocación hacia lo que podía.

Elvar lanzó otra flecha contra la mujer, tenía el ángulo de visión libre así que apuntó y dejó que volara hacia su objetivo.

Mirando fijamente a Undra, doy unos sutiles pases mágicos mientras mis guantes se iluminan con un tono rojizo que recuerda a un rubí recién pulido. De sus destellos emanan tres pequeños haces de luz que surcan el cielo silbando como virotes de una diminuta ballesta y trazan una línea perfecta hasta clavarse en el costado de Undra.

-Eso se llama infligir.-Digo sonriendo mientras intento sentir el peso de los huesos de Berio en mi mochila como un siniestro abazo fraternal.

Galimatías erizó sus plumas al ver cómo seguían atacando a la mujer. Si era el destino que ellos mismos habrían elegido, Galimatías no se lo negaría. Si querían morir, morirían.

Galimatías continuó con la intención de encajar duros golpes a Undra, pero la mujer tenía una férrea armadura que bloqueaba cada uno de sus envites. Tisha se movió alrededor del campo de batalla esquivando cada intento de Undra por golpearla, finalmente se colocó detrás de ella para poder atacarla por la espalda.

Aquella extraña mujer que estaba siendo asediada por sus enemigos dio un paso lateral para esquivar los futuros ataques que pudieran hacerla, y después le clavó su lanza a Undra. Cristal continuaba tratando de intimidar a Fisturn, pero sin éxito.

Kendra hizo que el arma mágica atacase a su rival por la espalda, pero erró en su intento, mientras tanto ella se acercaba a sus compañeros por si necesitaban más ayuda. Mientras Medialuna continuaba tocando la flauta y dando ánimo a sus compañeros, Elvar logró clavarle una de sus flechas a la mujer contra la que se estaban enfrentando e inmediatamente después, tres bolitas de color rubí le impactaron en pleno pecho sin poder hacer nada. Alexis había acertado de pleno y la había dejado inconsciente.

Con Undra fuera de combate, Uvren y Baugh optaron por ir a por la mediana, sus habilidades la señalaban como una peligrosa enemiga, así que decidieron abandonar a Kella y empezar a hacer frente a los aventureros que habían llegado en su ayuda, empezando por ella. Pero tal y como habían imaginado, Tisha era un hueso duro de roer, y aún más duro de acertar. En cambio, Fisturn continuó golpeando a Kella, causándole un corte en todo el cuello. La mujer empezaba a sangrar de forma abundante, y como continuara en esas condiciones, es muy probable que al final la mataran.

Aunque la mediana no estaba cómoda con ese arma, su posición era la correcta. Intentó dar al enemigo más cercano, con todas sus fuerzas.

-Luna roja, préstame tus fuerzas.-Digo pletórico por el golpe que acabo de asestar a la mujer que ha caído desplomada. Con renovadas energías, entono mi conjuro avanzando unos pasos.-Que tus siervos obren mi voluntad para tu eterna gloria, concédeme su ayuda. 

Dicho esto, hago unos pases de manos y señalo el lugar donde deseo que la criatura aparezca. Al instante, en medio de un tenue resplandor, un esqueleto aparece sin otro arma o protección que sus huesos.

-Matalo.-Digo señalando a Fisturn. Sin dudar un segundo, el esqueleto ataca con sus dos garras al objetivo.

Una vez que su enemiga inicial había caído en combate, las garras de Galimatías cambiaron de objetivo. Miró con fiereza a Baugh y le lanzó dos buenos zarpazos, esperando tener más suerte esta vez.

Elvar se movió para atacar con su arco a otro de los enemigos, pero su flecha erró el blanco.

Con una maldición se preparó para volver a intentarlo.

Esto pintaba mal, si seguíamos andarnos con precaución acabarían matando a aquella mujer. No podía permitirme el lujo de seguir preocupándome por sus vidas.