Partida Rol por web

Llevaba horas absorto en si mismo siguiendo al grupo por el bosque mucho más atento a sus propios pensamientos que a lo que les rodeaba. Cuando en grupo se detuvo en el claro conde se encontraba aquella humana muerta no tubo más remedio que aparcar sus divagaciones para estudiar la situación. 

La creciente oscuridad no era un problema para él pero no logró encontrar nada que relacionara aquella muerte con Ella

Al acercarse la noche decidís proteger el cadáver en el interior de la tienda de campaña, después seguir un sendero cercano gracias a las indicaciones de Thelarion, este no puede evitar encender una antorcha pues la noche se acerca, tras caminar unos 20 minutos halláis un lugar más pequeño que el anterior. Montar un campamento no resulta un reto para vosotros ya que lleváis ya un tiempo viajando juntos, esto os resultará útil para que os abastezca del descanso que tanto necesitáis tras casi un día de camino entre zarzas y maleza diversa que os ha ido dificultando vuestro paso, como si el bosque no estuviera deacuerdo con vuestros avances...

- Deberíamos establecernos aquí hasta mañana y montar guardia, hacía tiempo que no dormía a la intemperie lejos de casa, pero mis viejos músculos no tardarán en acostumbrarse y hallar reposo -

- Me ofrezco a ser el primero, con cuatro turnos deberíamos tener suficiente, ¿Algún voluntario? -

- Yo haré el siguiente turno con solo descansar cuatro horas para mí es suficiente para recuperar los conjuros de Pelor. Comentó Thelarion que los había guiado hasta un claro donde se podrían asentar, - Espero que tengamos noche en calma, pero poco puedo esperar de la oscuridad, ahora meditaré hasta el cambio, que el sol os ilumine. Le dijo a Guiraud como buen acólito de Pelor que era.

 -Yo entonces me ocuparé del tercer o del cuarto turno, el que no quiera nadie más.

Habían conseguido encontrar un sitio mucho más resguardado para montar un campamento. Después de lo visto en aquel otro asentamiento, Erik no quería correr riesgo alguno, por lo que el montar guardia era algo obligado. Y no tener el primer turno le venía bien, ya que quería descansar. Meter el cuerpo de aquella chiquilla mutilada en la tienda de campaña le había dejado más moralmente agotado de lo que le gustaría.

Lentamente el guerrero sacó el petate de su equipaje y lo extendió en el suelo y sólo después empezó a organizar el lugar para la hoguera. Estaban en mitad de un bosque lleno de maleza, encontrar material para hacer un buen fuego no debería ser muy difícil. Y cuando el fuego estuviera listo, ya cenaría algo y se echaría a dormir. Mañana les esperaba un día muy largo, iban a necesitar ese descanso.

-Yo necesito descansar para recuperar algunas de mis artes mágicas, no son muchas, pero en caso de apuro tengo un hechizo de curar heridas que nos puede ser útil, es lo que le salvó la vida a Ptolomeo -dice Tara acomodandose para dormir- Pero si no hay nadie más que quiera hacer guardia yo haré la última

Tras dar descanso al cuerpo que habéis hallado montáis guardia en el campamento por turnos siguiendo el siguiente orden:

- Guiraud.

- Thelarion

- Erik 

- Tara

La noche comienza tranquila, gracias a la hoguera que ha prendido Erik, los humanos podéis ver perfectamente a unos 30 pies de distancia, animalillos nocturnos del bosque hacen del silencio una orquesta de graznidos, sonidos de pequeños animales correteando o escarbando, alzando el vuelo, etc.

Nada ocurre en el primer turno de guardia, Guiraud acaba su turno y cansado pasa el relevo a vuestro compañero Thelarion, así uno tras otro hasta llegar a la guardia de Tara...de pronto el silencio se hace en el bosque, el sonido de los graznidos deja de escucharse y deja paso al de varias aves alzándose en vuelo, la exploradora no permanece inalterable a este hecho  agudizando la vista hacia dicha dirección hasta divisar la figura de un gran cánido observando en la oscuridad tras una de las antorchas (C8). 

Estaba tensando la cuerda de mi arco mientras escuchaba los ronquido de mis compañeros, era la última guardia, la noche había transcurrido sin incidentes, habíamos podido descansar bien, pero aún así estaba alerta, la diosa podría atacar en cualquier momento y aún tenía en mente las marcas desfigurativas del cadaver que nos habíamos encontrado en el camino.

El bosque parece quedar enmudecido, me levanto y tenso el arco, no me gusta, nunca suele ser una buena señal, entonces lo veo, tal y como mis compañeros habían sospechado ¿un cambiaformas quizás? Era posible, o quizás una gran criatura

-No deseamos haceros daño, ¿sois el causante de la muerte de la mujer del bosque? -pregunta sin dejar de apuntarle con el arco- ¡Despertad! -grito al grupo que dormía

(En caso de ver que ataca)

Con un rápido movimiento pongo una flecha en el arco y disparo, pero las prisas no son buenas y la flecha se pierde por el bosque, al ver como mis compañeros despiertan, me giro subiendome a un árbol para tener la ventaja de la altura y poder seguir disparando sin que afecte al combate de ellos, no quiero volver a herir a nadie, como pasó con Kaelyn

Thelarion se levantó alertado por Tara, dormía con la armadura puesta para las posibles acechanzas que pudieran surgir en la noche. Tomó su escudo y su espada corta y miró en la dirección que Tara había disparado, ¡DESPERTAR!, ¡DESPERTAR! Gritó a los demás mientras se puso en posición defensiva en la dirección que Tara había disparado.

La criatura se acerca con pasos lentos hacia el grupo después de escuchar a la exploradora prolifera un aullido seguido de un alarido inquietante- TAAAARAAA... - acto seguido carga con la mandíbula infectada de sangre y espuma.

Thelarion recita un conjuro para después lanzarlo, una espada espectral se materializa y Thelarion la manipula para que ataque a la criatura.

Todavía medio dormida Kaelyn tiene problemas en darse cuenta de todo lo que tiene alrededor. Sin embargo la enorme masa del lobo atacando a su compañera Tara no es algo que pueda pasarse por alto por muy soñolienta que esté. Viendo que debido a la torpeza de estar recién levantada no le va a dar tiempo a hacer demasiado opta por atacar a distancia.

Los pequeños adornos naturales que lleva en su muñeca derecha se agitan y se transforman con velocidad en una larga planta espinosa que golpea como un látigo. Aun así no está muy segura de su puntería es estas circunstancias, pero por lo menos es un ataque que no pone en riesgo a ninguno de los componentes del grupo.

Las voces de Tara y Thelarion le llegaron en sueños, haciendo que el guerrero se planteara si realmente había una urgencia o si sólo lo estaba soñando. No fue hasta que la bestia emitió aquel aullido, que el único ojo sano de Erik se abrió de par en par. Se incorporó, comprobando que efectivamente les estaban atacando. Maldita fuera su suerte...

Murmurando un juramento, el guerrero se puso de pie y agarró su espadón, avanzando hacia la criatura con intención de atacarla. Aún tenía que despertarse del todo, pero para atacar a un monstruo su cerebro estaba lo suficientemente operativo. Ese monstruo iba a lamentar el haberse acercado a su campamento.

Parecía que aquel bosque no solo era un laberinto sino también un ambiente bastante hostil. No era habitual que los animales atacaran a un grupo tan grande y menos aun teniendo un fuego  que debería ahuyentarlos.

Por si acaso Ptolomeo comenzó a murmurar una pequeña cantinelas y juguetear con un pequeño objeto en su bolsillo.

Poco después un diminuto brillo cubrió al gnomo durante un instante.

El grupo comienza a despertar alertados por los gritos de la exploradora y sus compañeros mientras el huargo avanza violentamente contra Tara. La exploradora tensa su arco y dispara una de sus flechas apresuradamente, esta falla perdiéndose en la oscuridad, después trepa con éxito a un árbol para ganar perspectiva sobre el campo de batalla.

Erik despierta haciendo acopio de sus armas,después decide cargar avanzando contra el huargo (H1), este lanza un mordisco sobre el guerrero pero el experimentado Erik interpone su enorme espadón en la mandíbula del animal. A continuación Kaelyn lanza un conjuro directo sobre el huargo, pero este esquiva la zarza de espinas que fallan.

Thelarion por su parte manipula las energías arcanas a su alrededor para conjurar una espada espiritual cercana al Huargo, esta manipulada por el sacerdote impacta seccionando uno de los brazos de la bestia, esta ruge de dolor retrocediendo unos pasos. Ptolomeo decide protegerse recitando una serie de palabras de poder que crean un reflejo a su alrededor.

De pronto más cánidos de menor tamaño se dejan ver por los alrededores. Estos aguardaban observando la reacción y el comportamiento del grupo, como es bien sabido por los cazadores del lugar este tipo de animales caza en grupo y sus hábitos  de manada los hacen sobrevivir en las duras condiciones del bosque.

El primero (H2) aguarda la llegada del enorme guerrero para tratar de flanquearlo con astucia, abalanzándose sobre el clava sus mandíbulas en su brazo derecho, la sangre comienza a brotar mientras ocupado se deshace del primer ataque. El resto se limita a cercar al grupo antes de atacar.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Tara cuando escuchó a aquella criatura decir su nombre

-¿De qué me conoces? -gritó desde lo alto del árbol sin dejar de apuntarle con el arco

De repente aparecen más, Tara se mueve en la rama, apuntando a cada uno de ellos, no sabe a cual disparar, el grupo está siendo flanqueado, pero Erik está siendo atacado por dos enemigos, decido ayudar a Erik disparando al que parece ser el jefe alpha de aquellos lobos

Están rodeados. Esto no es un ataque al azar sino una emboscada en toda regla ¿o quizás no los están emboscando sino más bien cazando?. De todos modos hay que devolver los golpes rápido, no se puede esperar a ver qué pasa. Si el grupo resulta rodeado se verán en una situación aún peor.

Kaelyn da un paso al frente, poniéndose justo delante de Thelarion, y con un gesto fuerte da una palmada. Un enorme estruendo similar a un trueno surge de sus manos, y todo lo que no está bien sujeto al suelo sale despedido, arrastrado por el impacto como si estuviese en mitad de una fuerte tormenta.

El primer ataque pudo bloquearlo sin problemas, pero la aparición de un segundo lobo a su lado sorprendió al guerrero lo bastante como para pillarle con las defensas bajas. El agudo dolor en su brazo le hizo darse cuenta de lo estúpido que había sido al no tener en cuenta que podía haber más enemigos ocultos.

Furioso, el enorme guerrero intentó girarse para golpear al huargo que le estaba mordiendo, pero el dolor de la herida hizo que no pudiera blandir su mandoble con eficacia, fallando el golpe sin remedio. Malditas bestias... Y lo peor era que Erik podía notar su brazo entumecido, como si la herida estuviera sufriendo una infección a cámara rápida. Eso no podía ser para nada bueno.

Thelarion movió su arma espiritual para seguir atacando al gran lobo... y como acción refleja atacó también al lobo que estaba próximo al gran lobo haciendo doble ataque con el arma mágica.