Partida Rol por web

John estaba desconcertado por todo lo que estaba pasando. No acababa de comprender cómo funcionaba aquello, ni cómo se suponía que iban a hacer para contactar con el resto. Pero de pronto, apareció Samuel Kantor. Si las posibilidades de aquel laberinto eran tantas, la posibilidad de encontrar a alguien era como la de buscar una aguja en un pajar. Tampoco entendía cómo era aquello de los "saltos" entre realidades. Pero daba igual, el caso es que Samuel Kantor había aparecido y si con él había funcionado, podía funcionar con el resto. 

"El resto...¿donde está el resto?" Era una buena pregunta.

-Perdidos como tú. Cuando aquella c...aquel monstruo se....despertó, todos fuisteis engullidos. Todos e...salvo Carmen y yo. Desde entonces hemos...estado intentando rescataros. Facudo es...un amigo. Estuvo antes aquí y prometió ayudarnos.

Luego el escenario cambió. Todo lo que fue capaz de hacer es quedarse quieto y en silencio, para evitar que cualquier cosa que hiciese o dijese pudiese estorbar en la ardua tarea de encontrar a sus compañeros. O que llamase la atención sobre aquellos milicianos.

Me muevo al ritmo de los demás mientras llegamos a esa ¿selva? Giro la cabeza hacia atrás para ver si aún se ve la sala y las columnas, pero no soy capaz de ver nada.

Y, entonces, oigo a los demás, que hablan acerca de ¿Samuel? Miro hacia donde ellos y le veo y me dan ganas de correr a tocarle, para ver si es de verdad, porque si es él, si de verdad es él, ¡¡podríamos encontrar al resto!!... Me paro justo a tiempo cuando Facundo habla.

"Así que esto es... ¿esto es la Encrucijada?" no me atrevo a decirlo en alto por temor a que se desvanezca...

La ciudad con el rascacielos difuminado... "Me pregunto... ¿serían cosas como estas las que veía la Tata? ¿gente que estaba, pero sin estar, a medio camino entre un mundo y el siguiente?"

Pero me saca de mis ensoñaciones Samuel que ya está a nuestro lado y, un poco después, unos militares o lo que fueran...

-¿qué quiere decir con intentar que no nos disparen?- digo, asustada, susurrando tan bajo como puedo...

Miro desesperado a mi alrededor... Si hay un tractor, las ruedas tienen aire!!! Puedo pincharlas, pegar el morro...e intoxicarme. Perfecto. Sin contar que como no raje el neumático a bocaos...

Luz. A mayor profundidad, mayor oscuridad. La superficie siempre tiene más luz que las profundidades oceánicas, aunque no sea hacia arriba y la luz proceda de un portal en el espacio que me lleve a unn túnel afgano, este tendrá más luz que el mar a 40 m...

Busco casi en modo pánico una fuente de luz. Si no la encontrase, optaría por meter la cabeza por el túnel. Al menos que la cabeza llegue a un punto donde pueda respirar...

El cuerno despierta a Erik en la cómoda habitación con vistas. No debe haber estado dormido ni dos horas pero ese extraño sonido era diferente. Parecía que sonara por todas las partes a la vez y retumbara incluso en las paredes del sueño en el que se hallaba inmerso tras la aventura extrema. No es como si estuvieran llamando a la puerta

Knock, Knock

Monsieur Van Houten, abra por favor

Vale. Eso sí era la puerta. Erik camina hasta ella costosamente. Suele aguantar extraordiariamente bien la falta de sueño pero esos dos días en el volcán le han puesto al límite de tener esa "resaca" de la que tanto hablan todos. 

Al abrir se encuentra a un agente de policía de la ciudad acompañando a Nathan. Mira, parece que el tirillas también lo ha conseguido.

- Señor, enviamos una patrulla al Museo pero no le localizamos allí. Por su propio pie había llegado al mirador y desde allí le trajeron a la capital. Hemos insistido en que fuera primero al hospital pero ha pedido venir primero a verle. Y no se preocupen, seguimos tras la pista de ese asaltante que les dejó allí encerrados. 

El comisario se fue y Nathan entró en la habitación contemplando la vista. 

Un sentimiento de rabia volvió a inundarle. Gracias a sus conocimientos de francés supo que un tío que solo podía corresponder a la descripción de Erik había provocado una pelea absurda como las que solo podía provocar Erik y había sido trasladado al cuartelillo Luego en la policía le habían contado la versión que su vecino dio de los hechos. Que habían sido asaltados, que era un importante ciudadano de Aquilea, etc, etc... Sabía también que había pedido a la policía que fuera a su rescate pero verle allí, en aquella habitación, como si estuviera de vacaciones volvió a despertar algo de ira irracional en Nathan.

- Deberías ducharte y cambiarte de ropa- remató Erik.

- ¿Y luego qué? ¿Nos vamos a hacer surf y hacemos una barbacoa en la playa? ¡Estás fatal! Han pasado casi tres días desde que vimos a aquel monstruo en la Reserva, nuestros vecinos han desaparecido y estamos en la Isla Reunión, ¡en medio del Pacífico! ¿Cómo hemos llegado aquí? ¡Tenemos que volver cuánto antes al Faro y saber qué ha ocurrido! 

- Ya sé dónde estamos- dijo Erik volviendo a desplomarse sobre la cama y cogiendo el auricular del teléfono- He estado aquí antes. Y mi padre ya me ha dicho que murió mucha gente en la Reserva y que hay muchos desaparecidos. Iba a mirar vuelos de vuelta. Él nos lo paga. Pero a no ser que tú tengas un jet privado que salga a la maldita hora que le digas, no hay nada que podamos hacer mientras. Bueno, tal vez comer no es mala idea. ¿Pido para ti también el menú degustación?

-JEEEEEEEEEEEEEEEEEEELPPPPP- grito asustada mientras me doy la vuelta y cojo la mano de Blanca tirando de ella para que salga corriendo campo a través.

-Blanca por el campo así podremos meternos entre la hierba y que no nos vea.- propongo a mi amiga como un posible plan. No me fio mucho de las casas que haya por aquí, quizá sean más locos como este... Lo más seguro ahora es escondernos y deshacernos de este tipo de algún modo.

A la vez que corro miro a ver si veo algún haz de luz que me indque algún lugar con magia. En el hotel de habitantes extraños me funcionó aunque no sé muy bien aquí.

Debo estar cagada de miedo porque nunca había visto correr tanto a mis piernas, casi que vuelan por la hierba.

Dolor, recuerdos de lo sucedido y de nuevo dolor. Ese era la constante en mi cada vez que recuperaba la conciencia. Tambien estaba el sentimiento de idiotez que me torturaba.

 Si hubiera seguido el camino fácil, el de la lógica irrefutable habría salido por mi propio pie de esa hermita, y no rebotando contra el suelo de piedra al hacer perder  la paciencia a ese viejo loco.

No sé si fue en sueños que recordé un episodio de mi pasado similar. Fue en el instituto y de nuevo por meter las narices donde no me llamaban. Decirle lo que pensaba aun tio que te saca dos palmos no es inteligente, por mucho que creas que es lo correcto, pues se estaba metiendo con una pobre chica. Al final, como en este caso recibí palos, y de los gordos. 

Como decía mi maestro de Karate cada vez que me veía tirado sobre la colchoneta. Vivir para aprender pequeño Ochi.

No pasa ni un minuto hasta que el jeep se dirige a ellos. Un grupo de siete blancos y una mujer de color allí aparecidos en medio del camino de la aldea. 

Facundo sigue mirando al infinito y saca pecho como si estuviera respirando aire puro. 

- Ay, cómo me gusta sacar pecho y respirar aire puro con esta mirada al infinito. 

Samuel adopta una postura defensiva, poniendo al grupo detrás de él. 

- Dejadme a mí- dice Helena- Normalmente en las poblaciones locales tienen respeto hacia los médicos. 

- ¿Pero cómo saben que de verdad eres médico? ¿Tienes algún tipo de...? pregunta Rob. 

En ese momento llegan los soldados. Helena trata de hablar con ellos pero sus caras reflejan solo hostilidad. El grupo permanece junto mientras los soldados van descendiendo con sus armas. 

La situación se está poniendo fea. 

Entonces Facundo corre de lado de manera absurda. Los soldados le miran y él dice. 

- ¡Corred, por aquí!- justo antes de desaparecer. 

Durante un instante se quedan parados pero saben que no pueden perder tiempo. Sin formación, porque no hay tiempo de volver a colocarse, van a ese punto. 

Lea y Helena van hacia allá y desaparecen también pero cuando Randoll llega ya no hay portal. 

Él, John, Carmen, Rob y Samuel se han quedado en tierra. 

La milicia africana les apuntan con las armas

​- Si vamos corriendo hacia otro lado podemos desaparecer por otro sitio... 

- O ser tiroteados. Sería mejor quedarnos quietos. 

​- Cuánto más tiempo estemos aquí más podemos quedarnos para siempre...

¿Qué hacer? 

http://www.mapcrunch.com/p/49.506904_6.18975_109.08_3.16_0

- Uy, creo que los demás se han quedado. Yo creo que es una solidaridad mal entendida ¿no creen? A esas gentes hay que enseñarles a pescar, no darle el pez. Aaaah, que nos atropellan. Tengan cuidado chicas, que aquí seguro que conducen raro. 

Helena y Lea contemplan horrorizadas cómo han saltado de repente y el resto se ha quedado allí en una situación difícil. Deberían volver. Pero no saben si aparecer de la nada va a complicarles las cosas aún más. 

Blanca y Anayansi corren a toda velocidad campo a través, saliéndose de la carretera. No siguen el sonido del Cuerno pero tienen problemas más acusantes que eso. 

Problemas que las dos dejan atrás rápidamente corriendo como nunca. Atraviesan varios sembrados y dejan atrás varias granjas. Sin rastro del perseguidor y atacante. 

También ven que la población del lugar no es oriental. Puede que ese hombre fuera un extraviado como ellas. El caso es que está anocheciendo y están hambrientas. Ya dejan de correr y descansan. Pero tal vez sería bueno encontrar comida y un sitio donde pararse... si es que no vuelven a atravesar de repente alguna dimensión. 

Hache no logra ver ninguna luz. Trata de meter su cabeza por el túnel por el que se fue Spear pero también está inundado y no cabe por él. Spear no vuelve. Puede haber desaparecido por otro portal. Y él se queda ahí. En ese depósito de agua cerrado. Una trampa mortal a dónde le ha llevado la teleportación. 

El aire empieza a desaparecer de sus pulmones. 

John levanta las manos. No parece asustado. Su rostro no revela ningún sentimiento, ninguna tensión.

-Yo...no me siento...quiero decir que no creo que sea capaz de hacer nada p...contra cinco hombres armados. 

Lo más curioso de todo fue comprobar que a aquellos tipos no les había llamado lo más mínimo la atención que sus compañeros desaparecieran en la nada. Era como si ya estuvieran acostumbrados a aquel tipo de sucesos.

Hace se levanta a la vez que sus pulmones se llenan de aire y expulsa agua por la boca. Lo primero que siente al volver a estar vivo son los golpes fuertes en su barriga que Spear le está propinando. 

- ¡Respira, maldita sea, respira! ... ¡Por el Uno ha funcionado, ha funcionado! 

Hache sigue vomitando, tras el agua el resto de comida y algo de sangre. Pero trata de coger cada bocanada de aire como si fuera la última

- Ah... me duele... todo... al respirar...

- Eso es porque creo que te he roto otra costilla tratando de que volvieses a la vida, no me voy a disculpar por ello. 

- ¿Cómo? ¿Dónde estamos? 

- Eso es lo que me gustaría saber a mí... Este lugar... este lugar no tiene nada que ver con todos esos sitios donde hemos estado

Era un inmenso Salón de Columnas de Piedra... Se extendían en todas las direcciones y no parecían acabar nunca. 

- Yo me metí en un túnel y salí aquí... Mejor dicho... Allí, entre esas dos columnas. Si te fijas se unen formando pórticos unas con otras. Creo que cada uno de esos sitios es un portal. Así que debe haber infinitos. Mientras intentaba pensar qué hacer, te vi aparecer de golpe aquí. Te grité pero no te movías. Así que fui andando con cuidado, rezando por no desaparecer y aparecer en cualquier otro lado y finalmente pude... 

A raíz de la reflexión que hace John acerca de que estos hombres parecen estar acostumbrados a la desaparición de la gente, se da cuenta de otra cosa: Todos ellos van atados entre sí. Y atados además al Jeep. 

Tras echar todo lo que llevo dentro, me quedo tumbado un poco más intentando recuperar el resuello. No estoy acostumbrado a volver de entre los muertos.

- Spear, por si alguna vez te encuentras en una situación parecida... - paro para tragar saliva y recuperar el resuello - la salida no pasa por tratar de beberte el agua de la sala...

Trato de incorporarme como pueda.

- ¿Ha habido boca a boca? Por comentárselo a Anayansi, mi coach sexual, seguro que le gustaría - ¿la estoy echando de menos? Lo que daría por estar mirándola ojiplático mientras habla con un cactus o algo así - Si lo piensas, hacemos buena pareja. Si los dos fuesemos unos patanes o si los dos estuviésemos tratando de salvar la vida al otro todo el rato, esto no funcionaria igual...por cierto, gracias. Creo que ya estamos empate. El jabalí sediento de sangre contaba por dos.

Finalmente consigo incorporarme. Tras lo que hemos pasado, casi estoy por proponer a Spear una nueva vida aquí. Con un par de alfombras y un buen fuego, seguro que pasa a ser un lugar acogedor. Con cuidado, eso sí, de no traspasar ningún portal de esos...

- Ok. Ni idea de donde estamos. Aunque supongo que el siguiente paso sería adentrarnos en otro portal y rezar porque nos lleve a casa. Tiene que haber algún patrón o alguna manera de poder "decidir" hacia donde vamos, aunque no creo que sea tan típico como "piensa donde quieres ir"...dudo que ninguno de los dos estuviese pensando en "tuneles de terroristas afganos" la primera vez

Digo mientras miro a un lado y otro, en busca de algún símbolo en las columnas, en el suelo...haciendo tiempo por si vuelvo a oír el cuerno de Randoll otra vez.

Si no encuentro nada en breve, propondré a Spear adentrarnos en otro. De la mano. Tras coger aire.

- ¿Cuantas costillas sanas crees que me quedan? Por estimar cuantos viajes más de estos podré soportar...