Partida Rol por web

Nathan y Carmen me dan coba. Perfecto.

-¡Claro tía! Mira Carmen, mañana me cojo mi listín telefónico y hago una lista de los posibles candidatos que pueden irte bien, luego eliges un número de entre todos y le llamamos. ¡Puede ser muy divertido! Tú tranquila que te busco a uno a tu medida. Nathan si quieres hacemos lo mismo contigo, ya sabes, heteros curiosos hay muchos de esos que el dedin les gusta JAJAJAJAJA pero vamos también me he movido muchos años por el ambiente. ¡Conozco de todo! Yo os hago la lista a los dos, ya lo veréis.

Hablando de los vecinos.

-Me gusta la berenjena, es decir, es rara la forma pero es robusta. Además no es imposible mirad.- hago el gesto de meterme la berenjena por la boca de una vez pero obviamente no me entra y termino simplemente baboseándola.  -Og, no puedo, bueno, pero conozco a gente que lo hace en serio. El calabacín mejor pero dudo que Erik... Bueno tú tranquilo que no decimos nada- dejo la berenjena con el resto. Miro a John y Hache que acaban de llegar y les saludo con la mano en plan frenética. -Pues Nathan conozco un poco del idioma de signos, en realidad conozco un poco de todos los idiomas, ya sabes eso de si te quieres hacer entender lo consigues pues ya está.

Cambiando una vez más de tema.

-Pues Nathan tu si tienes algún chicuelo que presentarme como ese demoniaco del que hablas, te digo lo mismo, pasales mi teléfono. Te doy permiso. -le doy un par de tarjetas de las mías improvisadas en el momento. -¡Chicos!- llamo al resto. -¿Queréis vosotros tener citas a ciegas? Estoy organizando algunas. Puede ser divertido. Yo si queréis os organizo una a cada uno y vosotros me organizáis una cada uno, no voy a dar a basto pero oye tiempo y ganas tengo que es lo importante JAJAJAJAJA.

"Apunte mental: organizar cita a Carmen, Nathan, Ochi y John. Verás la sorpresa que le doy al último jijiji. A Hache no, jamás le haría eso a una BF."

Finalmente llegamos con todo el cargamento y parece que está todo en marcha, solo faltan montar los trastos nuevos que hemos traído

Parece que Anayansi esta on-fire. Me permito mirar al grupo mientras estoy tirado en el suelo con John intentando montar la máquina infernal. ¿se está intentando meter Anayansi una beren...? Oh dios...

- pues yo tampoco veo el travesaño ese John...¿cual es el "travesaño 2 tamaño medio"? ¿no lo habremos confundido con el "travesaño 3 longitud semi"? - digo dando vueltas a las instrucciones en inglés, ¿por qué estos folletitos tienen siempre todos los idiomas menos el tuyo? ¿Les pasará lo mismo al resto de habitantes del planeta? ¿No será una confusión interplanetaria y cada país estamos recibiendo el único folleto que no era para nosotros? - Si quieres desmontamos y volvemos a empezar, total, el folleto dice que no deberían sobrar tornillos y a nosotros nos quedan todavía por lo menos 10 y ya no tenemos sitio donde ponerlos...eso sí, seguro que desmontarlo es más fácil!!!

Miro alrededor...

Tenemos un barreño o algo? Hay que hacer la sangría!!!

-No, yo creo...¿tu...?

John se encoge de hombros y asiente. No quedada más remedio que reconocer la evidencia.

-Vale. Hagámoslo.

Armados de paciencia, se disposusieron a desmontar aquel objeto del demonio. Del esfuerzo conjunto por entender aquel batiburrillo, consiguieron evitar algunos errores cometidos en el primer intento. El resultado fue bastante mejor pero aún así, seguían sobrando dos tornillos. No parecía nada importante, pues la barbacoa se tenía en pie.

-Siempre es...tienen que sobrar dos tornillos.

John chocó la palma con Hache, por un trabajo bien hecho y fue a por una bien ganada cerveza de paso que iba a por el carbón para comenzar con la brasa. Se les había echado un poco el tiempo encima.
 

Poco después de que llegan los insumos para comer (y sin respuesta a su mensaje de texto), Blanca llega a la Torre.

Hey, chicos!!... Alguien que me ayude con estas cajas, por favor! - grita hacia el patio, mientras descarga las botellas de ron dorado y blanco, el par de tequilas, los vodka, las de licor de café, los gin y algunas botellas de soda. En la mochila, medio abierta, se notan los aparatos que usa para mezclar bebidas. ¡Blanca viene decidida a demostrar su experiencia preparando tragos!

Comienza a entrar a la Torre las cajas que puede llevar, y al pasar junto a los vecinos saluda a cada uno de ellos. Cuando llega a Anayansi le da un fuerte abrazo y le pasa las botanas para que las comparta con los demás.

Cortesía del Rumdock! Jajaja - explica - Ahora que lo pienso... ninguno de ustedes ha ido al bar en que trabajo. ¡Veamos si los puedo convencer después de un par de Tom Collins!

John estaba entregándole una cerveza a Hache cuando vió llegar a Blanca con la bebida.

-Deja que te ay...que te coja alguna-dijo  acercándose con una sonrisa-.

Vaya, ¿así que nos vas a hac...preparar algunos de tus cócteles? Siempre quise s...probar ese daikiri de fresa que tenéis en la carta.

John observa divertido la cara que se le queda a Blanca al ver que John conoce la carta de cócteles de Rumdock.

-Blanca, no...no te acordarás pero yo...yo sí he estado en el Rumdock a...algunas veces antes de m...venir a vivir a la torre. Es un sitio...agradable...y tienen wi-fi. Nunca he pedido un cóctel, pero me gusta leer las cartas para ver...saber lo que un local puede ofrecer ¿Hiciste hostelería o eres...autodidacta?

Cuando empiezan a hablar de los cocteles de Blanca, me emociono.

-¡Pero si nunca os he echado las cartas!- comento tan feliz que, al levantarme, casi tiro la silla. Rápidamente me dirijo hacia mi piso y, en seguida bajo con un tarot.

-Vamos a hacerlo facilito... Vuestra inicial la convertimos en número y sacamos la carta que corresponde a ese número según vamos contando ¿sí? Por ejemplo, Blanca es el dos...- Cuento y saco la segunda. La vuelvo sobre la mesa. Así voy uno a uno, sacando 6 cartas, mientras en voz alta señalo a quien corresponden. Luego pongo mi cara más interesante, la que me deja mejores propinas y la voz más grave...

-¡Caramba! La carta de Blanca y la de Nathan... Están separadas y son distintas... pero son muy parecidas... Dos hombres, con el mismo nombre... ¿empieza por S?... Y ambos salen de estar encerrados ¿en una carcel?...-

-Blanca, eres el 10 de espadas, es el fin de un ciclo y el inicio de uno nuevo. Representa la derrota total, la muerte, el final de una ilusión...-

Señalo la siguiente carta, la de Nathan

-El hombre de tu carta ha aprendido cosas, ahora conoce secretos y es más joven que el de Blanca... Es el 12 de bastos. Representa la energía y el atrevimiento.. Puede ser noble y generoso, pero también violento y apresurado. Va asociado con la pelea y la frustración, también.-

Señalo la siguiente carta, la que corresponde a John

-Te toca el 11 de oros... Un hombre bueno, benevolente. Aunque la carta está invertida y eso representa un dinero que se perdió. También rebelión y malas noticias.-

Luego marco la siguiente, la de Ochi.

-¡Qué carta más interesante! El juicio... representa una vida nueva, iniciar algo nuevo. Con creación y con influencia, con control sobre las personas...-

Con un guiño, tamborileo sobre la de Anayansi...

-¡Una emperatriz nada menos! ¡Y la de espadas! Esta carta habla de mujeres con poder. Una mujer elegante que podria ser una danzarina, una viuda o una mujer sin hijos.-

Y la última carta, la de Hache...

-¡Qué extraño! Se me han pegado dos cartas... No suele pasar... La torre y el ermitaño. Cambios, muchos cambios, confusión, avance... Peregrinaje por distintas situaciones... ¿héroes, vampiros, flecha verde?...- No puedo seguir con la parodia y me echo a reir -¡No me hagas caso! Ja ja ja... Se me ha ido la inspiración y no sabía qué decir...-

Anayansi me había hecho sudar, y no , no era por el calor con el que el sol del mediodía nos "castigaba". Era una chica simpática y sincera que decía cuanto pensaba. Demasiado sincera y directa Pensé cuando me ponía un poco rojo y empecé a balbucear ante sus preguntas de si había alguien que nos gustaba o luego con lo de las comparativas. ¿Se habra dado cuenta que me gusta ese alguien?. Y mira que de primeras no había cazado a que se refería y yo riendo como un tonto, o al menos reia hasta que se metió esa hortaliza en la boca momento en el que hice un reset embobado y alucinando a partes iguales.

Respiré como liberado cuando John me rescató con su aparición. -¿No es molestia!. Te ayudo, claro que si..jaja.

Mas que una ayuda fui la comparsa de la vela mientras Hache y John se peleaban para montar lo que habñia traido.

- Si, ánimo, dadle por ahí, ahora si ajustais por el otro lado...Los animaba mientras me pareció que cerca, en la mesa jugaban una partida de artas o algo parecido.

Gracias John! - le dice a su vecino por la ayuda a bajar las cajas - Y no creas que no te recuerdo en el bar. Recuerdo que me pediste esconderte de unos delincuentes en el bar - agrega muy bajito, para que nadie más escuche-. No alcancé a servirte nada de lo rápido que te fuiste... Nunca olvido una cara - termina, guiñándole un ojo juguetonamente.

Una vez con las cajas descargadas, Blanca comienza a sacar las botellas de ellas y, en los vasos que bajó de su piso, comienza a servirles casi malabarísticamente algunos de sus mejores mezclas: tom collins con menta y hielo frappé, ruso negro con clavo de olor, un pisco sour que aprendió a hacer cuando viajó por latinoamérica y finalmente un gin tonic: sólo hielo, gin y tónica.- A veces en la simpleza hay mucha gracia, ¿no creen?

La verdad, John, es que aprendí un poco sola. Tuve que dejar de estudiar en la universidad, y después de algunos trabajos que prefiero no recordar - todos pueden notar un escalofrío que recorre una muy clara expresión de dolor en la cara de la camarera - terminé de camarera en el Rumdock. Se me hizo fácil estar allí, y eventualmente aprendí a mezclar, y de ahí ya es sólo práctica, ¿sabes?... Si trabajas en un bar cuatro días y haces turnos extras por no tener nada mejor que hacer, aprendes rápido jajaja. - y con esa risa le va siriviendo diferentes cocteles a todos.

Con la intervención de Carmen, Blanca sonríe educadamente... pero la verdad es que el día está tan agradable, la compañía tan simpática que no desea quedarse fijada en el pasado y en Sebastián.

Vaya Carmen!!... de ahora en adelante, por favor elijamos a qué aventura ir teniendo en cuenta ese mazo. Quizás así ninguno termine esta vez en un taller para autos/personas jajaja - concluye, queriendo volver a sus mezclas.

Hey, tíos!... cómo va esa carne, que si sigo sirviendo rusos negros, no va a quedar nadie vivo para la comida! - grita jocosamente a los vecinos a cargo de la parrilla.

-¡¡Blanca!!- grito al ver a mi amiga llegar con una buena cantidad de bebida alcohólica. Salgo corriendo a su encuentro y le doy un fuerte abrazo. -Yo te ayudo también, me arremango la camisa y listo- digo mientras me remango (que no arremangar) y me hago un nudo a la altura del abdomen para enseñar mi ombliguillo. Guiño un ojo a John que también está ayudando. -¿Habéis visto? Fuerte como un roble ancestral de los bosques de Aquilea.- intento sacar musculo, no hay donde sacar pero bueno, me queda sexy el atuendo que es más que suficiente.

Cargo un par de cajas y entonces veo que es mi turno en la tirada de cartas de Carmen. Dejo todo a toda prisa y voy corriendo.

-¡Mi turno! ¡Mi turno!- grito mientras cojo las cartas y las barajo. Intento colocarme alguna carta molona, de esas de la luna, el sol o el ahorcado pero mira, no sale ninguna. Carmen debe ser verdaderamente poderosa. -¡Alaaa! ¡Emperatriz! ¡Y de espadas! ¿Eso es importante no? ¡ARRODILLAOS ANTE MÍ! JAJAJAJAJA- empiezo a descontrolarme un poco y es que sin que se diese nadie cuenta he cogido una botella de tequila del suministro de Blanca y le he pegado dos buenos lingotazos. No estoy acostumbrada a beber, me lo prohibo a menudo pero hoy es un día de fiesta y ya estoy borracha.

Aunque bueno, siendo sinceros... Hubiera hecho lo mismo sin estarlo.

Nathan levantó una ceja, divertido por la espontaneidad de la coach. Acababa de salir del armario, se le notaba a punto de sonrojarse por estar hablando de cosas íntimas, pero a la vez divertido por hacerlo. Decidió seguir dándole cancha a anayansi: -Pues no quiero curiosos ni “heterodedines”. Prefiero que vengan estrenados y con experiencia. Que tengan horas de vuelo y con la sexualidad bien clarita, que no se avergüencen de ser gays o bis.

-Vale, te organizare una cita a ciegas, en cuanto vea alguien guapo.

La mañana continuó trepidante: La Baracoa se erigía poco a poco gracias al esfuerzo de Hache y John cual torre Eiffel metálica, aunque de repente la derrumbaron y empezaron de cero.

También hubo que descargar cajas, aunque los cinco minutos de esfuerzo fueron recompensados con un coctel margarita.

Contempló a Carmen y las barajas con sincera curiosidad. -¿Un ex presidiario?- preguntó. -Suena peligroso y muy sexy a la vez… ¿Frustración? Si, eso pega con mi vida romántica. Si hubiese una carta que se llamase “quedarse con las ganas” habría salido esa, no lo dudes.- Reflexionó sobre lo de violento y rápido, conocedor de secretos y que había escapado de otro sitio. Sep, estaba obsesionado con su demonio porque todo lo dicho era compatible, menos lo de comenzar por S.

-¿Podemos ir abriendo el humus que habéis traído, mi reina? Lo que yo traje también se puede comer frio…- Le dijo a Anayansi. No quería que la pobre se cogiera una borrachera con el estomago vació. –Y de paso vigílate a ti mismo y no te pongas a sobar a nadie.- Se recriminó recordando la última vez que había bebido con los vecinos -¡Un descanso chicos!- Gritó hacia los pobres que estaban mirando las brasas para que vinieran a picotear algo. Él se puso a repartir las verduras en una parrilla, para empezar a comer antes de seguir bebiendo. -Hacemos primero lo verde para no contaminar la parrilla y luego la carnaza ¿no?

La parrilla ya estaba caliente y desprendía un agradable olor a carbón consumiéndose. A John le encantaba ese olor. Le evocaba tardes de verano, diversión, amigos, alegría, familia...y sin embargo era extraño, porque no recordaba nada de eso. Era como si conservase todas aquellas sensaciones, pero no los recuerdos que las habían generado. Quizá fuese sugestión.

Le pegó un trago a una cerveza y aceptó un poco de ese hummus untado en pan que Nathan le acercó cuando vino junto a él y le dio la sugerencia. John asintió.

-Yo cr...pensaba dejar esta parte para e...hacer las v...hortalizas y esta otra h...para la carne. Si no, comeremos las verduras frías. O...bueno, si no esperamos por la carne...como quieras.

Fue echando las primeras piezas sobre los barrotes de la barbacoa y empezó a sonar esa música. Fssssssss...el olor que desprendía ahora la barbacoa le hacía salivar. Se metió otro trago de cerveza.

-¿Y qué...?¿Cómo te va?¿No...digo?¿Cuándo expones?

Tranqui. Con suerte llegas a tiempo del churrasco, que aún lo estamos preparando.

Ánimo que ya queda menos.

- LISTAAAAAAAAAAAAAAA!!! John y la barbacoa ya están en marcha!!!

Digo despreocupadamente, aunque no puedo evitar cierta intranquilidad ante la tirada de cartas de Carmen...por lo que en cuanto tenga oportunidad le pregunto en un aparte...

- Carmen, que es eso de que hayan salido dos cartas? no es algo malo? suele ocurrir? Mira que el otro día en el programa este del Quique Rodríguez, "milenio 4/3", decían que con estas cosas no se jugaban...

Asiento ante la petición de Nathan, creo que no fui yo la que bajé el humus o quizá sí, de todas formas le dejo abrirlo tengo hambre y seguro que si piensa que lo traje yo me unta un par de tostas.

Dejo a los chicos encargarse de la comida, Nathan unta el humus y los demás hacen la barbacoa que han tenido una buena idea para que la verdura no se mezcle con la carne. ¡Qué detallistas son!

Nadie quiere citas salvo Nathan pero bueno si de esto saco una cita con un maromazo de esos que el conoce pues perfecto jijiji. Empiezo a barajar citas para Nathan y Carmen que a priori son los únicos que me han dado permiso. "Quizá Gio para Nathan y Juan Sebastian para Carmen. Puede cuadrar la verdad. Debo llamarles."

-¡Tengo hambreee!- digo mientras me arrimo a John. Hace mucho que no me hace caso. -John...- le digo con cara sensual. -¿Tienes algo para comer?...- con la voz que pongo puedo incomodar al chico pero mira, solo busco alguna rodaja de calabacín a la plancha o una mazorca asada. Nada porno...

-¡Blanca! Ven, corre!!. Hache ha hecho la barbacoa, mira que hombre. ¡Menuda joya te has llevado ehhh!- me encanta esta parejita.

Respondió a las perguntas de John -¿Exponer? Bueno creo que aún falta mucho para eso. De momento me conformaría con vender alguno por internet. Más adelante tengo pensado que quizá intente ponerme un puesto en la feria del arte. Solo se necesita una manta para exponer, rezar porque no llueva y unos papeles y permisos, ya sabes el formulario A-38, sacrificar a tu primogénito al alcalde, cruzar el ayuntamiento a la pata coja ante un notario, etc. Burocracia… que locura. Pero la vida me va bien, marcharme de casa fue una buena idea. A veces aun me da un poco de estrés ser responsable del dinero, la casa y todas estas cosas de adulto que hasta hace un mes no sabia ni que eran.

-¿Como lo llevas tú?- Preguntó un poco a ciegas. John parecía ser el vecino más misterioso. Se apuntaba a todo, pero ninguno sabía nada sobre su pasado o como era realmente, Habría que empezar a indagar, aunque poco a poco para no asustarlo. Que viera que podía contar con ellos y se fuera abriendo.

John apura un trago de cerveza y le pasa un brazo por encima del hombro a Anayansi cuando ésta se le arrima. Con la mano derecha maneja la paleta y mueve un par de rodajas de calabacín, berenjena y pimiento. Con unas pinzas coge una rodaja de pimiento y se la ofrece a su compañera.

-Prueba...a ver qué tal. Cuidado que está...que quema.

Luego mira hacia Nathan.

-Ya veo...no es fácil encontrar gente aficcionada a comprar cuadros...supongo. Yo...si, me encuentro sorprendentemente bien-dijo sonriendo-Es decir...yo hace...cuando llegué a Aquilea...intentaba recuperar mi vida. Literalmente. No recuerdo nada,...en absoluto de dos años para atrás. Y en estos dos años...en fin...lo único que he hecho ha sido deambular por...intentando averiguar algo sobre mi pasado. Quién me iba a decir que a...en Aquilea iba a encontrar a una...alguien que...me conoció hace veinte años. No es mucho...pero es el...la primera persona que me he encontrado durante...desde entonces que sabe o dice saber algo de mí. Y después de hablar con ella, se me están quitando las ganas de seguir investigando. Es decir...lo que tengo aquí me parece maravilloso. La ciudad, la torre, su ubicación, los vecinos...por primera vez...por fin...desde hace dos años me siento parte de algo. Y algo fantástico...No q...no sé como era mi vida antes, antes de aquí dígo...pero no creo que fuese mejor. Y sin embargo...creo que algún día que...me tendré que enfrentar a mi pasado,...aunque solo sea para poder pasar página. Creo...No sé si me entiendes.

Luego separa un trozo de carne a un plato y la corta para mirar el punto de cocción.

-Pa...Acércame eso...esa fuente de ahí ¿quieres? Esto ya está. Vecinoooos...a comeeeer.
 

Blanca me dió algo en una copa y yo me lo voy bebiendo poco a poco. En 3 sorbos empiezo a tener dificultad por seguir el hilo de la conversación
-¡Madre mía, Blanca! ¿No me podías haber dado a mí algo un poco más flojo?- pero lo digo medio riéndome.

La barbacoa avanzaba muy bien y a estas alturas, no sólo habían conseguido encenderla, si no que ya tenían comida sobre las brasas y el olor empezaba a extenderse por el jardín.

-Tranquilo Hache...- le digo cuando escucho cómo le ha afectado la tirada. Bajo la voz y, como ya voy un poco alegre y tengo la lengua algo suelta y Hache me cae rebien, le susurro -En realidad me lo invento siempre, si pudiera leer el destino habría salvado mi "despacho", tendría algo más de dinero y hubiéramos esquivado todas las aventuras desastrosas que hemos tenido en los últimos tiempos ¿no crees? Pero guardame el secreto- termino poniéndome el dedo en los labios, en gesto de silencio, y guiñándole un ojo

Me levanto y me muevo entre los grupos contenta. Es como tener una familia de verdad "¡Ay Carmen, que se te está subiendo la bebida a la cabeza y te estás poniendo sensiblera!"

Cuando estoy cerca de Nathan oigo algo sobre exponer en la calle -Oye, pues si te animas a vender algo antes, vente al Horizonte, en Lalengua. Rob y yo hemos coincidido allí, cada uno en su negocio. No necesitas licencia y, puedes vender uno o dos e ir viendo qué tal se te da-

Cojo la tira de pimiento con la boca, sin tocarlo. Quema un poquito pero da igual, ¡no hay dolor

-Gracias John. Está riquísimo.- y en cuanto puedo cojo una de las bebidas que había cogido Blanca y le doy un trago. Estaba ardiendo el puñetero pimiento JAJAJAJA. Me giro y le hago señales de ok a John, me llevo la mano a la boca y me doy un beso a los dedos que abro seguidamente para indicarle que está de muerte.

-¡Fiesta! ¡Fiesta! ¡Está noche fiesta! ¡Alcoooohhoolll! ¡Alcooooohooool! ¡Hemos venidooooo a emborracharnooooos y el resultado nos da iguaaaaaal!- empiezo a cantar mientras me engancho a Carmen y a Nathan uno en cada brazo. -Chicos esta canción me la enseñó Jose Antonio Garcia, un español que conocí una noche de fiesta. Al parecer es una de las canciones más cantadas tras paquito el chocolatero, fiesta pagana y el venao.- empiezo a estar algo ebria, no estoy acostumbrada al alcohol aunque pueda parecer que si. Tolero la cerveza, toda la que sea pero estos cockteles...

-Carmen, cuentame eso del mercadito. ¿Yo puedo ir? Me gustaría vender unas cosas. ¿Se puede vender lo que se quiera? ¿Sabes? Yo hago manualidades, no malpenséis, me refiero a bolsos con bolsas de plástico o carteritas con recortes e incluso figuritas con latas. Es todo preciosisimo.