Partida Rol por web

Miro con algo de desconfianza a Breo aunque finalmente acepto su invitación y entro en la habitación.
instantes después está la mítica Takamine en mis manos. Me siento en la cama y posiciono rápidamente los dedos formando un par de acordes y rasgueo con suavidad, con miedo, con respeto al instrumento mas valioso que jamás tuve en mis manos.

No la afinas demasiado, ¿verdad? comenté mientras daba tensión a las cuerdas. A los pocos segundos estaba tocando una pequeña tonadilla, fácil pero aparente.

Ójala tuviera una igual.... comentaba absorta y emocionada al escuchar ese sonido tan limpio y plagado de armónicos

El tipo te atraviesa con una mirada asesina, que dura hasta después de que le sueltas la muñeca. Y por un momento estas seguro de que ese tipo es peligroso, y sabe como matar gente. 

Justo cuando piensas que se va a lanzar hacia a ti y arrancarte la cabeza el tipo ladea la cabeza y te insulta. 

Tu eres tonto. Que crees que es esto, unos grandes almacenes. Crees que guardo arpones justo al lado de una colchoneta en la sección de refrigerados. 

No seas imbécil. Te la haré llegar al barco. Putos franceses. 

El tipo se da la vuelta y se dirige a la salida con paso rápido y completamente fuera de si. Sin duda, un animal.

Cierro la puerta de la habitación a mis espaldas y dejo que Lilith coja ella misma mi guitarra. Yo apoyo la espalda contra la pared, a un lado de la puerta, y sonrío al verla tocar. Parece que al menos ha conseguido dejar a un lado sus preocupaciones por unos instantes. 

No digo nada, solo cierro los ojos y sigo el ritmo que impone con el pie. Quizás a mi también me venga bien desconectar... 

Convirtiendo la pose de sonrisa beatífica en una pícara me inclino hacia Charlie cuando pasa a mi lado para susurrarle:

No es francés, no, no.

Y me aparto por si hay algún estallido de ira o reacción. Menos mal que no hay arpones aunque por armas de fuego no será.

Recojo cuanto equipo puedo llevar para echarlo a la furgoneta y me dirijo a la salida.

Oye Apollo, ¿qué hacemos sin el heli? Tendremos que retocar el plan por la tacañería de . . . bueno, por la limitación de equipo disponible.

Con toda intención evito mirar a Charlie. 

Tarareé la melodía que acompañaba a mi guitarra, que aún sin conocer su letra se intuía que era un tema bastante melancólico, lento y plagado de sentimientos. Mi técnica no era mala, y el ritmo y la medida eran muy precisos, reflejando arduas horas de estudio en algún conservatorio.

Miré hacia Breo, que había cerrado los ojos mientras se concentraba en mi música. No sabía como interpretar su silencio y concentración.
No es tu estilo, ¿verdad? era una vieja melodía tradicional de mi tierra. Creo que se aleja bastante de lo que sueles tocar... solías tocar en los escenarios me pregunté si esa alusión al pasado que nunca podría repetirse heriría sus sentimientos. Ignoraba cuanto echaría de menos Breo su vida pasada.

Toca tú. Toca para mí, por favor. Tus dedos son mas hábiles que lo que los míos podrán ser nunca, y me encantaría escucharte dije sonriendo y pasándole la guitarra y preguntándome que había pasado con el sueño acumulado que ahora parecía haberse disipado. No podía creer que esa pequeña cabezadilla en la furgoneta hubiera sido suficiente como para mantenerme despierta en estos instantes.

¿Compones o solo interpretas lo que otros componen para ti?

Salís de la tienda de caramelos que es el refugio del Charlie. En cuanto pisáis la calle os grita que no volváis y se marcha directo a la farmacia.

Sin duda, una actitud muy poco discreta, pero parece que los vecinos están más que acostumbrados a verlo gritar a todas horas, porque nadie presta atención.

Le Carp por otro lado, llevaba ya más de cinco minutos acumulando odio acérrimo en sus venas. Seguramente no le salto al cuello, porque Fatboy ya había defendido su honor.

Nuevamente el grupo se monta en la furgoneta, conducida por el incansable Fatboy hasta el muelle, y tras seguir las indicaciones llegáis al pantalán donde está amarrado.

Apollo os hace esperar un poco, estaba lloviendo a mares, y había una gente cargando material en vuestro barco. Cajas grandes sin ningún tipo de marca o logotipo.

A cubierto de la lluvia os pusisteis de acuerdo. El tiempo iba a empeorar. Sería mejor cargar el equipo necesario en el barco y llevarlo al lugar donde os esperaría para la salida del cambiazo en el laboratorio.

Sin embargo, quedaba el punto, de cómo volver a la costa una vez que hubierais dejado el barco anclado. Apollo no quería meterse en las aguas embravecidas del mar del norte sin un buen motivo, y a ser posible, sin tener que mojarse.

Finalmente los operarios se van, y cuando esta la zona despejada quedáis libres para moveros a vuestras anchas, porque gracias al clima, no hay ni un alma en el muelle.

Sin duda, había que reconocer que los ingleses habían desarrollado un buen sistema de hacer casa, hoteles, y habitaciones calientes.

Después de que el frio y el agua hubieran jugado con vosotros toda la mañana, empezabais a entrar en calor en aquella pequeña habitación, las paredes y el suelo de madera, estaban tibias al tacto.

Y pronto, las mejillas se ruborizaban con tintes carmesí cuando los abrigos empezaron a ser innecesarios.

La música, tocada con cariño y mesura no podía oírse mas allá de la siguiente habitación, que por fortuna era de vuestros compañeros y no iban a molestarse, porque estarían ya saliendo del lugar.

El cansancio seguía allí, vigilando vuestros actos, vuestros movimientos, como un ave rapaz, pero se resignaba a entrar en juego, pues lo que allí se vivía era en cierta manera intenso y sobrio.

Después de las palabras de Sharon, solo faltaba la respuesta de Breo, y quizás, un acercamiento. O no….

Escucho las palabras de Lilith por encima de su música.

- No esta mal - respondo aun con los ojos cerrados. Una parte de mi intento viajar atrás para recordar mis momentos sobre el escenario, pero entonces abro los parpados para volver a la realidad. Eso ya era parte del pasado. - En público he tocado pocas baladas. Cada canción tiene su momento y en los conciertos busco otro efecto - 

Cuando me pide que toque para ella ofreciéndome la guitarra, me acerco, agarro con menos cuidado del que ella hubiera tenido el instrumento y me siento a su lado, colocando la Takamine sobre mi pierna.  

- ¿Alguna petición? - pregunto mientras mis dedos, de manera inconsciente, ya empezaban a rasgar las cuerdas sacando una melodía. 

http://www.youtube.com/watch?v=34r0ZcaOYdw&feature=related

- Compuse varias canciones con "One Neuron More". Empezamos como un grupo de amigos y cada uno aportaba lo que se le ocurría. - comentaba mientras tocaba, pero mirándola a ella. 

Puto calvo de mierda... francés ni francés Mientras respiraba profundamente para soltar alguna clase de barbaridad, no pudo evitar que se le escapara una sonrisa y una casi carcajada, observando a Fatboy y el pequeño comentario que este le hacía al desgraciado Charlie. C'est le cas de le dire, Merci Fatboy... Cgeo que debegiamos pagagle una Putain a este chico.

Después terminó de coger las cosas y como los demás se introdujo en la furgo...

Escuchaba a Apollo y como irían hasta el barco entonces intervino No te pgeocupes, yo me hagé caggo de cet problème, el labogatogio esta en una pequeña insula, anclagé la lancha en la bahía que esté gesguagdada del tempogal y volvegé a nado, mañana cuando estemos ya con la vacuna yo me sepagagé paga volveg a pog la lancha, entge esta noche y mañana os digé desde donde teneis que desdendeg al agua, d'accord???

Toca la que mejor puedas interpretar en este momento comenté sin mas dilación.
cada canción tiene su momento en el cual suena mejor que nunca. elige tú le sonreí mientras no quitaba ojo de su mano izquierda moviéndose por el mástil con gran destreza.

Genial, Breo Muller tocando solo para mi. Si esto me llega a pasar cuando estaba en el instituto...

El corso no mentía. Os da unas coordenadas, de una ensenada donde esperarle con la furgo, y se mete en la embarcación.

Esta es un poco más grande lo que necesitáis. Pero valdrá igual. La lancha tiene todo el equipo que Le Carp había pedido.
Cuando sale del puerto y tiene la mar lo más controlada posible se pone manos a la obra, como si se tratara de un artista, iba de un lado para otro preparando todos los enseres.

Aun se permitió el lujo de pasar por delante del acantilado donde estaba la instalación para hacer un cálculo aproximado de desde donde lanzar los cabos para montar la tirolina.

Iba a ser un disparo difícil, y más con el mar embravecido.

Finalmente, y casi con la noche pegada al culo, pues anochecía muy temprano, Le Carp se tira al agua y obra otra poca más de su magia.

Fatboy y Apollo están los dos esperando en la playa cercana con los faros encendidos y casi se caen de culo cuando ven salir del agua a su compañero. Que si bien, había estado en el agua 4 veces menos que cualquier otro nadador, estaba tiritando presa del frio.

Desde allí, y con la calefacción a tope, y el aire tan helado que casi no hacía falta tener nevera en casa, los tres hombres vuelven en dirección al pueblo.

Muestro una media sonrisa mientras sigo tocando la misma melodía con la que empece, observando como sus ojos no pierden de vista mi mano. No digo nada mas y decido improvisar.

Me concentro en la música, en sus tonos, en su tempo... Golpeo con el pie en el suelo para marcar el ritmo y darle mas énfasis mientras mis dedos rasgan las cuerdas arrancando, en principio, una dulce melodía algo lenta. Mi otra mano recorre el mástil de un lado para otro dándome exactamente las notas y acordes que yo quiero. No tardo en cerrar los ojos, sumergiéndome totalmente en lo que toco, e incluso muevo el resto del cuerpo al son de la música. Poco a poco empiezo a escoger ritmos mas rápidos, variando entre varios estilos que consigo combinar con maestría, sin provocar ningún tipo de salto que suene extraño al oído. 

Cuando llevo ya un par de minutos tocando no dudo en hacer uso de mi poder para imprimir un ritmo en mis manos y en la melodía fuera de la capacidad humana, aunque lo hago casi de manera inconsciente, llevando las manos en una y otra dirección a una velocidad endiablada. Al acabar ese pequeño "solo" manteniendo una nota en el aire vuelvo a bajar poco a poco el ritmo para acabar en una suave balada. Entonces, y sin dejar de tocar, abro de nuevo los ojos para mirar a Lilith. 

Me quedo boquiabierta ante la velocidad que Breo imprime a la guitarra. Seguidamente me pregunto si realmente se atrevería a hacer eso en un concierto. ¿Ha usado su poder? ¿Fue así tal vez como fue detectado y reclutado? posiblemente por eso tuvo que fingir su muerte. Quizás lo usaba de un modo inconsciente tanto que le costaba saber cuando lo hacía y cuando no.

Breo tenía mérito, mucho mérito. Y encima era autodidacta. Y tras su espectáculo decidí que no volvería a tocar la guitarra con él delante. Sonreí cuando prologó aquel calderón hasta que se extinguió absorbido por el creciente rugido de la tormenta que nos acompañaría este fin de semana y el bramido de las olas al romper contra los alcantilados al otro lado de la ventana y aplaudi suavemente, sin que las palmas generaran apenas un ruido audible.

Mientras tanto un pensamiento va aflorando en mi cabeza, que poco después mis labios hacen audible.
Ya no tocas tu música para nadie. Solo para unos pocos escogidos... es un priviliegio poder escuchar el fruto de esas maniobras imposibles ante las seis cuerdas... me doy cuenta de que yo misma también podría hacerlo pero era tan agotador usar mis facultades, por no hablar de los años de vida que poco a poco voy perdiendo cada vez que lo hago. ¿cuánto habré perdido ya? ¿un mes? ¿puede que dos? ¿cuantas veces lo usé sin ser consciente de que lo estaba usando? Además eso no tendría mérito.

No consigue escapar del dolor que le supone haber perdido su vida. Sonrío intentando relajar la situación antes de contestar a sus palabras.

- Esa etapa ya paso, ya no necesito compartir mi música con un gran público. Ahora estoy descubriendo un nuevo mundo de posibilidades y me encanta explorar y explotar mis nuevas capacidades. Yo sigo sintiendo la música. La vivo. Aunque tengo que confesar que, pese a que no necesito que nadie escuche mi música, si me gusta que alguien mas que yo la escuche.- hago una breve pausa manteniendo mi sonrisa-  Me alegro de que a ti te guste lo que hago.

¿Realmente no necesitaba compartir mi música con un gran público? ¿sentir que me adoran, que me aman, que me envidian, que me odian...? No estaba muy seguro, pero intentaba convencerme de ello.

El semblante de Breo se ensombrece tras mis palabras. No hice bien en recordarle su vida pasada. Le sonrío e intento quitarle hielo al asunto aunque el mismo parece haberse recuperado bien de su "fallecimiento" porque me expone argumento bastante lógico.
Ahora tu música es mas adulta, ya no haces lo que la discográfica quiere que hagas. Ahora tocas para quién te de la gana y expresas mejor lo que eres y no lo que quieres aparentar y lo que queren que aparentes. Y me parece que tampoco necesitas contratos millonarios para sobrevivir y además has ganado cierta intimidad. Ya no tienes que preocuparte de los paparazzis, ¿no?

¿Y como no iba a gustarme ese solo? es tan virtuoso, tan imposible, tan único...

El tema que toca Lilith me hace recordar a aquellos tipos prepotentes y repelentes de las discográficas con los que tuve que tratar. Siempre vestidos de traje y tras una falsa sonrisa buscando decir lo que quieres oír para luego joderte con la letra pequeña del contrato. Les jodí tanto como ellos a mí. El recuerdo me hace ampliar en cierta medida mi sonrisa. 

- Aun tienen reciente mi muerte y no todo el mundo acepta la noticia, así que no me libro del todo. Ya me ha tocado tener que insistir en que no soy quien soy amparándome en mi nueva identidad. Pero teniendo en cuenta la poca intimidad que tenia antes, si que noto la mejoría - Sigo tocando una melodía de fondo. - No podría disfrutar tanto de una situación así - 

Claro. Seguro que hace un año, antes de tu muerte, estarías tan agobiado que no me habrías dirigido la palabra y me habrias ignorado como a una mas de tus alocadas fans.

Claro, que ni siquiera estaba loca ni por ti ni por tu música aunque tampoco me desagradaba.

En algo hemos salido ganando, ¿no? Conozco a bastantes chicas que pagarían una millonada por estar aqui recibiendo un concierto privado de Breo Muller y atrapados por una tempestad en un discreto hotel del Norte de uno de los parajes mas desagradables del planeta. me acerqué al minibar, abrí la puerta y busqué alguna bebida.

¿Puedo?

Pienso en decir que agobiado no era exactamente la palabra, pero no tengo forma de salir bien de ese tema de conversación y prefiero dejarlo pasar. Es imposible que pueda afirmar que si le haría caso y mas aun que se lo crea. Es guapa, pero eran muchas fans.  

- Es posible - respondo entre ligeras risas a su idea de una chica pagando por estar en su situación en este momento - Claro que puedes, pero solo si me sirves a mi otra - conteste a su pregunta haciendo un pequeño paréntesis en el tema de conversación que pensaba volver a retomar - Pero una fan alocada no es lo que me interesa. Aquello estaba bien, era fácil y lo pasaba bien pero... no me llenaba. Realmente empezaba a aburrirme de todo... - ¿por eso recurría a las drogas?... - Es necesario aspirar a algo en la vida, querer alcanzar una meta, y yo sentía que lo había conseguido todo. Ahora se me plantean nuevos objetivos y estoy dispuesto a luchar por conseguirlos. - 

Esperaba que mis palabras no hicieran que se volviera a entristecer por lo que supone este cambio para ella. Pero en mi caso podría decir que era lo mejor que podía pasarme, aunque no escogieron la mejor forma...

Miré por el minibar buscanmdo algo que pudiera gustar a Breo.
¿cerveza? ¿ginebra, whisky? demasiado fuerte para estas horas. Finalmente encuentro una pequeña botella de vino blanco francés. No me apetecía mucho beber alcohol pero tampoco había nada mas que en este momento me apeteciera. Los exóticos nombres que aparecían en la botella me llamaron la atención así que se la enseñé a Breo sonriente:
¿Compartimos esta? Chateau-Chalon de Voitour-Jura ... podemos brindar por nuestros nuevos objetivos, o al menos por el éxito en esta misión

Me senté a su lado.

¿es la primera misión que te mandan? ¿no estás nervioso?

Asiento con la cabeza a su propuesta. Cuando se acerca de nuevo, con la botella en la mano, dejo de tocar y apoyo las manos sobre la guitarra, quedando ligeramente girado hacia ella. 

- Si que es la primera. ¿Nervioso?... - callo un instante - ... algo, no mucho. Ya me he jugado la vida en otras ocasiones y pese a eso aun se mantiene cierto nerviosismo antes de entrar en acción. - aunque las situaciones son muy distintas... - Pero confío en el equipo, creo que sera mas sencillo de lo que parece en principio. ¿Tu como llevas los nervios? -