Partida Rol por web

Jeanne se levanta de la mesa, invitando a Jard a hacer lo mismo. 

-No se me ocurre nada en especial que quiera hacer, pero un reconocimiento del campo de batalla siempre es crucial antes del combate. Debemos estar bien informados sobre la ciudad antes de planear la estrategia.

Dicho esto, ambos abandonaron la casa, y se dirigieron hacia el centro de la ciudad. Jeanne iba por delante, indicando el camino a seguir, pese a que no conocía la ciudad. 

Normalmente un magi puede sentir los conjuros a su alrededor de la misma forma que es fácil identificar de donde procede un golpe que se escucha en una habitación, como si la magia "sonara" en el interior de los circuitos mágicos del magi. 

Siguiendo con esa imagen, salir a la calle fue para Jard como aparecer de repente en el centro de una habitación en la que un centenar de personas hablan a la vez. Había magia por todas partes, no magia fuerte, pero ahí estaba. Era como si hubiera un murmullo constante de fondo, ya que los restos de magia se notaban en el aire, y las Líneas Ley que corrían bajo Fuyuki estaban revueltas y desatadas como anguilas retorciéndose en la red del pescador. 

Jeanne le llevó hacia la zona de las tiendas, recorriendo el distrito residencial, por cuyas calles solo se cruzan con algunos estudiantes soñolientos que se dirigen a sus actividades de club. Cuando llegaron, muchas habían abierto ya. Jeanne se volvió a Jard y le sonrió.

-Perdona por hacer que me sigas. Es sólo que algo me dice que deberíamos venir por aquí, la voz del Señor en mi mente me guía. Ya que estamos aquí, podemos mirar si hay algún futón o colchón disponible para ti.

Lancer tomó forma espiritual en cuanto abandonaron la casa, y ambos se dirigieron a patrullar la zona oeste de la ciudad. Josh casi podía oír los bufidos desdeñosos de su Servant ante las casas de estilo japonés, pero las mansiones occidentales parecieron gustarle e incluso tuvo alguna palabra de halago hacia un par de ellas, aunque siempre con el tono de quien ha visto cosas mucho mejores. Por la calle solo hay unos pocos estudiantes soñolientos que se dirigen a la escuela a sus actividades matutinas de club. 

Finalmente, tras el paseo, acabaron en el pequeño parque que hay a la orilla del río, muy cerca del gran puente. 

-Curiosa ciudad es esta-comenta Lancer-es pequeña, pero parece tranquila y próspera. Hay ciudades que son más pequeñas de lo que deberían, y otras que son más grandes. Pero esta da la sensación de ser justo como debe ser. 

Y bien, ¿alguna idea de hacia dónde dirigirnos ahora, Master?

-Por supuesto que te avisaré-Dice la voz de Archer en la cabeza de Mayuri-Pero sabes que no podemos combatir a la luz del día, ¿verdad? No debería haber problemas mientras no vayamos a zonas despobladas o apartadas. 

Junto con su familia, Master y Servant se dirigen a la estación de buses, cruzando el gran puente. Tras adquirir el billete, Nobuko y Sanae se suben a un autobús con destino Tokyo. La tía de Mayuri le hace prometer que la llamaría si necesita cualquier cosa, y su hermana se abraza a ella tanto rato que casi pierden el autobús. 

Finalmente, las ve marcharse por la carretera. 

-Bien, Master-dice Atalanta, siempre en forma espiritual- ¿Algún plan ahora?

Mientras se ponen en camino, Beowulf toma forma espiritual, pero Fukuro sigue oyendo su voz en la cabeza. 

-No, no necesito comer, aunque no le haría ascos, sobre todo si fuera algo bueno, como un buen chuletón sangrante y rojo. Y, ya que estamos, tampoco necesito beber, pero si hay buena cerveza en esta región no me importaría un barril o dos.

Finalmente descienden las escaleras y llegan a la ciudad, atravesando las calles casi vacías del distrito (solo hay unos pocos estudiantes soñolientos) hasta llegar a la escuela, donde ya empieza a haber muchos estudiantes reunidos, y, más allá, una calle cercana a la zona de las tiendas donde hay varios bares, cafeterías y restaurantes. 

El magi asintió a las palabras de su Servant. Al parecer, Jeanne no tenía demasiado interés en recorrer la ciudad por el simple hecho de disfrutar el lugar o simplemente no se le ocurría algo en particular. De todas formas, debían salir para comprar ciertas cosas de necesidad entre ellas vestimenta nueva para su compañera y un animal para convertir en su familiar.

Entiendo, entonces salgamos a caminar para conocer un poco los alrededores y comprar lo que necesitemos.

Al salir, Jard pudo percibir los restos de magia en todas partes, podía sentirla en el aire, aún así trataba de mantener cierta alerta por si llegara a presentarse alguna anomalía, ya que, no debía olvidar que se encontraba en un campo de batalla.

Por supuesto, antes de salir, el joven magi había decidido llevar con él su herramienta de combate, la muñeca de la cual estaba tan orgulloso, Elizabeth. Había decidido llevarla dentro de una gran valija de viaje, si bien podría haberla hecho caminar, prefería mantenerla oculta, no deseaba mostrar todas sus cartas a un oponente que pudiera llegar a vigilarlos.

Jeanne había decidido ir delante de él, guiándolo por el distrito residencial. Jard aceptó tal iniciativa y confió en su guía mientras apreciaba a la bella mujer caminar con seguridad.

Sonrió al escuchar las palabras de su Servant.

Ah, no hay razón para disculparte, confío en tu guía y verte recorrer las calles con tal seguridad, produce cierta paz en mi.

Asintió ante la sugerencia de la mujer.

Si, ya que estamos realizando algunas compras, sería buena idea que comprara un futón. Con eso sería suficiente. Primero iremos a comprar eso, luego el animal y por último la vestimenta que desees.

Tras decir eso, se dirigieron a una tienda donde vendieran futones entre otros artículos de descanso. No fue muy difícil encontrar uno que fuera del agrado del magi por lo cual prosiguieron con el siguiente objetivo: comprar un animal que cumpliera las preferencias de Jard para ser un familiar ideal de reconocimiento del campo de batalla.

Al entrar a una tienda de mascotas, el joven comenzó a buscar un animal apropiado para la misión que tendría para el familiar, si bien probablemente terminaría utilizando un hechizo de posesión temporal sobre la criatura para mejorar la capacidad de exploración. Sin duda, requería de un animal que pudiera volar, por ende un ave era la mejor elección. Al final, eligió un gorrión capuchino del Japón, también llamado manón. Era una criatura pequeña y bastante veloz en vuelo. Además tenía cierto encanto como mascota y no era demasiado costosa en cuanto a precio.

Una vez finalizaron las compras de mayor necesidad, Jard acompañó a Jeanne a una tienda de ropa para que comprara lo que fuera a necesitar para el tiempo que duraría la guerra.

Elige lo que quieras, no te preocupes demasiado por el precio, después de todo he ahorrado bastante con las compras anteriores. Además, es una forma de demostrar mi agradecimiento por prestarme tu ayuda, aunque sé muy bien que no es suficiente para agradecer tal ayuda.

Una vez terminado todo, volverían al departamento para que el magi pudiera comenzar las preparaciones para formar el vinculo de sangre con su familiar.

Elizabeth frunce un poco el ceño ante la visión de la cabaña y las opciones que le da Doku. 

-Yo, Elizabeth Báthory, descendiente de los Habsburgo, ¿Quedándome en un orfanato, o en una cabaña? No, gracias. No me importa el retraso que llevemos, los plebeyos pueden hacer lo que quieran con sus patéticas vidas e irse a morir a un agujero si lo desean. Pero mientras tanto, construiremos un alojamiento a mi altura. 

La chica sale de la cabaña andando lenta y elegantemente, con la cola reptiliana que surge bajo su falda meciéndose al ritmo de sus pasos a un lado y a otro. 

La Servant sale al bosque, y lo recorre hasta que, a pocos metros de la cabaña, da con una hondonada bastante amplia, donde el suelo baja unos cuantos metros en una suave pendiente. La depresión está casi libre de árboles, y una capa de hierba verde la recubre. 

La chica avanza hasta situarse en el centro del claro, y, de pronto, el poder mágico que emana de ella se hace cien veces más fuerte, tanto que Doku queda casi aturdido por la ola descomunal de poder que se concentra sobre la chica. Sus manos se mueven en un patrón preciso, dibujando runas en el aire, y Doku nota como el maná de su cuerpo es extraído casi con violencia, dejándole tan exhausto como si hubiera corrido horas y horas bajo el sol del verano. 

Por fin, los labios de la chica se abren, y de ellos sale algo que, aunque es reconocible como palabras, no es ningún sonido que una garganta humana pueda soñar en producir, es maná solidificado, poder hecho palabra. 

-Éste es el poder de mi sangre, este es el símbolo de mi posición- cada palabra resuena como un trueno y amenaza con romper los tímpanos de Doku- Éste es el motivo de mi nombre...

¡A MÍ, DEMONIO DE SANGRE FRESCA! ¡BÁTHORY ERZSÉBET!

Un súbito temblor, potente como un terremoto, recorre el claro, y es tan violento que amenaza con tirar a Doku al suelo. Cuando logra reponerse, de la tierra ha comenzado  surgir la piedra, la madera, el metal. Unas gigantescas paredes rodean al asesino, lo encierran, lo meten en las profundades del gigantesco castillo que sale de la nada sin que pueda hacer nada para evitarlo. Doku sube con el suelo de la habitación, metros y metros, como si estuviera montado en un ascensor, y ve por la ventana que ha aparecido en la pared que el suelo del bosque se aleja rápidamente, mientras el techo se cierra sobre él como si alguien pasara a cámara rápida el vídeo de una construcción. Las vigas se colocan en su sitio, los ladrillos se alinean, las chimeneas se empotran en las paredes y los cuadros aparecen en sus clavos antes de que la mente pueda siquiera procesarlo. De pronto, con un último y brutal estremecimiento de tierra que hace huir a todas las aves del bosque, el castillo se detiene, terminado.

Doku se ve en una lujosa habitación, con alfombras gruesas, grandes espejos de marco de plata, cuadros al óleo y una gigantesca cama con dosel. En la pared una chimenea encendida caldea el frío de la mañana. 

Frente a él, su Servant sonríe, sentada en el asiento empotrado en la pared que hay junto a la ventana. 

-Aaah, perfecto. Esto era lo que necesitaba. Ya tenemos una residencia apropiada- la chica se recuesta en el asiento-Muy bien, ahora podremos discutir el plan. ¿Quieres vino?-dice señalando una bandeja que hay en una mesita junto a ella, con una botella y varias copas de fino cristal.  

-Bienvenido a Čachtice, Master.

Escucho tranquilamente lo que mi servant expresaba, era orgullosa y subestimaba a nuestros enemigos. Sabía que, si  mantenía ese pensamiento, solo el camino de la derrota será el sendero que recorreremos.

Al momento que iba a expresar mi opinión, siento como todo mi mana es sacado a la fuerza de mi cuerpo haciéndome sentir enfermo y cansado, una sensación que de alguna manera disfrute.

Lentamente el castillo comenzó a formarse hasta llegar a convertirse en una estructura imponente, digna de su corrupta señora.

-. Gracias por su bienvenida señorita Bathory-. Dije haciendo una pequeña reverencia para luego aceptar, con un gentil gesto, el vino que me ofrecía la bella aristócrata-. Realmente es un sitio cómodo y acogedor. Pido disculpa por mi ofensa de ofrecer ruines estructuras para su alojamiento-. Dije de forma sincera para luego cambiar mí mirada a una seria y fría-. Pero como ya tenemos donde quedarnos, me gustaría saber lo siguiente, mi bella dama-. Pido permiso para sentarme en una silla, quedándonos frente a frente-. ¿Qué sistema de defensas tiene este lugar y es posible mejorarlos?-. Manifesté tranquilo, manteniendo un tono de voz frio y monótono-. Sobre el plan, Señorita Bathory, básicamente estaba pensando en utilizar la gente de esta ciudad como combustible para nuestros planes, como ya dije anteriormente, una desventaja de un día es demasiado riesgoso si no comenzamos con las preparaciones rápidamente y si a eso le sumamos que no sabemos nada de nuestros oponentes... ¿Qué opina mi dulcinea sangrienta?-. Vuelvo a sonreír pero a diferencia del resto, era una sonrisa sádica y blasfema que solo secretaba sadismo y locura…

Josh se encogió de hombros

-Yo también prefiero las casas occidentales -dice al escuchar los suspiros de su servant- Sinceramente, no soy fan del estilo oriental. Pero si el santo grial ha decidido que la guerra será aquí, habrá que amoldarse -tras el pequeño paseo, se para un momento para contemplar el río- Vayamos a terminar de revisar el distrito residencial. Será mejor que estemos alerta, pues si bien dudo que alguien se alquile una mansión, no sería nada raro que algún máster estuviese viviendo por esa zona.

La despedida fue tan difícil para Mayuri como lo fue para sus familiares. Su tía parecía realmente preocupada por ella, pero el abrazo de Nobuko le partía el alma en dos. Mientras ve cómo las dos figuras se alejaban por la carretera, notó cómo los ojos se le humedecían, y algunas lágrimas resbalaban por sus mejillas. Ha sido doloroso. Pero no puedo decir que no me lo esperara. Las voy a echar mucho de menos. Continúa mirando la carretera por donde su tía y su hermana se marchaban, cuando la voz de Atalanta en su cabeza consigue sacarla de su ensimismamiento. 

"Deberíamos marcharnos. Estando aquí nos estamos exponiendo demasiado. Archer, necesito que me respondas a dos preguntas. La primera, necesito que me digas cuál es tu noble fantasma*. Lo segundo, que me digas si quieres que peleemos ya, o esperemos a la noche. Había pensado que hiciéramos del bosque nuestro punto fuerte. Estoy segura de que habrá másters y servants que van a ir allí, si no han ido ya. Y el bosque es, bueno, tu casa. Nos sería muy beneficioso poder pelear allí." Levantó la mano y se limpió las lágrimas.

Fui al centro de la ciudad y compre un par de frutas para desayunar, y seguidamente me puse a buscar algún sitio elevado desde el cual se pudiese ver la ciudad entera. Miré hacia los edificios más altos del lugar y cuando encontré uno que me pareció adecuado me encaminé hacia la entrada de este. Si era posible intentaría subir de forma normal, aunque también estaba dispuesto a colarme o usar algún otro método menos ortodoxo.

Mayuri comienza a andar de vuelta, mientras Archer la sigue, pero no desde cerca. Nota su presencia bastante lejos, en los techos de los edificios más altos, saltando de uno a otro, siempre en forma espiritual.

-Master. Como magi deberías saber que esta guerra ha de librarse lejos de las miradas de la gente normal. No es buena idea que luchemos de día, a no ser que sea en un sitio muy apartado. Es cierto que me siento a gusto en el bosque, pero hay dos problemas. Primero, ¿tienes una casa en el bosque? Porque yo no necesito comer ni dormir, salvo en casos especiales, y no me importan la lluvia y el frío, pero no se puede decir lo mismo de ti. No puedes quedarte a la intemperie ni en un refugio improvisado. Teniendo una casa, creo que es mejor que nos quedemos ahí.

Cruzaron el gran puente y llegaron sin más altercados a su casa, a través de las calles que comenzaban ya a estar llenas de gente. La casa está tal y como la dejó Mayuri. 

-Además, Master, no me gusta este bosque. No es un bosque normal. Hay demasiada magia, demasiadas cosas ocultas en él. No es un buen lugar para establecerse.

Empezaba a pensar que nunca me preguntarías sobre mis habilidades. Lo más destacable son mis sentidos. Son mucho mejores que los de cualquier normal, y, por ejemplo, desde el tejado de esta casa puedo contar sin dificultad las ventanas de los rascacielos del otro lado de la ciudad. Casi no me afectan la oscuridad y otras cosas que dificultan la visión. Si tuviera localizado a un enemigo allí, podría abatirlo sin problemas. 

Pero esto no es todo. En mis manos llevo Tauropolos, el arco de los cielos, regalo de los mismísimos dioses del arco, Artemis y Apolo. Llevado a su límite, puedo realizar un disparo que excede en poder a muchos de los Tesoros Heroicos de otros héroes, pero con la diferencia de que no es realmente un Tesoro Heroico, por lo que no lleva magia en sí que sea detectable ni supone tanto gasto de maná. Con él, podría acertar y sorprender a un Servant que no fuera más que un puntito en la distancia, y atacar con precisión.

Tengo algunas otras habilidades. Te hablaré de ellas. 

Fukuro no tarda mucho en dar con una mansión de estilo occidental en la que una de las paredes tiene los ladrillos sobresalientes que pueden usarse como escalera sin mucho esfuerzo. Al llegar al tejado, puede ver la ciudad extendida a sus pies, con el río brillando ante la luz de la mañana, el viento agitando su ropa, y las calles que comienzan a llenarse de gente. No se ve nada fuera de lo común en una ciudad.

Berserker sube en forma espiritual a su lado, y dice en la cabeza de Fukuro:

-¿Ves algo? Yo no veo nada, y tampoco es que desde esta distancia pudiéramos distinguir a un Servant o Master de una persona cualquiera. 

Elizabeth sonríe ante la pregunta de Doku, maliciosamente.

-Sí, tiene defensas, y bastante notorias. Sus muros no se pueden atravesar con medios normales. Pero el objetivo de este castillo no es dejar a la gente fuera. Es que la gente entre. 

Una vez se ha atravesado su umbral, las posibilidades de escapar de él son de una entre mil. En las estancias inferiores, hay multitud de cámaras de tortura, y toda la sangre recogida corre por las venas del palacio hasta salir por ahí-dijo señalando un grifo en la pared, que se hallaba encima de una ostentosa bañera- Así que sí, la idea de usar a la gente de esta ciudad es la que tenía yo. En concreto, no vendría mal tener unas cuantas doncellas para llenar esa bañera. 

Mayuri asiente ante las palabras de Atalanta. Para ella es un gesto normal, pues está escuchando las palabras de la cazadora, pero debe ser raro para la gente que no está dentro de su cabeza verla andar mientras mueve ligeramente la cabeza. La juventud de Japón cada vez está peor. 

Una vez llegan a casa, se traslada al salón y se acomoda en un cojín cercano al kotatsu de su tía. "Tienes razón. Sería mala idea mostrarnos. Por lo que me estás diciendo, tendríamos que aprovechar tus super-sentidos y tratar de pillar desprevenidos a los másters. Podríamos intentar intervenir cuando haya alguna pelea entre servants. Cuando dos héroes se peleen, el nivel de magia de la zona debería aumentar. Si conseguimos notar este cambio, sería más que improbable que os servants que están peleando nos detecten. 

¿Notas algo raro en el bosque? ¿Crees que se debe a algún servant, a alguien que se haya instalado allí? ¿O es algo diferente?

Háblame sobre ese d¡sparo, el casi-tesoro heróico. ¿Cada cuánto puedes lanzarlo?" 

Deja escapar un suspiro. Toda esta charla con Atalanta no hacía más que confirmarle lo que ya sospechaba desde un principio: no sabía cómo ayudarla más que como fuente de maná. "Archer..." comenzó, sin embargo paró antes de decir nada. Atalanta no era humana y, por lo que había hablado con ella, sentía que hablar sobre sus sentimientos no sería beneficioso para ella. Carraspeó.

Unos momentos más tarde, la joven máster recordó la barrera. ¿Cuánto tiempo se supone que duran esas cosas? Mejor aún, ¿cuánto tiempo se supone que duran esas cosas cuando las lanza una novata? Probablemente, no mucho. Despacio se levantó y caminó hasta el lugar que, calculaba, sería el centro de la casa. No estaba segura de si la situación en la que lanzara el hechizo influiría en su efecto. Como el día anterior, trató de levantar una barrera protectora alrededor de la casa.   

Tras unas rápidas compras de ropa, donde se vio el gusto de Jeanne por las camisas holgadas y blancas y los pantalones cortos (parece no preocuparle el frío), ambos volvieron al apartamento, sin más altercados. Una vez allí, Jeanne le dijo a Jard:

-Master. He notado un pico de magia impresionante en los alrededores. Puede que fuese un conjuro muy poderoso o la invocación de un Servant. Deberíamos tener cuidado con ello. 

Cuando van al salón, descubren que se han dejado la televisión encendida, y que ésta está emitiendo las noticias. Justo se acaba de dar, como última hora, la noticia de un pequeño temblor en las cercanías de Fuyuki.

-El temblor ha sido muy pequeño, y, como saben, Fuyuki no está en zona de terremotos. Sin embargo, aprovechamos para recordarles que, ante un temblor, han de cubrirse bajo muebles como mesas tapándose la cabeza, y si salen a la calle caminen por el centro de esta, lejos de las casas. Todos los edificios deben cumplir con el reglamento estipulado en la Ley Anti Terremotos de 2017 que obliga a reformar los cimientos según las nuevas técnicas. Los anteriores a 1954 deben pasar una inspección obligatoria tras la cual podrían ser desalojados si no cumplen las leyes en vigor. 

Terminada la patrulla de la zona, sin encontrar nada reseñable, acabaron en el distrito comercial. La voz de Archer sonó en su cabeza.

-Master, si necesitas suministros sería buena idea comprarlos ahora. Además, miremos si hay o no hay vino o hidromiel. 

He notado un pico de energía mágica muy potente en las afueras. No sé a qué se ha debido, pero cuando terminemos las compras deberíamos dirigirnos a la casa rápidamente.

En cuanto llegan a casa, Archer sube al tejado, como de costumbre.

-Ese disparo lo puedo realizar tantas veces como sea necesario, pero requiere concentración, calma y un gasto importante de maná, aunque no tanto como un Tesoro Heroico. Además...

La voz de Atalanta se detiene, y, cuando vuelve a hablar, suena tensa y alarmada.

-Master. Acabo de ver algo en las afueras, en el bosque. Está medio oculto en una hondonada, pero estoy absolutamente segura de que no estaba ahí cuando hemos salido esta mañana. Es algo muy grande, de piedra, como un palacio o un castillo. He notado una perturbación mágica por esa zona, así que a menos que en esta época tengáis maneras de hacer casas en una hora, ha debido de ser magia, y una muy poderosa. Fuera del alcance de los magos de esta Era. 

No lo veo del todo porque está en una depresión del terreno, pero me da malas sensaciones. Sea lo que sea no es bueno. 

-¡¿C-Cómo?! -exclama en voz alta sin darse cuenta. Mira, con una mezcla de miedo y sorpresa por a ventana. Qué esperaba encontrar no está muy claro, puesto que no podía ver el castillo al que se refería Atalanta desde ahí. "¿Hay alguna manera en la que puedas ver algo más sin exponerte al peligro?" Frunce el ceño, tratando de pensar. No sabía qué pensar exáctamente de este giro de acontecimientos, pero sabía que no era algo muy bueno. "¿Sabes algo de algún servant que pueda hacer algo así? ¿Es posible que sea una esfera de realidad?"

Esto no me gusta. No me gusta ni un pelo. 

Luego de observar la predilección de Jeanne por las camisas holgadas blancas y los pantalones cortos, algo que para el magi era, sin duda, algo más que guardaría en su colección de memorias con su Servant, los dos decidieron regresar al departamento. Había mucho que hacer.

Una vez cerca de su hogar temporal, su compañera expresó unas palabras que marcaron cierta preocupación en el rostro de Jard. Debería de tener cuidado a partir de ahora.

Sí, estoy de acuerdo, no sabemos si nos habrán detectado o no. De todas formas, mi barrera de detección debería de poder anunciar la llegada de quien pudiera desear atacarnos.

Al entrar al departamento, el joven notó que se había dejado encendida la televisión en la cual se podían ver emitiéndose las noticias, de las cuales, una de ellas, llamó su atención.

Demasiada coincidencia, respecto a ese pico de magia que has mencionado y este evento. Ya sabemos en qué debemos centrarnos primero cuando envíe a explorar a mi familiar.

Tras colocar su futón en la habitación para cuando tuviera que descansar a la noche, el magi volvió al salón para comenzar con el ritual que convertiría al gorrión en su familiar. Desde luego, lo primero vincular al animal con su sangre, por lo cual, con una pequeña daga, se pinchó su dedo índice y vertió un poco de su sangre en el pico del ave de manera impositiva ya que, sin lugar a dudas, la criatura se negaría.

Lo siguiente era utilizar maná para comenzar con el hechizo de atadura y decir las palabras necesarias para finalizar el vinculo.

La sangre nos une como maestro y sirviente. Mi magia corre por tu cuerpo a cambio de tu servicio. Conviértete en mi seguidor, pequeña criatura, y a cambio te otorgo el nombre de Sirin.

Una vez finalizado el encantamiento, el joven sonrió complacido. Ahora era cuando comenzaba en esencia la guerra para él ya que podría rastrear a sus enemigos y observar la situación por medio del hechizo de Transferencia de Conciencia.

Acariciando la cabeza de su ahora nuevo familiar, Jard miró a Jeanne.

Es hora de que comience con el reconocimiento del terreno y en lo posible investigaré primero el área donde dices que se produjo un pico de magia. Para ello, transferiré mi conciencia a Sirin para percibir de mejor manera lo que sucede y tener mayor control.

No era un hechizo peligroso y era la mejor manera que el magi imaginaba para poder explorar con su familiar y obtener una buena información de reconocimiento.

Si algo sucede aquí, basta con que me toques levemente para que mi conciencia regrese a mi cuerpo. Es como una especie de trance o sueño así que no hay nada de qué preocuparse y al menor movimiento de mi cuerpo, despertaría sin problemas, incluso si algo le llegara a suceder a mi familiar.

Dicho eso, esperó a ver si su familiar tenía algo que decir al respecto, de lo contrario, abriría la ventana, poseería a Sirin y comenzaría a investigar la ciudad, principalmente el área donde había sucedido el pico de magia.