Intento negociar. con Gorcha
"9.500, Un peluquín y nuestro aprecio" le sugiero al pobre calvito.
No es por dinero... Bueno SI. Si es por dinero.
Adoro el dinero. Tanto o más que el dinero. Porque con dinero puedes conseguir más dinero.
Tras conseguir negociar el barco (Y tratar de convencer a cuantos haya en F.H. de que se nos unan a liarla) nos dirigimos hacia donde nos han dicho.
"Venga, tenemos que ponerle nombre a este barco. Y tan solo se me ocurre... ARKADIA"
Motivo: Magia (Porque encantar es Magia ¿No?)
Tirada: 1d6
Dificultad: 2+
Resultado: 5(+1)=6 (Exito) [5]
¡CRITICO!
Motivo: Magia
Tirada: 1d8
Resultado: 3 [3]
Bueno ya direis si seguimos posteando aqui o en otro lado pero yo hago otro bailecito como el de Al para encantar.
Yo bailo como un pato mareado
xD
Orcha finalmente acepta el trato, cautivado por la gracia del pato mareado y el rubiales travestido. El Arkadia zarpa con la ayuda de 3 voluntarios que se suman al viaje, principalmente para pescar cosas en el camino. Una vez en mar abierto, el voluntario n°2, quien maneja el timón, les pregunta -¿Hacia dónde enfilamos? ¿Trabia? Escuché que son de allí.
Una vez que decidan destino, seguimos en el lugar que va, yo les indico, igual
Por fin nos subimos al barco y yo no pude hacer otra cosa que colocarme en la parte frontal y ponerme con los brazos abiertos.
Hacia el primer bosque que encontremos!! grite mientras el viento ondeaba mi pelo y me sentía lo mas Kate Winslet posible
Me quedo pensando
"Tenemos que ir a la isla del monito." digo con mi voz de falette y dirigiendome a los tres marinos, a quienes, hasta que memoricemos sus nombres, podemos llamarles Meathook, Carla y Otis "Y ese mono sólo puede estar en un lugar en todo el mundo. Es decir: Ese monito especial estará en..."
"¡EN MONKEY ISLAND!"
"¡Vamos, rumbo a Monkey Island!" digo dandoles las coordenadas que nos dio el viejo sabio erudito "¡Vamos alllaaaaaa!"
Pues ala!! Ya tienes nuestro destino master
XD
Con gesto decidido, el marinero más adulto se encoge de hombros y asiente, fijando el rumbo sin demora.
El viento marino sacude las ropas de Leev y revuelve su cabello locamente.
Por su parte, las chuzas de Alphonse vuelanse menos grácilmente con cada correntada.
Más pronto que tarde, llegan a su destino...