Partida Rol por web

- Bienvenida Instructora Moonlight. Veo que has traído al aprendiz a Filo del Alba tal y como me dijiste. Me alegro de que hayáis llegado hasta aquí sanos y salvos. Las tierras de Talant son peligrosas para cruzarlas andando.

De todas maneras lo importante es que ya estáis aquí y por fin podrás enfrentarte a tu última prueba antes del examen para Filo del Alba.

Esta es la Caverna del Frío y en su interior hay cantidad de elementales del frío. Son muy peligrosos y pueden materializarse con muchas formas y apariencias, tened mucho cuidado. Al final de la cueva os encontraréis con él, el guardián elemental. Ese es vuestro objetivo, derrotarlo y lograr que se os una a vuestro bando.

-¿Algún consejo para vencerlo de forma efectiva?.-Pregunto mientras me preparo para entrar.-¿O alguna informacion importante que pueda darnos? Me gusta saber lo más posible acerca de los enemigos que debo derrotar. ¿Lucharán sin más o podremos razonar con ellos? ¿Poseen algun tipo de artefacto mágico que debamos temer?

¡Hola Kai! Hace ya tiempo que no vengo a verte. En cuanto tenga un rato libre, volveré para pasar un buen rato le dije a la guardiana haciéndole un guiño y una pequeña sonrisa.

Aguardé con serenidad a las palabras de mi alumno. Hacía bien en buscar información, aunque a la hora de la verdad poca gente se la daría de cualquier tipo de criaturas

La mujer devolvió la sonrisa ante las palabras de la instructora. Después miró al alumno y se quedó observándolo.

- Haces bien en preguntar tus dudas. El conocimiento es el primer paso para la victoria. Debes familiarizarte con el rival antes de actuar y cuando averigües sus puntos débiles te resultará más fácil vencerle. Es importante que te comente que los todos los elemetales del frío son vulnerables al fuego, y resistentes al frío, por lo que atacar con magias de ígneas les hará más daño de lo habitual. También es importante que no uses hechizos de frío con ellos, puesto que no les servirá de nada e incluso es posible que hasta les regeneres.

Y dudo mucho que podáis razonar con ellos, quizá El Guardián pueda hablar contigo antes de luchar, pero ten en cuenta que esta misión consiste en derrotarle, por lo que las palabras no servirán de mucho. 

Y también dudo que lleven artefactos, son criaturas elementales, no sienten apego por los bienes materiales.

¿Alguna duda más, jovencito? Estoy gustosa de responderte en todo lo que haga falta.

-¿Encontraremos algo que nos sirva de ayuda en el interior de la caverna? ¿Algún modo de dañar a los elementales? No soy usuario de la magia arcana, con lo que mi acceso al fuego está bastante limitado... ¿Fuego del alquimista tal vez?

- Esta cueva está libre de objetos. La misión tiene que hacerse en la mayor brevedad posible y el tiempo que inviertas en desarrollarla también contará para el resultado final de tu nivel de Filo del Alba. Cuando más rápido actúes y logres llegar hasta el guardián mejor. Así que la cueva está despejada de trampas y objetos. Solo están tus adversarios.

Lucharás contra ellos, si no eres capaz de usar tu magia, actúa con tus armas. Los daños físicos también pueden dañarlas.

-Adelante pues.-Digo desenvainando. Acto seguido, entro en la cueva con las armas preparadas para combatir. En ese instante me lanzo un conjuro de bendición en el umbral y me voy acercando al interior.

-Acabemos cuanto antes.

¿Estás tú también preparada, amiga?

Pues... A no ser que nos cures del todo nuestras heridas... O me des una varita que nos ayude... Estoy preparada dije sonriendo, sacando mi ballesta y cargándola

Varitas no poseo, pero en cuanto estéis preparados para entrar os entregaré tres viales:

Dos de ellos contendrán dos pociones creadas para curar heridas leves, así si alguno de los dos la necesita estará el otro para ayudarle. El tercer vial será para que contengáis al guardián dentro del frasco. ¿Entendido?

¿Entráis ya, o tenéis alguna duda más?

-Por mi parte entramos.-Digo sin disimular mi impaciencia.-Si hay que encerrar al guardian en ese vial en cuanto lo tengamos estaremos listos.

Pues podemos entrar ya. Cierra los ojos y respira profundamente. Esta es la prueba. Yo estaré a tu lado para ayudarte, pero esfuerzate.

Cierro los ojos, respiro, desenvaino y me preparo para entrar en cuanto nos den el vial.

Kai abre las puertas hacia el interior de la prueba.

De pronto un fuerte frío recorre vuestro cuerpo. Sin duda aquella caverna estaba completamente helada y bajo vuestros pies una pasarela de hielo llevaba hasta las profundidades de la cueva. Toda la zona estaba llena de estalactitas y estalagmitas congeladas. Bajo vuestros pies los charcos de agua helada llenaban la sala.  Había incluso algunas partes que teníais que sumergir los pies en ellos para poder atravesar la pasarela.

A cada lado del camino había un profundo lago, que a juzgar por los bloques de hielo que flotaban en él os daba la sensacion de que estaría helada. Caer en ella os supondría casi una hipotermia, así que lo mejor sería andarse con cuidado y avanzar de prisa pero sin pausa.

Y entonces, después de haber andado varios metros tres criaturas de hielo se posicionaban frente a vosotros. No había casi apenas espacio para moverse debido al camino tan estrecho, así que el combate sería directo, sin ataques sorpresa ni por la espalda.

Entro en la cueva con decision, pero pronto me doy cuenta de que el desafio podría superarnos.

Si hay muchos elementales podríamos necesitar ahorrar fuerzas. Lo mejor será combatir a la defensiva.

En cuanto localizo a un grupo de enemigos, me preparo para el combate y lanzo un tajo contra uno de ellos tratando de no exponerme demasiado.

Me siento como en casa dije bromeando mientras frotaba mis brazos por el frío repentino. Caminé con calma para no resbalar. Evitaba meter los pies en los charcos, no quería empaparme.

Vayamos rápidos y con un objetivo claro, no podemos demorarnos demasi.... y justo aparecieron tres criaturas.

¡Ah, perfecto! dije al tiempo que levantaba la ballesta y disparaba. Pero los temblores por el frío me traicionaron, así que fallé en mi ataque. Rápidamente, recargué la ballesta de nuevo

Arthas reaccionó rápido y logró golpear con su espada a uno de los pequeños elementales contra los que se enfrentaron. La criatura quedó deshecha en pedazos como si tan solo fuese una figura de cristal

Después, los dos elementales se lanzaron contra Arthas, era el enemigo más cercano que tenían, puesto que Aerith estaba en segunda fila disparando.

El guerrero esquivó con soltura el primer envite de la criatura, pero el segundo ya no fue capaz y sintió como un puñetazo helado le rozaba la mejilla, por suerte, al haber luchado a la defensiva el puñetazo tan solo le rozó.

Por último, Aerith que tenía cargada su ballesta no dudó en dispararla contra la criatura, pero no tuvo mucha suerte y el virote se perdió en la cueva.

Al sentir el frío del puñetazo, la sombra de la duda me invade.

-¿Hice bien en luchar sin arriesgarme?-Pienso mientras me preparo para atacar de nuevo.-Si, Aerith no parece demasiado dispuesta a combatir de cerca, al menos de momento. Yo la cubriré.

En ese momento lanzo un golpe contra cada uno de los dos adversarios tratando de poner fin a la pelea cuanto antes.

Cargué la ballesta y apunté a una de esas criaturas.

Tenemos que conservarnos lo más intactos que podamos para tu enemigo final, Arthas. Sigue combatiendo así

Tenía un arma oculta. Esas criaturas podían huir si me lo proponía, pero no era lo propio en esos momentos. Era mejor seguir atacando.

Y disparé, golpeando a una de esas criaturas.

Arthas volvió a moverse con un grácil movimiento logrando atravesar con su espada a otro de los elementales. La explosión de cristales de hielo salió disparada por la sala, mientras que la última de las criaturas hacía un nuevo intento por golpearle pero sin tener éxito.

Aerith apuntó esta vez a la perfección y logró clavar el virote en lo que parecía la parte más vulnerable de su cuerpo. La saeta atravesó el rostro de vuestro enemigo haciendo que éste quedase gravemente inconsciente.

Habían derrotado a las dos criaturas y ahora podrían seguir avanzando.