Partida Rol por web

David observó detenidamente a cada uno de los integrantes del grupo.

Todos ellos podrían ser asesinos en potencia, escondidos bajo la protección de una piel de cordero.

¿Quien de ellos podría haberlo hecho?

Estaba claro que, ni Ana ni Antonio podrían haber sido, pues iban con él en todo momento. Eso les dejaba a Elena, Marina, Juanjo y Benjamin como sospechosos. Estos dos últimos habían entrado después, era cierto, pero podrían haberlo planeado de antemano.

El asesino se encontraba entre ellos, y era una persona realmente inteligente.

Sin embargo, no le acababa de cuadrar la pista que les había dejado. Le parecía muy extraño el hecho de que fuese tan sencilla de resolver, y con la misma mecánica de las anteriores. ¿Se les estaría pasando algo por alto?

Respiró lentamente, intentando calmarse.

El asesino podría encontrarse entre ellos, y si así fuese...

En ese momento, un dedo helado recorrió la columna de David.

-¿Y si...?-Empezó, algo confuso por la súbita revelación que había tenido lugar dentro de el-¿Y si el asesino ya estuviese muerto?-Concluyó, con mas ambigüedad de la que habría esperado.

-Quiero decir, en todo momento hemos pensado que el asesino estaría vivo, pero, ¿Y si el asesino fuera uno de los cadáveres? Sería una buena coartada, ¿no creen? No se sospecha de ti si eres incapaz de respirar.

Recorrió con la mirada una vez mas a los integrantes del grupo, esperando sus reacciones.

Mientras los demas comenzaban a lanzarse acusaciones entre si, me decidi a observar el cadáver. Necesitaba centrarme para escapar del horror de la situacion, y la unica manera de hacerlo era volcarme en algo que hacer.

- Si descolgasen el cadáver seria de ayuda para que pudiese observarlo. Pero de momento puedo decirles que este hombre lleva muerto entre 30 minutos y 4 horas.

Mis palabras sonaron seguras, profesionales, y mi silencio posterior debería servir para darle efecto a mi afirmación. Me quede esperando a que alguien hiciese o dijese algo.

 -Ah, sí puede que fuera Elena, disculpad…

Marina se apoyó en la pared, mirando fijamente primero a David, y luego a Benjamín. Con David quizá se había equivocado en su primer juicio de persona superficial. Claro, que las situaciones límite te hacen sacar tus mejores recursos,tanto buenos, como …no tan buenos. Eso se lo había enseñado Diego.

Después notó la mirada penetrante de Benjamín. Otra persona, que no sólo parecía, sino que era inteligente. A veces demasiado. Tan preocupado por su propia supervivencia, hmmm peligroso.

La gente frágil, como Marina, tendía a buscar aliados poderosos. Personas que les recordasen la seguridad…Como Ernesto, o Antonio. Quizá David o Benjamín, o Ana…sentía en su nuca la determinación de todos ellos por sobrevivir tan fuerte como la suya…

¿Soy realmente tan frágil como para romperme ahora? Después de todo, de todo…esto no puede acabar así…

-David…creo que ha hecho una observación, bastante aguda… y probable. Y si empezamos  ayudando a descolgar el cadáver? ¿Quizá alguien con altura y fuerza suficiente?

- El asesino habia dejado mensajes en ambos. 1E5S0T6R 1E9C8H8O donde mato a Miguel y S2A8L0A2 M2A0N0C7A en la boca de Julia. El primero supuse que era simplemente separar letras de numeros "15 06 1988 estrecho" y el segundo "28 02 2007 Salamanca" Algo deben significar.

-Necesitaré ayuda-Respondió David, quien, sopesando un instante el peso del cadaver, determinó que el solo no podría hacerlo. Podía ser que incluso necesitaran seis manos para poder bajarle.

-Si es necesario que le ayudemos David…pero creo que con usted, Antonio, Benjamín y Juanjo sería suficiente…

A Marina le ronda una idea que comienza como el rumor de una marea, a ir y venir, sin acabar nunca de asentarse plenamente.

Hmmm ¿dos mensajes cifrados iguales? ¿A qué se refieren esas fechas? ¿O a quién?

Una pareja de mensajes iguales. La única pareja que había en el barco era la de Ernesto y Julia…

¿Alguno de los presentes sabrá qué ocurrió en aquel lugar y fecha?

 Marina se incorpora. Le dirige una larga mirada a Benjamín, y se acerca, aprovechando el movimiento que se genera con la tarea planteada de descender a, eso, Ernesto.

Ladeando suavemente la cabeza, le dice en voz muy baja

 - Benjamín…

Se detiene un instante dubitativa. Finalmente, intentando dulcificar su gesto,  y relajando sus hombros se decide a preguntarle. Todavía recuerda la escena de hace unos instantes y su profunda mirada le impone. Pero se sobrepone lo suficiente como para sonreírle incluso.

-…Benjamín, quisiera preguntarle algo…en privado.

Me acerco a la periodista con toda la discrecion de la que soy capaz. Bajo ligeramente mi cabeza para pasar mi nariz por su hombro, y despues subo lentamente por su cuello sin llegar a tocarla, hasta que mis labios quedan a la altura de su oido.

- Dime preciosa, de que quieres hablar. ¿Vamos a tu camarote?

Creia que te habia puesto informacion en tu personaje.

Del estrecho y esa fecha no tienes ni idea, porque fue cuando eras una niña, pero lo de Salamanca, si recuerdas que hubo un accidente con dos muertos. Lo recuerdas porque investigaste el asunto. Se culpo a una pequeña empresa subcontratada, y nunca se pudo demostrar que los dos hombres, inmigrantes ilegales, tuviesen relacion con la promotora de Ernesto, o que esta tuviese conocimiento sobre que en sus obras habian inmigrantes ilegales trabajando sin las debidas medidas de seguridad.

Sin mediar palabra me dirigí a ayudar a David a descolgar el cadaver. Mientras ayudao a David:

-He estado pensado y si que puede ser lógico que el asesino esté muerto ¿no? pero, ¿entonces cual sería el que suicidó? ¿el que estamos descolgando?No sé que pensar .... con tantas muertes...-dije algo agotado al conseguir bajar el cadáver junto con David.

 Marina se tensa por un escalofrío gélido que atraviesa su espalda.

¿Está segura de lo que hace?

Le viene a la mente la mirada demente de Benjamín, hace …hace, ¿cuánto? ¿tan sólo un par de horas?

El tiempo en aquel barco se ralentiza. Es como si los relojes del mundo se hubieran detenido y sólo quedase el ritmo del sol y las olas.

-D’accord. Pero di alguna excusa para que podamos salir-

Su gesto es muy tenso, como el de un animal silvestre que ha visto las luces de un coche en medio de la carretera de montaña.

Pero está dispuesta a llegar hasta el final.

Paso la mano por el hombro de Marina, y me dirijo hacia el camarote D con ella. Sin detenerme ni mirar a nadie mientras hablo digo:

- Señores, les veo muy entretetenidos, y yo dudo que pueda serles de ninguna ayuda, asi que con su permiso voy a acampañar a esta dama a su camarote. Estoy seguro de que sabran entender que un hombre tiene sus... necesidades.

Y sin esperar ninguna respuesta de nadie dado que Antonio y David andan ocupados con el cadaver, y Juanjo parece tan abobado como siempre, entro en el camarote con Marina y cierro la puerta.

Las fechas no las conoces exactamente, pero te copio dos cosas de las notas de tu personaje.

Cita:

Probablemente algo en el estrecho, aunque no sepas a ciencia cierta nada sobre la fecha.

Cita:

En este caso si sabes que la fecha del accidente fue la indicada en la nota.

-No... no creo que el asesino esté muerto- contesté mientras reflexionaba-  la fecha que indicaba tanto en el papel de Ernesto como en el de su esposa, Julia Vidal, indican el día en el que ocurrió el incidente con los dos inmigrantes...- me moví de un lado a otro de la habitación, pensativa-  Y no podría afirmarlo, pero la muerte de Miguel... creo que también estaba relacionada con inmigrantes ilegales...  fue un asunto bastante difícil, a decir verdad.

Esperé a que los hombres bajaran el cuerpo del difunto- Realmente el asesino quiere que las víctimas sufran por todo lo que han hecho... por eso estamos aquí, me temo. Espero que ustedes tengan la conciencia limpia.

David se encogió de hombros y extendió los brazos, dejando las palmas de las manos hacia arriba.

-El asesino podría haberse autoinculpado. Es listo, sin duda, y no creo que le hubiese resultado demasiado complicado engañarnos de esa forma.

Sin embargo, algo dentro de el le gritaba de manera estruendosa. Algo se le estaba pasando por alto, pero, ¿Que? Debía repasar todas y cada una de las pistas, eran demasiado obvias.

Además, tenían tres posibilidades.

Que el asesino estuviera "muerto", que el asesino se encontrase entre los vivos, y que el asesino fuera una persona ajena a todo aquello, es decir, que estuviera de polizón en el barco.

David reflexionó sobre esta última opción.

Si el asesino no era uno de ellos, se habría condenado a si mismo, puesto que no había forma alguna de volver a tierra, a no ser que tuviera algún otro medio de escape que a ellos se les hubiese pasado por alto. Pero, ¿Donde escondería algo así?

También podría ser que tuviese un contacto en tierra que pudiera recogerle. Sin embargo, ¿Dos personas deseaban la muerte de tantas personas? Parecía poco probable...

El hombre suspiró, intentando aclarar sus ideas, necesitaba un momento de reflexión...