Partida Rol por web

Sacerdote de un difunto dios lejano
Polos opuestos de un mismo imán

La Hermandad tenía una modesta, muy modesta, capilla dedicada al Dios-Emperador en el asentamiento. Construida con componentes habitacionales de varias naves habían sido ensamblados para formar un único bloque con su propio sistema de ventilación, algo tosco y ruidoso, pero eficaz. Facilitaba la respiración. El sacerdote Palas estaba allí, discutiendo acaloradamente con sus más allegados, incluida la capitana comercial de la Casa Krin.

Le advirtieron sobre la llegada de los exploradores y se aproximó a ellos.

Ninguno de ustedes es el Rogue Trader, ¿dónde está él? ¿Está con ese pagano brutal de Martek?

El Senescal Tsanthos se esperaba la brusquedad del sacerdote. La animosidad radiaba de Palas, y Nathin sabía que tendría que hilar fino. Los hombres de fe eran conocidos por su volubilidad, y la ira que el líder laico despertaba en Palas podría rápidamente redirigirse hacia el senescal si no elegía con cuidado sus palabras. Sonrió en su mente, y se inclinó respetuosamente ante el sacerdote.- Saludos. Creo que no nos han presentado debidamente. Mi nombre es Nathin Tsanthos, Senescal y Valedor del Capitán Libre Sarvus Task. Si no recuerdo mal, su nombre es Palas, es correcto? Me temo que no he alcanzado a oir su rango, padre. - Pudo intuir que el padre Palas iba a cortarle, y alzó las manos en gesto conciliador.- Acabamos de aterrizar en este satélite, y mi señor está familiarizándose con el terreno. Esos bárbaros que menciona necesitan una muestra de fuerza; por ello mi señor está, como usted astutamente ha deducido, con ellos: la aproximación directa es necesaria. Usted y yo, señor, somos gente civilizada, y podremos mantener una conversación como tales. - Esbozó una sonrisa.- En qué podemos servir a un servidor del Trono de Terra, padre?

Yo era un simple capellán en una nave colonial cuando nos estrellamos aquí. Podría decirse, dado que soy el único sacerdote debidamente ordenado, que soy el obispo de esta luna; pero no ostentaré tal cargo si no me lo otorga la Eclesiarquía.

Al sacerdote le agradó la predisposición a colaborar del Senescal. Les acompañó hasta una habitación donde una puerta automática permitía el acceso. En teoría, la puerta estaba atascada y no quería abrirse del todo. Palas la golpeaba con fuerza y toqueteaba las teclas del panel una y otra vez.

Pueden...deben ayudarnos a llevar la fe del Dios-Emperador a estos paganos. Algunos de ellos adoran a los cielos -prosiguió sin dejarse intimidar por una puerta que no se abría- y lo que aún es más peligroso adoran a las fuerzas de la disformidad. Martek se niega a creer en él, me considera un charlatán.

Tiene un plan para acabar con los Seres Oscuros -dijo la mujer de la Casa Krin, quien se movía como una sombra detrás de Palas- , pero quiere mi nave.

La puerta seguía sin abrir y Palas ya descargaba su furioso puño contra ella.

- Mi nombre es M4R14 Colth, tecnoadecta del Mechanicum - dijo con una inclinación de cabeza - Es un placer conocerle. M4R14 tomó un papel totalmente secundario en la conversación. Si bien sus conocimientos podrían ser útiles, sus habilidades sociales dejaban mucho que desear y su trato con la Eclesiarquía era... un tanto pésimo. Como iniciada en el culto del Dios-Máquina había escuchado sobre las guerras ideológicas que habían protagonizado las dos religiones oficiales del Imperio. Si el Mechanicum sobrevivía era por el reconocimiento que el Dios-Emperador le otorgo y por ser totalmente necesarios para el funcionamiento del Imperio.

Nathin dirigió una mirada cargada de significado al tecnosacerdote cuando éste no reaccionó a los problemas mecánicos que sufría el sacerdote Imperial. Recompuso inmediatamente su flemático gesto neutro, el que empleaba siempre durante negociaciones. - Padre Palas, si lo desea, el tecnoadepto Cloth puede echar un vistazo a esa puerta. Nuestras experiencias en la nave demuestran lo temperamentales que pueden ser. - Una pequeña muestra de buena voluntad, sin coste real, pero que podría mejorar la disposición del sacerdote. Alzó una ceja al comentario de la capitana.- Dígame, capitana Krin, ha llegado Martek a ahondar más en ese plan de combate? Si queremos que esta colonia sirva adecuadamente al Trono, el restablecimiento de las comunicaciones con la luz del astronomicón será necesario.

M4R14 parecía absorta en sus tribulaciones cuando por fin se dio cuenta del fallo de la puerta. Realmente no debía ser muy difícil restaurar la puerta.

- Si es tan amable, padre Palas, yo puedo encargarme de la puerta mientras continua hablando con nuestro senescal.

Apoyo su preciada hacha en la pared, comenzó a rebuscar entre los bolsillos interiores de su túnica las herramientas necesarias. Esta claro que el problema está en la puerta en si pues de haber algún problema en la sagrada consola de mandos la puerta no abriría, pensó.

Con sumo cuidado desmontó los carriles de la puerta y pudo comprobar que la suciedad y la falta de grasa obstruían parte del recorrido de la puerta y habian logrado descolocar los rodamientos. Con una palanqueta saco esta del carril y procedió a su limpieza para después realinear los rodamientos y dar gotas del oleos sagrados en los lugares estratégicos tal y como estaba ordenado en la sagrada oración de reparación de puertas.

Una vez terminado su trabajo, la puerta funcionaba como el día que fue instalada.

- Creo que ahora no tendrá ningún problema padre Palas - le dijo al sacerdote - ¡Alabado sea el Dios-Máquina!, pensó para si misma.

Sacerdote de un difunto dios lejano
El torpedo

Mientras la explorator comprobaba la puerta la capitana mercantil siguió hablando.

Martek tiene una poderosa arma: un torpedo de plasma. No sabemos cómo lo consiguió pero lo tiene, pretende usarlo contra alguna estructura alienígena, pero no sabemos cómo. Tengo un tubo lanzatorpedos: para eso quiere mi nave. Pero perderla supondría mi ruina total, algún día volveré al Imperio y tendré que explicar a la Casa Krin que perdí su nave. No, eso no puede ocurrir. Necesito garantías.

M4R14 logró reparar la puerta con sencillez, el rpoblema radicaba en una de las venas eléctricas de la máquina. Arreglado el problema y lubricados los rodamientos la puerta funcionó con naturalidad. El sacerdote imperial se lo agradeció y prosiguió con las negociaciones.

Estábamos hablando de llevar la fe a estos paganos. Bajo esa premisa estaría dispuesto a ayudar a en el plan de Martek. La capitana Lyanna es una gran devota,  pero es posible que pierda su nave en el ataque. Su nave es lo que nos da una auténtica fuerza en este lugar.

Nathin reprimió una sonrisa. Cómo había intuido, los nativos respondían mejor a demostraciones de fuerza. Y el Lord Sarvus Task disponía de fuerza de sobra para mostrar.- Dígame, Capitana Krin, cree que el apoyo de una Fragata Imperial modelo Firestorm sería garantía suficiente? La potencia de fuego combinada de dos naves de combate Imperiales se me antoja suficiente para mantener a raya lo que nos pueda lanzar esa masa oscura el tiempo suficiente para desatar una tormenta protónica. - Miró de reojo a la capitana. Si la experiencia le decía algo a Nathin, es que los capitanes de naves Imperiales tendían a ser autosuficientes y arrogantes. Presentarse como escoltas en lugar de fuerza principal alimentaría su ego y la pondría en disposición a colaborar. Se dirigió a ambos. - Por supuesto, la oferta del Lord Task sigue en pie. Únanse a nosotros, y podrán gozar de los beneficios del patronazgo de la casa Task, así como de la fuerza tras su nombre, para expandir la luz del Emperador a esta luna pagana, y las estrellas más allá.