Partida Rol por web

Ya hace semana y media que salisteis de Felling donde fuisteis contratados por el gremio de comerciantes para escoltar una de sus caravanas por la abrupta y peligros ruta hacia Corvis, según los datos recibidos, al partir, debían quedar solo medio día para llegar a la ciudad fantasma, nombre con el que se conocía comúnmente la ciudad de Corvis.

Habéis atravesado pasos rocosos, acantilados de montañas, tierras pantanosas y por fin os adentrasteis en un denso bosque que según los mapas rodea casi por completo a Corvis, por lo demás la travesía ha sido tranquila y según el acuerdo 25 po por cabeza os aguardan al final del trayecto.

La ciudad fantasma, fue fundada hace unos novecientos años, por unos mercaderes que navegaban por el Río Negro y la Lengua del Dragón, justo en un puerto natural formado por los dos ríos. Estos pioneros pensaron que el curso fluvial podría impulsar el crecimiento de una ciudad comercial. Al principio lo pasaron mal, pero en unos años la ciudad empezó a crecer cual rata de pantano. Hoy en día, 100.000 almas la llaman su hogar, y cada día llegan más.

La mayor parte de sus habitantes son humanos, pero también podrás ver algún elfo y algún enano. Si necesitas un herrero hay buenas tiendas de enanos en el burgo de los armeros. Si necesitas encontrar alguien musculoso, encontraras matones de alquiler en el puerto. Sobre todo ten cuidado los hombres de rio son tipos duros. Durante la noche mantente en el burgo de comerciantes, donde siempre hay un guarida a mano.

Al estar construida sobre un pantano el espacio es muy valioso, por eso sus construcciones tienden a la verticalidad en lugar a ser horizontales. Por debajo del nivel de la calle entre brumas, se encuentran las ruinas de la vieja Corvis. Sobre ella se encuentran las largas agujas de la Nueva Corvis, hogar de la elite. Entre medias se encuentran las tiendas y hogares de la gente corriente y todo ello esta conectado por un laberinto de rampas, toneles, canales y puentes que harían que hasta un ingeniero enano se perdiese si no conociese sus calles. Con lo cual amigo no dudes en contrata un guía o pronto te sentirás irremediablemente perdido.

-Dinero fácil ¿eh? Grita Gunner Wadock, el jefe de la caravana desde su puesto en la carreta que está en la cabeza de la caravana.
-Ojala todos mis viajes entre Felling y Corvis fueran tan tranquilos.

La caravana avanza por los senderos, hace varias horas que se interno en El Bosque del Viudo, compuesta por cinco carretas tiradas por grandes caballos de tiro y otros cuatro caballos de carga que cierran la marcha.

Gunner está sentado en el pescante de la carreta que enfila la marcha junto con el conductor de la misma, un hombre llamado Viggo un mísero humano que se revuelca  en su amargura lo poco que habla siempre son quejas.

Las otras cuatro carretas tienen un conductor cada una, cargadas de caja y con dos cofres a cada lado siguen la carreta donde está Gunner, por último los cuatro caballos de carga están amarrados a la última de las carretas.