Partida Rol por web

A cada segundo el temblor aumenta de intensidad. En ese momento la chica morena impacta contra el suelo y se sucede una grandísima explosión.

Una llamarada inmensa brota del agujero provocada por Anankaia. Las llamas se elevan unos cien metros en el aire, parece un géiser de fuego. Lamentablemente algunos objetos en llamas caen sobre la calle y los edificios colindantes prendiendo fuego a algunos edificios colindantes.

Una burbuja negra evitan que gran parte de las llamas lleguen a los policías y peatones que aún quedaban en la calle o refugiados en las tiendas salvándoles la vida en el último momento.

Tras la explosión se suceden otras más pequeñas en toda la calle aunque de menor intensidad. Los cristales de los edificios se rompen en millones de pedazos, en las calles parece que llueven pequeños cristales. Si no estuviera la gente gritando y sobre todo siendo heridos sería una espectáculo precioso.

Los ninjas que poblaban la calle comienzan a desvanecerse en volutas de papel quemadas, como si fueran ninjas de origami...de pronto en la calle sólo quedan los héroes...y todos estáis más o menos hechos polvo.

El impacto es grande y casi te mata ya que sales volando contra uno de los edificios. Por suerte tu campo de fuerza impide que mueras abrasada o debido al impacto aunque quedas totalmente extenuada pero ilesa.

Embargada entre tomar conciencia de mi localización y seguir las andanzas de los que destacaban abajo (la chica que había recibido ¡un rayo! en la coronilla, el espadachín que abatía a un adversario y acababa de escapar haciendo acrobacias), ni he podido reaccionar frente a la determinación de Anankaia de atajar aquel riel subterráneo de destrucción.

La flama me ha obligado a protegerme el rostro. Al sentir que se atenúa, le grito a Mr. Adams:

-¡Anankaia! ¡Necesita nuestra ayuda!

Y flexionando los cuádriceps, salto hacia la calle, directa al cráter principal, dispuesta a levantar escombros a viva fuerza y rescatarla.

Encima que le frio al calvo, me suelta eso...hombres, pero voy a reconocer que se mueve bien a pesar de como le han dado. No me ha dado ni tiempo a darle las gracias, tal vez otra vez sera.

Cierro los ojos por la llamarada y al ver el fuego solo puedo dejar que el clima siga su curso y que la lluvia comience a caer, realmente estoy echa una vagabunda.
Solo necesito lluvia, ahora es lo que nos hace falta y luego me ire como vine, no soy una heroina, mañana tengo que coger un maldito helicoptero para hacer mi trabajo. Si otro dia nos encontraremos y le dare las gracias, por plantarle cara

Ya en la azotea la explosión me empuja ligeramente hacia atrás, clavo una rodilla en el suelo y me cubro con ambos brazos la cabeza, aun llevo el arma en la diestra, aquello parecía el infierno en la Tierra, y no era para menos. Una vez la explosión ha pasado, me dejo caer en el suelo y observo mi abdomen y la maltrecha armadura, aquelos cuchillos curvados la atravesaron como su fuese mantequilla.

Dejo la katana en el suelo y maldigo en silencio mientras me deshago de los guantes y meto mi índice derecho en la herida, el dolor es intenso, pero tengo que asegurarme de que no ha cortado o perforado nada importante... Me hago viejo para estas cosas, dos rivales en dos combates diferentes me habían herido, ambos con cierta facilidad y bastante gravedad. Si al menos hubiesen estado juntos, aquello me resultaría un consuelo, pero no, era en uno contra uno.

La chica se había llevado la onda expansiva de pleno cayendo al suelo, y lo peor es que de cierta forma es lo que quería. Todo pitaba a su alrededor, los objetos vibraban ligeramente. Sacudió la cabeza varias veces mientras el caos terminaba de rodearla, pequeña, hecha un ovillo en el suelo cubriéndose de las lágrimas de cristal que caían haciéndole pequeños cortes.

Poco a poco el dolor iba remitiendo y ella podía centrarse. No estaba demasiado lejos de donde había sucedido todo el ataque, así que estaba en la zona cero. Lentamente miró a su alrededor antes de levantarse de forma lánguida.

Al próximo que se le cruzara por delante...

Examinas tus heridas. Salvo la que te provocó Garra y el pinchazo de Riddick no tienes heridas de consideración. Sanarán en cuestión de unas horas sin necesidad de ningún tratamiento especial.

El corte de Garra no afectó a ningún ligamento o músculo gravemente aunque sí te incapacita para moverte de momento. El cuchillazo de Riddick es la más grave ya que te hizo perder bastante sangre pero no perforó ningún órgano vital.

En cambio esas dos heridas requieren de cierta asistencia médica (puntos y vendaje) y necesitarás reposar por lo menos 48 horas con tranquilidad para restablecerte del todo. Sería conveniente que recibieras una transfusión de plasma para poder recuperar antes y no te vendría mal un "chute" de plaquetas que eso sí que aceleraría la curación por lo menos 24 horas.

Felicia salta hacia el cráter que acaba de abrir Anankaia, la temperatura en ese lugar es muy alta. Puede ver el material fundido que se aglomera alrededor del cráter...hierro, piedra, plástico...todo fundido en una masa gelatinosa que aún echa humo.

Anankaia no está en el fondo del cráter. Buscas durante unos instantes y compruebas que está incrustada en un edificio. Tras el choque salió disparada hacia afuera. Seguramente la onda expansiva de la explosión la mandó en esa dirección. Parece que todavía respira...

Me elevo desde donde estoy con algo de trabajo, mi destino son las nubes, necesitamos agua para apagar este incendio Levanto el rostro hacia ellas como mis brazos, para que me abrace la lluvia si consigo que llueva. Si tuviera alas dirian que soy un angel, que lejos de la realidad. 

-Aaaaaaaah -gimo todavía pegada a la pared, a medias incrustada, a medias sostenida por mi telequinesis. Todavía conservo la consciencia, pero por bien poco. La explosión me ha dado un buen "meneo", pero afortunadamente mi campo de fuerza ha aguantado la mayor parte del impacto y a parte del estrés mental de aguantar con los poderes no parezco apenas afectada físicamente. La verdad es que ni siquiera no sé muy bien lo que ha pasado- creo que eso no ha sido muy buena idea... ¿Lo he parado? ¿Qué era eso?

Con pesadez y poco tino, pero con cierta suavidad, me deslizo hacia el suelo, esforzándome por no perder la concentración y acabar verdaderamente estampada contra el suelo de forma irreversible.

Atónita, me preparo para recogerla en caso de que zozobre. La heroína tiene aspecto de noqueada.

-Sí, lo detuviste –le respondo. –Una especie de esfera oscura contuvo la mayor parte de las llamas, ¿lo hiciste tú también?
 

-Pues algo ví, pero no, no fui yo, yo no hago esas cosas -hago otras muchas y las que me quedan por descubrir, pero bueno- ¿Quedan malos? -digo mientras trato de ponerme en pie, no muy dignamente todavía.

La niña acabó por levantarse aprovechando todo el caos mientras tosía un par de veces debido al polvo de construcción que esperaba no fuese tóxico, aunque eso dependía de los materiales, se había hecho tarde, muy tarde. La gente corría de un lado a otro mientras algunos pedían auxilio. 

Observó a su alrededor para ver si había alguien conocido o que realmente pudiese ayudar al ser tan pequeña antes de irse. 

No ves a nadie conocido en la "zona cero". Ni nadie parece prestarte demasiada atención, las llamas siguen campando a sus anchas en los edificios y ahora empieza a llover ceniza tras la explosión. Llegó tu hora de marchar o eso crees, pero tu acción...esa esfera de sombras fue vista por mucha gente, aunque no sepan tu nombre, sabrán que hiciste algo por evitar la catástrofe. 

Karen se eleva entre las nubes negras que causa los múltiples incendios. Se eleva y extiende los brazos concentrándose. Tras unos segundos las primeras gotas de lluvia caen sobre el suelo y los cuerpos de las personas que allí se encontraban. Segundo a segundo comienzan a caer gotas con mucha más frecuencia aunque sin fuerza. Es un agua fresca y limpia.

Poco a poco la lluvia mengua los incendios aunque realmente no llega a apagarlos sirve para que estos no se extiendan más y ayuda a los bomberos a atajar las llamas.

Múltiples sirenas se escuchan en esa zona de la ciudad, decenas de ambulancias y coches de policía y bomberos aparcan en las calles adyacentes. Los paramédicos montan un hospital de campaña para tratar a los heridos más graves in situ. El SERU peina la zona en busca de los villanos pero no encuentra nada de nada.

Dan Adams corre a buscar a su novia nada más llegar, la encuentra en el escenario junto a Jessica Landis (una de las organizadoras y directiva de la empresa) y junto al resto de rehenes que servirían como escudos humanos. No han sufrido daño pero están todos muy aterrados.

Las fuerzas de seguridad hacen cuentas y comprueban que han fallecido cerca de 200 personas. La cifra más alta desde el atentado de las Torres Gemelas. Hoy es un día aciago en la historia de la ciudad pero gracias a vosotros no fue a peor....

No parece haber nadie por allí...perfecto. Anda hasta el callejón más cercano a paso rápido antes de que lleguen las ambulancias o cualquier tipo de agente o ayuda del orden ya sea médica o similar. Si estuviese vacia usaría la teletransportación para aparecer en un parque al norte, no muy lejos, pero más cerca de su casa para llegar a esta sin que la hayan seguido.

Blue tendrá hambre...

Una vez ya más recuperada, retomo mi pose heroinesca y devuelvo el interrogatorio a los del SERU, entre curiosa y malhumorada.

-Ya les he descrito todo lo que vi, me lancé contra el malo y hubo una explosión. ¿Alguien puede decirme contra qué demonios impacté? Porque eso no era un simple escape de gas... Maldita sea, odio la incertidumbre. ¿Se sabe al menos quién ha originado todo esto? ¿Dónde se ha metido Adams?...

-Los atacantes se esfumaron pocos segundos después de la explosión, de ahí mi suposición de que debiste bajarle las ínfulas a esa cosa que los… ¿controlaba… imaginándolos? –le había contado a Anankaia en su momento, encogiéndome de hombros. -Qué sé yo. Parecían ninjas, pero bien podrían haber sido demonios o entes oníricos.

Ahora yo también soportaba el interrogatorio de los policías, maldiciendo la nula eficacia de ese grupo contratado por el gobierno de la ciudad: La Liga de la Libertad. De nuevo nos habían fallado. No puedo ni quiero ocultar mis lágrimas.

Escucho las quejas de la superheroína y no puedo mostrarme más de acuerdo con ella: ese librero ricachón tiene mucho de lo que responder. Aprovecho un aparte para consultarle:

-La versión de los hechos que ofreceré al SERU será fidedigna, Anankaia.

“Los peores temores de Mr. Adams no se hicieron realidad: su chica está a salvo. Pero… No quiero culparlo de este desastre, pero creo que conoce los motivos. Debemos hablar con él, y tal vez, con esa chica maravillosa, la que flotaba en el aire convocando a la lluvia y lanzando rayos. Había otro individuo, una especie de guerrero, pero no sé dónde se ha metido…

Disfruto de la lluvia durante un rato, volando incluso entre las nubes, necesito despejarme y es la mejor manera. Asi estare lejos de miradas de quien no debo.
Me paro de nuevo donde empece y miro a los tejados, parece que no quedo nada. Ademas los verdaderos heroes han llegado, tengo que volver a casa.
EStoy un rato mirandolo y me marcho sin que me hagan preguntas, casi lo prefiero, no soy un heroe, solo estaba por casualidad alli y desde luego no estoy muy presentable que se diga, a parte de cansada.  Hago que las nubes desaparezcan cuando los bomberos comienzan a hacer su trabajo, estoy cansada. Creo que me ire caminando, me dormire en el aire.
Me poso en una azotea cercana y me siento un poco para despejarme antes de bajar por las escaleras y marcharme de alli a escondidas si fuera posible, no tengo ganas de hablar con nadie, total no me han visto la cara lo suficiente.