Partida Rol por web

Esta es la escena de Milo, los mensajes serán en abierto para que todos los puedan ver.

9.30 PM;

Estás hojeando el libro que sacaste de la biblioteca, aún quedan algunas brasas en la chimenea y tienes la radio sintonizada en una cadena con música clásica, tu vida no puede ser más perfecta hasta que algo la interrumpe.

- Sentimos interrumpir la programación habitual de esta primera noche de febrero pero hoy las lluvias han sido espectaculares, lo que amaneció como un día soleado se ha convertido desastrosamente en un terrible día de tormenta, la lluvia está afectando a la escasa circulación que había en estos momentos en la carretera principal. Parece que un terrible accidente en cadena ha ocurrido, un camión de verduras ha volcado y trás él dos coches han colisionado y caidos por el precipicio por el que pasa la carretera. Parece que los coches por algún milagro se han quedado en un saliente de las rocas pero ahora se encuentran aislados y no pueden escapar de allí. Los bomberos están en camino. En unos minutos retomaremos el contacto para informar de la situación, por lo pronto intenten evitar esa carretera para que no haya nuevos choques.

Cuando finaliza la interrupción de la radio vuelve a sonar la música clásica que estabas escuchando. Gracias a tu superoido te has dado cuenta que el que estaba retrasmitiendo la noticia parecía estar cerca del lugar del accidente y que la lluvia era torrencial y con muchos truenos.

Aquél lugar tan solo está a veinte minutos de tu casa.

Después de escuchar por la radio esa terrible noticia, apago la radio, decido ir a mi habitación y le cuento a Vanessa lo sucedido. Ella, como siempre, asiente, me da un beso de locura y me dice: Alonso, ten mucho cuidado, actúa con inteligencia. La miro a sus ojos, unos ojos verdes preciosos y le digo: Eso haré cariño...tengo que ir, es lo que me dicta el corazón...

Echo un último vistazo a mis 2 hijos (cómo les quiero), apago las últimas brasas, me pongo mi "uniforme", me vuelvo invisible y salgo al porche de mi casa.

Estoy unos pocos segundos allí plantado, concentrado, para averiguar hacia dónde debo ir...¡Vale, listo!

Una vez supe por medio de mi superoído la dirección correcta, intenté llegar lo más rápido que pude al lugar. Espero que no haya habido males mayores...

Está diluviando, parece que no ha habido ningún accidente más pero también parece que la policía ni los bomberos han llegado. Aunque tampoco parece haber ningún coche más que pase por allí. La situación es un poco desesperada, dos coches están en el precipicio en alguna saliente de éste y aún no se ha caido pero parece que no va a tardar mucho, juegas a contra reloj.

La lluvia y la oscuridad afectan a tu superoido y a tu supervista, impidiendote agudizar tus sentidos. Parece una situación un tanto desesperada.

El camión está tendido en la carretera atravesado. El guardamiedos de la carretera ha quedado colgando del precipicio pero parece que podría servir para agarrarte a él e intentar rescatar a la gente del coche. El problema será cuando intentes sacarles...

Una vez en la zona del accidente, me doy cuenta de la gravedad del mismo. ¡Maldita sea!, ¡aún no ha llegado nadie!

Antes de hacer nada, empiezo a gritar por si alguien puede oirme: ¡¡Hooolaaaa!! ¿¿Alguien puede oirmeeee??

Intento agudizar al máximo mi percepción por si lograse oir a alguien, y posteriormente compruebo si el depósito de gasolina del camión está roto, por si pudiese haber una explosión en breve. 

 Agudizas tu oido pero solo alcanzas a escuchar los rayos que caen debido a la tormenta, cada vez está más cerca y parece que se dirige hacia allá. 

Por lo demás no pareces escuchar nada pues la lluvia y los truenos ocultan el resto de sonidos.

Te acercas al camión este parece estar roto y es posible que pueda explotar... te fijas y dentro del camión parece haber un hombre ensangrentado.

Cuando te acercas aún más ves que está inconsciente pero sigue vivo, también ves que una barra le atraviesa el hombro y se clava en el asiento.

En ese mismo momento un rayo da en un árbol que está a menos de cinco metros de ti. El árbol comienza a arder y es posible que pueda propagarse a otros árboles de la zona. 

Confías en que la lluvia lo apague...

¡Dios mío!, la situación es desesperada, pobre hombre...

Veo cómo un árbol comienza a arder por culpa de un maldito rayo...

Una vez comprobado la situación del hombre, que aunque parece muy grave sigue con vida, me decido a ir rápido hacia donde están los dos coches. Intento empujarlos hacia detrás para que no puedan caerse por el precipicio y compruebo cómo están las personas de los dos vehículos.

Desciendes por el barranco agarrado del quitamiedos de la calzada cuando de pronto un rayo cae sobre el hierro electrificandolo y dándote una corriente eléctrica que te hace soltarte.

Caes, caes y caes, pero inexplicablemente una corriente de aire te ayuda a descender como si fueses una pluma. El daño de la descarga ha sido horrible pero la caida podía ser peor. Ahora te encuentras a demasiados metros de distancia del accidente. Frente a ti solo hay un pequeño río y bastantes árboles y vegetación. De pronto empiezas a escuchar el aullido de algún lobo que se cuela entre los sonidos de los rayos y los truenos.

Después de la caída, me doy cuenta de que la situacíon no es grave, es gravísima. Me concentro para saber cuál es la posición o distancia de los lobos y de dónde vienen los aullidos.

No cabe duda de que tendría que subir lo más rápido posible, así que intento localizar un acceso por el que poder trepar hacia los dos coches.

Trepar es imposible y los lobos parecen acercarse a donde estás. El precipicio es muy empinado y ni aunque pudieses adherirte a la pared serías capaz de treparlo pues la fuerte lluvia hace aun más resbaladiza la piedra. De pronto gracias a tu vista de águila alcanzas a ver a unos 7 lobos que van corriendo hacia a ti, no están a más de 50 metros.... De nuevo otro rayo da en un árbol cercano a ti y lo incendia de nuevo...

Solo veo una opción...Compruebo hacia dónde se dirige el río y si hay mucha corriente en él.

Cada vez los lobos están más cerca...Espero no tener que adentrarme entre los arbustos...

(Sigo siendo invisible, aunque sé que los lobos podrían localizarme)

El río lleva bastante velocidad pero la suficiente como para que si entrases en ella no te ahogase, además la terrible tormenta ayuda bastante a aumentar el caudal, el unico problema es que tu supuesta invisibilidad está bastante alterada por el hecho de que estás empapado y ante los ojos de los demás y los tuyos propios se ve una silueta humana parecida a una burbuja o un hombre hecho de agua.

Al notar que los lobos estaban llegando, decidí intentar cruzar el río de un salto (siempre que el ancho no sea mayor de 27 metros. Si fuese mayor, lo intento nadando) y desde allí, ya más tranquilo, intentar ir hacia el lugar del accidente, aunque tuviera que adentrarme en el bosque.

Dios mío, la gente debe de estar muy grave...¡Tengo que llegar allí como sea!

(Se me ha olvidado poner en dif 122)

Saltas sin ningun tipo de problema el río, pero en ese momento la lluvia desaparece y empieza a bajar la temperatura a un ritmo increible. Miras hacia los coches y ves que allí sigue lloviendo y cayendo rayos, pero donde te encuentras tú el frío es más propio de un glaciar que de allí.

Pasado unos minutos el río comienza a congelarse y  a tí a dolerte todo el cuerpo por culpa del frío.

Ves que los lobos están tratando de cruzar el río a pesar del frío. Ahora van corriendo más deprisa y aullando. Se dirigen a por ti.

Al ver que el río comienza a congelarse y que los lobos no desisten en su empeño de llevarse algo a su boca, golpeo con todas mis fuerzas sobre la superficie del río para romper el hielo que se hubiese formado y así conseguir que los lobos no puedan cruzar.

¡Al menos ganaré tiempo antes de subir hacia el lugar del accidente!

Golpeas el hielo con todas tus fuerzas pero lo unico que consigues es un dolor terrible en tu puño, el río parece haberse congelado formado un bloque puro y no una ligera capa. Los lobos están ya suficiente cerca y comienzan a rodearte. Los siete que hay no paran de babear y aullar al tenerte tan cerca, parecen nerviosos y hambrientos.