Partida Rol por web

Galgenmannlein ... Galgenmannlein escucha el pequeño Kobold. No parece más que un nombre, pero algo dentro de sí parece cambiar ese nombre. Al despertar todo parece diferente. Parece cuestionarlo todo. Un brillo en su dedo le hace dudar de todo. Galgenmannlein Susurra para sí el Kobold. ¿Hace cuanto tengo conciencia? Bien raro era ver a un Kobold reprimir sus instintos y capaz de dominarse por completo, más aún tener la inteligencia que poseía este Kobold. Los días parecían monótonos. Trabajar para el amo, obedecer sus órdenes y el amo me tratará bien parecía un hilo que siempre se repetía el pequeño Kobold...

GALGENMANNIEEEEEEIN!!!!! escucha el pequeño Kobold. Es la voz del Nigromante otra vez me reclama piensa mientras juguetea con el anillo. 

MIRA!!! VES! VEEEEES! dice eufórico un hombre...o sería un elfo... ambas razas parecen tan similares a los ojos de un Kobold... podría ser un Hada de los bosques y no notar la diferencia piensa el Kobold. ESTE LIBRO! Este es el que nos abrirá la puerta a todos los reinos... ¿Entiendes? El pequeño Kobold miró fascinado el libro... Un buen tomo de amplio grosor, parecía costar levantarlo, revestido entero de negro cuero. Unas letras...más que letras parecían arañazos de donde brotaba sangre que parecía incluso fresca. Sin duda ese libro estaba maldito. Ahora es cuando mi plan empezará!!! MUAHAHAHAHAHA.

-Si el amo no ordena nada, Galgenmanniein se va su mazmorra. dice el Kobold.
-Si, si desaparece! Ya te reclamaré más tarde. A la cena... dice mientras se sienta a ojear el libro en un estudio.
 

Al volver a su mazmorra. Notas como el castillo parece desértico todo en piedra. Pocos objetos hay, al pasar por una sala una luz verde inunda el rostro del Kobold. Flashes le vienen a tu memoria. Hace poco estuviste dentro de uno de esos inmensos viales. ¿Que haría ahí dentro? El Kobold sigue su camino a la mazmorra. Y en una esquina de heno intenta conciliar el sueño...

Mucho tiempo ha pasado desde que el Kobold tuviese conciencia. Se ha adentrado en el mundo de la magia, enseñado por su maestro al cual atiende meticulosamente. Muchas son las noches que pasa mirando el anillo, pregúntandose si esa es la razón de su inteligencia.

GALGENMAINNIEIN!!!!! VENID AHORA MISMO!!!! ruge vuestro amo y como un perrito acudís.

HA LLEGADO EL MOMENTO! dice con una macabra sonrisa. Ahora me abandonaréis...dice con una irónica voz de pena. ¡Me conseguiréis un ejército! más os vale provéermelo... dice mientras levanta la mano como para atizaros. Luego se frena y se encorba para acercarse a ti. Hace lo que os digo y os daré esta piedrecita...Demostradme cuan útil sois. En la mano sostiene una pieda roja brillante, de la piedra sientes un calor que baña tus ojos.

-Si amo, así se hará amo, ¿vivos o muertos amo?, ¿adonde debemos ir amo?- dice Galgenmannlein con vos cansina y monótona.

Galgen sabia que debía responder y preguntar en justa medida, pues sabia el destino de los que se oponían a su amo, el mismo había ayudado algunas veces, aunque no recordaba muchas cosas aún. 

Deberás bajar... bajar a las cuevas! dice con gran pasión en sus palabras mientras oculta la gema. Tu misión será traer a los kobolds de las cuevas! Esos serán nuestros arqueros. Luego "hablarás" con los hobgoblins... ellos serán nuestros ejércitos... muahAHAHHAAHA su risa resonaba por todas las paredes del castillo, mientras ponía su cara más loca.
Ahora correr... ir mi pequeña criatura... decía agitando las manos. Buscar a los Kobolds!

-Amo ¿puedes darle algo a Galgen para negociar con kobold líder, y hodglobins?, ellos tal vez no acepten tu mandato tranquilamente sin ganar algo, sabes lo estúpidos que son amo.-dijo Galgen exaltado.

La risa del nigromante sale de su pecho animada y feliz si si mi buen kobold, son estúpidos, no necesitan mas que una promesa, pero te ayudaré, a veces esas criaturas son tan estúpidas que no se detienen a escuchar se acerca a una lamparilla que cuelga de una de las paredes, la saca de su gancho y se acerca a ti, al momento empieza a recitar una letanía reconoces el lenguaje de la magia pero la velocidad y firmeza con que la recita te impide entender sus palabras, la luz de la lamparita se vuelve de un azul celeste acto seguido pasa al verde, al blanco, el centro se vuelve rojo y luego negro, por un momento brilla de forma cegadora y al instante parece absorbes la luz para terminar con un fogonazo que te obliga a cerrar los ojos y apartar la vista.

Cuando por fin te atreves a mirar de nuevo tu amo sonríe la lamparita ahora billa con una luz amarilla la llama sin embargo parece viva moviendose en su interior por la superficie cristalina sin nada que la alimente, eres consciente de que no puedes apartar la vista del hipnótico movimiento, no estas seguro de querer apartarla, tu amo acerca una mano a tu frente ha pronunciado algo, no es tu nombre pero no recuerdas que es, parpadeas un instante y la llama ya no mantiene esclavizada tu mirada, de algún modo sabes que si tu amo no llega a hacer algo jamas te habrías librado de la llamada de la llama.

Toma esto y ve, la llama te obedecera termina ofreciendote la lamparita, la llama baila en su interior igual que antes, viva, moviendose en su carcel de cristal y tú sabes que ahora estas protegido de ella pero el líder kobol no piensas.

Galgen toma la lámpara y la cuelga de su bastón, se pone sus mejores ropas y sale inmediatamente a cumplir las ordenes de su amo, pues el tiempo apremia. Mientras camina va pensando con una sonrisa taimada las cosas que hará con tan magnifico objeto:

"Haré que él líder se arrodille ante mi, que me pida que lo guié pero yo le diré que mi amo los guiará a riqueza y los muy estúpidos lo creerán" 

Mientras piensa esto lanza una risotada estridente llena de humor y suficiencia.

Las cavernas dentadas no quedaban muy lejos, sin embargo llegar a ellas podría dar algún problema, se encontraban al otro lado del río con un único puente custodiado por unos pocos guardias, no eran muy eficientes y era el camino mas rápido.

Remontar el río proporcionaba otras dos opciones, un pequeño pueblo de pescadores, no era habitual que tuvieran guardias pero no podrías enfrentarte a todos si eras descubierto, robar una balsa y cruzar el río con ella era una buena idea.

De todos modos si querías evitar cualquier presencia humana tendrías que llegar al nacimiento del río en la montaña, escalar los riscos y cruzar, era el camino mas largo pero menos peligroso.

Elijo ir por el puente: a ver si puedo evadirlos, usando mi conjuro disfrazarse de Dominio Supercheria, me dizfrazaré de un gnomo o un mediano.

El puente se hallaba ante ti, una enorme construcción con una atalaya en su centro bien custodiada, el río, frontera natural entre las tierras salvajes y el reino no disponía de mas pasos en esta época.

Resultaba imposible pasar sin ser visto ya que había que levantar el rastrillo pero era época de paz y los guardias se relajaban mucho en su vigilancia, bastaba ser una raza civilizada para que el paso fuera franco sin apenas preguntas, por desgracia los kobolds no se encontraban entre las razas civilizadas.

Bien al ver mis posibilidades tan cortadas con respecto al paso, y la gran posibilidad de que me ataquen me escabullire a escondidas por la aldea.

Este retraso me costará caro si el amo se comienza a impacientar, quiero evitar la montaña por los animales salvajes, mmmmm malditos y estúpidos guardias y sus ratrillos de porqueria- dice Galgen en voz baja casi en un gruñido.

Entras en el pueblo vas evitando los caminos principales. Es un pueblo pesquera de unas treinta personas. Las chozas son de madera, hay muchos niños corriendo y jugando por las calles. Las mujeres van y vienen por el mercado, comprando pescado y llenado en dirección al puente. El tránsito es moderado pues aún es mediodía y la gente va y viene trayendo peces. Parece que no es un buen momento para coger una barca sin que nadie se entere. Hay un par de barcas que las está reparando un carpintero...

Muy bien esperaré que pase el mediodia, cuando vea que la gente se reduce intentaré coger una balsa, mientras me esconderé en algún lugar donde no sea visto.

Te refugias cerca del pueblo en una barca abandonada, ahí pasas las horas hasta que comienza anochecer. El tránsito comienza a disminuir según se extinguen los últimos destellos del sol. Cuando sales ves que hay algunas balsas en el río atadas, otras en tierra se las han llevado bien adentro...

Bien me adentro en el pueblo con la capucha puesta y aprovechando mi vista en la oscuridad de alejo de donde se encuentren personas, me dirijo hacia donde estén las balsas atadas me subo a una tomando antes los remos o el lo que usen para impulsarla como pértigas pueden ser también desamarro una e intento cruzar el río.