Termino de recojerlo todo y salgo hacia el coche mientra hablo- Suena muy extraño, por que nuna me digiste que tenias un poder-
-No lo supe hasta hace dos días. - Declaro mientras le ayudo a coer sus cosas y cargarlas en el coche.
- Yo- no sabia muy bien como decirlo- Siento haberme ido asi-
Asiento con la cabeza.
-No importa, ahora tenemos algo que hacer.
eres nible de narrar lo tedioso del viaje.
Subimos en el coche. Inicialmente, Verónica es quien se sienta en el asiento del conductor y quien arranca el coche y conduce por la estrecha carretera durante horas. Cuando veo que su cansancio hace mella en ella, propongo cambiar los puestos, inicialmente es reacia, pero tras insistir, accede.
Cuando ella está en el asiento del copiloto, procedo a tratar de transmitirla sueño para que descanse y quizás así se tope también con Andrew. No se si mi poder funciona o si realmente estaba terríblemente cansada, pero termina durmiéndose.
Cuando despierta, ya casi hemos llegado, he pisado el acelerador quizás más de la cuenta, pero realmente no me importa si nos han multado.
- Cuanto falta- pregunto cuando despierto, tengo cara de sueño y no puedo evitarlo.
-Ya casi hemos llegado, has estado durmiendo bastante tiempo. - Digo con un tono dulce.
- Has pensado en que haremos cuando lleguemos-
-Lo único que se me ocurre es entrar por la fuerza, pero no estoy seguro de que fuésemos a conseguir algo.
- Podrian pedrimelo por favor- aparezco en el asiento de atras
De nuevo doy un frenazo en seco en el coche y este derrapa ligeramente.
- Quien eres tu- digo despues del frenazo
- Arthur Petrelli, el hombre que tiene a tu hijo-
-Que lo ha secuestrado y que lo mantiene cautivo como si de un animal se tratase, dígalo correctamente.
- A decir verdad ya esta libre, esta esperando a que llegueis y le prometi que su madre volveria junto a su padre asique espero que me perdoneis la intromision-
Durante un segundo miro a Verónica, después vuelvo a arrancar el coche para ir a la sede de la empresa.
- Usted es un monstruo, no se merece ni vivir-