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HLdCn: El Legado de Caín II - Semillas de Destrucción

Un Sitio a Recordar

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19/11/2013, 01:14
Eko Létang

Cuando Eko se despertó dejó que su instrumento se disolviera en la bruma. Había dormido sentado, apoyado en la pared, dándole vueltas a todo.

Abrir los ojos a un nuevo día aquí era extraño.

Cuando se puso en pie estaba lleno de sentimientos enfrentados. Se sentía vulnerable, y quizá había bajado demasiado la guardia con ella. Al menos, lo suficiente como para que ella le hiriera.

Caminó hacia donde ella había dormido, con expresión neutra y un pequeño nudo en la garganta. Era la primera noche que ambos pasaban aquí, y aunque esperaba que no fuera la última, no podía evitar sentirse un poco incómodo.

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19/11/2013, 01:22
Zyllah

El sonido de un goteo lejano me despertó también en este lugar, donde el sol seguía brillando en lo alto, como si no hubiese pasado más de un minuto desde que me dormí.

Parpadeé mientras mis ojos se acostumbraban a la luz y suspiré. Todo estaba en marcha, casi podía sentir los engranajes de la rueda del destino girando y arrastrándonos a todos con ellos.

No me moví hasta que sentí los pasos de Eko acercarse. Entonces me pasé la manga del jersey por la cara, para asegurarme de que no quedaban rastros de mi debilidad de anoche, y me giré hacia él, esperando que llegase hasta donde me encontraba antes de hablar. - Buenos días.

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19/11/2013, 01:30
Eko Létang

Los pasos de Eko resuenan en la catedral mientras él avanza hacia la posición de Zyllah. De haber sabido que algún día estarían en esta situación probablemente habría sido más amable con ella. Alguna vez al menos.

Camina hasta llegar a ella, sin prisa. No quiere agobiarla, quizá ella quiera un rato a solas. Sin embargo, sí quiere asegurarse de que se encuentra bien.

- Buenos días, niña. - Le dice en respuesta. Y durante unos instantes se queda callado, sin saber qué más decir sin que suponga una pulla o algo parecido.

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19/11/2013, 01:45
Zyllah

Me costó no resoplar al escuchar su saludo. "Niña" otra maldita vez. Joder, cómo lo odiaba. Volví mi mirada hacia fuera y suspiré muy levemente, conteniéndome. La verdad es que me daba pena haber retrocedido de esta manera. La noche anterior, durante un rato al menos, me pareció que habíamos progresado y que íbamos a tratarnos bien. Suponía que había sido una ingenua al pensarlo. 

- ¿Tienes café? - Le pregunté con un tono un poco más frío y cortante de lo que me gustaría, todavía mirando hacia el exterior.

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19/11/2013, 01:52
Eko Létang

Al ver su reacción ante su forma de llamarla Eko dibuja una media sonrisa y, sin preguntar, se acerca a ella, subiéndose a su mismo arco. Entonces comienza a dar forma a las brumas mientras se sienta al otro lado, apoyando la espalda contra la columna, dejando un par de tazas de café entre los dos. Neutras y de color completamente negro. Dentro el oscuro líquido humeaba, bastante cargado.

- Y una cama para mañana, si quieres. - Ofreció, intentando relajar el ambiente un poco.

Entonces se quedó mirándola unos segundos, dubitativo.

- ¿Tanto te molesta? - Preguntó antes de dar un sorbo a su taza.

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19/11/2013, 02:04
Zyllah

Recogí las piernas cuando se subió al arco, dejándole sitio y me encogí de hombros cuando me ofreció una cama. - No te preocupes. Llevo semanas durmiendo en el suelo, ya ni lo noto. - Respondí con tono neutro, mientras cogía la taza y la mantenía en las manos, calentándolas con ella. 

Entonces lo miré ante su segunda pregunta. Como si no lo supiera de sobra... Sin embargo, decidí fingir no saber a qué se refería. No tenía muchas ganas de entrar en ese tema. - ¿El qué?

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19/11/2013, 02:11
Eko Létang

- Nada. No importa. - Respondió Eko, incómodo con la situación. El día anterior todo era más sencillo. La frustración inicial y la necesidad habían hecho de hilo conductor para lograr una conversación civilizada. Sin embargo, ahora era complicado no hablar como le saldría de forma natural. Y hacerlo supondría estropearlo todo.

Tomó aire entonces, encontrando algo que sí les daría de qué hablar. Buscó los ojos de Zyllah, aún cuando ella estaba mirando al exterior.

- Seele estuvo en la anterior batalla. - Anunció.

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19/11/2013, 02:31
Zyllah

La taza estuvo a punto de caerse de mis manos al escucharlo. Me giré rápidamente hacia él y enderecé mi postura. - ¡¿Qué dices?! ¿Quién es? - Pregunté, completamente sorprendida mientras en mi mente empezaba a hacer una lista de posibilidades. 

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19/11/2013, 02:38
Eko Létang

- Aún no estoy seguro. - Afirmó entonces Eko, con toda la tranquilidad del mundo. - Pero sólo puede ser o bien Verona a bien Nekhbet. Por las cosas que ha dicho, yo apostaría por la primera. - Concluyó, tomando una vez más la bala entre sus dedos para comenzar a jugar con ella mientras desayunaba.

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19/11/2013, 02:41
Zyllah

Abrí la boca para decir algo, pero al verlo tan calmado me dio vergüenza parecer una histérica. Así que la volví a cerrar y me apoyé de nuevo en la columna, fingiendo que todo era normal, a pesar de estar muriéndome de curiosidad. Di un pequeño trago al café y me costó no hacer una mueca. Estaba muy cargado, demasiado. Pero ni loca lo reconocería, así que di otro trago pequeño para acostumbrarme poco a poco.

Después, seguí hablando con voz tranquila, como si su anuncio fuese lo más normal del mundo. - ¿Por qué sólo ellas? Si es alguien dentro del cuerpo de otra persona, como con Andrew, podría también ser Kaldreade... ¿Y Avla? Ella también sobrevivió. ¿Finge no recordarlo? ¿O realmente lo ha olvidado?

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19/11/2013, 02:46
Eko Létang

- No puede mentirme. - Afirma Eko, llevándose de nuevo la taza a la boca - Así que lo ha olvidado.

- La verdad es que no había considerado a Avla ni a Kaldreadre. - Reconoce entonces - Creo que porque hasta ahora sólo ha reconocido los nombres de Azhariel, Jared y el de mi padre. El último dice no recordarlo, pero que le trae tristeza. Por eso me decanto por Verona.

Entonces Eko se toma un par de segundos, dando un nuevo trago, pero haciendo un gesto para que espere.

- ...Y bingo. - Anuncia aún con tono tranquilo. - Ha reaccionado al nombre de tu madre, y completado en otro contexto la frase que le decía mi padre. Creo que podemos afirmar que se trata de Verona.

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19/11/2013, 02:58
Zyllah

- Vaya... - Respondí, realmente sorprendida. Nunca había conocido a Verona, pero desde luego no me la habría imaginado así ni en un millón de años. Se suponía que era dulce e inocente, o al menos eso había oído siempre. Aunque algunas otras cosas sí que encajaban. - Pues no sé... -  Durante un instante me planteé si todo esto no sería algún tipo de estratagema de Eko para ablandarme con historias del pasado y que no votase por ella. Lo miré a los ojos, escrutándolos. ¿Realmente podría pensar que yo era tan idiota? Seguramente sí, llevaba pensándolo toda la vida. Probablemente se creía capaz de engañarme fácilmente con cualquier cosa. Decirme que ella era una amiga de mi madre podría ser tan sólo un intento más para ganar tiempo.

Suspiré. No había forma de aclarar eso, así que bebí otro trago de la taza. Empezaba a dejar de resultarme molesto el sabor. - ¿Y cómo se supone que ha terminado... así? - Pregunté, decidida a seguirle el juego, fuese verdad o no.

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19/11/2013, 03:05
Eko Létang

Eko tarda unos segundos en responder. Permanece con la mirada perdida en la taza de café de ella, siguiéndola cuando bebe, y cuando habla de nuevo lo hace volviendo a pararse en sus ojos. En su mano, la bala está repitiendo una vez más los movimientos aprendidos, bailando de un lado a otro con un ritmo rápido y constante.

- No lo sé. - Responde - Al menos, no aún.

Entonces su mirada se tiñe de extrañeza, y cuando habla lo hace con un tono cargado de incomprensión y con un ligero toque de repulsa.

- ¿Crees que a mi padre podría gustarle... Ella? - Dijo, como si fuera lo más inverosímil que pudiera oír.

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19/11/2013, 03:10
Zyllah

Terminé de beberme el último trago de la taza y la dejé sobre la piedra, mientras me encogía de hombros. - Yannick no deja de ser un hombre al fin y al cabo. Y ella no se parece mucho a lo que cuentan de Verona... Puede que haya cambiado mucho. O puede que tu padre la mirase con buenos ojos, al fin y al cabo entonces ella tenía dieciocho años, ¿no? Era joven y seguramente tendría un buen cuerpo. - Respondí tranquila. No quería ofenderlo, pero realmente a veces los hombres se dejaban llevar por unos pechos bien puestos y se olvidaban de lo demás. - No creo que Yannick sea un superficial, ni nada de eso, pero... A veces os cegáis. Y al fin y al cabo, la dejó pronto, ¿no? Quizá esto explique por qué.

Crucé los brazos sobre mi pecho, abrazándome a mí misma y volví a mirar hacia fuera durante varios segundos. 

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19/11/2013, 03:18
Eko Létang

En cuanto ella terminó su taza Eko la miró durante unos instantes, haciendo que la bruma que la formaba en realidad comenzase a desvanecerse. El descubrimiento que estaba realizando podía tener muchos significados y connotaciones, pero no podía perder de vista que había aún una cuenta atrás para ellos.

No respondió a las palabras de Zyllah. Le costaba imaginarse a su padre con otra mujer que no fuese su madre. E imaginarlo con Seele se le hacía incluso desagradable.

- Bueno. - Concluyó con un tono un poco más duro, haciendo desvanecerse también su taza. - Es algo que está bien saber, pero no nos engañemos. No cambia nada.

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19/11/2013, 03:30
Zyllah

- No. No cambia nada. - Respondo, dándole a la frase más connotaciones de las que probablemente él esperaba. Con un gesto vago de la mano sigo hablando distraída. - Si te sirve de consuelo, Nil tampoco es como habría esperado. No me imagino a mi madre con él. Debían estar todos muy desesperados en esa batalla. - Terminé, bromeando ligeramente intentando hacer más sencillo lo que pensaba hacer en la otra realidad.

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19/11/2013, 03:46
Eko Létang

Durante un instante Eko observó a Zyllah con la mandíbula apretada. Aunque no lo fuese a reconocer en voz alta, él sí esperaba que eso cambiase las cosas. Luego, ante su otro comentario, le dedicó una mirada cargada de frialdad más por frustración que por desprecio, ignorando por completo la broma posterior. - No, no es ningún consuelo. - Le dijo, masticando cada sílaba - Tu vida no está ligada a la suya.

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19/11/2013, 04:33
Zyllah

Me estremecí ante su frialdad, sintiéndola como una muestra de lo que se avecinaba. Suponía que lo que pretendía no le iba a gustar ni un pelo y lo miré fijamente un instante antes de comenzar a hablar en la otra realidad, con una disculpa en la mirada. 

- Lo siento. - Musité en voz baja, cuando terminé mi discurso allí. Aparté la mirada de él y simplemente esperé el estallido, preguntándome si me dispararía y si podía hacerme daño real en este lugar.

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19/11/2013, 04:37
Eko Létang

Conforme Zyllah fue hablando en la otra realidad, la incredulidad fue inundando los ojos de Eko en esta. Allí no podía permitirse mostrar que le importara. Toda su concentración estaba puesta en permanecer inmutable, como si aquello no fuera con él, pero aquí...

Todavía no había terminado su discurso, y el labio inferior y los de dedos de Eko ya temblaban. Ser consciente de repente de que ella sólo había esperado al amanecer por miedo le hacía intuir desde qué momento lo tenía pensado.

Traicionado y engañado. Podía asumir su voto. Podía llegar a entender que le echase mierda encima, pero esto...

- Te acabas de despertar. - Enunció con la mirada perdida en un lugar más allá del que se encontraban. - Tenías todo eso preparado. - Afirmó, más como quien informa de algo que todo el mundo sabe que de otra cosa.

Él había buscado su ayuda. De una manera egoísta, por supuesto. Pero por una vez se había relajado con ella. Habían bromeado. Durante un rato se había sentido aliviado. Y mientras tanto, ella urdía esto.

- La estás condenando, y lo sabes. - Continuó tras unos instantes, aún con la mirada perdida, cerrando las manos. Le ponía nervioso sentir su propio temblor en los dedos. - Hasta tu madre habla de que ella no era muy lista cuando estaba en sus cabales. Ahora no rebatiría eso ni aunque fuera la más inocente de todos.

Entonces pasaron por su mente las últimas palabras de ella de la noche anterior, hablando sobre su padre y despidiéndose después de esa manera. Llegándole a cualquier precio.

Cuando su pecho comenzó a temblar, Eko no miró a la chica. Se sentía como si le hubiera clavado un puñal mientras dormía. Herido. Traicionado. Y solo.

- Vete. - Musitó, deseando poder echarla de ese lugar que ni siquiera le pertenecía.

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19/11/2013, 05:00
Zyllah

No negué sus palabras. Era cierto, lo tenía preparado. Tan sólo había esperado a que pasara la noche para no amanecer colgada de mis intestinos. Pero por mucho que a él pudiera joderle, era lo más justo. Era lo que debía hacer. 

En silencio me levanté y me bajé del arco, para empezar a alejarme todo lo que pudiera rápidamente en dirección contraria. Busqué algún rincón entre las ruinas donde pudiera esconderme si el estallido llegaba más tarde y me aovillé en él, para darme cuenta de que estaba temblando. Me temblaban las manos y sentía el estómago revuelto. El amargor del café volvía a mi boca y tuve que hacer esfuerzos para no vomitar. Me esforcé solamente en respirar, lo más calmadamente posible, y esperé que pasara el tiempo, expectante por lo que sucedería en la otra realidad y repitiéndome una y otra vez a mí misma que había hecho lo más correcto.