Partida Rol por web

Música que hay en el Gran Comedor

¡Y por fin llegó el tan esperado baile de Navidad! Conforme se habían ido acercando los días, los ánimos estaban más revueltos. La mayoría estaba deseando ir con su cita, otros para pasarlo bien entre amigos y alguna minoría prefería que llegara el día siguiente donde se irían para casa a pasar las Navidades.

Después de que se supiera que Aengus Connelly había sido el causante de tantos altercados, una vez pasada la sorpresa inicial, nada nuevo referente a ataques ocurrió en Hogwarts. Las clases siguieron su curso y los estudiantes fueron haciendo lo que solían hacer. Estudiar, ir a clase, salir, entrenar e ir a sus clubes.

Pero ahora, lo único importante a las nueve de la noche de aquel 20 de Diciembre, era aquel baile. Se rumoreaba que habría baile, concierto, diversos entretenimientos... aunque la mayoría solo quería pasar una noche inolvidable. ¿Sería así?

El Gran Comedor había sido decorado de forma exquisita. Las mesas, ahora pequeñas y cuadradas, estaban en una zona puntual, con comida y una mantelería elegante. Había un escenario donde la banda de Hogwarts ya estaba lista. El gran hueco que haría de pista de baile aún estaba bastante vacío a excepción de los profesores que también se habían vestido para la ocasión. Los estudiantes fueron llegando, observando a unos y a otros, con emoción, nerviosismo, intriga...

La primera pareja en reunirse fueron Lucas y Tabatha. Lucas, que había llegado primero, muy bien arreglado, llegó hasta ella y le tendió un pequeño ramillete de flores para que se pusiera en el brazo.

Lucas- Estás... preciosa.

Roy había recogido a Anwen en la sala común y juntos se habían encaminado, con andares seguros, elegantes, altivos y llamando sin duda la atención por el perfecto aspecto de Anwen, hasta el Gran Comedor.

Roy:- Voy a por algo para beber.- y se alejó.

Allí ya estaban Bella y Eileen, que, al no encontrar pareja, habían decidido tomar ejemplo de lo que hizo Emily con Beth e ir juntas a pasarlo bien como amigas. Y oye, si podían ligarse a alguien, mejor que mejor. Bella miró a Anwen en su entrada y alzó una ceja, sonriendo levemente.

Sin embargo, Emily iría sola porque Beth, tras una charla con Eileen, había decidido lanzarse a la piscina y pedir a un chico ir al baile. Lo mantuvo en secreto durante todo aquel mes y ahora aparecía con... ¡Teagan! Iban ambos muy elegantes pero sobretodo llamó la atención Beth por su cambio en el peinado y lo bien que le quedaba el vestido que Emily le había prestado:

Cuando Vilma apareció en el Gran Comedor en un principio no vio a Henry, pero éste apareció por detrás, sosteniendo con sus manos la cintura de la chica:

Henry:- ¡Vaya! ¡Es lo único que puedo decir!

Sin duda una de las parejas que daría de qué hablar, y de hecho ya lo estaba dando, era la de... ¡¿WILLIAMS SCOTT E IAN STONE?! Quizás iban como amigos, porque desde luego no iban ni agarrados, ni cerca ni nada por el estilo. Quizás simplemente Scott le había dejado uno de sus trajes a Stone y charlaban mientras aparecía la chica de Will y el chico de Ian...

Ian:- ¿Estás seguro de esto?- parecía preocupado por Will.

Kegan y Mia, la pareja de moda, aparecieron entonces en escena. Sin duda muchas chicas se habían llevado una gran decepción al enterarse de que Kegan no solo ya tenía pareja para el baile,  ¡sino que estaba saliendo con Mia! Y la chica se había arreglado bastante para la ocasión. No desentonaba para nada con Kegan tampoco, siempre pulcro.

Lilian se hizo esperar para Max, pero finalmente apareció con un vestido negro muy elegante y tan maquillada como siempre. Se acercó a él y lo primero que hizo fue arreglarle el nudo de la corbata:

Lilian:- Bonito traje. Estás guapo.

Otra pareja que ya estaba allí, hablando en esos momentos con Adriana, Isaac y Katherine, era la formada por Alex Rider "el cautivador" con un traje claro a diferencia de la mayoría de los chicos y Meredith "la roja" que iba de negro con un vestido que le llevaba por encima de la rodilla y bastante escote. Su rojo cabello resaltaba muchísimo.

Emily había acudido sola al baile y estaba a las puertas de hacer su entrada.

Finalmente, los profesores también estaban allí, y llamaban la atención de muchísimos estudiantes. Sobretodo dos de ellos. En primer lugar la profesora Smallet iba deslumbrante y muchísimos estudiantes empezaron a hacer ciertos comentarios con respecto ella. No iba muy escotada ni llamativa, pero el blanco impoluto de su vestido le sentaba genial:

Y el otro, sin duda alguna, era Sean Pullap. Alguna chica se había atrevido a pedirle ir al baile, pero él, obviamente, había rechazado de forma elegante. Eso no quitaba que no siguieran babeando con solo mirarle. El profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras estaba más atractivo que nunca.

Quedó con Mia en la sala común de Gryffindor, desde donde irían juntos al salón. Al verla, se quedó sin palabras.

- Estas preciosa… - le dijo, y se acercó a ella y la besó como saludo.

A pesar de que la chica era guapa de por sí, era raro verla tan arreglada, y Kegan se había quedado sin palabras. Le agarró de la mano y ambos fueron hacia el gran comedor.

Al llegar al gran comedor, muchos estaban ya allí, todos con sus respectivas parejas, aunque la que más le llamó la atención fue la de Williams e Ian, aunque sabía que había algo entre ambos, no se esperaba que lo fuesen a hacer público ese día.

Se acercaron a sus compañeros del equipo

- Parece que al final, has encontrado Teagan, que calladito te lo tenías - bromeó Kegan

Y luego, mirando a Williams e Ian añadió - Vosotros también hacéis muy buena pareja chicos, pero acercaos más hombre, que parece que vayáis enfadados -y rió, esperando a ver cómo le respondían.

Le había dejado uno de mis trajes a Stone, y la verdad es que le quedaba muy bien, incluso mejor que a mí, tenía que admitir que estaba muy guapo. Y eso me ponía todavía más nervioso.

Me había puesto uno de los millones de trajes que tenía, pero esta vez había optado por un peinado algo diferente y no el que solía llevar. Y me había echado perfume, aunque no demasiado, lo justo.

Entré con Stone algo nervioso, ya sabía que la gente pensaría cosas raras sobre nosotros,  pero no era el único que iba con un amigo, no? Bella y Eileen también iban juntas. No tenía por qué sentirme mal ni raro.

Estoy bien. Le respondí a Ian, todavía nervioso. Por cierto… carraspeé un poco, se notaba que aquello que le iba a decir, me costaba horrores. Te queda muy bien el traje, estás… me puse algo colorado, ya sabes…estás muy gu…. No terminé la frase, Kegan se acercó a nosotros y eso me cortó el rollo muchísimo y ya su comentario me mató por completo. La primera y en la frente! No había pensado que podíamos ir como amigos, no, nada de eso, ya estaba dando por hecho que éramos algo más. Ah, joder! Esto me incomoda muchísimo y aunque traté de sonreír, estaba seguro de que se había notado que me había incomodado mucho su comentario.

Hola Kegan, hola Mia. Saludé. Estáis muy guapos los dos. Les dije a él y su novia. Luego miré a Stone. Eso es lo que le iba a decir a él, pero ahora se me hacía mucho más difícil. _{Y tú también.} Lo dije rápido y en bajito, incluso era probable que no me hubiera escuchado.

Ridículo. ¡Ridículo! Cuando la directora anunció el baile ya me parecía absurdo. Estaba acostumbrada a ir de etiqueta a cenas, premios y demás reuniones de sociedad, pero nunca me habían gustado. Al menos ahí podía reírme de todos juntos a Will y Anwen, en un pequeño círculo secreto que no existía en Hogwarts. Aquí era distinto. Todos estaban emocionadísimos porque era algo nuevo y excitante, y todos querían recordarlo cómo una noche inolvidable. Sin embargo tenía un as en la manga: Beth odiaba estas cosas también así que sin dudarlo le había dicho en aquel mismo desayuno de ir juntas. Cuál fue mi sorpresa al enterarme de que me traicionaba para ir con un chico del que ni siquiera me había hablabo. ¡Gracias amiga mía! Y para entonces Eileen y Bella habían decidido ir juntas y yo me quedaba sola. ¿Con quien iba a reirme mientras nos metíamos con todas las parejas cursis? Con nadie. Esa era la verdad de mi triste noche.

Y ahí estaba. Después de abrir "la boutique Van Dyck", con diseños de moda escogidos personalmente por la señora Van Dyck (senior) y no usados más de dos veces, para todo aquel que necesitase un vestido no me había quedado más remedio que prepararme yo también. Una idea estúpida, claro. Podría haberme quedado en la habitación, nadie habría notado la diferencia concentrados en sus citas. En cambio ahora llamaría la atención. La patética chica que fue sola al baile de navidad. No sabía por qué lo había hecho, mi lógica de Ravenclaw me había abandonado y antes de darme cuenta estaba lista para ir al baile. Ya no quedaba nadie en la torre de Ravenclaw y bajé todo el tiempo diciéndome lo estúpida que era. Por cada 100 metros que avanzaba , retrocedía 20, pero de algun modo nucna acababa de dar la vuelta del todo y finalmente llegué al comedor. 

"Idiota, eres una idiota Emily."

Observé cómo todo el mundo estaba ya dentro. Perfecto, para hacerlo aún mejor llegaba la última, cómo si no fuese a llamar suficiente la atención. Me golpeé la frente con la palma de la mano mientras murmuraba una y otra vez "tonta, tonta". Levanté la vista para ver a toda clase de parejas, todos riendo, flirteando... Horrible. No pude evitar hacer una mueca de disgusto cuándo vi a un par de tortolitos intercambiar piropos como si no hubiese mañana.

Iba a ser una noche muuuuuuy larga. 

¿Y donde se suponía que iba a sentarme a comer? Seguro que las mesas estaban repartidas en números pares. Miré la armadura que había a mi lado, y esta se giró para mirarme a mí también.

- No, Emily, no lo hagas. -Me dije a mí misma. - Al menos entra con dignidad. Espero que Dignidad sea buena conversadora. - bromeé conmigo misma. Patética.

Levantando la vista y respirando hondo, decidí recorrer los ultimos metros hasta cruzar la puerta del comedor. 

En cuánto entré me acabé de arrepentir de mi decisión. Miré a mi alrededor viendo a todos felices y radiantes. Iba a estropearle la fiesta a todos quedándome ahí. ¿Por las barbas de Merlín, por qué había venido? No tardé en ver a Beth, con una expresión que yo sabía era excitación y felicidad, a Bella guapísima junto a Eileen... No debería haber venido. Bajé la vista hacia mi vestido, hacia una imaginaria arruga que necesitaba hacer desaparecer mientras buscaba la esquina más oscura y solitaria del comedor. 

"Aengus habría disfrutado de esto tantísimo..."

Pero mi humor no era malo solo por la "traición" de Beth, o por Eileen. Era sobretodo porque vería parejas felices toda la noche mientras miraba a Sean, que seguro que estaría arrebatador, sin poder acercarme a él. Haciendo ver que sólo éramos alumna y profesor, ignorando al otro toda la noche cuándo lo que más quería era que me rodease con sus brazos y bailásemos como cualquier pareja normal. Hasta yo necesitaba de vez en cuando un momento de romanticismo. Y aún así, sabiendo lo que me iba a cotar aguantar eso toda la noche, había ido. ¿Por qué? Por que quería verle, y quería que me viese, y quería imaginarnos en la pista de baile. Idiota.

Y finalmente ahí estaba, entrando en el comedor,  cómo no era de otra manera al primero que vi fue a Sean. Estaba increílemente sexy vestido de gala, y podía ver como casi todas las chicas (y algun chico) de Hogwarts le miraba imaginandose cosas que sólo yo podía hacer con él.

Suck it up bitches. Emily wins, you can fuck off. Cuidado no os resbaleis en tanta baba.

Pero eso era sólo un pequeño consuelo personal. La verdad era que estaba a unos metros de él pero no podía acercarme. Esa noche yo era como el resto de chicas y solo podría imaginarme con él. Y dolía. Vi a Beth, con Teagan (¿En serio Beth?), a Bella y Eileen. No quería estropearles la noche, así que bajé la mirada a una arruga invisible y empecé a alejarme. Con suerte no me habrían visto.

Cuanto más se acercaba el baile más amargado estaba. A mi enfado con Isaac tenía que sumarle que Meredith estaba más rara que un troll con ganas de jugar a las casitas. Mi único apoyo era Kegan y no quería amargarle con mis cosas: quería que disfrutara ahora que por fin había encontrado a alguien con quien ser feliz. 

Pero había quedado con Lilian en ir al baile y no sería yo quien quedara mal. Mi madre me envió un taje elegante y muy bonito. Quizá le hacía especial ilusión que fuera con Lilian al baile; la verdad es que me daba igual.

Así que me decidí a ducharme, vestirme y prepararme para el baile, intentando convencerme de que todo iría a mejor ahora. 

Espero que haya alcohol... ese es el plan B.

Al llegar al Gran Comedor me dirigí hacia Lilian para saludarla. Su piropo me hizo sonreír, guiñándole un ojo.

-Lo se. Tu estás impresionante. Aunque no es nada nuevo. 

Me encogí de hombros y caminé con ella hacia donde estaba Kegan con Mia para saludarlos a ellos y a la pareja que formaban Ian y Williams.

-Buenas chicos, que guapos estáis todos. -miré a Williams. -Debo protestar, normalmente el que da la nota soy yo y me estáis robando protagonismo. -me eché a reír bromeando. Hacían buena pareja.

Cuando vi a Meredith aparté la mirada. Me dolía su distanciamiento, como si aparte de rechazarme como ligue me hubiera rechazado como amigo. 

-¿Hay algo interesante de beber? -y por interesante me refería a algo bien cargado. 

Teagan y Beth se miraron y rieron. Desde que compartieron tiempo en Hogsmead en las Tres Escobas lo cierto es que no habian dejado de pensar el uno en el otro. Aunque eso aún no se lo habían confesado ni entre ellos. Mía sujetaba la mano de Kegan, algo que ya era normal de ver durante un mes. 

- Vosotros estáis impresionantes también. Pero Beth está más guapa, Mía. Lo siento mucho.- bromeó y Beth sonrió. Estaba más sonriente que de costumbre. ¡Casi parecía distinta! Se dirigió entonces a Will e Ian:- ¡Eso! ¡Arrimaos un poco más! Aunque debo decir que me sorprendes, Scott.

Beth desde luego sí que estaba alucinando. ¡¿ Acababa de decirle un piropo al Gryffindor?! Pero entonces llegaron Max y Lilian y Teagan le dio un puñetazo amistoso al chico:

- ¡Heyyyyy! ¡Pero qué elegancia, por favor! ¿Y ya pensando en bebidas? Chico, que Lilian es guapísima...

Lilian:- Lo sé.

Los que ya estaban con una copa en la mano y charlaban eran Alex y Meredith. Reían, el chico le colocaba el mechón de pelo en su sitio, brindaban... parecían estar pasándoselo realmente bien. 

Katherine e Isaac también habían llegado. Estaban realmente atractivos. Ya no ocultaban su relación, sujetos de la mano y dedicándose arrumacos y sonrisas que decían más de una cosa. Saludaron a Cosette, que intentaba ocultarse detrás de su acompañante de sexto, para espiar mejor a Williams. ¡No entendía nada!

Ian, por su parte, estaba algo más serio de lo normal. Por una parte veía tan nervioso e incómodo a Williams que hasta él lo estaba pasando mal. Ni siquiera bromeó con Teagan ni se metió con Max y Lilian. Carraspeó, recolocándose las mangas del traje.

Fue entonces cuando Emily hizo aparición. ¡Estaba espectacular! 

Teagan:- ¡Wow! ¿Esa es Emily Van Dyck? 

Ian:- Una chica guapa y valiente. No me habría atrevido a venir solo a la fiesta.

Aquel último mes había sido difícil para Eileen, aunque posiblemente decir aquello fuera uno de los eufemismos más manidos de la historia. Casi cada día sin excepción había ido flanqueando en todos y cada uno de sus contradictorios propósitos que la acercaban más a la locura que al filtro racional tan típico de los ravenclaw.

Su propósito, del que derivaban los demás secundarios y oportunistas, era en realidad mantener su relación de amistad con Emily intocable a pesar de lo sucedido. Pero la verdad era que querer y poder eran cosas muy distintos y aquello resultaba una dura y penosa prueba para Eileen. Dormir, comer, estudiar, reír juntas. Todos eran momentos de anhelo y dolor. Y cuando estos no se daban, la llevaban a momentos de celos. Ahí aparecían sus nuevos propósitos como largarse de Hogwarts o cortar aquella amistad por lo sano de forma temporal, propósitos que Bella desbarataba uno a uno al hacerle ver lo exagerados que eran. Aquello pasaría, le decía. No veía cómo.

Así, de forma trabajosa, difícil y patética había seguido al lado de Emily forzando sonrisas y naturalidad. Esforzándose. Esforzándose como nunca. Y desmoronándose de vez en cuando de forma inevitable cuando nadie la veía. A veces desaparecía inexplicablemente en busca de aire, de aquel espacio personal tan deseado y que necesitaba tanto.

Lo que definitivamente había cambiado es que no había vuelto a sentarse con Emily en Defensa Contra las Artes Oscuras. No podía. Aquella asignatura se había convertido en una tortura para ella. No odiaba a Pullap pero lo aborrecía con toda su alma porque lo envidiaba demasiado.

Algún día, aquello pasaría esperaba. Pero todo eso simplemente la situaba en una de las personas que tanto ansiaba que llegara el día después del baile.

Aquel baile era un pestiño. ¡Estaba claro! Ella no quería ir, Emily no quería ir, Bella...bueno, no sabía lo que quería Bella, sospechaba que reírse un rato de la gente e ir en busca y captura de una presa apetecible. Le deseaba suerte. Por su parte, iba a monopolizar la mesa de los postres. Esperaba que hubiera un buen montón de esos chocolates con formas de galeones, escobas y calderos que abundaban en navidades porque era lo que más le apetecía de aquella festividad.

Además estaba el hecho de que no quería llevar vestido. No tenía, para empezar. Así que por insistencia general de sus compañeras de habitación o porque cuando se había puesto tejanos Bella la había obligado a cambiarse de nuevo, había acabado acudiendo al baúl de Emily en busca de lo que para la madre de esta sería posiblemente un vestido informal. Una hora después seguía horrorizada por la cantidad de lentejuelas, lazos, raso y cosas inútiles y horteras que le ponía la madre de su amiga en el baúl.

Al final había acabado escogiendo uno que pudiera ponerse con unas botas pasables y sin nada de tacón, mirándose al espejo para nada convencida.

- Estoy ridícula - masculló ya en el comedor por quinta vez en la noche, girándose para marcharse para ser frenada por Bella por también quinta vez -. Esto es ridículo. ¡Mira! - se tironeó de la parte baja del vestido, bajándoselo un poco -. ¿Cómo puede ir alguien con esto? Se me sube todo el rato - lo cuál ni siquiera era cierto pero Eileen tenía aquella sensación la no estar para nada acostumbrada a aquellas prendas. Fue entonces cuando apareció Emily con una cara cercana al asco mientras contemplaba ciertas muestras de cariño e inevitablemente avanzó en aquella dirección, alzando las cejas en un gesto que pretendía ser seductor y lo más natural posible -. O sea que lo de que los vestidos sean una mierda es sólo cosa mía porque a vosotras os quedan bien. ¡Genial! ¿Dónde está la mesa con el chocolate? ¿La habéis visto?

"Mierda."

No necesitaba levantar la vista de la imzginaria arruga de mi vestido para saber de quien provenía esa voz. Todo había sido raro desde aquel momento, por mucho que intentásemos hacer cómo si nunca hubiese ocurrido. Y no había nada que desease más que volver a lo que fue.

- ​¡Eileen...! - exclamé levantando la vista, en un tono mucho más agudo y elevado de lo que pretendía por culpa de los nervios. - No te... No os había visto. Ya sabes, tanta gente... - "Qué mala mentirosa..." - Ya te dije que te pusieses el azul - comenté respecto al vestido, con pretendida normalidad - que resaltaría tus ojos, no tu culo. Pero tú tenías que lucir trasero y escoger minifalda. No vengas a quejarte ahora, que además te queda mucho mejor de lo que me quedaba a mí la única vez que tuve que ponérmelo. No me restriegues que tienes mejor cuerpo... - le dije bufando teatralmente. Ahora mi plan de esconderme y cebarme a comida toda la noche se había ido al garete. Tendría que sentarme con las parejas felices. Menudo planazo. - Yo también buscaba los postres, pero creo que sólo los veremos tras el resto del banquete. Por suerte mi vestido no es tan estrecho cómo el tuyo, sólo he venido al baile por la comida, ya sabes...

Los días pasan como de costumbre y solo queda ir a clases y pasar exámenes demasiado difíciles en según que asignaturas... pero el día del baile ha llegado y solo queda prepararse. Tras hacer todas las cosas propias y mirarse en el espejo unas cuantas veces para saber si está bien, decide ir al gran comedor. 

Allí está ya todo preparado y está todo precioso. Lucas ya está ahí y se acerca con un ramillete, cual baile de graduación de las pelis americanas. Sonríe un poco sonrojada mientras extiende la mano para que le ponga el ramillete.

-Tú estás muy guapo y elegante... yo quería reservar el vestido para la boda, pero no tengo ningún traje de fiesta más aquí.

Lleva el vestido que se compró en Hogsmeade, hasta las rodillas y con dos tonalidades de lila... bastante bonito. Coge su mano mientras tira de él hacia las mesas donde está la comida y la bebida.

-Ven... vamos a por una bebida.

Bella ya no sabía qué hacer para que Eileen se estuviera quieta con el vestido. Se reía por las quejas de su amiga al tiempo que intentaba convencerla de que no estaba tan mal como creía:

- ¿Quieres dejar de toquetearte todo el rato el bajo? ¡No te queda tan mal!

Vieron entrar a Emily sola y, como era obvio en unas amigas, se fueron a saludarla. Rió ante los comantarios de una y de otra. Ambas buscaban el chocolate, pero se haría esperar al parecer.

- Bueno, tampoco está mal que resalte su culo.- comentó de broma.- Aunque deberías tener cuidado al sentarte. ¿Cómo va esto de las mesas? Parece que nos podemos sentar donde queramos, que no hay nombres.

Miró de nuevo de reojo a Anwen, bastante lejos de su posición. ¡Quería sentarse en la misma que ella! Pero no quería abandonar a su amiga solitaria y de todas maneras dudaba que Eileen quisiera ir a la misma mesa que la Slytherin. ¿O se estaba adelantando con aquellas suposiciones?

Lo cierto es que en alguna otra ocasión habría ido solo porque era su obligación como profesor. Las miradas de las demás chicas, en vez de halagarle, le incomodaban. Se sentía todo el rato observado y con la sensación de que algo desagradable iba a ocurrir. Por suerte solo Anwen había sido capaz de declararse por así decirlo, pero estaba seguro que aquellas chicas, al menos una gran mayoría de ellas, estaban intentando encontrar la mejor excusa y valentía para pedirle que bailara con ellas. Y ya no solo aquello del baile, sino que las mesas no estaban diferenciadas para profesores o alumnos. Aquella noche eran todos "iguales". Pero bueno, él había ido con la clara convicción de que vería a Emily.

Sería una tortura estar en la misma sala que ella y no poder siquiera saludarla en condiciones; sin embargo, todos esos pensamientos que tenía mientras hablaba con Smallet solo eran un poco acertados, porque al ver aparecer a Emily por el Gran Comedor se dio cuenta de que la tortura podría ser aún mayor. Se había quedado en blanco, callándose en su explicación de cómo lograr que los alumnos estudien sin que se percaten de que lo están haciendo, con la mirada totalmente clavada en la Ravenclaw y olvidándose de respirar por unos segundos. Tuvo que hacer un gran esfuerzo por volver en sí:

- Perdona, ¿qué estaba diciendo?

¡Oh! ¡Qué horror no poder acercarse a ella, sonreírle, rodearle la cintura y decirle lo preciosa que estaba aquella noche!  Era, sin duda alguna, la chica más guapa, elegante y llamativa del baile. Debía decir que sentía algo de alivio al saber que no iría con nadie, ni siquiera con Eileen. Pero por otro lado se sentía fatal, porque él era el culpable de que Emily estuviera con aquella mueca de asco, buscando los chocolates y evitando a la gente. ¿Habría alguna posibilidad de que cayeran en la misma mesa para cenar? 

Imposible. Eileen y sus amigas se sentarán con ella. Sería demasiado incómodo para Emily.

Daba igual qué temas estuviera tratando con Smallet, a quien asentía ahora por simple gesto automático, porque su cabeza ya solo pensaba en Emily. De vez en cuando sus ojos se dirigían a la chica, quizás esperando que sus miradas chocasen en algún momento de la noche, pues aquel parecía que iba a ser el más cercano de su momentos aquel 20 de Diciembre. 

Smallet:- Sean, ¿me estás escuchando? Porque acabo de decir que deberían volver los métodos de tortura a los alumnos y tú no paras de asentir.

Había logrado poner a Williams más nervioso de lo esperado, tampoco quería hacerle pasar un mal rato y menos aún a Ian.

Su mirada se iba hacia la comida, aún la gente estaba hablando y llegando, por lo que sugirió al extraño grupo que se había formado de Gryffindors y Slytherins.

- Aprovechando que hay muchas mesas libres aún, podíamos ir cogiendo alguna para nosotros y continuar allí la charla, batirme en duelo con Teagan y lo más importante de todo, hincarle el diente a esos manjares que hay.

A Kegan le encantaba comer y no podía evitar no dejar de mirar de reojo la comida… todo tenía un aspecto delicioso.

- Yo también voy a repetir de traje, no pasa nada.- le dijo. Desde luego el vestido que finalmente se había comprado en Hogwsmead le quedaba realmente bien. Resaltaba su figura y producía en Lucas unas ganas irresistibles de besar a Tabatha allí mismo. Pero ella era tímida, así que optó por pensar que a lo largo de la noche terminarían en algún sitio más privado- ¿Qué tal si nos vamos sentando? El profesor Yamada te está saludando. Creo que quiere que nos sentemos allí. Hoy no hay mesa de profesores...- el profesor Yamada era, desde el punto de vista de Lucas, un pesado. Pero mucho más no podía hacer.

Las mesas eran de seis, pero aunque ellos eran ocho no encontrarían problemas en estar en mesas cercanas. Mía sonrió divertida ante el comentario de Kegan. ¡Siempre pensando en comida! Continuaban agarrados de la mano, como si fuera lo más natural del mundo y sin darse cuenta de que algunas chicas, como Catherine, miraban celosas y envidiosas.

- Está bien.- aceptó Mía- Pero después recuerda que tienes que bailar. Así que no te hinches como siempre.- le dijo en tono divertido.- Y también tienes un duelo.

Teagan:- Me pido en la misma mesa que los demás. Los últimos se irán a la de al lado.

Cogió de la mano a Beth y tiró de ella, que no pudo evitar reirse ante la actitud de su acompañante. Ian le hizo una señal con la cabeza a Williams y juntos fueron también. 

Lilian:- ¡Eh! ¡No vale! Mis tacones son más altos...

Así, Kegan, Mía, Teagan, Beth, Ian y Williams llenaron una de las mesas, mientras que Lilian y Max se sentarían en la de al lado, bastante pegada a ellos, donde estaba el profesor Yamada.

Mira hacia la mesa del profesor Yamada que está saludando y haciendo señas para que se sienten ahí.

-¿Seguro que quieres? ¿No prefieres sentarte con tus amigos? - sonríe.

Seguro que es mucho más divertido sentarse con los demás que con los profesores, aunque siempre se puede aprender el lado divertido de los profesores cuando no tienen que dar clases. Quién sabe como acabará la noche... todo puede esperarse.

-Por cierto... ¿estás listo para mañana? Ya sabes que mañana cogemos el tren.

Los días habían pasado lentísimos para mi. Estaba desmotivada, no tenía ganas de nada. Ni siquiera Henry, el pobrecito de Henry con lo bueno que era, podía animarme del todo. Yo fingía que estaba bien, pero ya no se me veía tan alegre como de costumbre. Aengus se había ido de Hogwarts y estaba más sola que nunca. 

Ya no me apetecía llevar dos coletas, como mucho me hacía una cuando me recogía el pelo. Mi sonrisa en vez de entusiasta se había vuelto más seria. Los colores alegres habían desaparecido de mi vestimenta, incluso los tono pastel. Ahora abundaban el negro, blanco y gris. No me sentía con ánimos de llevar otros colores. Algunos pensaban que había madurado o algo así, sin embargo, no era el caso; lo que me pasaba era que estaba triste, muy triste por mi amigo. Al menos me consolaba que un día de fiesta navideña lo podría ir a ver a San Mungo. 

Eileen y Emily no me daban confianza, seguía pensando que tenían todas las posibilidades de haber sido ellas quien había herido de gravedad a mi mejor amigo. Sin embargo, nadie me dijo nada de eso.

El vestido para el baile de navidad lo tenía preparado desde hacía mucho tiempo, pero cuando pensé en ponérmelo no me sentí con ánimos. Pues era demasiado cursi-pastel para mi estado anímico del momento. En todo caso, por probármelo no me pasaba nada. 

Cuando me lo probé y me miré al espejo, no pude evitar hacer un paso de modelos como si de una princesa se tratara. Me subieron los ánimos por un momento, pero de nuevo noté esa tremenda tristeza que notaba en el pecho desde que Aengus se fue. Así que, me lo quité y me senté en la cama a llorar un rato. Una práctica bastante común en mi últimamente. 

Después de un buen rato así, una idea se me vino a la cabeza. Quería cambiar por completo esta noche así que ¿Por qué no? Con un toque de varita y ayuda de Katherine me corté el pelo. 

¡Menudo pollo monté! Si ya estaba sensiblona de por si, verme con el cabello tan corto hizo que me derrumbara. Katherine, harta de estos ataques me habló de la poción crece pelo y se me paró el llanto. Lamentablemente, por hoy no lo podíamos arreglar. Así que opté por un peinado también corto y ponerme uno de los trajes que me había dado mi madre porque le iba pequeño. Uno de los que usaba para los reportajes. Seguramente, muy pocos magos de Hogwarts entenderían lo de ir en traje a una fiesta, pero por mi estado de ánimo y el corte de pelo, era con lo que me sentía más cómoda. 

No tenía pensado maquillarme pero Katherine me convenció, así que finalmente fui con los labios pintados y un corte de pelo que no estaba mal. Aunque claro, era muchísimo mejor el pelo largo a mi parecer. 

Finalmente, salí así al baile de navidad. No me reconocía ni yo. 

Cuando llegué junto a Henry, el cual estaba tan guapo como siempre, le sonreí. Era un sol de chico... No creía que me lo mereciera. Sobretodo ahora que yo no era completamente yo. 

- ¡Henry estás guapísimo! -Le digo entusiasmada.- Mi pelo... Bueno, lo arreglaré. -Le digo apenada, pensando que no le gustaría nada mi nuevo estilo a pesar del cumplido que me había lanzado. 

Me fijo de soslayo en Emily, sola, sentada con cara de pocos amigos. A pesar de que no me fiara de ella tampoco tenía por seguro que hubiese sido quien hirió a Aengus. Iba a acercarme a saludarla pero entonces Eileen y su tropa va hacia allí. De modo que me giro otra vez hacia Henry y le cojo del brazo, arrastrándole en busca de Tabatha. No me pasa desapercibido lo guapos que estaban todos. Me quedo boca-parada al ver a Kegan, deslumbrante. Incluso más que Max. Cuando me percato de la compañera de baile del Gryffindor pongo los ojos en blanco. En fin, él sabrá que hace... 

- ¡Taby, estás guapísima! -Le digo al llegar junto ella y Lucas. -Y tu, Lucas. Guapísimos ambos. 

"Me repito más que el ajo" Pienso al darme cuenta de que había estado diciendo lo mismo desde que había llegado al baile. Cumplidos y más cumplidos, estúpidos cumplidos. 

La entrada al baile de Anwen podría decirse que era la segunda que hacía aquella noche. La primera había sido en Slytherin donde ya se había formado un pequeño evento para verla aparecer. Roy, a pesar de sus modales a veces, sabía guardar las formas en un evento como aquel. La había esperado con tiempo, y ella se había hecho de rogar lo justo y necesario para aquellos casos. Los Slytherin allí reunidos habían aguantado la respiración al verla aparecer en la Sala Común.

Anwen llevaba un vestido largo, como tocaba para una gala de noche, sencillo y ceñido a su cuerpo lo que realzaba su excelente figura. Llevaba el pelo arreglado de tal forma de que su larga melena caía en tirabuzones al lado izquierdo de su cabeza. Y su melena fue lo primero que llamó la atención porque aquella noche Anwen iba de negro:

Según avanzó, la gente pudo ver que su simple vestido guardaba un detalle. La espalda al aire mostraba un adorno de plata con esmeraldas engarzadas, los colores de Slytherin, en forma de una serpiente que culebreara alrededor de la columna de la joven. Aquello debía costar más que la mitad de los vestidos de los asistentes al baile.

Incluso Roy debió de sorprenderse al ver el atuendo de Anwen, pero se recompuso rápido. Ellos eran los verdaderos representantes de su casa, ella lo había dejado bien claro con ese atuendo. Los dos prefectos estaban espectaculares. Cogió a Anwen de un brazo y de la cadera y ensayaron unos pasos para sus compañeros que terminó haciéndola girar, mostrando el vuelo del vestido.

Y cogida ella del brazo de él, abandonaron su Sala Común y se dirigieron al Gran Comedor. 

Anwen debía de admitir que, salvo excepciones, sus compañeros habían mostrado buen gusto eligiendo sus atuendos. Alex estaba tan guapo como cabría esperar aunque de entre los chicos nadie podía competir con Pullap. Anwen estudió al profesor rápidamente, tenía que ser discreta. Además su relación con el jefe de Slytherin no pasaba por su mejor momento.

Entre las chicas tenía que hacer mención especial para Mía y Beth. No se arreglaban normalmente y habían sabido estar a la altura de la ocasión. Anwen tenía que admitir que Kegan y Mia hacían buena pareja...claro, los dos igual de cabezahuecas. Y cuando llegó Emily también estaba preciosa. Sabía perfectamente que su amiga no era dada a arreglarse, pero nunca entendería porque.

Otra persona que le llamó la atención fue Bella...no pudo evitar darse cuenta de sus miradas. Era una pena que no le atrajera, porque a la chica le sentaba bien el vestido.

Oh, pero la sorpresa mayúscula fue la pareja de Ian y Williams. Aquello debía de ser alguna clase de broma, o tal vez fueran cómo amigos igual que Bella y Eileen (¿seguro que esas dos iban sólo como amigas?), o...no creía eso. Se conocían desde hace tiempo, se habría enterado...En cualquier caso decidió apuntarse al juego.

Roy se alejó para coger algo de beber, Anwen le pidió que le trajera algo a ella y se acercó al grupo que se había formado alrededor de Williams.- Buenas noches.- Dijo a modo de saludo para todos.- Vaya Will, que callado te lo tenías. Pero me asalta una duda. Si los dos sois chicos ¿Quién ha sido "la chica" según la norma de este baile?- Dijo de buen humor. No había pasado nada en Hogwarts en los últimos tiempos y Anwen se movía como pez en el agua en aquellos eventos. 

Cuando se sentaron, Anwen decidió ir junto a Lilian. Ambas se habían arreglado juntas para el baile y el resultado saltaba a la vista.-Pareces otro así de arreglado.-Le comentó a Max.-Hacéis buena pareja.