Partida Rol por web

Pero no había llegado ni al vestíbulo cuando Meredith le alcanzó:

- ¡Eh! Pequeña hermosura. ¿A dónde vas tú solito?- cuando llegó a él se unió a su caminar, dando las mismas zancadas de siempre pero de forma más lenta.- Smallet me dijo que quería hablar contigo.

Fueron recorriendo los terrenos, con paso tranquilo, disfrutando del paisaje y de la compañía. Se fueron alejando de los demás, sin darse cuenta. ¿O sí y lo que pasaba era que lo agradecían?

- Ah, no, no, no.- se negó, acompañando las palabras con gestos de cabeza.- Tendrás que convencerme para que te lo cuente.- bromeó. ¿O no?- Las cosas tan fáciles luego pierden valor.

Había muchos alumnos por allí de otros cursos. Estaban también en su hora de descanso y les llamaba la atención bastante el físico de Lucas. Llamaba la atención por ser el nuevo, guapo y atlético. Pero él parecía estar acostumbrado a ello y no le daba importancia.

Kegan se echó las manos a la cabeza al ver lo que habia hecho por accidente… Por otro lado, en el resto de la clase muchos de sus compañeros habían logrado hacerlo correctamente, menos por un accidental pase de modelo, si tan solo no se le diese tan mal la asignatura… tendría que practicar el lanzamiento de encantamientos.

En cuanto acabó la clase se acercó corriendo a Mia y comenzó a disculparse con ella en bucle.

- ¡Lo siento lo siento lo siento lo siento lo siento! - Repetía a la pobre muchacha - No era mi intención, en serio… te compensaré, te lo prometo. - le decía a la muchacha, sin saber muy bien que hacer para arreglar lo que le habia hecho.

Aunque le hacía gracia la preocupación de Kegan con aquella minucia, intentó mostrarse seria. Quería hacerle rogar.

- Más te vale compensarme.- le dijo. Si se iba a llevar un premio o algo bueno de Kegan, no iba a desaprovechar la oportunidad. El resto del equipo de quidditch, a excepción de Max que se había ido con aquel aspecto tan horrible, ya se dirigía al campo de quidditch para entrenar.- Capitán.

Y comenzó a caminar, al lado de Adriana, hacia el campo de quidditch también, aunque con caminar tranquilo.

La voz de Meredith me hizo poner los ojos en blanco. 

-Uy si. Una hermosura tremenda. Cuidado no te enamores y que no se te caigan las bragas Roja. -me encogí de hombros antes de sonreír. -¿Qué quiere?

Comencé a caminar hacia el despacho de Smallow. 

-¿Me acompañas? Si no tienes nada que hacer, claro. 

Siempre era mejor estar acompañado en las degracias.

Caminan por los terrenos hasta llegar al lago. Hay bastantes alumnos de otros cursos por ahí, pero nada que no se pueda solucionar después de haber estado 6 cursos por ahí rondando.

-¿Y qué pide a cambio el gran, el inigualable, Lucas Riordan? - sonríe -. Estoy dispuesta a hacer lo que sea para saber que esconde tu retorcida mente.

Le guía por la orilla del lago hasta una zona un poco menos transitada y es que queda un poco más lejos del castillo.

-¿Qué te parece? - sonríe.

Me estaban siguiendo. ¡Me estaban siguiendo mis propias amigas! ¿Que clase de amigas hacen eso? ¡Y encima había invitado a Eileen a venir, y aún desconfiaba!¡Y mandaba a Beth y Bella!

"Menuda zorra. MENUDA ZORRA. No puedes confiar en ella Emily, no puedes confiar en nadie. Solo Sean, y tu padre por descontado."

Cuando Sean abrió la puerta le miré con seriedad.

- Profesor Pullap. Tengo el libro que me prestó. - di un paso hacia dentro mientras me quitaba la mochila, sabiendo que ahí no me verían. Estaba furiosa, pero tenía que ser inteligente. Saqué el registro de alumnos y se lo tendí. - Me han seguido. - le susurré mientras se lo tendía. Ya habría tiempo para explicaciones luego. - Necesutamos hablar, pero en otro sitio. Es muy interesante, me ha ayudado mucho. - añadí en un tono normal. 

Asintió ante las palabras de Mia - Claro, lo haré - dijo asintiendo - Pídeme lo que quieras - añadió.

Despidiéndose del resto de compañeros, Kegan se dirigió al entrenamiento con su equipo. Viendo que Max se había dirigido hacia otro lugar, supuso que no iría al entrenamiento, aunque con su transformación no podría entrenar, así que no se lo tendría en cuenta.

Mientras se dirigían al campo de entrenamiento, Kegan comenzó a actuar como un capitán, al menos un poco.

- Bueno chicos, no falta mucho para nuestro primer partido, así que hoy quiero que lo demos todo. Jugaremos un partido entre nosotros, usando a suplentes y aprendices si es necesario para llenar dos equipos y nosotros estaremos repartidos en ambos, para hacer un partido lo más igualado posible, no quiero que nadie se duerma en los laureles - anunciaba - también está prohibido lesionarse, así que tenedlo en cuenta. Por último, añadir que Adriana y yo seremos cada uno el buscador de un equipo, será la líder de uno de ellos y Teagan del otro, quiero ver como vais organizando así que podéis echar a suertes quien elige primero y comenzar a formar los equipos mientras caminamos.

- Siempre sedienta de información, Van Dyck.- comentó mientras escuchaba, frunciendo el ceño, las palabras de Emily.- Dime donde y allí nos veremos.- dijo mientras recogía el libro que Emily le tendía.- No hay de qué. Si necesitas alguno más, házmelo saber y no te cueles en la zona prohibida de nuevo. Saldré cinco minutos después de que tú te vayas.

Emily tenía cosas que hacer y rechazó mi oferta. Otra vez será... me despedí de ella.

Jugamos al mío? le pregunté sonriente mientras salía con ella de clase, dirección a coger mi tablero de ajedrez.

"La torre del reloj." - sugirió La Voz - "Podéis cerrar la trampilla para que no os sigan mas moscas."

- La torre del reloj.

Cerré la mochila y volví a mirarle. Sólo podía confiar en Sean.

- Gracias de nuevo. - dije "despidiéndome" mientras salía del despacho. MMealejé dejando que Sean cerrase le puerta tras de mi y cuándo la escuché cerrar me acerqué a paso decidido hacia Beth y Bella. No era una situación fácil para mí, así que dejé a La Voz tomsr el mando. La Voz sonrió ante sus caras de sorpresa.

- ¿Algo interesante? ¿Qué me he perdido? - La Voz miró entonces a Beth. De ella no me esperaba algo así, me había dolido mucho. - ¿En serio Beth? 

La Voz echó a caminar , y tras unos segundos dio una vuelta de 180° abriendo los brazos.

- ¿Me vais a seguir ahora también? - Obviamente era una pregunta retórica, juagndo con su sentimiento de culpa. La Voz jugó todas sus cartas y se pasó la manga por el ojo izquierdo, cómo si hubiese limpiado una lágrima. Brillante. La jodida era oro. Tras eso volvió a darse la vuelta y avanzó con paso decidido por el pasillo. Probablemnte ni intentasen seguirme ahora, pero ahroa estaba avisada y no me podrían seguir sin que las viese. 

Beth alucinó con la reacción de Emily. Por supuesto, se había dado cuenta de que la seguían. ¡¿Pero por qué se ponía así?! Actuaba como si estuviera super ofendida. Como si hubieran actuado muy mal. Tardó en reaccionar, pero lo hizo a tiempo.

- ¡Emily!.- corrió tras ella hasta pararla. ¡No quería que se enfadara con ella! ¡Por nada en el mundo!- ¡Espera, Emily! ¡No te estábamos espiando! ¡Bueno, sí! ¡Pero no porque no nos fiáramos de ti! Eileen...

Bella:- Eileen estaba muy preocupada por ti y porque no podía acompañarte.- Bella parecía mantener mejor la calma y explicarse mejor.- Intuía que ibas a investigar y que te meterías en líos. Así que pidió a Beth que fuera contigo pero Beth no quería molestarte. Solo...

Beth:- ¡... solo quería protegerte! Lo... Lo siento, Emily, ¿vale? Solo... queríamos apoyarte. Ir sola... es...peligroso.

-¿¡Y no podías preguntar?! ¿¡Teníais que seguirme desde las sombras, cómo si fuese un criminal?!  - exxploté esta vez yo, y no La Voz

Por supuesto había sido Eileen. Cobarde. A pesar de que le había explicado - casi- todo, a pesar de que la había invitado a venir conmigo, no se fiaba de mi. Claro que no. Si estuviese de verdad preocupada habría venido conmigo, no se habría ido a jugar al ajedrez. Lo que ocurría no era eso. ¿Creeria que yo era la culpable de las notas, de los ataques, de la explosión? Seguramente en su cabeza tenía sentido: y estaba presente en el baño pero había salido ilesa, durante los ataques yo no estaba en la habitación y tras pasar la noche fuera aparecían notas para todos. Pero... ¿No era más importante el hecho de que me conocía, y que yo nunca haría algo así?

Lágrimas de rabia e impotencia empezaron a acumularse en mis ojos, pero yo no lloraba en público. Claro que no.

- Si Eileen estaba tan preocupada, podría haber venido cuando le pregunté en lugar de irse a jugar al ajedrez. - le contesté a Bella. Miré de nuevo a Beth. De ella me lo creía más, que estaba preocupada. Al fin y al cabo ella era la que estaba aquí y no sabía nada. Aún así me dolía que hubiese hecho caso de Eileen antes que confiar en mi y venir a preguntarme. - No voy a investigar nada, excepto tal vez el valor de ciertas amistades. Puedes ir a decirle eso a Eileen. O no, mejor. Dile que fui a la sala común de Slytherin. A ver que te dice. Tú y yo hablaremos tarde, cuándo me haya sacadolos puñales de la espalda. Dejadme sola un rato...

Beth la siguió llamando un par de veces más, viendo cómo se alejaba y sintiendo un nudo en la garganta. ¡Maldita Eileen! ¿Por qué la había metido en aquel lío?

Por suerte para Emily, nadie más la siguió en su camino a la torre de astronomía. Fue la primera en llegar, tal y como habían acordado. Desde allí arriba podía ver los terrenos claramente. Había gente que paseaba por los terrenos, en el campo de quidditch Gryffindor había empezado a entrenar.

A los pocos minutos Sean dio aparición con el libro.

- Ya estoy aquí. ¿Te han vuelto a seguir? ¿Has visto quién era?

Perdonaría a Beth. Lo pensé incluso antes de llegar a la torre. Y a Bella, ella no tenía ni idea de qué estaba pasando. Pero Eileen... ella había jugado muy sucio. Mucho. Había traicionado mi confianza, y lo había hecho porque no confiaba en mí. Qué ironía. 

Me di la vuelta  cuándo la trampilla se abrió y me relajé al ver entrar a Sean. Su pregunta me provocó una única, corta y sarcástica carcajada.

- Mis "amigas". - dije poniéndole rentintín a la segunda palabra. - ​Cierra la trampilla. Después de esto ya sólo me fio de ti. - le dije con amargura.

Suspiré y me senté en el suelo, dándome la espalda a los terrenos.

- ​Qué día más raro, una montaña rusa, y aún no es ni la hora de comer...

Esperé a que Sean tomase asiento.

- Creo que le he puesto precio a mi cabeza para Roy Kennings, por si no tenía problemas suficientes ya. - -me llevé la mano a la frente mientras cerraba los ojos. - Por qué hago estas cosas, maldita sea...

noté que mi estómago empezaba a revolverse. Intenté ignorarlo, no era para nada la primera vez. 

- Pero ahora veamos el libro, que por cierto espero que la bibliotecaria no eche en falta o te voy a meter en un lío por llevármelo...

- Venga, vamos - accedió de buena gana mientras echaba a andar junto al slytherin en dirección al castillo,

No tardaron en encontrarse a resguardo entre los fríos muros de Hogwarts, con sus pasos resonando sobre las piedras desnudas de la mayoría de pasillos, caminando hacia donde suponía que estaba la casa de las serpientes: hacia las mazmorras mientras hablaban de nimiedades*.

Al menos así fue hasta que la pregunta que le rondaba por la mente fue ocupando todo el espacio de sus pensamientos de forma invasiva hasta que, inevitablemente, tuvo que soltarla o reventaría.

- Oye, a todo esto, ¿has hablado con Wilson hoy? ¿Cómo está?

Entramos en el castillo, camino a la casa Slytherin, a por mi tablero. Hablábamos de cosas triviales, cuando me preguntó por Wilson.

Es una chica muy callada, sólo habla con Roy. Para mí que estaba enamorada de él. Cuando le preguntas te responde con monosilábicos o mueve la cabeza, dice que está bien, yo la veo asustada, pero bien.

No creo que la o las personas que hayan escrito esas cartas vayan a hacer daño físico de verdad, sólo asustarán un poco y ya está. Hasta el momento sólo me parecían niñatos que querían llamar la atención.

Después de eso, sonreí pícaramente y le hice cosquillas con un dedo. Y oye…que pasa contigo y con Kegan? Os he visto muy…. Me callé un momento buscando la palabra adecuada.  Bien juntos. Te gusta? Así, cambiando de tema como el que no quería la cosa. Cotilleando un ratito sobre los romances del colegio.  

Se sentó apoyando la pared en la fría piedra y bajando a Emily junto a él, cediéndole el libro y pasando su brazo por los hombros de la chica.

- No creo que lo hayan hecho con mala intención.- comentó sobre lo de sus amigas. Lo había dicho en plural así que dudaba muchísimo que hubieran ido para hacerle daño. Aunque comprendía a Emily en parte.- No seas muy dura con ellas.- No quería que Emily se quedara sola a excepción de él. Los amigos eran importantes y él creía que al menos Eileen y Beth eran la mejor compañía que podría tener como amigas.- En cuanto a lo de Roy, si quieres puedo encargarme.- ¿Qué habría hecho ahora? Siempre metiéndose en líos. Esta Emily...- Y venga, veamos el libro. Es realmente gordo. Debe de tener historial de muchos alumnos.

Según fueron viendo el libro, vieron caras actuales y conocidas, otras menos conocidas y alguna cosa interesante:

Kegan Porcher. 

Hijo de magos. Hijo de:

Adam Porcher, Gryffindor, actualmente tiene la mejor tienda de equipamiento de quidditch del callejón Diagon. 

Jane Porcher. Auror. En paradero desconocido.

Marcus Sleigh

Slytherin. Padres muggles desconocidos. Lo abandonaron cuando era pequeño y descubrieron que su hijo tenía "poderes extraños".

Sean Pullap

Slytherin. Actualmente auror y profesor de DCAO en el colegio Hogwarts de magia y hechicería. 

Podría haber leído todo de Sean en esos momentos, pero Sean lo tapó con una mano, algo avergonzado:

Sean:- Bueno, eso no hace falta que lo veas...

Cuando Eileen y Williams llegaron a las mazmorras, se encontraron allí con Beth y Bella. No parecían muy contentas. De hecho Beth tenía cara de preocupación y aunque luchaba por evitarlo, tenía los ojos bañados en lágrimas. Bella estaba más calmada pero su semblante presentaba preocupación:

Bella:- Emily se ha enfadado. Ha dicho que si tan preocupada estabas podrías haber ido con ella y no haberte ido a jugar al ajedrez. No le ha sentado nada bien.

Beth:- Cree que no confiamos en ella.- agregó Beth mirando a la pared, cruzada de brazos.

Bella:- Solo bajó a devolverle al profesor Pullap un libro.

Fui corriendo a darle un abrazo a mi mejor amigo. -No te preocupes -le susurro- el nuevo Slytherin no supone ningún problema, viene a acompañarme a mi, no a Anwen. 

Entonces, me separo de él y me siento a los pies de la cama, mirándole. - Te has perdido un montón de cosas, las clases han sido chachis hoy. Aunque... -le iba a contar lo de Max, pero no me salían las palabras.- ¡Eso no es lo que importa! Aen, ¿qué ha pasado? ¿Recuerdas algo?

Cojo una caja de ranas de chocolate que tenía en el bolsillo y se la doy al Ravenclaw. - Toma, la estaba guardando para una ocasión especial, esto lo es. Cuéntanos todo, he estado muy preocupada. -las lágrimas comenzaron a caerme por las mejillas, de nuevo.- No quiero que te pase nada malo. -Le vuelvo a abrazar, montando un drama.