Partida Rol por web

Kegan se deprimió aún más… ¿En serio que no había otra manera de hacerlo? Y claro, como no, en coche… incluso le sonaba más convincente lo de ir en escoba pero, ¿Y el equipaje? Finalmente, y a sabiendas de esos dos lo harían igualmente, al menos los acompañaría para evitar que hicieran alguna locura más.

- En serio… no podría empezar el curso de peor forma… - dijo mientras suspiraba - Y conduzco yo, que cualquiera se fía de vosotros.

Y se adelantó tomando las llaves de las manos de Meredith.

- Démonos prisa y lleguemos lo suficientemente rápido para disculparnos antes de que lleguen el resto… quizá así no se entere mucha gente.

Y comenzó a caminar hacia fuera empujando el carro con su equipaje.

El chico, que en un principio sonrió a Vilma, pronto varió su expresión a una menos afable. Abrazó a la chica y le acarició la espalda. Vilma era de las pocas amigas que tenía y la única con quien se sentía cómodo ante situaciones tan cercanas. Anna... ¿pero por qué era tan zorra?

- Algún día deberías plantarle cara, Vilma. Es cruel y estúpida.- Pasados unos segundos, y al recordar el miedo que daba la Gryffindor, pensó que quizás no había sido un buen consejo- Pensándolo mejor... ¡queda un año! Lo mejor es que te alejes cuanto puedas. Y si necesitas apoyo... aquí me tienes.- la apartó un poco de sí y la miró a los ojos- Ten, te he guardado grageas. ¿Quieres? ¿Has pasado buen verano?

Meredith amplió su sonrisa, muy contenta y emocionada. ¡Entrarían por la puerta grande! Si luego no les expulsaban, claro.

Les guió por la estación hasta que alcanzaron un coche rojo que para nada llamaba la atención, metieron los baules y se sentaron. 

- ¡Me pido atrás!

Y sin previo aviso se metió mientras daba las instrucciones:

- Lo primero es darle al botón verde para hacerlo invisible. Después a la palanca para hacerlo volar y luego... ¡a seguir al expreso! No lo perdáis de vista, anda. Es la única misión en la que no podéis fallar. Y... bueno... no lo estrelléis, ¿vale?

Estaba emocionado, tremendamente emocionado. La idea de llegar en coche a Hogwarts me ilusionaba hasta el punto de que parecía un niño imperactivo: no dejaba de mirar a todas partes sin prestarle atención a nada. Ni siquiera a las órdenes de Meredith.

-¡Hay que poner música para el viaje! -no sabía muy bien como pero empecé a apretar botones del aparato reproductor de música. -Esto va a ser genial... seguro. 

La chica se colocó bien la falda y se colocó bien el pelo.

- Bastante bien. He aprendido varios hechizos para peinarme con un simple toque de varita. ¡Y diferentes peinados! Luego también modos de maquillaje y me he comprado un montón de ropa. Aunque sea para ponerme a las excursiones de Hogsmead. - se había emocionado bastante. Siempre lo hacía con esas cosas... carraspeó e intentó disimular, aunque con Williams era difícil ya que se conocían muy bien.- Si quieres que tu trabajo sea más divertido... solo tienes que darme trabajo a mí de tu ayudante. Creo... que lo haría muy bien y sería más divertido. 

El compartimento se abrió y entró Marcus. Parecía mucho más corpulento que hacía unos meses y bastante más peligroso. No saludó a nadie y se fue hacia el final. Lilian le siguió con la mirada con disimulo y luego abrió el espejo nuevamente.

Se inclinó un poco hacia delante, alzando una ceja con interés a la vez que colocaba la jaula de Pinky la tarántula a su lado para que no estorbara.

- ¿Así que un festival de música muggle? Seguro que fue divertido...que envidia - hizo un mohín aunque seguía sonriendo. Aquella conversación banal era justo lo que necesitaba después de los últimos días -. ¡A la próxima me invitáis, traidoras! - en realidad posiblemente si se hubiera dado la ocasión hubiera pedido el permiso de sus padres para ir como la buena niña que era pero eso no evitaba que se le antojara divertido, siempre y cuando no bebieran porque aún eran menores de edad -. Por cierto, hola Beth.

Como era de esperar la chica vestía el mismo look intimidatorio que de costumbre aunque a Eileen le producía más desconcierto que nada. Aún así seguía yendo mucho mejor vestida que ella, con su camisa azul gastada, abierta y mostrando una camiseta básica de licra negra y unos tejanos negros que, por rotos, estaban a la moda. 

- Bfff, calla, calla - puso los ojos en blanco sólo de pensar en la chica. En parte le daba pena pero, ¿qué había hecho ella para merecer tal...entusiasmo? Dioses, incluso alguna vez la había imitado en su forma de vestir. ¡A ella! ¡A la pobre! Si es que esa chica no estaba en sus cabales -. Qué cruz. Espero que esté distraída con Aengus durante un buen rato y se olvide de mí hasta mañana porque si tengo que oír hoy su voz de pito... - hizo como que se pegaba un tiro, un gesto muy muggle que había adoptado desde hacía años. Sacudió la cabeza con pesadumbre. En el fondo le daba pena pero siempre y cuando se mantuviera lejos de ella.

-Es posible. Igual un examen más minucioso me hace cambiar de parecer.- Anwen jugueteaba con la ropa de Alex entre sus dedos. La mayoría de chicas apenas podían articular palabra ante él. Quizá por eso disfrutaban más del juego.

Anwen ya había decidido que organizar una guardia entraba, desde luego, dentro de sus planes más inmediatos. Desgraciadamente fue interrumpida, y la verdad es que no le gustaba nada que la interrumpieran, especialmente en esa clase de situaciones.

Aún así debía admitir que no era el momento para estar con el Gryffindor. La vida social tenía una serie de mecanismo y lo mejor es que fuera con sus compañeros de Slytherin. Superando rápidamente el cabreo inicial se giró con la leve sonrisa y la mirada fría que la caracterizaban.

- Buenos días, Roy. Casi parecemos una reunión de prefectos, será mejor que vayamos con nuestros respectivos compañeros antes de que algunos de los de primer año necesite ayuda.- Se giró de nuevo hacia Alex, pero ya tomando algo de distancia.- Seguro que podremos retomar esta conversación más adelante y con más calma. Ten un buen viaje, Alex.- Le dedicó una sonrisa más pronunciada y se fue con Roy y el resto de Slytherins, no sin antes removerle el pelo cariñosamente a su hermano como disculpa por tener que aguantar aquello.

Pero todo eso formaba parte del juego de los contactos también. Ella desde luego disfrutaba al estar a veces en medio del pique entre los dos chulos de Hogwarts, pero se guardaba de no ser demasiado cariñosa con uno en frente del otro. Había que guardar ciertas formas y no hizo ningún gesto en especial a Roy aún.

Jejeje, hechizos para peinarte y maquillarte, pero si ya te sabes un montón!!!!! si aprendieras tantos hechizos de DCAO como los que te sabes para ese tipo de cosas, serías la mejor!!!! Le revolví el pelo de manera amigable para picarla. Y desde luego el trabajo contigo sería mucho más divertido!!!! aunque siendo claros, no haría ni el huevo, se pasaría todo el día mirándose al espejo. aunque tendríamos que contratar a una ayudante para que hiciera el trabajo de la ayudante.... Sonreí pícaro, a veces me gustaba picarla, era divertido, aunque nunca sabías como se lo podía tomar, dependiendo del día te seguía el juego o te mandaba al infierno. Le di beso en la cara, antes de que acabara por matarme por aquello y como símbolo de paz. 

En ese momento entró Marcus y mi sonrisa se torció un poco. Buenos días a tí también, me alegro de verte, que tal el verano??? ufff que tío más tonto, y que nos tocara viajar con él. Fingí una sonrisa cuando nuestras miradas se cruzaron sin decirle nada y miré a Lilian, era mejor ignorarle.

Separándome de él y secándome las lágrimas entre sollozos me atemorizo antes sus palabras ¿Plantarle cara, yo? Entonces, cambia de opinión y me dice que solo me queda un año y luego no la volveré a ver ¡Jamás!

Asiento más animada, aunque la idea de plantarle cara se me queda inyectada en la cabeza y comienzo a pensar que quizás estaría bien.

- En verdad, tienes razón, Aen.- Digo poniendo una sonrisa aunque aún moqueando por el llanto. - Este año no se va a ir sin darse cuenta de quién es la verdadera Vilma ¡Y tanto que no!

Le doy un beso en la mejilla. - Gracias por apoyarme, eres el mejor.

Entonces es cuando me ofrece grageas ¡Siempre sabe cómo animarme, por eso es mi mejor amigo! Las cojo encantada y comienzo a contarle cómo me ha ido el verano mientras las saboreo; una sabor a plátano ¡Deliciosa! Una sabor a manzanilla... Bueno, las he visto mejores, chocolate, calabaza...

"¡Puagh, ¿Pero que es esto?! " Pienso mientras mastico una, con un sabor repugnante, tan repugnante que...

Me levanto corriendo, abro la puerta del compartimiento y lo echo todo ¡Pero todo, todo! Incluido el desayuno de esta mañana y la cena de ayer. En si, era un vómito muy rojo, pues el tomate acechaba siempre en mi estómago. Y, como ayer cené pasta con tomate, los tropezones eran demasiado visibles.

Miro avergonzada por el pasillo, a ver si alguien me había visto.

Desde que llegaran a zona con mucha gente, Beth se había mantenido lo más ajena posible al resto de personas. Cuando se reencontraron con Eileen, mantuvo su actitud callada e intentó pasar lo más desapercibida posible, mirando por la ventana, abstraída en sus propios pensamientos. Al menos hasta que Eileen la saludó. Entonces clavó su mirada en ella y la saludó con educación:

- Hola. ¿Cómo estás?

Jeremy se había quedado bastante abstraído con la imagen de Beth. Le parecía bastante impactante y daba bastante miedo. ¿Qué hacía su hermana relacionándose con gente así? ¡¿Acaso era una de las macarras de la escuela?!

Fuera se escuchó un pequeño revuelo. Alex Rider pasó como una bala hacia la izquierda del vagón. Y se le pudo escuchar claramente:

Rider:- ¡Vamos! Todos dentro. ¡No hay nada que ver! ¿Estás bien, Vilma?

Si pensaba que nadie la había visto... estaba muy equivocada. Aún había bastantes personas deambulando por ahí como para no ver directamente la escena de Vilma. ¡Un chico corriendo casi pisa y se resbala! Por suerte, justo cuando todos empezaban a quejarse de lo asqueroso de la situación, Alex Rider, el prefecto de Gryffindor, llegó como una bala.

- ¡Vamos! Todos dentro. ¡No hay nada que ver! ¿Estás bien, Vilma?

Con un rápido movimiento de varita limpió el suelo y tocó el hombro de la chica. 

Ya empezamos... ¿Qué no te pasará este año, Williams?

Aengus también se había asomado, preocupado, pero al ver a Rider permaneció en un segundo plano. ¡Ojalá fuera como él! Era atractivo y simpático. Seguro que sería fácil encandilar a Anwen de aquel modo.

Sin dirigir ni una mirada más a Rider, pero con la convicción de que había ganado aquella batalla por Anwen, se dirigió al compartimento de Slytherin junto a los dos hermanos. Como Anwen no parecía estar por la labor de hablar en demasía, prefirió mantener la postura seria, callada y chulesca.

Si había algún estudiante entorpeciendo su camino aunque fuera levemente, él continuaba como si no hubiera obstáculo. Su físico le permitía apartar a los demás sin problemas. Y nadie se le quejaba. ¡Pobrecito aquel que osase!

Finalmente llegaron y Roy sostuvo la puerta con caballerosidad para que Anwen entrara:

- Tú primero. Como siempre.- Como siempre que yo quiera.

Dentro estaban ya bastantes de los Slytherin. Al fondo Marcus, solitario y callado, guardándole el sitio a Roy. Un poco más adelante Stana, que leía una revista mientras otras chicas de sexto charlaban a su lado. En los primeros asientos Williams Scott charlaba de forma amistosa con Lilian Salvatore. 

- ¡Oye!- comentó algo indignada por la broma sobre la ayudante de la ayudante.- ¡Que yo puedo llegar a trabajar muy bien! ¡Serás cretino!

Obviamente no se lo había tomado a mal. Ciertamente era imposible enfadarse con Williams. Sería un Slytherin. Pero era de aquellos que no necesitaba ser seco y cruel para tener su encanto.

Justo en aquellos momentos la puerta se abría de nuevo. Roy la sostuvo para que Anwen pasara la primera. Lilian la señaló para que Williams se percatara. Lo cierto es que la envidiaba un poco. Compartían habitación y sabía que Anwen estaba brillante hasta recién levantada. En más de una ocasión, Lilian se había despertado de las primeras para descubrir el truco, pero no lo había encontrado. Anwen Rhys siempre presentaba un aspecto fabuloso.

Mientras Kegan se colocaba bien para empezar el viaje, Max no paraba quieto. Que si música, que si iba a ser genial... quizás fue buscando la radio cuando tocó al botón equivocado. De inmediato un nube de polvo oscuro se estampó contra su cara con fuerza. 

Ante aquel hecho Meredith no pudo evitar estallar en carcajadas. ¡Había sido digno de ver!

- ¡Mírate! ¡Qué pintas! Eso no se te quitará ni con tres duchas.

Me rescosté en el asiento con el brazo aún sobre Jeremy, disfrutando de su desconcierto ante Beth. Poca gente entendía a Beth, el porqué de cómo era y él cómo vestía, y todos querían ponerle etiquetas y razones que se alejaban mucho de la realidad.

Fue entonces cuáno escuché el barullo del pasillo y la voz del prefecto de Gryffindor hablando con vilma. Más que hablando, preguntándole si estaba bien. Puse los ojos en blanco dejándo caer la cabeza hacia atrás. ¿Tan pronto iba a empezar? ¿No podían darle ni un día de respiro? Cualquier diría que ya se nos consideraba adultos oficialmente en la comunidad mágica, con el panorama presentado...¿O era una de esas aparatosas meteduras de pata suyas?

- ¿Vamos a salir a ver qué ha pasado, o nos quedamos en nuestra pequeña burbuja pretendiendo que el colegio aún no ha empezado y que este año puede ser distinto? - les pregunté a mis acompañantes. - O mandamos a nuestro nuevo espía a que eche un vistazo. - dije sacudiendo de manera amistosa a Jeremy.

-Seguro que debes estar muy contento de que haya dejado a Alex con la palabra en la boca. No es que le venga mal una cura de humildad al Gryffindor, pero a ti tampoco, y si no tuviera que guardar las formas...- Anwen estaba aún un poco molesta. No le parecía bien la actitud de Roy Kennings en general. Ella, aunque fría, era siempre educada. Pero aún sin parecerle bien, tenía algo atractivo ese rollo chulesco.

- Y como siempre, eres todo un caballero, Roy.- Respondió Anwen con un deje irónico en la voz. Aún con todo le obsequió con una leve sonrisa.- Un placer verte de nuevo, hablamos cuando me acomode y salude al resto de compañeros.- Añadió mientras observaba el compartimento en busca da caras conocidas.- Aled, haz el favor de ayudarme con mis cosas.

Mientras dejaba que su hermano guardara el equipaje de ambos, Anwen se dirigió hacía Lillian y Williams y se sentó junto a ellos con un movimiento que parecía casi estudiado. Ya había coincidido con los dos durante las vacaciones pero seguían siendo de las personas que más en consideración tenía de Slytherin- Hola Williams. Hola Lillian. Espero no interrumpir ¿Qué tal el verano?

Al principio me asusté cuando aquella nube estalló en mi cara pero al ver mi cara en uno de los espejos mis carcajadas se sumaron a las de Meredith.

-Mira que graciosa la Roja, ven aquí. -me puse medio en pie para ocupar la parte de atrás del coche para restregar mi cara contra la de ella. -Ala, ahora estás más guapa. -me volví a sentar aún riéndome y miré a Kegan de reojo. -¿Qué? ¿Arrancamos o también quieres ser del clan de Los Oscuros? -estaba de un buen humor inmejorable. 

Vaya, Beth volvía a la seriedad inusitada con ella. Diría que era imposible seguirle el ritmo pero cada año pasaba lo mismo, siempre reservada a excepción de alguna extraña ocasión en que conseguía hablar con ella como una persona normal. A Eileen le caía bien y consideraba que no tenían una mala relación, incluso la consideraba amiga suya pero más por compartir habitación sin ser Cosette que porque la chica le hubiera demostrado una verdadera amistad.

Tampoco le dio mayor importancia hasta que vio la mirada fija de su hermano en Beth y pensó lo que no era, provocando que chasqueara los dedos ante su cara para atraer su atención.

- Deja de mirarla así, ¿me oyes? Como vuelva a repetirse algo como lo de la revista la bronca de mamá te va a saber a poco... - por suerte para Jeremy su atención, al igual que la de Emily, se vio distraída por el barullo exterior aunque su gesto fue exactamente el mismo que el de su amiga al escuchar el nombre de Vilma. ¡Ahí estaba! Seguro que la había estado buscando -. Yo paso, en serio - se hundió un poco más en el asiento. No quería ni pensar en lo que le diría la hufflepuff tras las noticias que llevaban inundando la portada de El Profeta desde hacía dos semanas -. ¿Jeremy? - le dirigió una mirada inquisitiva a su hermano. No iba a obligarlo a hacer algo que no quisiera aunque quizás, con un poco de suerte, aquello le permitiría conocer a alguien de su edad y además les informaría de lo sucedido. Esperaba que no se pasara el curso pegado a ella...

El niño pareció molestarse por el comentario de su hermana. Ahí estaba, siempre igual. 

- ¡Eh! No estaba mirando eso...- intentó defenderse mientras Beth le miraba, interesada. No entendía muy bien de qué estaban hablando pero desde luego ella estaba involucrada. Finalmente Jeremy se levantó.- Ya voy...cualquier cosa mejor que ser sacudido y encima avergonzado por una simple revista... tenía que haberla escondido mejor... además, fue culpa de Peter...

Mientras rezongaba se marchó por el pasillo. Lo cierto es que una vez cerró la puerta se sintió algo temeroso. Estaba desprotegido de su hermana. ¿Qué ocurriría? 

Beth decidió ir a buscar a la señora del carrito. Tenía hambre y seguro que tardaría en llegar hasta allí.

Kegan terminó de asegurar el equipaje… cualquiera le encargaba a alguno de esos dos. Luego se montó en el coche, se abrochó el cinturón, pulsó el botón para hacer invisible el coche cuando vio que nadie se fijaba en ellos y…

Toda la cara de Max estaba negra… a pesar del estrés que tenía por la situación, no pudo evitar comenzar a reírse.

- Mejor siéntate y déjate de toquetear todo anda, no vayas a liarla más tocando lo que no hay que tocar.

Le dijo a Max entre risas.

Tras ello arrancó el coche sin problemas y comenzó a volar con él, era fácil e incluso le gustaba pero… ¿Dónde estaba el tren?