- ¡Troy! -  grito con fuerza en medio de aquella visión mientras la oscuridad volvía a emerger en mi interior, al igual que en el lago, todo en mi cambió y sería capaz de hacer cualquier cosa con tal de que nada le suceda. - Debo ir a donde está. - expreso al regresar. - Vamos Directora. -  afirmo al sacar la varita, visiblemente nerviosa. 

Sólo esperaba que aquello no haya sucedido para evitarlo. Y mientras espero algún movimiento por parte de la Abuela de Adrien, me preparo para lo peor. 

Katelynn estaba esperando inquieta la reacción de Marien pero no esperaba que la leona corriera sin esperar más por el despecho y empezara a bajar escaleras sin mirar atrás...

Mientras corría sentía de alguna manera como si Adrien siguiera a su lado... parecía que aquel olor a lavanda seguía en su nariz, y con él... la sonrisa tenue de aquel muchacho...

Acompañada por Adrien desde un lugar más profundo, como si de un lazo eterno se tratase, abandono el Despacho de la Directora a toda prisa. Quería salvar a mi amigo, siendo consciente de que al ponerse en peligro toda la oscuridad que habitaba en mi ser, surgía como el agua de un cántaro. No importaba, su vida era lo que valía la pena. 

Despacho de Katelynn Swann

Poco a poco ibais llegando al despacho en el quinto tercio de la torre del ala norte, junto a la torre de Astronomía. Los peldaños se hacían cada vez más cansados y vuestra respiración se notaba más... pero más que el ruido de vuestra respiración se notaba una fuerte discursión que llegaba hasta a vosotros desde el siguiente descanso de las escaleras... un alboroto y riña que estaba muy afín a aquel revuelo causado por todo lo del comedor,.

Al llegar al último descanso de la escalera escucho algo de jaleo arriba, por lo que decido detener mi marcha unos segundos.

Parece que llegamos tarde. Marty, tenemos que aprovechar nuestra ventaja numérica, yo defiendo y tu atacas. - le susurro a mi compañera mientras me apresto a combatir. - Intenta paralizar a nuestro enemigo.

Dicho esto, intento colarme en el despacho de la directora sin hacer mucho ruido.

Ya empezaba a estar sin aliento. Por muy buena forma física que se tenga, los escalones son mortales, y el no parar más aún. Me acordaba mucho de mi casa muggle y el gran sofá donde podía estar tranquila durmiendo. En Howgarts apenas tuve un día tranquilo en lo que llevamos de curso.

-Uuuupsss.. una bronca. Esto sí que no me lo esperaba -susurré a Arty -. A ver qué dicen..

Parece que era mejor que no nos viesen allí, así que agudicé el oído a la vez que tanteaba mi varita, cosa que en los momentos tensos siempre me tranquilizaba.

Marty silenciosa se ocultó tras unas largas y opacas cortinas de bisón granate, tan tersas que el sonido a penas llegaba allí, pero al menos estaba oculta... Artemis intentó ocultarse tras una armadura, mientras escuchaba la voz de una mujer hablar Su voz parecía entonar un tipo de mofa a la vez que se hacía la débil.- No me digas que vas a pararme... pero si estoy indefensa... soy más pequeña que tú... no me hagas daño Lex...

La voz de la chica cesó con una carcajada muerta y sin previo aviso lanzó un hechizo.- ¡¡¡ EXPELLIARMUS !!! .- A la misma vez que la chica lanzaba una cinta azulada por su varita, la armadura de Artemis caía al suelo en un gran extruendo. Lex aprovechó para zafarse por los pelos del impacto mientras que la bruja maldecía y enarbolaba ahora su varita contra la armadura y Artemis y decía a gritos.- ¿Intentas desconcentrarme niñato... ? Nadie juega sucio contra un Hadley... nadie...

No estás en tus cabales, recuerda tu juramento auror. "Et Lux in Tenebris Lucet", Soy la luz que brilla en las tinieblas, aquel que protege al inocente del poder oscuro.

¿Acaso esas palabras no significan nada para ti? Líberate de las ataduras que oprimen tu voluntad. - digo mientras apunto con mi varita a la hermana de Marcus.

No quiero luchar contigo, pero lo haré si me obligas. Vamos se razonable. - digo intentando atraer su atención lo más posible, mientras intento hacer que le de la espalda a Marty.

Déjame ayudarte a romper el encantamiento que te ata. Finite Incantatem.

Era una locura todo. Conseguí ocultarme tras las cortinas y en la sala no me vieron, pero Artemis quedó expuesto y desvió la atención hacia él.

Con mi varita firmemente asida apunté lo posible, y con la decisión y la prisa de la urgencia hice que la magia surgiese de ella para causar todo el impacto de que en ese momento fui capaz..

-¡¡INMOVILUS!! -y tras ello, jadeando casi sin aliento, miré a mi alrededor para ver qué había causado, y comprobar que Arty seguía bien.

Mientras Artemis hablaba aquella chica sólo podía mofarse de su forma de hablar.- ¿Sabes... ? Pareces mi padre...

Artemis estaba seguro de lo que iba a hacer, y aunque no había nunca practicado aquel hechizo lo intentó. El conjuro era correcto y una luz blanca brotaba de su varita que regía intentaba llegar hasta su adversario, pero al llegar a medio camino la luz se disolvía...

Natasha, se rió y saludo como una autentica niña pequeña.

Saludó alegro mientras veía que nada pasaba y luego sus ojos se volvieron duros y su mirada demostraba la más fervientes de las iras.

Limpió sus dientes con su lengua y dijo.- Te voy a enseñar a dejar de hacerte el maduro, pequeñin.

Y sin enarbolar su varita, ni un hechizo, sólo sus manos apretando las uñas, como una tigresa se lanzó con furia y velocidad sobre Artemis.

Estaba apunto de llegar hasta a él, cuando la mano de Lex, asió a su propia hermana por el cuello, apretando su gaznate, y frenando en seco su movimiento rapaz. Natasha balbuceaba, mientras hincaba las uñas sobre las manos de su hermano, y este con la mirada vacía como el que no quiere mirar decía.- No voy a dejar que sigas Natasha... No me hagas seguir...

Entonces una voz llegó desde algún recodo del pasillo inundando el ambiente como una vibración.- ¡¡¡ Inmovilus !!! -. Una misma voz que obligo al tiempo a detenerse para que aquellos que se enfrentaban no siguieran su lucha. Lex cogía a su hermana por el cuello como una batalla tallada en piedra, a penas unos pasos, Artemis, aún mantenía la expresión de sorpresa por el ataque de la pelirroja, mientras permanecía encorvado hacía atrás como si perteneciese a la misma estatua, y representase la huida.

Todo estaba parado... ellos tres seguían respirando, pero sin moverse...

Me quedo observando la escena completamente paralizado sabiendo que el tiempo me juega en contra, luego ddirijo mi vista hacia Marty suplicante para que me libere de su hechizo y así poder sacar de allí a Adrien antes de que los mortífagos le echen el guante.

Vamos Marty libérame, tenemos que que salir de aquí antes de que Natasha se libere... - pienso mientras intento moverme sin ningun resultado.

Dirijo mi varita a Artemis, para volver a hacer que se mueva. Se me fue el poder de las manos, y congelé a todos en la habitación.. ¡Jamás había logrado algo así! ¡Eso tenía que contarlo! Siempre que sobreviviésemos, claro. 

-¡Finite Artemis! - ahora esperaba no fallar en este contrahechizo dirigido. Para nada quería descongelar a los demás, que bastantes problemas teníamos.

Marty estaba estupefacta... aquel hechizo lo había leído en algunos libros, pero aún no había llegado a verlo en clase de encantamientos, pero al parecer estaba hecha para aquello... Pues surgió fácil... Demasiado fácil pues no sólo congelo lo que había a su lado, sino todo lo que había en el recoveco de las escaleras...

Necesitaba la ayuda de Artemis... Y estaba algo nerviosa. No sabía si el contrahechizo era exacto, o si lo lograría... Casi cerró los ojos y dijo mirando al frente indicando a Artemis.- Finite Artemis... - No hacía falta el nombre del chico pero a pesar de ello aquellas chispas que explotaban como burbujas tocadas por algo invisible junto a Artemis, lo dejaron de nuevo libre... Aunque no  del todo, pues aún tenía las piernas algo rígidas... y mientras comenzaba a andar, parecía un muñeco sin articular, pendulando su cadera para poder avanzar... mientras que los dos magos más adultos seguía parados, y los miraban sin parar...

El chico nervioso, la chica furiosa....