Partida Rol por web

Al observar a Maren, no puedo evitar sonreír, mientras atizo un poco el carbón. 

Así que continuaron la fiesta en el baño ¿Eh? Hubieran invitado. - digo con una sonrisa.

¿Alguien desea Malvaviscos? o Prefieren un juego rápido decartas mientras hablamos de las vacaciones. - sugiero con una sonrisa. - Por cierto Maren, linda pijama, te queda muy bien y se ve abrigadora.

Y mientras me acomodaba en el sofá, escucho a Artemis y no puedo evitar fruncir el ceño. -Lo siento, no estabas invitado. Yo no la organicé y lo que se habló allí es privado. - no quería sonar muy borde pero me costaba confiar aún en aquel chico. 

Cierto es que había tenido una linda actitud conmigo, solo que aún no sentía esa lealtad que comparto con Troy o Marty. El año pasado tuvimos que sobrevivir solos y tenernos el uno al otro ayudó mucho. Mi confianza era ciega con ellos pero no se había forjado tan rápido. 

- No sé lo que es un malvavisco. - confieso de forma sincera. Era alemana y esas cosas no se comían allí. 

Es una golosina muggle, sírvete si gustas y disculpa la intromisión, creo que mejor los dejo solos. Por cierto, saben mejor si los pones al fuego. - contesto algo desanimado por la respuesta de Maren mientras me pongo de pie y me aparto del grupo para darles algo de privacidad.

Los veo mañana en clase, pueden acabarse la bolsa si gustan, mañana le escribo a mi madre para que me envíe otra. Que descansen. - agrego mientras me despido con la mano.
 

Esperó, tumbado en el sofá, a que Maren volviera a aparecer. Se había tomado su tiempo pero Troy lo agradeció. Había pasado ese rato en silencio, con los ojos entrecerrados y a veces haciendo alguna que otra negación con la cabeza. Nada. No se le ocurría nada útil. 

Hasta que Maren regresó y le hizo hueco a su lado, pasando el brazo por sus hombros y dejando que su mejor amiga se apoyara en él, como era normal en ellos desde siempre. Aguantó una risa por el pijama pero aceptó la advertencia de la chica y lo único que hizo fue apretar más los labios para no soltar lo que se le venía a la cabeza. Después, apoyando a Maren, escuchó en silencio. 

Artemis intentó sacarle información, solo que era obvio que no iba a conseguirlo. Por muchos piropos sobre ese pijama tan... infantil, que le hiciera. Y como era de esperar, Maren fue directa y Troy no le llevó la contraria. Finalmente su compañero de cuarto decidió marcharse a su habitación.

- Buenas noches.- le dijo.

A continuación se colocó algo mejor para tener mejor perspectiva de Maren y Marty y, bastante más serio de lo que acostumbraba, respondió sobre eso de volar por el castillo:

- Yo no he sido, ¡de verdad! O alguien me la está jugando o simplemente mi fama me precede. 

Acurrucada sobre Troy, despido a Artemis. - Buenas Noches. - el tono era normal pero en el fondo sabía lo brusca que había sido al responderle anteriormente. Es lo que tenía, no lo conocía y por ello, aquel halo de desconfianza se había implantado en mi. 

Algo que Troy tal vez notó y no le puso pegas a mi comentario,  simplemente optó por despedirse del chico. Y mientras lo contemplaba retirarse, acerco a mis amigos para iniciar una conversación privada. 

Aún quedaba hablar sobre lo importante de aquella reunión. Eso si, antes le dedico una mirada perpleja a Troy desde la cercanía que estaba. - Si no has sido tu... ¿Entonces quien? Ya me parecía que si hacías una trastada de ese estilo, me invitarías. - respondo a su comentario dedicándole una sonrisa y luego con mi mano aprieto su nariz para molestarlo un rato. Al soltarlo inicio la conversación privada. 

Camino a mi habitación me  mantengo alerta por si aparece el prefecto.

Ahora mas acurrucada a Troy y Marty estando mas cerca, intento poner al dia a mis amigos sobre lo acontecido en aquella reunión. - Cuando fui a saludar a Adrien en el comedor, él mismo nos citó en los Baños del segundo piso junto con los Ravenclaw y la Prefecta de esa casa. A Troy pude decírselo antes de ir hacia ese lugar pero no llegué a contártelo a ti, Marty. - explico claramente como inició todo esto de la reunión y quienes estaban allí. 

- El tema es que nos citaron para reclutarnos, alguien de la Orden porque al parecer Voldemort puede regresar...  Quiere que iniciemos, ese grupo que citaron: kerry, Anne, Marcus, Tim, Agustín, Adrien y yo...  Que investigue sobre ello. El problema es que dejan a Slytherin afuera y no sé si están incluidos uds. Lo de las serpientes, lo dictaminó alguien de la Orden. - sigo contando mientras les dedico una mirada a cada uno y prosigo. 

- Yo me opuse, dando mis razones de porqué confiar en Kerry que me petrifico y no en los Slytherin, que en mi caso Lavinia me protegió a costa de su vida para que no me suceda nada. También hablé de Nathan y James, que ayudaron el año pasado. - bajo la mirada un tanto ofuscada por recordar lo sucedido y continuó. 

- Eso desató una ola de discusiones, entre Anne y yo. Ella diciendo que por estar mi novio en Slytherin me pongo caprichosa. Yo le dije que no debería estar al igual que Kerry porque uno me petrifico y ella no hizo nada por el resto. - había sido muy cruel pero bueno, me fastidiaba todo aquello mucho. 

- El tema es que Adrien recibió la maldición Crucio estando en la panza de su mamá y ahora le está afectando en su cuerpo. Por favor, no le digan nada porque no estuvieron allí y debe morir aquí el secreto... Solo los que estuvimos presentes, lo sabemos y la intención es ayudar para liberarlo de eso pero sin tener compasión de él. No sé si me entienden... - comento ya reflejando en mi rostro mucha preocupación, nervios y miedo. Hablar de Adrien me movilizaba mucho y no podía evitarlo. Era un remolino de sentimientos encontrados. 

-Tenemos que investigar por nuestra cuenta, no nos puede pasar como el año pasado que cuando quisimos darnos cuenta, ya el desastre estaba hecho. Solo que tendremos que hacerlo sin que nadie lo sepa... Quizás hablar con Lavinia y Nathan... ¿Que opinan? -  pregunto a mis amigos mientras unas lágrimas surcaban mis mejillas,  había más detrás pero estaba obligada a callar. Tan solo abracé a Troy y en el más profundo de mis silencios, allí estaba Adrien y todo lo que ello implicaba. 

Pasmada, asisto a un cambio de guión para el que apenas me había preparado. Hasta ahora casi todo fueron risas y vagabundeo por el castillo, pero las palabras de Maren tornaron todo en algo más oscuro y serio.

Voldemort... de nuevo esa palabra maldita se convertía en una amenaza para todos.

-Tranquila, Maren. Gracias por confiar en nosotros, me quedo más tranquila sabiendo qué ocurre, aunque no entiendo por qué no se nos citó a Troy y a mí -le dije, acercándome más a ella y tomándole la mano-. Por mi parte el secreto está a salvo. De lo que cuentas.. Tienes razón. No todos los Slytherin son malos, ni todos los demás buenos. Ya se demostró el año pasado. Hiciste muy bien en defenderlos, sí. Lavi.. yo confiaría en ella sin dudar. Nathan el año pasado demostró también ser muy caval. Por mi parte, cuenta conmigo para esa investigación "al margen". Ayudaré en lo que pueda.

Cuando llegaste al cuarto de los chicos. Aaron dormía a pierna suelta... Parecía que no esperaba mucho de vosotros en una sola noche.

Mañana será. Mejor me acuesto, no quiero llegar tarde a clase. - pienso mientras me dirijo a mi cama.

Vaya noche. Espero que mañana me vaya mejor que hoy. Aunque aún no sé que hice para enfadar a Maren. - digo en voz baja mientras me meto en la cama y acomodo mi llibro de Julio Verne en la mesa de noche.

Me levanto temprano, cojo un pedazo de pergamino y comienzo a escribir algo en él, luego salgo de la habitación a buscar a Aaron.

Increíblemente me levanto temprano, a pesar de no contar con la inestimable ayuda de mis muchos despertadores mágicos y muggles, y los cariñosos almohadazos de mis compañeras de cuarto para que los apague de una maldita vez cuando suenan.

Medio zombie me visto, viendo que Maren aún duerme, y bajo a la sala común de Gryffindor a esperar a que se despierte.

-¡Buenos días! -digo intentando reprimir un bostezo, a Artemis. Se va del cuarto, y me quedo allí. Maren seguro que no tarda en bajar, y podemos ir juntas a buscar a Lavinia, si le parece bien. Mientras espero, leo un libro.

En la sala común ya se preparaban algunos alumnos para ir a desayunar... entre ellos Aaron. Aún colocándose la camiseta y bostezando mientras bajaba las escaleras.

El sueño era una de sus etapas favoritas del día... Al llegar a la zona común saludo tapando su boca con una mano para un segundo bostezo y dijo.- Buenos días leones... Hogwarts nos espera...

No sabía como pero finalmente estaba durmiendo en mi cama y al despertar, mi mente inicia el proceso de confusión que había evitado tener antes de acostarme. 

Los recuerdos de ayer continuaban generando un efecto bastante lindo en mi, pero no podía evitar preocuparme. Y para esas cosas no era muy buena, odiaba pensar tanto y con más razón sobre ciertas cuestiones. 

Por esa razón a regañadientes salgo de la cama para ponerme el uniforme: medias negras,  la falda corta, camisa fuera con la corbata anudada, mas suelta de como debería ir y el suéter de Gryffindor. El cabello una coleta, nada muy elaborado y prolijo. 

Ya lista bajo las escaleras con el morral cruzando mi pecho. Estaba muy dormida y se me notaba. - Hola a todos. - saludo en general mientras caigo en el sillón asi esperaba a Troy y porqué no, dormir una pequeña siesta si mi amiga no se molestaba. 

A pesar de lo ocurrido la noche anterior, Troy había dormido del tirón. Aquella cama le encantaba y además no tenía que aguantar las risas de Agnes con sus amigas en la habitación de al lado ni a Violet escuchando música hasta de madrugada. Hogwarts era el mejor lugar para dormir también.

Amaneció al día siguiente y se vistió con el uniforme de Gryffindor, dejando un poco flojo el nudo de la corbata. Aquella prenda era la única que le molestaba de todo lo que tenía que ponerse allí. Y es que siempre le había dado la sensación de que aquel nudo le aprisionaba demasiado, impidiéndole incluso comer tanto como solía. Como siempre, pasó de peinarse, una tarea demasiado aburrida y absurda, porque sabía que a la mínima Maren le revolvería el pelo. Cogió su mochila, se guardó la varita y bajó enérgicamente las escaleras para encontrarse con sus amigos.

Y en efecto allí estaban. Artemis, Maren y Marty habían sido los más madrugadores y él, como siempre, el último. Les sonrió a todos. A pesar de lo que les había contado Maren la noche anterior, Troy no estaba enfadado ni molesto. Y, de hecho, si necesitaran su ayuda, aportaría todo lo necesario. Su relación con Nathan al parecer traía ciertas consecuencias. 

La gente no aprende. Fue precisamente esta amistad la que les salvó a todos...

- ¡Buenos días! ¡Hora de desayunar! ¡Estoy hambriento!

Marty y Maren siempre se arreglaban bastante. Con sus trenzas, sus peinados elaborados, su ropa planchada que tan bien les quedaba. Desprendían elegancia y saber estar aún sin proponérselo. Vamos, lo contrario que él en cierto modo. A la primera de cambio se colocaría una gorra hacia atrás en la cabeza y una buena sudadera. Y, por supuesto, se quitaría aquella corbata.

- Vamos, dormilona.

Tiró de Maren para levantarla, siempre con una sonrisa. Porque así era Troy. Con o sin dificultades, contando con él o no, siempre tendría una sonrisa y buenas intenciones para sus amigos.

- ¿Cuál es la primera clase del día?- y miró entonces a Aaron- Por cierto, nos debes un par de cosas.

Aaron estaba en la puerta, esperando que la mayoría bajara... y al parecer los chicos de segundo ya estaban en pie. Al verlos esbozó una sonrisa y pensó en la apuesta del día anterior.- Buenas...

Se centro en Troy y dijo.- La primera de segundo suele ser Herbología... como en primero... Y sobre lo otro, ¿Tan pronto...?

- Voy... - expreso tras dar un respingo al sentir como me levantaba por el tirón de Troy. - Hey, tu nunca un saludo bonito con un beso en la mejilla. ¿Verdad?  - inicio la broma mientras rodeo con mi brazo a mi amigo y lo saludo como corresponde. Eso si, con un beso ruidoso a propósito. - Muackkkk...  Así, ves que simple. Por cierto, ya podria quitar el colegio estas malditas corbatas. - hago alusión a esa prenda detestable, que al parecer Troy la llevaba más suelta como yo. 

- Oh no clases... Tu te sientas conmigo y atrás del todo. - sugiero al leon con una sonrisa. - Porque si me duermo, tendrás la "sutileza" de despertarme. Solo espero que no tengamos historia de la magia ahora, mis ronquidos los escuchará hasta el calamar gigante. Jajaja. - es lo que tenía Troy, ese efecto de alegría permanente en mi y por eso, las confusiones habían quedado suspendidas en algún rincón de mi mente. 

- Vamos amiga, es hora de salir. - invito a Marty mientras sigo pegada al brazo de Troy.  Doy un suspiro al saber que era Herbologia. - Mejor...  Menos aburrido. Aarón... ¿Nos imaginas con Troy siendo prefectos? - ya de tan solo terminar la pregunta suelto una carcajada,  escondiendo mi rostro en el hombro de mi amigo. Seríamos un desastre, aunque no es un imposible. 

Al no ver a Aaron en los dormitorios, decido regresar a mi habitación a ponerme el uniforme.

El vestirme adecuadamente no me toma mucho tiempo, a penas unos 5 minutos, 2 de los cuales dedico de forma exclusiva al nudo de la corbata, me encantaba hacerlo a la antigua.

Luego bajo a la sala común donde veo a Aaron dando horarios de clase y algunas indicaciones importantes, así que decido aprovechar la oportunidad para acercarme a él.

Una vez frente a Aaron, lo miro a los ojos y le ofrezco el trozo de pergamino donde había escrito el acrónimo, al tiempo que digo: "Plataforma Élfica de Defensa del Derecho Obrero".

Luego me reúno con mis compañeros y los saludo con una sonrisa.

Buenos días chicos ¿Vamos a desayunar? Muero de ganas de probar unos panqueques con miel de maple.

Aaron sonrió ante el comentario de Maren y le dijo.- ¿Cuánta gente hubiera dicho hace unos años que el benjamín de los Patcher lo sería?.

Pero la sonrisa se centró ahora en Artemis y Troy que parecían victoriosos. Se cruzó de brazos y dijo mirando hacía una esquina y con actitud de recuerdo.- Bien... la mitad del tiempo y la mitad de la información... Ya sólo falta de quién...