Partida Rol por web

Ayaka deja de lloriquear después de asentir a la idea de su padre. Tendrían que enterrar juntos sus teléfonos. Finalmente se pone en pie y se despide de ambos con un beso en la mejilla. Tenía que dormir mucho aquella noche... Mañana debía tener la piel perfecta. Y ni siquiera había visto todavía su uniforme... aunque sí había visto alguno de los estudiantes del Seinen llevándolo puesto...

Tras llegar a su cuarto, preparar la mochila, ponerse el pijama, cepillar su cabello 100 veces, limpiar su piel, ponerse cremas y mascarillas y pintarse las uñas... finalmente abre la caja del uniforme para dejarlo bien colocado para mañana.

Abres la caja y comienzas a sacar los bollos de papel que hay por encima para que lo que se encuentra dentro no se estropee y poco a poco, vas dejando a la vista el uniforme del nuevo instituto. Lo primero que vez es el polo blanco con el escudo verde sobre el corazón, para después, sacar el jersey verde con el escudo, con el cuello en escote en "V".

Hasta ahora todo correcto...

Hasta que llegas a la última bolsa...

Algo gris... un... pantalón... gris con escudo verde sobre la cintura...

También una nota:

Cita:

Ayaka mira la bolsa. La cierra de nuevo, cierra los ojos y cuenta hasta veinte.

Esto debe ser una broma, seguro... Ahora cuando abra de nuevo los ojos, seguro que me encuentro con la bonita falda del Seinen y sus medias...

Respira hondo un par de veces y abre los ojos de nuevo. Y allí seguía estando.

Un grito de lo más agudo y escandaloso, usando toda la potencia de voz que reserva siempre para el grupo, escapa de sus labios.

¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!

¡MAMAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!

Ahora sí empieza a llorar desconsoladamente, levantando el horrible pantalón masculino delante de su cara. ¿Qué iba a hacer ahora? ¿Empezar en un instituto nuevo, a medio curso, lleno de estudiantes de buena família, con el uniforme de chico? Ahora sí que estaba acabada. No... mejor. Se quedaría en casa, encerrada en su cuarto hasta que los inútiles del instituto corrigieran su error. Sí... eso haría.

Cuando escuché gritar "mamá" no pude más que negar con la cabeza y subir corriendo a verla. En el momento que llegué a su habitación, pude darme cuenta de por qué estaba de esa manera... un uniforme de chico...

Me acerco hasta la cama y cojo la nota que había por allí tirada y la leo...

Bueno... ha sido un error... la han confundido con un chico... eso puede pasar...

Cariño. Le dije mientras me colocaba a su lado y le acariciaba el pelo. No te preocupes. Esto se solucionará mañana mismo. Mira, tu mañana vas con este uniforme, pero ni bien entras, seguro que te darán uno nuevo de chica guapa... que eres una niña guapa... mi niña guapa... ¿vale?

Le sequé las lágrimas con el dorso de mi mano y le volví a sonreír.

Vamos, peque, vamos. Ahora duerme, que mañana será un largo día. Todo se arreglara, te lo prometo.

Ayaka está a punto de ceder... pero al volver la vista atrás, y ver la bola de tela gris en la que se ha convertido el pantalón, vuelve a llorar desconsolada.

¡Que nooooooooooo! ¡No puedo ir así al instiiiiiiiiiiiiiiiiii! ¿Y si me ve alguieeeeeeen? ¿Y si no tienen faldas? ¿eh? ¿Qué hago entonces?

Mira a su madre con cara de auténtico pánico. Y finalmente se esconde dentro de su cama, tapándose la cabeza con las mantas.

¡No voy a ir! -Se escucha desde debajo de estas.

Tanteé por encima de las mantas hasta llegar a su cabeza y comencé a darle un par de palmadas de ánimo mientras intentaba contener la risa por la situación en la que estaba metida mi niña querida.

Ayaka, cielo... Le dije cómplice. Mira, mañana tu padre te llevará al instituto pero después, al regresar iré yo y si esto no está solucionado, hablaré con el director para que todo se solucione ese mismo día. Y si no tienen faldas, yo misma te compraré una que te guste mañana por la tarde. ¿Qué te parece?

Pensé un poco más que decirle, pero la verdad, no tenía muchas ideas para darle más animos... tal vez si utilizo la pena... a ver...

Pero cielo, además, tienes que pensar que el Presidente de la Compañia de tus padres es el que ha intercedido para que te admitan... si no vas el primer día... ¿qué diremos cuando nos pregunten en el trabajo? ¿Sabes lo mal que quedarían tus padres si se enteran que su hija no ha ido el primer día a clase por un error sin importancia? ¿No lo harías por tus padres que te quieren con locura?

Ahí, ahí. Directo al corazoncito.

Ni un atisbo de movimiento. Ni un solo sonido. Al menos durante los primeros dos minutos. Finalmente Ayaka sale de entre las mantas, con cara furiosa.

¡Mamá! ¡No es justo!

Grita enfadada.

¡Aquí la víctima soy yo! ¡Soy yo quien tendrá que ir con un pantalón de chico en mi primer día de instituto! ¡Y el Seinan no es un instituto cualquiera! ¿Sabes lo importante que es la reputación de una estrella? ¿Te imaginas que en un futuro, cuando sea famosa, alguien entreviste a mis compañeros del Seinan? "Sí, Ayaka Konami... era una chica muy rara. Vestía con ropa de chico... una horterada..." ¡Eso sería el fin de tu pobre niñita!

Frunce el ceño, decidida a intimidar... pero de todas las expresiones que dominaba a la perfección, esa todavía se resistía...

Pues cariño... haz lo que quieras. Le dije con algo de resignación en la voz. Sabes que nosotros haremos siempre lo mejor para ti. Si no quieres ir al instituto, vale, no vayas. Si tu padre y yo tenemos que mentirle a nuestro Presidente, al hombre que nos paga el sueldo desde hace años, al que ha conseguido que entres al mejor instituto...

Carraspeo.

Por que no sé si sabes, que de ese instituto han salido las mejores estrellas y las más famosas celebridades del país, ¿no? ¿Quieres faltar el primer día dónde debes elegir las mejores clases con los mejores profesores? Creo que, si mal no recuerdo, una de las clases de teatro están impartidas por Cho Nakazawa, el mejor director teatral de todo Japón... ¿no querrías que él mejor te de clases? Pero bueno, si no vas puedes contentarte con el otro... ese... ¿cómo se llama? Bueno, ese que filma series de mala muerte que salen a las 3 de la madrugada. Nosotros siempre te apoyaremos, cielo.

La beso en la cabeza y salgo de la habitación abatida.

Que niña... pero bueno, la quiero igual...

Ayaka escucha a su madre y cuando ésta se ha ido, vuelve a tumbarse en la cama de golpe, con fuerza... dándose un cabezazo contra el cabezero por no controlar las distancias.

¡Ai! !Ai, ai, ai...!

Exclama mientras se sujeta la cabeza con ambas manos. Cuando el dolor se pasa un poco, se tumba de lado en su cama, frustrada. ¿Qué debía hacer? No podía perder esa oportunidad... pero... ¿Ropa de chico?

¡Dios! ¿Qué te he hecho yo?

Enciende la luz y desarruga los pantalones grises para volver a mirarlos y remirarlos por todos los ángulos.

Genial... encima son grandes...

Murmura antes de soltar un nuevo suspiro... Estaba claro. Tendría que ir. Ya recuperaría su reputación... ¿no? Además... seguramente tendrían ropa de recambio... sólo tenía que ir media hora antes para que nadie la viera. Nada más.

La claridad del día pasa a la oscuridad de la noche y todo parece ahora un poco más tranquilo.

Ayaka resignada, se queda dormida pensando en que va a suceder mañana...

Primer día de clase...

Primer día del nuevo instituto...

Seguramente, mañana será mejor...