Partida Rol por web

—No hay necesidad de llegar a eso —dijo el doctor, mientras renqueaba apoyándose en su bastón, y portando el maletín en la zurda. Sin soltarlo, lo zarandeo señalando a las mujeres que habían acompañado a Jean Luc en el coche y en combate—. Creo que ellas pueden encargarse de eso, ¿no es así, señoritas? Vengo provisto de lo necesario para practicar una venopunción... 

Después, mirando al individuo atrapado en la prisión, continuó hablando, esta vez en un ruso impecable. 

—...aunque estoy más interesado en lo que sea que tiene que decir el camarada. 

Bueno, exceptuando el lamentable estado de Jean y el corte en mi brazo que no tardaría en recuperarse, parecía que no había nada más que lamentar. Todo había sido demasiado rápido, y la euforia del combate tomaría unos minutos en disiparse de mi sangre.

—Sea lo que sea lo que tengáis que hacer ahora decidirlo rápido —ordené, prácticamente, mientras sacudía el la polvareda de mis pantalones— no creo que sea buena idea quedarnos aquí parados sin más—.

Podría ser que hubiese más tipos acechando entre las sombras, o como bien dijeron civiles en un trayecto corriente por aquella carretera. Sea como fuera, sentía que mi labor ahí había terminado, así que tomé el rumbo hacia mi vehículo con paso firme, y me apoyé en el capó, esperando que tomasen una decisión.

Las ghouls de Jean se acercan a él. Aunque está consciente y es capaz de curarse, Angie lo atiende y le da un poco de su sangre, mientras las soldados corren al frente a desmantelar la valla de madera improvisada.

"Sólo mátenme," dice resignado el prisionero acuático. "No queda nada."

Habla Ingles!! Pienso para mis adentros! Mejor así, no tengo canciones rusas en mi repertorio. Analizo lo que acaba de decir con detenimiento. Que podía llegar a saber de él con esa simple frase? definitivamente estaba desmoralizado. Probablemente también sería inutil perdonarle la vida ya que otros no lo harian si volvía con las manos vacias. Y necesitaba contención en un momento tan desesperanzador.... Sabía exáctamente que podía contenerlo para extraerle información

Comienzo a entonar una canción de cuna. Con dulce y armoniosa voz. Mientras utilizo uno de mis encantamientos de la mente y los sentimientos.

Satisfecho con el trabajo hecho y porque no decirlo, un poco decepcionado con lo blandos que se mostraron nuestro rivales, me acerco tranquilamente al tipo empalado y me pongo a utilizar su camiseta para limpiar de sangre mis dos cuchillos.

Después de guardarlos en mi cinturón de nuevo y arrastrando del pelo a aquel trozo de carne inerte, lo llevo junto al de la prisión de agua y lo tiro a su lado como una bolsa de basura.

- Si queréis puedo empezar a arrancarles los colmillos, aunque habrá que romperles los otros dientes... no he traído las tenazas.

Y al escuchar las prisas de Bree añado

- No pienso hacerlo en mi todo terreno, se mancharía entero y paso.

me volteo hacia mi hermano levantando las cejas esperando su permiso para ponerme manos a la obra con el "interrogatorio"

Sí. Estabas consciente, así que puedes empezar a curarte. 5 puntos en total, anotate los que uses.

Desperté de golpe mi instinto hizo que respondiera atacando, pero pare mis manos al ver que estaba rodeado de las gatas y Angie, ella se ofreció para darme algo de vitae. Tome algo lo justo para no dejarla fuera de juego, sin forzar su salud.

Gracias. Dije a todos dado que no sabía que había pasado tras mi inconsciencia, pero pese a mi aspecto tranquilo, estaba rabioso, quería hacer a alguien daño y parecía que se me ponía en bandeja.

Dejármelo a mí, el bastardo me vendrá bien para recuperarme algo y de paso sacaremos algo de él, aunque con suerte será tan estúpido como para negarse. Expuse mientras mi sangre hacía recuperar algunas heridas.

La agitación y suspenso que venía con el combate, se fue apagando y Eugene bajó su arma, para guardarla en su funda de nuevo poco desíés de darle un vistaso y perderse en algunas de sus memorias antes. Escucha con cuidado a sus compañeros y finalmente decide intervenir; con cuidado y sutileza se para detras de Darla y con su voz aterciopelada y discreta murmura -Pidele que nos consiga un lugar seguro... debe conocer el territorio.- No hacía falta aclarar que con "seguro" implicaba que sus compañeros no sospecharía que los llevó ahí; y de momento se confiaba casi en su totalidad en que Darla tuviera excito en su encantamiento.

Sin esperar más, se gira y mira a su hermano, a Gorski y al señor Jean Luc -No realizaremos nada aquí y ahora, esperemos encontrar un lugar más adelante- mira de reojo a Bree, quien tenía razón en no querer quedarse y agrerga, hablándole a Darla pero sin girarse -también necesitamos que nos diga si debe reportarse con su superior y de ser así, que diga que todo está bien.- Dicho aquello vuelve a ver a Jean Luc -Señor Jean Luc, hizo un buen trabajo, pero necesitaremos que nos cuente exactamente que pasó.- Su actitud era calmada y respetuosa, intentaba guiar su conversación, y la de los demás, a un lado de la manipulación de Darla para obtener esas dos cosas que pidió.

—Creo que podemos aspirar a encontrar un escondrijo más seguro que lo que el hombre que acaba de intentar matarnos pueda ofrecernos, herr Aelker. Debemos movernos, y rápido. El caballero estacado puede continuar el viaje en mi silla, que yo ocuparé el asiento del copiloto; y, si les parece bien —señaló al vampiro retenido por los Tremere— su compañero puede terminar el viaje en nuestro maletero. ¿Crees que los cinturones bastarán para amarrarlo, Breanne...? 

Mientras aguardaba la respuesta de su compañera, cruzó su mirada con la de Jean Luc. Como si le debiera una explicación, dijo: 

—No se ofenda, señor, pero conozco bien las fortalezas y debilidades de su línea, y me temo que la templanza se encuentra entre las segundas...

“¿Templanza?” Era algo que no conocía solo la disciplina, una tan dura que ayudaba a saber convivir con la bestia, pero sería mejor que no jugaran con mi supuesta paciencia. Asistí a las palabras del tal Eugene pero no era lugar para empezar a hablar, ni momento para tener que soportar una especie de interrogatorio.

Me encamine al camión, aún más dolido en mi orgullo que otra cosa. Evite mirar a nadie, mi concentración era requerida por contener la rabia, el deseo de acabar con ese huérfano aún vivo era grande, pero reconocía su valor estratégico, aunque claro la bestia no se preocupaba por esos temas.

Eche un vistazo a Victoria. Angie que vaya en el coche contigo, tendrás que conducir tú. Luego pase de ellas para subir al camión, con alguna muestra aun de dolor. Recosté mi cuerpo en el asiento y apoye mi cabeza. Espere que las chicas estuvieran dispuestas. Limpiar lo ocurrido seria perder el tiempo, dudaba que nadie investigara algo así, en una carretera perdida “Al menos es un lugar sin cámaras” Eso ayudaba a que cualquier investigación se encontrara un camino sin salida.

Mientras Jean Luc volvía al mundo de los ambulantes y todos exponían sus opiniones tácticas, el Huérfano, ahora aplicando para un trabajo de entretenimiento en Mundo Marino, mantenía una fija y embelesada mirada en Darla. Ella conocía esa mirada, al igual que todo usuario de Presencia, o cualquiera con suficientes años (aproximadamente dos o tres) de experiencia en el mundo real. Jarek, probablemente, seguía confundido.

Ooh querido, mira tus ojos. No son los ojos más bonitos que han visto?- Pregunto en general, pero continuo mi charla sin pretenciones de encontrar respuesta- No es acaso una suerte haberte encontrado?. Como es tu nombre querido?

>>No te preocupes por los demás. No dejaré que nadie te dañe mi cielo -Hago señas a Dana para que baje el muro de agua.

>>Dime, como han hecho para encontrarnos? Alguien en particular los mandó hasta aquí? Algún nombre que me permita recordar

>> Me encantan sus uniformes! Acaso son ustedes del este? O los tomaron del pobre cuerpo de algún ganado?

>> Seguro hacer todo esto, con barricadas y uniforme les llevo algún tiempo. Tienen algún lugar seguro en las cercanias donde refugiarse y prepararse para nuestra llegada? Hay más compañeros esperando su retorno?

>>Porque crees que nosotros somos de importancia para quienes buscan nuestra muerte definitiva?

>>Cuantos más saben de nuestro recorrido?

-Necesito que me hagas un favor. Si? Por mi- Pongo mi mejor cara de buena persona- Necesito que me ayudes sa salvar tu vida. Me importas demasiado.-Comienzo a clavar mis ojos en los suyos, debería ser relativamente más fácil ya que su voluntad estaba doblegada- Vamos cariño, mi niño, mi pequeño, dejame entrar, no te resistas.

>>Debes mentir sobre el resultado de tu misión, contarás sobre una batalla sangrienta en la ruta 33, donde tuviste éxito, pero perdiste a todos tus compañeros y saliste mal herido sin posibilidades de alimentarte. Como viste al ejercito que custodia el paso acercarse ante tal escandalo y huiste sin animos de enfrentarte solo a al ganado armado.*

-Vé... prometo volver a verte. Solo mantente vivo y volveré por tí.-Le digo dejando una leve caricia en su rostro.

Por otro lado había prestado suficiente antención a las conversaciones que el grupo mantenía mientras ocupaba mi atención en el interrogatorio. Me dirijo al auto y tomo la chaqueta de Andreas y me acerco a él con la misma.

-Cielo, eres tan... bueno en todo lo que haces?-Sonrio y le doy un tierno beso en la mejilla mientras acercaba su chqueta a su pecho. -Creo que tienes cosas que hablar con Eugene, cuento con ustedes.-Sonrio con complicidad -Voy a tomar la delantera en mi coche y espero verlos en la estación de Este.

-Mr Gosrki. No sé que piensan hacer ustedes, pero sería de utilidad mantener la conversación que dejamos truncada la noche que nos conocimos. En este momento me urge encontrar al resto del equipo que se nos adelantó. Pero si desean que crucemos la frontera y nos sentemos con más tiempo a debatir sobre los peligros del este sería de tremenda satisfacción.-Lo saludo con cordialidad

Subo al auto, lo arranco y dispongo a seguir camino, pero antes paso por al lado de la camioneta de Jean Luc.
-Tranquilo compañero. Eugene trataba de ser operativo y todos hacemos lo mejor que podemos hacer. Nos vemos en el Este.

Me encogí de hombros espectante. Me daba igual si metían a aquellos tipos en mi coche, si los ataban con cinturones, o si los interrogaban y mataban ahí mismo. Sea como fuere lo único que yo quería era marcharme ya de aquel lugar. Observé la oscuridad que nos rodeaba más allá de la carretera alumbrada por el faro de los vehículos.

─Hacer lo que queráis, Jarek. Me da igual si los lleváis... pero de ser así hay que buscar un refugio. Y deberíamos ser rápidos, hay demasiadas sombras en la penumbra.

Tras una pelea venía la calma, y odiaba esa sensación. La gracia estaba en el fragor de la batalla, en ese momento en el que tu existencia tiembla, colgada de un hilo que vibra y cuyas hebras amenazan con romperse.

─Yo apostaría por ir al sitio que ha dicho Jean, su mansión, o lo que coño sea...

Miró como Darla le hablaba y trataba a su hermano casi de la misma manera que al encantado, casi sospechando que fuera victima de sus "encantos", pero sabía que Darla no podía ser tan suicida de intentar algo así y traicionar; de todas maneras algo en eso le enfermaba un poco. -que responda, si con una llamada para decir que todo está limpio, basta que la haga... de lo contrario no hay motivo para dejarlo ir...- no quería asumir que Darla estaba cayendo en su propio juego y se pasaba de "bondadosa" con el pobre diablo. -... especialmente por que no conocemos las capacidades de los vampiros de aquí y si su mente fue tan débil como para dejar que entraras con tanta facilidad, lo será para otro Vastago.- aclaró su idea, intentando detener su apresurada marcha.

Tampoco vio con buenos ojos como le hablaba a Jean Luc como un niño pequeño, solo arquea una ceja y espera que Darla vuelva para que se termine de encargar del prisionero. -El que está estacado, llévelo con usted señorita Bree... señor Gorski. Iremos al sitio del señor Jean Luc.- le pide a la pareja, aunque sigue esperando que Darla vuelva, ciertamente le era inaceptable dejar ir a ese prisionero que ya vio la cara de todos los presentes, pero consideraba obvio el mencionarlo. Y claro que podían clavarle una estaca y llevarlo a la fuerza, pero esos eran inconvenientes innecesarios ya que había sido encantado, de hecho podría poner en peligro aquel lazo que ataba la voluntad del pobre diablo a la de Darla.