Partida Rol por web

¿Ir detrás? Irás detrás igual, enana. ¿Con quién te crees que estás tratando? Te dice mientras se pone el casco. Puedes ver sus dientes blancos, perfectos cuando sonrie antes de cerrar la visera.

Su moto arranca con un estruendo y en pocos segundos, lo ves salir de tu casa, perdiéndose en el horizonte.

Arquea una ceja ante su comentario... y resopla al mismo momento que sale del garaje para cerrar la puerta con el comando de nuevo.

No se hace esperar más y sale flechada hacia la dirección que se ha ido Wallace. No tarda en verlo... y no tarda en ponerse a su lado, al fin y al cabo su moto es buena, está trucada y Megan pesa menos que él.

La velocidad... adoraba la velocidad, aunque hiciera un frío de cojones y se hubiera abrigado poco. Notaba la cámara contra su pecho, bien agarrada, suerte que la había cogido con la funda... miró de reojo a Wallace levantó la mano e hizo la señal de seguir adelante, pues era una recta sin curbas... ¿lo estaba retando?

Una vez más no esperó respuesta... y dio gas cambiando de marcha, mientras se inclinaba algo más para ganar velocidad y mirar por el retrovisor el hombre. Se estaba divirtiendo, de hecho, siempre que iba en la moto, se divertía...

Tu moto ruge como un trueno y ves pasar por un lado a Wallace como un borrón de movimiento.

Rápidamente, miras por el retrovisor, y ves como poco a poco, se va haciendo pequeñito... más pequeñito... hasta desaparecer...

Te parece ver como una de sus manos te saludan, en un movimiento de vaivén, de un lado al otro...

¿Se está divirtiendo?

Sonríe levemente... aunque se para a un lado de la carretera y espera a Wallace apoyando su cuerpo encima de la moto. El café le ha ido bien, no tiene sueño.

Se quita el casco moviendo la cabeza de un lado a otro y pasándose los dedos por el pelo para eliminar los posibles nudos del cabello.

Si no me sigues la corriente no es divertido... claro que entiendo que no lo hagas para no ser aplastado por una simple chica - cuando vuelve a mirarlo está sonriendo como una auténtica cabrona... y lo mismo expresan sus ojos.

Pero suspira nuevamente y se vuelve a colocar el casco. - Venga, llévame a donde tienes que llevarme.

No sabía a donde le llevaría... y la verdad no le hacía mucha gracia. Confiaba en Wallace porque había sido el "mejor amigo" de su padre durante décadas pero no porque ella lo conociera... al bajarse la visera del casco, tras el tinte negro del exterior, se permitió el lujo de entristecer su mirada...

No entiendo como ibas a ir donde tenías que ir sin saber donde ir. Dice dulcemente Wallace mientras arranca otra vez su moto.

Comenzáis a viajar a una velocidad de vértigo, esquivando coches y peatones a mil por hora. Ves como todo pasa borroso, pero no sabes si es por la velocidad o por que se te están llenando los ojos de lágrimas...

Al poco tiempo llegáis a una esquina, donde puedes ver a la policia, una ambulancia y muchos curiosos que han ido a ver lo que ha pasado.

Aparca la moto rápidamente y se quita el casco sin dejar de mirar hacia aquella dirección, hacia la policia y la ambulancia... y los curiosos. Malditos curiosos.

¿¡Qué mierda se os ha perdido aquí!? - preguntó cambiando la expresión de su mirada, de una preocupada a una de cabreada y de mala leche - Apartaos.

Con el casco por delante, se mete dentro del gentío, sin importarle que Wallace esté siguiéndola o no. Sin importarle golpear a los "espectadores" con su casco ni importarle que la insulten a su paso... claro que los insultos quedan rápidamente amortiguados al ver su mirada.

Se pone en primera fila, y si es lo que cree que será, no tendrá ningún reparo en cruzar las cintas de los polis.

Apartas a la gente con el casco, las cuales, al verse golpeadas se giran e intentan gritarte e insultarte... pero no lo hacen.

Está claro que tu piensas que es por que eres una chica que impone miedo y respeto, pero claro, no sabes que detrás está Wallace, mirando como sólo él sabe hacerlo...

La gente te deja pasar hasta delante de todo, justo hasta la cinta policial...

Cuando terminas de acercarte, puedes ver el coche, acribillado a balazos, manchurrones de sangre por todos lados y en una camilla avanzando hacia la ambulancia... una bolsa negra de plástico.

Wallace no dice nada, pero te coge con fuerza del brazo. Sabe muy bien que irás a ver si en realidad es tu padre, y por eso lo hace...

Evidentemente, hizo ademán de subir la cinta y correr hacia la bolsa negra... pero algo la retiene. Se gira, esta vez sí tiene los ojos empañados en lágrimas... aunque no le ha caído ninguna, al menos no aun, y mira a Wallace a los ojos... con rabia, odio e impotencia.

¿¡Se puede saber qué haces!? ¡Suéltame! - se sorprendió que la retuviera con tan poca fuerza, pues se liberó de él fácilmente.

Se coló por debajo de la cinta y corrió hacia aquella camilla donde había la bolsa negra encima. - Es mi padre. - dijo a los policias que se acercaron para detenerla.

Miró a los camilleros, y apretó la mandíbula mientras se mordía el labio inferior... con la mano temblorosa la colocó encima de la cremallera y se dispuso a abrirla.

No se lo iba a creer hasta que lo viera.

La cara de tu padre... desencajada por los disparos en el rostro aparece cuando abres la cremallera de la bolsa de cadáveres.

Dos policias se acercan corriendo hacia ti y te cogen de los brazos, alejándote de la bolsa con facilidad mientras que uno de los sanitarios vuelve a cerrar la bolsa y mete la camilla dentro de la furgoneta, cerrando ambas puertas con un estruendo.

Los policias te empujan y te sacan detrás de la cinta, justo cuando a tu lado aparece Wallace.

Los policias miran al rubio y te sueltan automáticamente, dejándote a su lado otra vez.

Wallace ahora te coge nuevamente de tu brazo... con fuerza...

La apartan y se la llevan, separándola de su padre...

Sus ojos no han apartado la vista del saco negro, y cuando lo subieron a la ambulancia no apartó la mirada del automóbil... su boca entreabierta, mostraba la incredulidad de su rostro. Hasta que el vehículo no desapareció de su alcance no reaccionó.

Una vez más, Wallace la tenía cogida con fuerza del brazo, esta vez sí con fuerza... pero en realidad Megan no entendía por qué. Si no se iba a ir a ningún lado.

Bajó la mirada hasta el suelo y apretó los puños con fuerza, se mordió el labio inferior hasta hacerse una pequeña herida... ladeó la cabeza y clavó su mirada de odio a Wallace. No se movió un ápice, solo aquel movimiento del cuello para mirarlo.

¿Quién ha sido?

No lo sé. Si lo supiera, ya estaría muerto o sufriendo un dolor increible. Te dice seriamente, mientras no aparta su mirada de la gota de sangre que pende de tu labio.

Después, suelta tu brazo y deja de mirar tu labio, girando la cabeza hacia la ambulancia que se retira.

¿Qué quieres hacer?

Se pasó el dedo por el labio y se chupó el mismo, luego se pasó la lengua por el mismo labio y volvió a mirar hacia la dirección que él miraba.

A ti no te importa.

Respondió mientras empezaba a alejarse de nuevo entre la multitud.

Tenía muy claro lo que iba y quería hacer. Si Wallace no sabía quién lo había hecho... lo iiba a descubrir ella. Cogió la cámara de fotos con fuerza y se dirigió hacia los callejones estrechos y oscuros del barrio... así como empezó a mirar las casas más sospechosas.

Dejas a Wallace en el lugar del crimen mientras comienzas a caminar por las calles, cámara en mano...

La ciudad está tranquila esta noche, sobre todo esta parte, una de las más antiguas y extrañas de toda Nueva Orleans...

Algunas de las ventanas tienen luz, otras, sin embargo, están completamente a oscuras, con las persianas cerradas.

Con la cámara en la mano, sigues avanzando, intentando descubrir quién mató a tu padre...

Se va alejando del lugar del accidente, no parece estar asustada, ni se deja intimidar con la posible gente que pueda encontrarse por la calle... además se conoce un poco la zona, por las épocas que había salido con Leo o Josh, los dos barriobajeros y de la calaña chunga de la ciudad.

Aquel recuerdo le hace sonreír... y también lo poco que le gustaban aquellos chicos a su padre.

Aún no se hacía a la idea que ya no lo viera nunca más... no, no podía imaginarse estar en una competición sin que él estuviera para animarla, o celebrar otro cumpleaños sin que él le tirara las orejas... se detuvo.

Lo había visto con sus propios ojos. No lo iba a ver nunca más. Y entonces sí, un par de lágrimas recorrieron su rostro, y luego dos más... y aunque en silencio, apoyándose en la pared de un oscuro callejón, empezó a soltar todas aquellas lágrimas que había retenido durante años, unas lágrimas amargas y llenas de rabia.

Una mano aparece por detrás hasta colocarse delante de tu rostro...

En la mano, hay un pañuelo que huele a rosas, un pañuelo de seda blanca con una "W" bordada con hilo de oro.

Toma. Sécate las lágrimas. Te dice Wallace mientras se gira, apoyando la espalda contra la pared, justo a un lado tuyo.

¿Creías que te iba a dejar sola, sin cuidados? Tu padre me hizo prometer que te protegería.

...

Mira el pañuelo y lo mira a él... se pasa la manga por los ojos y aparta la mirada hacia un lado.

No te creas lo que no es. No estaba llorando. Solo... me sudaban los ojos.

Le hizo gracia recordar aquella excusa, que usaba cuando era mucho más pequeña, siempre que su padre se la encontraba llorando al vestuario después de haber perdido o haber quedado segunda en alguna clasificación.

¿Mi padre te hizo prometer eso? Pues siento decirte que no soy ninguna cría... y sé cuidarme muy bien sola. Así que ya ves, no hace falta.

Wallace te coge de ambos hombros con sus manos y te gira de golpe, poniéndote con tu cara frente a la suya.

¿Tu crees que yo tengo tiempo para protegerte? Lo hago por que tu padre lo ha hecho conmigo una y mil veces... y yo no he podido protegerlo a él. Eres una malcriada. Te dice lentamente, casi sin levantar la voz.

¿Quieres que te deje sola? Pues vale, que te den, y que te duela, niñata.

Le mantiene la mirada, no la aparta ni un ápice.

Bien. Entonces todo ha quedado claro.

Sin más, se separa de la pared y vuelve a echarse a caminar, adentrándose a los callejones más oscuros.

Wallace era "amigo" de su padre. Aunque no sabía que lo estuviera protegiendo... ¿proteger de qué? Wallace era mil veces más fuerte que su padre... se llevó los dedos a la comisura de los labios, pensando, mientras seguía andando. Por lo tanto, ¿el trabajo de su padre era protegerlo? Era obvio que Wallace tenía mucho dinero... no era una idea tan disparatada, aunque Megan siempre había creído que era su padre "el protegido".

Caminas por los callejones pensativa... pero no encuentras nada que te ayude a desvelar el asesinato de tu padre...

Un vagabundo te mira cuando pasas y sonrie. Puedes ver sus dientes amarillentos... sus ojos amarillentos... seguramente su higado esté a punto de decir basta...

Pero aún asi continúas caminando cuando sientes un ligero *click* a tu espalda...

Tarda unos momentos a reaccionar ante el "click", pero no suficiente como para darse cuenta que un "click" tan cerca de ella no es normal... aprieta el puño de la mano derecha, no está de mal estar preparado para un golpe de kárate, y se gira lentamente para saber con exactitud de donde ha provenido aquel sonido...