Partida Rol por web

Taller del herrero rúnico Thorin, Barrio del Templo, Fortaleza de Skalf

Un nuevo día en la Fortaleza de Skalf.

Jotunn había pasado la noche en el barracón que tenía asignado en el muro exterior de Karak Azgal, mientras terminaban de repararse las defensas que las tribus de las colinas habían dañado. Tuvo un sueño reconfortante y un rancho aceptable, mientras sus camaradas se dirigían a vigilar el paso él disfrutó del último día que tenía de permiso para denunciar un agravio.

Thorin había estado trabajando duramente en su taller, preguntando a su abuelo y maestro acerca de las runas encontradas durante su descenso a las ruinas, sin éxito. Su elaboración seguía siendo un misterio, incluso para el señor de las runas de Karak Azgal. Conocían su función, pero no sabían cómo forjarla en un objeto, ni en qué objeto debía forjarse. Por el momento se conformaba con honorables trabajos de forja de armas y armaduras para aquellos que pudieran pagar.

Jotunn llegó al taller familiar a media mañana, tal y como habían acordado*.

Durante la noche Thorin había pedido consejo a su abuelo sobre que hacer y como hacerlo le había contado lo que habían pasado en el templo y que Gordin al parecer era un traidor -Maestro espero tu consejo para esta situación.

Por la mañana se levanto temprano después de un buen descanso y fuerte desayuno y un duro trabajo era gratificantes incluso mas que otros muchos placeres. En la mente del enano estaban muchas cosas entre otra acompañar al Jotuun y a Torkin* a denunciar a aquel cobarde, todos se iban a reunir en el taller. El día anterior Torkim le pidió unas reparaciones en su armadura.

Al entrar en la forja se encontró con el enano golpeando un trozo de metal estaban forjando un escudo -Buenos días compañero -Jotunn noto un calor insoportable para cualquier humano pero aquel esnano esta tan acostumbrado que casi ni sudaba -¿como quedo ti armadura de cuero después de la batalla? -poso el martillo un instante bebió algo de agua antes de seguir golpeando aquel trozo de metal incandescente -clon clon -el sonido del martillo rebotaba en las paredes -tendremos que esperar a Torkim

Entrar en una forja era motivo de alegria. Hacia tiempo que no entraba en una y fueron pocas veces las que entro en su karaz natal, pero fue motivo de alegria, ahi se hacian sus armas y armaduras, y un montón de objetos de la vida diaria gracias al esfuerzo de los herreros, que orgullo de trabajo.

Thorin me hablo mientras trabajaba duramente, con el calor del horno pegandome en la cara sonrei -esperaremos un par de horas, pero no tengo todo el día debo volver a mis queaceres con la guardia de esta ciudad y aun no hemos hablado de como denunciar a ese cobarde- la verdad que no le agradaba conocer a enanos tan cobardes y pusilamines, tener cierto cuidado era una cosa, pero salir corriendo vendiendo nuestra piel para salvar la suya -no me importaria cogerle del pescuezo y estrangularlo, pero si la verguenza no le invade que clase de enano es ese ¡SUCIO COBARDE! - digo elevando la voz mientras se me empieza a calentar la cabeza.

Tendria que haber bebido algo mas de cerveza, pero estaba claro que no iba ha ayudar, tenia claro que iba ha hacer ese día, le disgustara a quien le disgutara, la via de matador era su unica solución.

El herrero (normal) trabajaba mientras observaba la discusión de los dos enanos. Estaba forjando una espada de buen acero, sin duda el encargo de algún humano, que prefería una espada a un buen martillo o un hacha.

¿De qué estáis hablando? No me has contado nada de tu aventura en las profundidades Thorin, pero por toda la ciudad se dice que matasteis a un troll del Caos y cien mutantes.

Alzando ligeramente la voz como un buen enano -Veo que en esta ciudad es mejor no hablar determinados asuntos según donde- digo con doble, triple y cuadruple intención me gustaria darle un hachazo en el soco de la oreja, que trabaje y deje de escuchar conversaciones ajenas - si es que se me entiende, asi que esperare aquí hasta que podamos marchar o encontremos un sitio mas privado- los asuntos de un enano son asuntos propios, no se que clase de enanos viven aquí, pero no son como Karaz-Nord.

El golpear del martillo de Thorin ceso -Arkold lleva muchos años trabajando en esta forja, es un buen enano muy trabajador y magnifico herrero, así que no le trates así. Y no creo que tarde mas de diez minutos en terminar la esta parte del escudo el resto lo haré a la vuelta. ¿Quieres que esperemos a Torkim?

Habia tenido el efecto deseado, pero quizas demasiado.

-No queria ofenderlo soy Jotunn Snorkinson, y es verdad que no suelo meterme en conversaciones y menos si no conozco a alguno de los hablantes, por eso me extraña que otros entren en conversaciones ajenas como si fueran propias, esperare aquí tranquilo mi opinión no ha cambiado hasta el momento- y dudo que lo haga. Claro que aquí soy casi un extraño, y no estoy muy puesto aun en las formas de este nuevo Karak.

-Si Arkold no te he contado nada de aquel lugar tenia muchas cosas en mente y quería escuchar el consejo de mi abuelo. Todo lo que as escuchado es verdad había un montón de mutantes en aquella caverna pero creo que terminamos con todos, no es así Jotunn -un par mas de golpes en aquel pedazo de metal terminaron de dar forma al escudo que aquella mujer le había pedido. Todavía incandescente lo introdujo en el caldero de madera lleno de agua, una nube de vapor salio al instante acompañado de aquel característico sonido, aguar hirviendo, la temperatura de la forja subió por unos segundos hasta que una corriente de aire se llevo aquel vapor haciendo desaparecen sin siquiera salir por la ventana. Dejo el martillo colgado de la pared y y el escudo en un armario donde se guardaban los pedidos terminados, volvió al barreño de agua y se lavo mientras hablaba con su compañero de aventuras -O por cierto compañero, tenemos que intentar ir a vender todas las joyas que recogimos y intentar averiguar que son esas pócimas tan extrañas, ademas de intentar buscar alguien que hable Reikspeil clásico, muchas cosas tenemos que hacer, pero lo primero es lo primero -termino de lavarse -Espera un segundo que me cambio de ropa, se retrasa Torkim raro en él

Al cabo de un poco bajo vestido con su armadura, escudo a la espalda martillo a un lado y hacha al otro -Ya estoy listo

Una vez que estaba listo, pense en Torkim, asi que esperarlo un poco mas no seria mala cosa.

-Quizas haya una taberna cerca donde poder beber un barril mientras esperamos, Arkol podria ser tan amable de indicarle si decide venir finalmente donde estamos- no lo tengo claro, asi que bebiendo y hablando se pueden solucionar los puntos a discutir.

Una gran risa salio del enano -Claro claro, vayamos a beber buena cerveza enana, siempre viene bien después de un leve jornada jajaja -comprobó que lo llevaba todo en encima

No me ofende, sé cómo son los enanos de fuera. Ya habrá ocasión de contar batallitas. ¿Qué le digo a la mujer si vuelve a por el escudo? ¿Está listo?

Torkim seguía sin venir, Arkold se ofreció a darle el recado si aparecía. Salieron a la calle y les recibió un día gris y plomizo que amenazaba lluvia. La actitud de los habitantes era igual de grisácea, la mayoría de los halfling estaban vendiendo algo, y  los humanos solicitaban algún permiso legislativo para sus negocios. Los enanos seguían con su día a día, unos construyendo nuevas viviendas o reformando las fachadas, trabajando en sus talleres o compartiendo una cerveza. A una de esas tabernas fueron los dos enanos. La gente cotilleaba los últimos rumores.

Sí, han matado al sobrino del alquimista, un crimen miserable, sin duda.
He oído que Furtin Norgunson no puede levantarse de la cama, dicen que le han envenenado.
¿Has oído lo de la huelga de carboneros? Y con el invierno que se nos viene encima...

El enano tomo todo el botín que habían conseguido y se dirigió a una taberna cercana donde solía refrescarse después de una jornada de trabajo -Elsa dos jarras de cerveza y que la jarre este limpia que traigo a un amigo jajaja -lo acompaño con un golpe en la mesa con si palma mientras reían, había elegido una mesa un poco mas escondida para poder hablar del botin saco sobre la mesa los dos grimorios que estaban en legua rúnica que mas o menos el enano podía entender los repaso un poco por encima a ver si conseguía leer algo mas que la ultima vez -Parece que estoy entendiendo algo compañero

Pensaba que la cerveza me habia puesto las orejas roja, pero habia sido el olor de las joyas y de las antiguedades. Sonaba a bastente oro por cabeza. Dando un sorbo largo a la cerveza.

-Te voy a explicar que vi yo cuando estabamos en aquel puente a ver si conincidimos - respirando hondo -luchabamos y aguantabamos las acometidas mientras tú primero ordenabas y luego rogabas que el compañero nos cubriera al menos con la ballesta mientras él escapaba cobardemente, despues de salir de allí como pudimos lo encontramos en un agujero que se lo tragaba y lo rescatamos- parando y volviendo a beber para quitarme aquel recuerdo - ese sucio cobarde deberia raparse y convertirse en matador, no se que clase de educación tiene si ni siquiera se siente culpable o abatido ¡Sucio cobarde! eso es lo que es- respirando hondo mientras miro al rededor, buscando miradas inoportunas y volviendo a centrar las miradas en  la joyas - ¿tú como lo ves?- digo despacio y cabreado, intentando no pegar a la mesa.

Con su mirada levantando lo del papel -Si justo eso paso, no te has confundido en nada, el castigo yo no me arriesgaría a decir nada igual con una disculpa publica vasta eso lo decidirá el líder del clan -siguió leyendo un poco

-Yo no se si conseguire aguantarme, la verdad que esto me molesta es del todo irracional para ser un enano- esperaba encontrar muchas cosas en mis viajes y ya he encontrado mas de las que me gustaria contar, pero enanos de esta indole, creo que me puede.

Intentando cambiar de tema y calmarme -¿que tal? ¿algo de utilidad? con esas cosas nunca se sabe- digo del todo ignorante, ya que poco entiendo de cosas de runas, libros y estudios.

Dio un trago mas a la cerveza y coloco los grimorios sobre la mesa -Bueno entre esta noche y ahora parece que ya se lo que dicen estos grimorios, antes de acostarme estuve repasándolos con mi abuelo y mas o menos tradujimos todo el contenido de estos.

Asenti con la cabeza y envuelto en mis pensamientos -esta buena esta cerveza... ¡TABERNERO!- quizas podria tener algun trozo de queso o carne fria para aderezarla. Despues de esperar un momento - necesitariamos algo para entretener los carrillos mientras estamos aqui, ¿seria posible? queso, carne fria o pan con mantequilla seria ideal.- digo alegremente ¿quien sabe cuando volveremos a comer? la empresa de cuidar esta ciudad y resguardarla de los males que avitan al rededor y debajo de la misma, es un trabajo titanico, pero siempre sera mejor estar preparado y con el estomago lleno.

-Espero que no te importe que coma algo, creo que aun me faltan unas pocas fuerzas que reponer y a ti no te vendria mal te estas quedando en los huesos- digo con una mirada seria y penetrante, es lo mas parecido al humor que tenemos en mi Karak. Menos aquella historia que cantaban algunos mineros sobre el convento humano que fue destrozado por una tribu de trolls, violando a las pobres monjas, y vaciandoles las despensas.

Asi quede con mi jarra y con algo de comida y conversación mas que grata.

Comprobaron el botín, los dos libros enanos fueron rápidamente leídos por Thorin II*. Las joyas les iban a proporcionar unos cuantiosos ingresos, en cuanto a lo demás. Lo mejor era deshacerse de ello o consultar expertos. La enana les sirvió dos jarras de cerveza y lo acompañó de unas nueces.

Cuando hubieron valorado el botín pasaron al temo de los agravios, la huida o no de aquel Rorganson. Jotun seguía empeñado en que fue una huida cobarde que a punto estuvo de costarles la vida, al menos a Sanguinario. Thorin se mostró de acuerdo con la versión de Jotunn, aunque quizá algo más conciliador al querer hablar con el líder del clan antes de denunciar ningún hecho. En cualquier caso estaban juntos en ello: Rorganson huyó.

Elsa trajo lo que Jotunn pidió: unas tiras de jamón, queso y pan de trigo (de auténtico trigo) pese a los problemas de abastecimiento de la ciudad. Comieron, y bebieron, y soñaron con loq ue iban a comprar con aquel oro, más el que les correspondiera como botín común en la subasta de mañana.

Torkim seguía sin aparecer, como si se le hubiese tragado la tierra. Tampoco había ido a la herrería, sino Arkold le hubiese mandado con ellos.

Los ojos del enano empezaron a dar vueltas empezó a calcular el dinero que le hacia falta y las monedas de oro que tenia en sus manos -Seis monedas mas treinta monedas mas 200 monedas de botín mas ... y .. pues no me llega para lo que quería, tendremos que salir a buscar mas enemigos que abatir -Este grimorio -tomando entre sus manos el que había traducido como para un joyero -conozco a uno que es posible que nos compre las joyas y el grimorio pero no es seguro, ademas tiene asuntos pendientes que igual quiere resolver -guardo las cosas bien guardadas -cuando terminemos -su boca se llego de queso el martillo daba mucha hambre -podemoooz partir

Me gusto ver la cara de Thorim mientras calculaba, eso era bueno porque algo me iba ha tocar a mi, y necesitaba algunas cosas, si volvia a bajar a ese infierno que se encuentra debajo de la ciudad.

Comiendo ruidosamente y mirando a Thorin -no quiero consumir aquí todo el día, deberiamos ir mirando en salir ha terminar nuestras cosas- el sitio apetecia quedarse, pero con la lengua caliente despues de un par de jarras era el mejor momento.