Al cabo de cinco años de la victoria de los Pueblos libres, se ha decidido celebrar un magno festejo en la ciudad de Valle, al que se ha invitado a dignatarios de todos los aliados vencedores, que tendrá lugar en verano.
Antes de los festejos propiamente dichos, se celebrará un Concilio de los Sabios y los Poderosos, para evaluar la situación actual.
Estamos en la primavera del 2946.
Estáis los cinco en Esgaroth, la ciudad del Lago, donde os han llevado vuestros diversos caminos, y allí habéis coincidido frente a unas jarras de buena cerveza, de la que elabora el Gremio de arqueros, famosa en toda la región. Desde la Batalla de los Cinco ejércitos es frecuente ver reuniones de gente de lo más variopinta, con el único denominador común de pertenecer a los Pueblos libres del Norte, como todos vosotros.
Habéis trabado amistad y habéis decidido que en esta época el ancho mundo es un excelente lugar para las aventuras, que os proponéis emprender juntos.
¡Que comience la acción!
Fredegar mira goloso la jarra de cerveza: Ya había escuchado hablar de esta bebida en Bree ¿os he dicho que iba allí con mi tío? Él era comerciante y como nos acogió a mi madre, a mí y a mis hermanos y hermanas, yo me puse a su cargo para ayudarle en sus negocios pero descubrí que la Tierra Media era muy grande y que había muchas cosas por descubrir. Desde entonces voy de aquí para allá pero creo que juntos podemos conseguir más que cada uno por su cuenta...puede que no sea tan grande y fuerte como vosotros pero alguien tendrá que contar las historias de nuestras hazañas ¿a que sí?
El explorador miró a su lobo, el lobo le devolvió la mirada e inclinó la cabeza hacia un lado como entendiendo todo lo que en los ojos de Mata Dalam estaba escrito. El hombre, cuyas canas en su largo pelo oscuro indicaban que tenía mucha más edad que la que realmente tenía, miró la jarra de cerveza y después, a cada uno de sus compañeros que estaban sentados allí con él.
Pero sus ojos recayeron finalmente en Fredegar, el parlanchín del grupo, y esbozó una ligera media sonrisa que le daba un aspecto aún más extraño a su rostro.
- Sí. - Dijo simplemente y continuó dándole sorbos pequeños a la jarra.
- ¿Hazañas? - una sonrisa triste apareció en los labios afilados del elfo que dejó de mirar por un instante al hogar que ardía en el extremo del gremio- Esperemos que sean hazañas lo que narres cuando hables de este encuentro, puesto que por mucho que festejemos la victoria pasada cada vez menos árboles me cuentan historias alegres. Noto peligro en la cercanía, noto.... - de pronto se da cuenta de sus palabras y niega suavemente, recuperando la sonrisa, y da un largo trago a su cerveza- Ah, a qué hablar y aumentar el pesar, este es un día de celebración. Celebremos pues. La cerveza es buena y es fácil contagiarse del optimismo de los que no permanecerán en las estancias de Mandos
Para el enano, toda celebración era un motivo de celebración en sí mismo, disfrutaba de las camas blandas y perfumadas, de las costillas asadas y de la buena cerveza. Disfrutaba muchísimo del queso con un buen pan negro, de centeno y maíz. Disfrutaba de la fruta fresca, y del jamón. No es que no disfrutase de su ruda vida como cazaorcos durmiendo en cuevas sobre un ajado petate y comiendo carne reseca y pan duro, pero si había momentos en que la vida le ofrecía descansos, no era el momento de ponerse a pensar. Además de que eso no se le daba especialmente bien.
Al contrario que sus compañeros, que parecían estar disfrutando con moderación, el tenía una buena hogaza de pan en la izquierda, que parecía rellena de un filete de cabra bien empapado en salsa, y una gran jarra de cerveza en la derecha. Y ni la una ni la otra eran la primera, ni la segunda... Agitar piquetas contra orcos que casi le doblaban en tamaño mientras estaba enfundado en acero era un ejercicio agotador que, rápidamente, reduciría el perímetro abdominal que ahora estaba empeñado en agrandar.
- Comamos, bebamos, riamos, y más adelante el destino dirá.
En realidad habría contestado lo mismo a cualquier cosa que hubiesen dicho los otros
El joven Hijo de Bardo sonrió con las palabras del enano. No es que compartiera su glotonería ni el optimismo del mediano llamado Fredegar, en todo caso. A decir verdad, podría haberse sentido más identificado con los misteriosos y sombríos pensamientos del elfo... ¿cuál era su nombre? Aunque había coincidido con gente bella antes, su idioma siempre le había parecido extraño y difícil. Incluso los nombres en élfico eran más parecidos a susurros inarticulados que a palabras, a los oídos de Ioli.
No tenía importancia. Tendría oportunidad de aprender su nombre, e incluso a pronunciar algunas otras palabras de su lengua, si es que había de compartir camino con él. Por el momento, los malos presagios del elfo le interesaban más, y durante un buen momento la mente de Ioli estuvo muy lejos...
Su cabeza se despejó al sentirse de repente observado. Tenía la impresión de haber estado ausente durante horas, y haber causado extrañeza en los demás. Empezaba a ruborizarse ya cuando el chico miró a su alrededor y descubrió que el único que le miraba era el enorme perro - no, el enorme lobo - del hombre llamado Mata. Se había encontrado antes con hombres de muy lejos, con enanos y elfos... incluso había visto más de un mediano en su corta vida. Sin embargo nunca había visto antes un lobo de cerca, y menos uno que pareciera una dócil mascota. Había oído historias de montaraces y exploradores en su no tan lejana niñez, hombres que viven en los bosques como un animal más. Hombres que frecuentan con bestias y que hacen que los orcos teman la sombra de los árboles.
Ioli, hijo de Olvard, se dio cuenta de que ahora sí le miraban todos. Llevaba largo rato en silencio, y aún no había hablado desde que alguien sugiriera que podían viajar juntos. Ioli bajó la mirada un poco avergonzado. Tan pronto, estos recién conocidos ya eran testigos de lo que su padre tantas veces le había reprochado: su mente volaba más alto que sus flechas.
Creo... carraspeó, aclarándose la voz.
...Creo que deberíamos saber cuál será nuestro camino antes de decidir si lo compartiremos.
No quería parecer distante, pero sentía algo parecido a un mal presentimiento y le costaba festejar sin haber dejado el tema zanjado. No es que tuviera un destino decidido para su viaje, pero sí podía haber lugares que preferiría evitar. Con su mirada intensa y el aire de severidad recién adquirido, el joven parecía varios años mayor que antes.
¿Alguna idea?
Al llegar a Esgaroth, y antes de parar a echar un trago, habéis estado poniendo la oreja por aquí y por allá, en busca de oportunidades de aventura, y habéis oido algunas cosas, que pronto ponéis en común.
Bien, empecemos con la mecanica. Todos tenéis derecho a una prueba de Acertijos contra un NO de 14, menos el enano, que para él es 10 (luego veréis por qué)
Haced una tirada de 1d12, y luego otra de tantos d6 como vuestro nivel en Acertijos (Riddle en inglés). Si el resultado es el NO o más, éxito. Si sacáis algún 6 en los d6, éxito grande o extraordinario, y si sacáis 11 en el d12, no hace falta ni que tiréis los d6, éxito automático.
Motivo: Acertijos
Tirada: 1d12
Resultado: 8
Motivo: Acertijos
Tirada: 3d6
Resultado: 6, 2, 3
Pues un total de 19 con un 6
:-)
Este rumor corre con fuerza por la ciudad del Lago:
Hraf hijo de Hrabin, un cuervo de la montaña, ha llevado a Erebor noticias siniestras: dos mensajeros enanos que partieron de la montaña Solitaria con un encargo, han desaparecido. El reino Bajo la montaña está inquieto, y el propio Gloin el enano ha hecho saber que quien proporcione noticias sobre los enanos desaparecidos será ricamente recompensado.
¡Los hay rápidos!
- Mmmmm, ya sabéis lo que diré... me gustaría ir a buscarlos. Al fin y al cabo son enanos...
Tras comentar el rumor de los enanos desaparecidos, Fredegar mira a sus nuevos compañeros: ¿Vosotros habéis escuchado algo? Venga, que vamos a ir juntos a partir de ahora, no seáis así y contad e lo que os habéis enterado.
¿Es el único rumor?
Sólo ha habido una tirada...
Motivo: Acertijos
Tirada: 1d12
Resultado: 3
Motivo: Acertijos
Tirada: 1d6
Resultado: 5
Mds: Resultado: 8, no la pasa.
Motivo: the quest
Tirada: 1d12
Resultado: 12
Motivo: the quest
Tirada: 2d6
Resultado: 8
Mds: el 12 te anula el resultado del d12 (ojo de Sauron), y el 8 es insuficiente. No la pasas.
Motivo: Acertijos (Rumores)
Tirada: 1d12
Resultado: 1
Motivo: Acertijos (Rumores)
Tirada: 1d6
Resultado: 1
He estado viviendo en una cueva todo este tiempo =)
Mds: 2, no la pasas.
- ¿Recordáis lo que hemos estado escuchando mientras veníamos hacia aquí? Rumores interesantes, ¿no? - Dijo Mata Dalam mientras continuaba saboreando la cerveza de su jarra.
Era ya la segunda.
- Creo que sería cuestión de ponerlos sobre la mesa y ver que podemos hacer con ellos, ¿no es así, amigos? -
Yo voy mendigo en el apellido de Voldemort.
Mds: pero puedes tirar el d12 sólo. En este caso, en que el NO es 14 no hace falta que tires, pero contra un NO bajo puedes tirar aunque no tengas rangos en la habilidad.
Tras poner en común lo averiguado veis que la oportunidad que estáis buscando es colaborar en la búsqueda de los enanos desaparecidos.
Akin recuerda que en Esgaroth hay una especie de embajada del reino Bajo la montaña, y le suena que Gloin (sí, ese Gloin) está al mando.
- Vaya, no sé cómo seguís vivos...si en un sitio con tanta gente no escucháis nada...pero no os preocupéis que ahora tenéis a Fredegar Madriguera para ayudaros, el mediano se pone en pie y levanta la jarra de cerveza como esperando que los demás brinden con o por él, ...bueno, dice sentándose de nuevo tras beber un sorbo, quizá Akin pueda hacernos de mediador con los enanos ¿no?
En este caso ¿sacando 11 no conseguirías éxito automático? ¿o tienes que tener algún dado? ¿tienes que poder llegar sin el éxito automático al NO?
- Además no tenemos nada mejor que hacer por ahora. - Dijo el explorador con la vista perdida en el líquido ámbar de su jarra. - No ganaremos nada si nos quedamos aquí, y como bien dice el mediano, seguro que el enano nos puede ayudar a hablar con el responsable de la embajada. ¿Qué podemos perder? -
Su perro, tumbado a sus pies, se relamía y se limpiaba con su garra.
Mata lo miró de reojo, pero el animal no le prestó nada de atención.