Partida Rol por web

-Pues resulta que el libro, o al menos lo que pude entender de él en una lectura de un día en lugar de un par de semanas, está bastante de acuerdo con lo que dice Peabody acerca de las tablillas. Habla sobre una especie de dioses o semidioses de la época en que la tierra aún estaba formándose. Algo muy similar a lo que hoy consideramos el infierno.- me detengo unos minutos mientras cargo la pipa y la enciendo, dando tiempo a que asimilen un poco lo que he dicho y continúo -Habla de varias "razas" de nombres prácticamente impronunciables, cosas como hombres-serpiente y algunas incongruencias biológicas aún peores. Y para rematar la locura tiene inscripto una espece de  sortilegio llamado algo así como ·"Rueda de la niebla de Eibon" que promete una suerte de invisibilidad si está bien hecho, auqnue requiere una gran concentración, claro que sólo lo he leído muy por encima, y aunque lo estudiaré en profundidad dudo mucho que realmente sirva de algo. Aunque debo reconocer que después de hojear el libro ya no estoy tan seguro de algunas cosas como antes.-

No tengo la más mínima idea de lo que están hablando mis compañeros, pero da igual, porque ya estoy atento a los informes. Leo acerca del que, al parecer, ha sido el primer caso de la agencia. A pesar de los comentarios que he escuchado acerca de "lo extraño", lo cierto es que no espero encontrar nada interesante. Pero, ya que estoy aquí, mejor empezar a buscar desde ya la información que necesito.

Leo sobre el caso de los Wells. Lo que me temía, ya empezamos con las casas encantadas. Suelen ser un buen truco para ahuyentar inquilinos molestos. El caso más extremo que conozco es el de un tipo que mató a su mujer y luego alegó que "la casa le había obligado a hacerlo". Claro, hombre. La casa, tu amante, el alcohol...

El inicio de los informes no contiene datos interesantes. Algo acerca de una crisis nerviosa sufrida por el tal Wells, investigaciones acerca de la casa... Lo primero que saco en claro es que esta gente sabe llevar a cabo una investigación, salvo que yo habría ido primero a la casa, el lugar de los hechos. Paso algunas páginas mirando por encima.

Es entonces cuando encuentro la referencia a la secta.

Dios mío, no lo puedo creer. Vine aquí siguiendo poco más que una corazonada, y a la primera de cambio... me encuentro esto.

El informe habla de una visita a unas ruinas. "Capilla de la Contemplación e Iglesia de Nuestro Señor Otorgador de Secretos". Rituales paganos, secuestro de niños... Y la descripción de un extraño símbolo. Es el símbolo, no cabe duda. Es la secta. En lo que esperaba que fueran unos aburridos informes he encontrado un rastro.

Trago saliva. Se me ha acelerado el pulso y, a pesar de que no hace calor, unas gotas de sudor perlan mi frente. Intento esconder mi inquietud ante mis compañeros y continúo la lectura como si nada. Arturo está diciendo algo de un sortilegio y sigo sin saber de qué puñetas están hablando.

—Bien eso es lo que ha sacado usted en claro con su precipitada lectura —respondo mientras digiero lo que acaba de decirme el profesor—, pero ¿no se entrevistó con el señor Armitage para hablar sobre el libro? ¿Ni siquiera él ha podido darle más información? He de suponer que ahora el libro vuelve a estar en la universidad, lejos de nuestras manos…

-El libro original si.- respondo a Simmons -Pero la copia traducida que me ha dejado está aquí mismo, se la he dejado a la señorita Hartwell por si nos hacía falta. De todas maneras tengo pensado llevarmelo por las noches al piso para leerlo con tranquilidad.- 

Al cabo de un rato de lectura, empiezo a comprender el abuso de la palabra "extraño" por parte de mis compañeros. Tengo que esforzarme para no soltar una maldición cuando descubro que lo del cuchillo volador es lo de menos. ¿Camas que se mueven solas? ¿El profesor fue víctima de una posesión? Y sobre todo... ¿un cadaver andante? No tengo claro si atribuir esas extravagancias a una crisis nerviosa, alucinación colectiva, o simple chaladura. Pero me muerdo la lengua sobre el tema: esta gente está tras la pista de la secta. Ya habrá tiempo de especular sobre la salud mental de mis compañeros.

Termino de leer los informes y espero a que Simmons y Arturo acaben su conversación.

Despacho de Arcana Agency - Arkham, Massachusetts
29 de Septiembre de 1928 - 19:34 horas

La oscuridad ya hace tiempo que ha ocupado Arkham, cuyo cielo encapotado de negras nubes no parece que vaya a ofrecer un panorama más despejado en los próximos días. Sin duda se espera un invierno frío, aunque sabéis que la nieve no suele dejarse asomar mucho por esta parte del continente. No obstante, la lluvia no cesa en su empeño de encharcar la ciudad con su ligero pero incesante goteo.

En el interior del despacho los cuatro investigadores charláis sobre vuestro último y único caso y su increíble trasfondo que parece llevar a un escenario mucho más grande y peligroso. El nuevo investigador se muestra tan escéptico como lo érais el resto antes de embarcaros en esta aventura, que incluso el profesor Arturo apenas ha logrado comprender.

La señorita Hartwell hace horas que se ha ido y por ahora no os ha surgido ningún nuevo caso. De repente alguien golpea delicadamente la puerta de entrada. Se trata de un hombre avanzado en edad, con pelo blanco y una abundante barba del mismo color, y va acompañado por otro hombre más joven y fuerte, de gran estatura.

El hombre se presenta como Rabino Aziz Eleazar, y enseguida lo recordáis como el conferenciante de esta mañana en la Universidad Miskatonic, acto para el cual no quedaban entradas disponibles en toda la ciudad. El hombre que lo acompaña es silencioso, casi aseguráis que se trata de un escolta, aunque se muestra muy cortés.

- Espero no importunarles caballeros. El señor Peabody me habló de ustedes y pensé que tal vez dispondrían de tiempo para charlar. Al parecer han tenido un inicio muy interesante en su cometido com investigadores de Lo Oculto. - el rabino sonríe y en su rostro deducís sinceridad. Su tono de voz es algo carrasposo y tiene un cierto acento en su inglés que el profesor Arturo no tarda en detectar como hebreo.

El hombre toma asiento en una de las sillas aunque su "guardaespaldas" silencioso permanece en pie justo detrás de él.

- No se preocupen por mi sobrino, Ahmed. Le gusta cuidar de mi en los largos viajes. - una vez más vuelve a terminar la frase con una sincera sonrisa.

A pesar de que soy el nuevo, al ver que parece haber riesgo de que se forme un silencio incómodo*, tomo la iniciativa y me presento:

-Encantado de conocerle, rabino... -hago una pausa mientras intento recordar el nombre que aparecía en el periódico, y espero pronunciarlo bien- Eleazar. Bienvenido a Arcana Agency. Yo soy Robert O'Connell, el investigador más reciente de la agencia. Mis compañeros son el profesor Maximilian Arturo y el señor Richard Simmons. ¿En qué podemos ayudarle?

-Vaya... pero si es..... impresionante...- digo sin poder salir de mi asombro. Estaba entre leyendo y durmiendo recostado en el sofá y me había parecido oír algunas voces, pero la intervención de O´Connell y el oírle nombrar al rabino Eleazar me terminó de despejar. Inmediatamente me levanté y le tendí la mano mientras decía -Rabino, es un honor tenerle aquí, hemso estado en su disertación de esta mañana, la cual me ha resultado extremadamente interesante... pero pase... póngase cómodo.- termino haciendo un gesto con el brazo que abarca toda la sala, y tratando a duras penas de conetener la verborrea que me está afectando a causa de la exitación por tener al hombre aquí, en la agencia,

- Gracias. Espero que les haya gustado. - os responde.

- Lo cierto es que es tan solo una visita de cortesía. El señor Peabody me recomendó que pasara por aquí, ya que al parecer han tenido ustedes acceso a conocimientos... prohibidos.

El rabino queda en silencio escuhandose tan solo, durante un instante, el chapoteo de la llovizna exterior.

Una visita de cortesía... Por un momento pensé que teníamos un cliente, pero parece que el viejo sólo quiere charlar. Sin duda algo relacionado con lo que el profesor estaba comentando esta mañana, sobre la lectura de cierto libro. Bueno, dejémosles charlar entonces. La conversación no promete ser muy interesante, así que me recuesto tranquilamente y me dispongo a encenderme un puro. Pero entonces pienso que el humo puede molestar al anciano y me lo vuelvo a guardar. Qué le vamos a hacer.

 Me presento con normalidad y de manera formal ante los visitantes. Sin duda es sorprendente que el rabino Eleazar se haya presentado personalmente aquí, en la Agencia. No termino de creer que se trate unicamente de una visita de cortesía, pues sería tomarse demasiadas molestias para simplemente conocer a unos tipos que todavía están gateando en esto de la investigación de lo oculto. Algo de lo que hemos investigado o encontrado debe de interesarle, pero se nota que no quiere soltarlo a la primera de cambio. 

—¿Conocimientos prohibidos? —repito las últimas palabras del rabino, intentando que hable así con más claridad.

El rabino capta la indirecta de Simmons y se abre de brazos sonriente.

- Verán mañana sale mi transporte de nuevo hacia el Mediterráneo, y he pasado la tarde charlando con mis colegas aquí en Arkham, entre los que se encuentra el señor Peabody, y estuvimos charlando acerca de una antigua tablilla de extraños jeroglíficos. Tal vez pueda ayudarles a sacar alguna conslusión acerca de ella si me permiten observarla.

Tras unas miradas cuestionables entre vosotros, decidís que no existe riesgo de que cualquiera de aquellos hombres presentes en vuestra oficina pueda traer malas intenciones. En cambio, la experiencia del rabino podría arrojar algo de luz al misterioso asunto.

Tras unos minutos, el rabino observa la tablilla y podéis ver cómo sus ojos se abren de par en par y su rostro cargado de arrugas muestra sorpresa y curiosidad contenida.

- Ohh... es... asombroso. - el rabino parece gozar observando las formas de la tablilla - ¿Cuál es su opinión acerca de ella? - pregunta alzando a tientas la vista.

Me muerdo la lengua para no dar mi opinión sobre el horrible objeto y la mente enferma que lo habrá ideado. En silencio, aguardo la opinión experta del profesor o, al menos, la de Simmons, que parece tener algo de idea sobre el tema.

Me lo pienso mejor. La perspectiva de pasar la noche escuchando más cháchara acerca de razas prehistóricas y magia negra me hace reaccionar. Creo que es hora de intentar centrar un poco el asunto, ir a lo que de verdad importa.

-Mire, yo no entiendo de este tema, acabo de llegar y sólo he leído los informes. No sé cómo será de antigua la tablilla, y francamente creo que no es muy importante. Lo importante es que hoy en día se están cometiendo atrocidades inspiradas por ese artefacto y algunos libros, en nombre de no-sé-qué dioses paganos. Lo relevante es que detrás de todo esto hay una secta que se cobra vidas inocentes. Los temas académicos se los dejo a ustedes, sin duda son interesantes pero de ellos no depende la vida de nadie.

Espero no haberme expresado con demasiada dureza. Creo que he dejado entrever más de lo que pretendía.