-Hola Judith, estoy bien y... estoy mi departamento-explico mientras le doy un vistazo rápido a la sala- pero ese no es el caso- suspiro- ¿estás con Curro? Necesito saber si conocen en donde vivía Verónica- explico-al parecer la casa les pertenecía a los Aceituno hasta hace 15 años, aunque quizá eso ya lo sepan ustedes, y quizás si se trata de los mismos Aceituno... los tios de Verónica sepan algo.
No que yo recuerde... - Contesta a lo de la casa de Vero. - Ah, ¿Sí? Creo que Vero no había dicho nada de eso... Sería ella la que nos consiguió la casa. Hemos buscado a la agente Tatiana, y hemos quedado con ella a las diez, así que hasta entonces tenemos todo un día por delante. Habíamos pensado en darte el encuentro. ¿Vamos a tu casa, o vienes tú? - Pregunta a Gabi.
- Y sí, estoy con Curro. Un momento. ¿Alguien recuerda donde vivía Verónica? -
-creo que mejor os doy yo el alcance- digo y busco con la mirada mis llaves- solo dime donde están
- Eh, Gabi. - Retoma el teléfono. - Por lo visto Vero vivía en una residencia de monjas, en la calle Emperatriz Eugenia, pero no sabemos si se mudó luego con sus tíos o qué pasó. ¿Qué hacemos?
“residencia de monjas”, tras pensar que en realidad Verónica perdió a sus padres, no me resulta muy sorprendente, pero por supuesto Verónica y yo éramos muy diferentes.
-por lo que veo lo mejor será dar un vistazo a esa residencia, quizás hablar con la que lo dirige…- explico- con un poco de suerte, quizás hasta haya un modo de contactar con la familia, visto que nosotros no podemos… ¿nos encontramos allí?
-
- Vale, pues vamos para allá. Ahora nos vemos, hasta ahora. - Se despide de Gabriel y cuelga el teléfono.
-nos vemos- digo antes de que cuelgue.
Tras colgar el móvil, miro mi ropa, no me he cambiado desde que regrese, corro a mi habitación y saco de mi armario lo primero, unos vaqueros, una camiseta lisa color blanco y una chaqueta color gris, me cambio lo más rápidamente que puedo, unos mocasines, mi celular, mi billetera(que me aseguro tenga el dinero dentro) y mis llaves terminan el conjunto, luego bajo de mi departamento y tomo un taxi.
-a la calle Emperatriz Eugenia, por favor, a la residencia de monjas- digo mientras me acomodo en el auto.