Partida Rol por web

Escucháis atentamente como las pisadas van acercándose, incluso diríais que os parece ver una sombra pasando por debajo de la puerta. El momento es agobiante y se vuelve aun mas tenso cuando se escucha claramente el llanto del bebé.

Maldecís todo lo que conocéis en silencio sabiendo que aquello podría ser vuestro fin. Escucháis como los pasos se acercan apresurados hacia la puerta tras la que se esconde Jessi.

Robert escucha agobiado cómo se empieza a oír el llanto del bebé. ¿y ahora qué hago yo? si salto y me lío a tiros esto se llenará de gente y de balas, pero si no hago nada... Los segundos fueron pasando lentamente... Sabiendo que no tomar una decisión era imposible, o actuaba o se quedaba quieto, Robert finalmente se decidió. En el momento en que oyera a los hombres forcejear con la puerta del baño saltaría fuera y les dispararía a bocajarro, aprovechando que estarían mirando hacia otro lado. Entonces pasó por su cabeza que los hombres podrían avisar a los demás antes de nada, pero no tuvo tiempo de cavilar más.

Lo segundos en la sala se hacen eternos mientras escucháis los pasos acercándose a la puerta donde se encuentra Jessi. Los pasos al final cesan y el silencio vuelve a reinar, incómodo, angustioso… Un silencio que se rompe por el ruido de varios disparos de fusil y el ahogado grito de la enfermera, seguido por un golpe en la madera lateral y el estruendo de los llantos ahora mucho más sonoros del bebé.

Sin pensar en las consecuencias de lo que hacía, Robert descorrió el pestillo y saltó al exterior de su baño, girándose hacia el lado de donde habían venido los disparos y, tras mirar a los tipos que acababan de matar a Jesy, hizo fuego con su escopeta contra ellos.

Robert, en parte asustado por los disparos y en parte envalentonado por defendes a Jessi, sales empujando la puerta de su escondite con la escopeta en la mano. En tu salida ves a dos hombres, vestidos de militar. Uno, el que supones acaba de abrir fuego, se encuentra enfrente de la puerta donde se escondió Jessi con un fusil de asalto en sus manos. El otro, un hombre mas gordo y mucho mayor que el primero, sostiene una pistola en su mano derecha.

Robert, se giró rápidamente, dirigió el cañón de su escopeta hacia el hombre con el fusil y abrió fuego. Sin embargo, debido a su precipitación, el disparo salió totalmente desviado, y Robert, desesperado, observó como el militar se giraba hacia él.

La repentina aparición de Robert desde otra puerta hace sobresaltar a los dos hombres que no pueden más que mirar boquiabiertos la acción del periodista, pero ésta no es lo suficientemente buena dado que el disparo pasa a un metro del hombre que sujeta el fusil, impactando sobre la pared y abriendo un buen boquete en la misma.

En un instante los tres hombres se miraro, como si el tiempo se hubiera detenido ...n

Apenas fueron 2 o 3 segundos pero los tres hombres tuvieron la sensación de que el tiempo se paraba mientras echaban mano de sus armas. Las miradas se cruzan y la tensión casi se puede percibir.