Partida Rol por web

Habeis llegado a la ciudad de Melvont, que se alza en la orilla noroeste del mar de la Luna. Melvont es conocida por se un lugar repleto de peligros e intrigas, y lleno de potencial para las aventuras, la riqueza y la fama. Llevais con vosotros el sello de Woarsten Nanzher, patriarca de una poderosoa e influyente familia noble de Melvont. El sello os ha proporcionado entrada gratuita a la ciudad, aunque no sin ser antes inspeccionados por la guardia de la ciudad. Una vez dentro, observais que Melvont es una ciudad sucia y con calles laberinticas, aire cargado de humo y ciudadanos malhumorados. ¡Mejor que esteis en guardia!

 Todo y el tranquilo descanso Ailush llega a Melvont hecha polvo, eso de montar tantas hora a caballo por primera vez la ha dejado dolorida. Al llegar a la ciudad, se baja de la montura, para guiarla por la sriendas, agradeciendo poder pasear un poco.

 - Al final hemos llegado, tampoco ha sido tan dificil. Vayamos a la posada a preguntar acerca de la residencia d elas familias.

Aenghus se tranquiliza por primera vez en dos días, por alguna razón la advertencia de la elfa le había dejado pensativo y nervioso.

Casi con sorpresa baja del caballo, se relaja y estira los músculos. Sonrie ante Ailush, por primera vez ve una flaqueza en la clerigo. El resto no parecen muy inquietos. La ciudad de Melvont, veamos que nos ofrece

 Ailush anda muy cerca de la silenciosa y protectora figura de Aenghus. Tarareando una sencilla melodía.

 - Alguno de vosotros había estado aquí antes? A ver que nos dicen en la posada acerca de las familias con las que tenemos que entrevistarnos.- Sin más se dirige a por alguna posada, preguntando algún ciudadano por alguna posada digna de mención.

Todos los ciudadanos os conducen hacia la taberna mas importante y destacada de la ciudad, "El nido del cuervo".

Es un edificio que parece muy antiguo, los dos primeros pisos son de roca, mientras que los siguientes tres estan hechos de madera mas moderna. A la entrada un humano armado recibe a los clientes. En la planta baja se encuentra el comedor principal y la cocina, se respira un ambiente distendido, unos hombres y un elfo estan lanzando cuchillos a una plancha de madera en una de las paredes, un grupo de enanos bebe jarras de cerveza en una mesa, el camarero esta limpiando los vasos en la barra y atiende los pedidos, otro grupo de hombres tienen un monton de piezas de plata en el centro de una mesa y estan jugando con unos dados y un cubilete, una mujer de aspecto barbaro con una armadura de pieles esta comiendo un plato de carne con los dedos.

 Tras ver la escena Ailush dice a sus compañeros.

 - Bien chicos, estamos aquí para encontrar algo de información, una vez hayamos tratado con la familia, ya tendremos tiempo para relajarnos y conocer a la ciudad y sus habitantes... si quereís.- Tras lo dicho avanza en dirección del posadero.

 Mientras avanza se fija en los parroquianos, sus indumentarias y equipo, si hay gente que lleve algunos colores de alguna casa o lo que sea.

 - Hola, buenos días maese posadero. Podriaís servirnos algo de bebida... y de información, venimos por asuntos de gran importancia, acerca de la guerra que se está preparando.

Ya que la clériga está desempeñando el papel de líder, yo me dedico a observar por la taberna, moviendome de un lugar a otro de la misma, fijandome en todo lo que me parezca interesante.

El posadero os atiende cortesmente, y a medida que vais pidiendo rondas se va haciendo mas amigable y os va soltando algo de informacion.

Os cuenta que Melvont es considerada la capital mercantil del mar de la Luna. Amargas rivalidades azotan a las familias de mercaderes de la ciudad, siendo las mas poderosas Bruil, Nanzher y Leiyragon.

- No he oido hablar nada acerca de ninguna guerra, lo siento.-

 Ailush bebe un dulce mosto mientras sus compañeros beben licores y otras bebidas. Parece asombrada ante el comentario del posadero acerca de desconocer cualquier asunto respecto a la guerra.

 - Al final el Rey Azoun IV ha declarado la guerra a los Zenth. Y desde el alto mando se solicita a todas las ciudades capaces, suministrar efectivos para la guerra, para terminar de una vez por todas contra la amenaza. Viniendo para aquí nos encontramos a una dama de los bosques que nos comentó que había visto cierta presencia de orcos, moviendose en grandes manadas. Nosotros- Dice señalando a sus compañeros.- Venimos de parte del noble paladín Alekay "El Justo", para informar y mandar una petición a las poderosas familias de la ciudad para colaborar en la guerra.

- Aha, ya veo. Pues como os decia, es la primera noticia que oigo. Los preparativos para una guerra suelen movilizar la ciudad entera y aqui no se ha oido nada, esta todo la mar de tranquilo.-

- Quizas deberiais ir a hablar con alguna de las familias nobles que gobiernan la ciudad, y plantearles esto. Despues de que descanseis, espero que os quedeis aqui esta noche tenemos unas magnificas habitaciones.-

 Ailush  mira a sus compañeros y Aenghus.

 - Si quereís quedaros mientras voy a solicitar audiencia, por si es el caso de que sea necesario, puedo ir yo. Mientrastanto podeís enteraros de como anda la situación.- Mira de nuevo al posadero.- Porcierto maese posadero, podriaís indicarme el camino y la dirección hasta la casa de la familia Nanzher?

El posadero te indica sin problemas la direccion de la casa de la familia Nanzher.

 Ailush agradece con una sonrisa la atención y servicios prestados por el posadero.

 - Descansad, voy a ver si logro una audiencia con el patriarca de la familia.- Mira a Aenghus.- Me acompañas, por favor?

Aenghus que se siente claramente incomodo por la criminalidad patente en la ciudad esta encantado de salir de alli. Su mano no se ha separado de su costado desde que han llegado.

Asiente a Ailush... aunque no creo que esas familias sean menos peligrosas

 Ailush y Aenghus se dirigen hacia la casa de la familia Nanzher.

 Siguiendo las instrucciones que ha dado el posadero, Aenghus y Ailush se dirigen hacia la dirección dada.

 Siguiendo por las calles principales, con sus escasas posesiones a buen recaudo. Preguntando a los guardias de la ciudad que encuentran por la calle, para determinar mejor la dirección a seguir. Durante el paseo Ailush, notando a Aenghus tenso le va hablando con él.

 - Cómo te encuentras Ghus?... Perdona, Aenghus. Crees que estamos preparados para encarar el trabajo que se nos viene encima?

Mientras Ailush y Aenghus se marchan a pedir una audiencia, yo me dedico a hablar con la gente de la taberna, contandoles historias sobre bolas de fuego, animales pequeñitos y mi tío Tim.

Ummm el trabajo depende más de nuestra capacidad negociadora que de nuestra fuerza por lo que no se... yo no se moverme en lugares de intriga y política. Me encuetro perdido en esta ciudad.

Aenghus parec satisfecho con sus palabras y las cierra con una sonrisa y un asentimiento. Ailush se queda perpleja puesto que el guerrero no suele ser nunca tan elocuente.

Permanezco junto a Mafuso mientras este cuenta a los parroquianos sus delirios de una mente calenturienta.

Estoy detrás de él y le hago gestos a la gente de que no le hagan caso porque no es muy normal, aunque no es peligroso.