Partida Rol por web

La corona de Asdrom

Capitulo 1.- Amos y esclavos

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15/12/2011, 16:15
Gorth

Grifith se instalo en una posada, cerca del distrito donde los comerciantes instalaban sus puestos. No tenia ninguno de los lujos del castillo pero estaba considerablemente limpia y sin dudar le dieron la mejor de las habitaciones.

Los mercaderes fueron pasando, a cual mas asqueroso. Algunos no conocian el jabon, otros llegaban salpidos por la sangre de los esclavos que vendian como ganado. Todos con los pagos y diezmos al dia, con los permisos en regla. El sello real en sus papeles les hacia casi "intocables" dado que daba legalidad a sus negocios.

Uno por uno fueron pasando, en riguroso orden de antiguedad, hasta que le toco el turno a Gorth cuando el sol bajaba por el horizonte.

El hombre no llego solo, trajo consigo una mujer con una cadena al cuello y las manos apresadas, hermosa, recien bañada y adecentada con una escasa tunica de algodon por todo atuendo, atada a la cintura con un cordon.

- Buenas noches mi señor.- dijo con una reverencia y obligo a la mujer a inchinarse.- Ella es la esclava de la que os hable, es vuestra decidais lo que decidais, tomarla como un regalo por vuestro proximo cumpleaños y por disculpa por mi horrible comportamiento de esta mañana.-pidio

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15/12/2011, 16:26
Shura

No dejaban de moverme, de lavarme y tratarme como si fuera un perro, ese ultimo día había prestado especial interés en mi limpieza y hasta en mi comida... Me guiaron encadenada como un animal ante un hombre. El Mercader apretó mi espalda obligando me a inclinarme mientras mis ojos azules se clavaban en la nueva bestia que tenía delante.

No entendía todas las palabras pero por lo que había dicho mi carcelero días antes parecía que este seria mi dueño, pues entendí cumpleaños, regalos y pocas palabras mas sueltas...

Mi mirada de rabia seguía clavada en aquel joven mientras mi cuerpo estaba en completa tensión.

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15/12/2011, 16:35
Grifith de Asdrom

Tras una jornada de entrevistas algo tediosas, el mercader que se hacía conocer como Gorth, llegó finalmente a mis aposentos acompañado por una hermosísima mujer. Lo cierto era que, tras entrevistarme con un grupo de mercaderes como los que habían pisado aquella habitación, la visión del cuerpo escultural de aquella esclava me producía una sensación de deseo que ya necesitaba a esas horas.

Después de escuchar al bueno de Gorth, me levanté de la silla y exclamé en el mismo tono de negocios que habituaba, directo y duro:

-Sea pues, maese Gorth, mañana reuniré a todos los mercaderes del distrito y plantearé vuestra entrada en el libre comercio del reino, marchad e id con Dios.-

Al decir esto, me giré para poner en orden mis documentos así como los manuscritos que había redactado con mis impresiones tras las vistas con los mercaderes, dando tiempo a Gorth a que abandonara la habitación y nos dejara solos a la joven esclava y a mi. Al escuchar el sonido de la puerta al cerrarse, dejé perfectamente colocados en el escritorio todos los documentos para luego girarme de nuevo y mirar más detenidamente a la belleza que tenía ante mi.

Aquella mujer me miraba con rabia en sus ojos, como si deseara que callera allí mismo fulminado a sus pies tras haberme dado muerte con aquellos ojos color cielo. Su belleza era increíble, jamás había visto tal cosa en mis muchos ires y venires por el reino y encontrarme con semejante mujer entregada a mi como regalo era algo que aun no podía siquiera dar crédito. Sin embargo mi mente siempre iba un paso por delante y cuando aun escuchaba al mercader alejarse de la habitación, crucé la habitación tan raudo como un rayo y lo reclamé antes de su marcha:

-Maese Gorth, antes de partir tomad algo en la posada, vuestro obsequio me place mas debeis conservarlo por mí hasta que lo requiera. Volved cuando vuestra sed esté saciada.-

Tras decir esto volví al interior de la habitación y cerré la puerta con llave para evitar ser molestado por algún descortés. Luego me acerqué a la mujer y la rodeé para no hacerla sentir aun más incómoda de lo que ya estaría. Apoyándome sobre el escritorio y cruzándome de brazos comencé a hablarle con voz suave:

-Espero que al menos os relajeis un poco ahora que no se encuentra con nosotros vuestro querido captor.- ,dije al tiempo que mostraba una media sonrisa, -Así como me agradaría que no siguierais mirándome con ese odio que arde en vuestros bellos ojos, no voy a haceros daño alguno.- ,al decir esto me incorporé y me acerqué a ella para despojarla de la cadena que aprisionaba su garganta, -¿Podríais brindarme al menos vuestro nombre?-

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15/12/2011, 17:25
Shura

No quite mis ojos de aquel hombre que ahora era mi dueño, era una hombre joven, hasta se podría decir que atractivo, y claramente mucho mas limpio que mi carcelero, mis dientes permanecían tan apretados que casi notaba el sabor de la sangre que generaban mis encías por la presión... No dejaba de revolotear a mi alrededor y de hablar de una manera extraña hasta que finalmente de paro ante mi hablando me directamente.

Me da igual que el se haya ido, ahora tu eres mi captor, eres mi dueño así que ponme el nombre que gustes, y eso de que no me harás daño lo dices tu, pues ser tratada como un animal o un objeto es bastante doloroso le espete con sarna, conteniendo mis ganas de morderle cuando acerco su mano a mi cuello para quitarme la cadena Ifen quitchengu tenma... murmure en mi idioma....

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15/12/2011, 17:44
Grifith de Asdrom

Al ver la reacción de aquella mujer no pude evitar sonreirme aunque evité que ella lo viera para no ofenderla aun más. Lo cierto era que no me resultaba cómico ni mucho menos, sino que me agradaba el carácter fuerte y luchador de mi acompañante. Una vez que le despojé de su grillete, la miré de nuevo a los ojos y continué intentando quebrar su coraza aunque no iba a ser una tarea fácil:

-Os concedo esa licencia, no concibo el dolor que debeis soportar al haber sido arrancada de vuestra tierra y resignaros a pasar de mano en mano como un mero obsequio.- ,me acerqué a ella aun más hasta estar a un palmo de distancia, -Aun así os ruego modereis vuestras formas, no me prodigo mucho siendo cortés si me faltan el respeto. Calmad el fuego que arde en vuestros ojos pues no podríais desear estar en mejores manos en esta situación.- ,mis palabras volaban cálidas hasta la joven en un intento por que comprendiera que no le deseaba ningún mal pero que debía recordar su situación estando ante el príncipe, -Está bien, decidme pues vuestro nombre, no soy ni Dios ni vuestro padre para nombraros.-

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15/12/2011, 18:07
Shura

Sonreí con ironía dejando salir un bufido con sus palabras, pues estaba claro que no comprendía absolutamente nada y no podía entender que era lo que yo sentía. Lleve mis manos a mi cuello para acariciarlo para mitigar el dolor de las cadenas que me había quitado.

¿No vas hacerme daño? ¿Entonces para que quieres una esclava virgen? ¿Para observarla? Eres igual que ellos, pero mas rico, deja de tratarme como si te importara lo mas mínimo no podía mirarlo de otra manera, había destruido mi mundo y ahora no era mas que una posesión Shura, ese es mi nombre

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15/12/2011, 18:13
Grifith de Asdrom

La miré fijamente mientras me contestaba. La fiereza de sus palabras no hacían sino mostrarme su dolor y la desdicha que sufría ahora, además, afirmaba ser virgen por lo que un sentimiento agridulce cruzó fugazmente mi cabeza, quizá su pasado guardaba más dolor aun del que podía imaginar. Ante tal pensamiento opté por dejar ese frente abierto para otro día de batalla, al menos había logrado su nombre y siempre era positivo obtener un comienzo:

-Duras palabras para una mujer tan bella como vos, lamento oirlas os lo aseguro....- ,al decir esto suavicé la expresión de mi rostro para mostrarle algo de confianza, -De cualquier forma no os someteré a más castigo por mi parte, al menos por hoy. Entiendo vuestro pesar aunque es cierto que no tengo forma de medirlo, sea pues que os doy este asalto por ganado.- ,al decir esto le mostré una media sonrisa al tiempo que concluía, -Tomad asiento, mi lady Shura, y deleitadme al menos con vuestra historia.-

Diciendo esto le acerqué una silla cómoda mientras yo tomaba asiento en mi escritorio y servía algo de vino para ambos.

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15/12/2011, 18:47
Shura

Quería mi historia, quería saber que me había pasado, pues se lo diría, escupiría mis palabras dejando claro que nunca podría mirar a ninguno de ellos de otra forma que no fuera como lo hacia ahora... Con odio y asco...

Imaginaos la felicidad, la mas pura felicidad, una familia estupenda, un hogar cálido, un futuro enlace con el la mujer que amáis y ahora la que os guardáis, y justo en el momento en el que estáis preparando vuestro enlace una ejercito de ratas y armadas destruyen todo... Todo lo que amáis y queréis, matan a vuestra familia y se llevan a vuestro amor a otro lugar, os apresan, golpean y tratan como basura, como si no fueras nada... Y ves como todos van siendo vendidos y finalmente solo quedas tu... Te dan a un noble que espera que seas dócil y agradable, un noble que claramente abusara de su poder contigo, una persona que será dueña de tu vida... parte la copa de vino pues no quería nada de el Si logras comprende eso... Sabrás porque no puedo mirarte de otra manera, deja de intentar caerme bien, toma mi cuerpo que es lo ultimo que me queda y terminemos con esto mi mirada no se apartaba de la suya mi cuerpo aun sentado estaba en permanente tensión, mi respiración pausada...

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15/12/2011, 19:11
Grifith de Asdrom

Ante la respuesta de lady Shura mi reacción no fue otra que una terrible decepción. Sabía de las penurias de las esclavas y de las trágicas historias que podían haber vivido pero al escuchar a una mujer de tal belleza escupir semejantes palabras no pude evitar sentirme sobrecogido. La primera vez que la vi al entrar en mis aposentos sentí el irrefrenable deseo de tomarla, de hacerla mía a cualquier precio mas ahora no podía evitar sentir lástima por ella y su destino.

Cuando terminó de hablar, me levanté y dejé el escritorio atrás para tomar su mano tensa como el acero. La miré a los ojos y la levanté de su asiento antes de que el vino tocase sus pies. La conduje a la puerta y, antes de entregarla de nuevo a Gorth, exclamé en un tono suave:

-Hoy no, mi lady Shura, al menos hoy no os arrebataré lo que, como vos decís, es lo último que os queda. Os veré mañana, ahora id con Gorth y decidle que venga mañana al medio día, habré de reunirme con los mercaderes y con él, luego quizá sigamos con esto.- ,la dejé en la entrada de la habitación no sin antes decirle una última cosa, -Y si os sirve de algo, lamento lo que os ha ocurrido.-

Sin decir más palabra, volví a mis deberes como príncipe y me sumergí de nuevo en los documentos de los mercaderes para urdir una linea de argumentación para el día siguiente. El deseo que había provocado lady Shura en mi hacía que me resultara complicado concentrarme. Una mujer tan bella que tan facilmente hubiera podido tomar era algo que no hubiera rechazado en el pasado más inmediato, mas sus ojos, no deseaba que me atravesaran de tal forma sin al menos luchar contra su odio.

Maldita sea Grifith, que demonios te pasa................puede que seas mía, lady Shura, pero vuestra belleza podría helar hasta el mismísimo infierno y eso no algo fácil de manejar. Saciar lujuria podría cualquier cortesana o vulgar ramera, pero poseer esa belleza es todo un reto para mí.

Absorto en mis pensamientos y sonriendo, volví de nuevo al trabajo.

Notas de juego

Lo siento mi lady Shura, pero deseo un encuentro menos tenso para desatar mi pasión con vos, en este instante tan solo conseguiría que me cortaras las pelotillas ^^

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15/12/2011, 19:52
Shura

Cuando me cogió de la mano un descarga eléctrica recorrió mi cuerpo, mi mirada esta en nuestras manos ahora, como si estuviera estimando si iba a mover la suya a otro lado de mi anatomía. Al llevar,e a la puerta lo mire confusa, sin entender ¿Tenía que volver con el Mercader? Parecía que si, y lo mas seguro es que me castigara por no satisfacer al príncipe, pero me daba igual...

Aun no... murmure repitiendo sus palabras, pues eso dejaba claro que hoy no, pero en otro momento si lo haría, así que por ahora solo alargaría la espera para mi principal tortura...

No dije nada mas, solo me quede delante de aquella puerta a la espera que el Mercader viniera a por mi...

Notas de juego

Lo siento, es una fiera... Como no la domes terminara mordiendo te xD

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16/12/2011, 14:40
Director

El esclavista volvio a poner la cadena al cuello de la mujer y se llevo contento, pensando que habia cumplido y agradado al principe.

Como bien pensaba Grifith, Shura fue tratada con algo mas de cortesia pues no se queria lastimar a la propiedad de un principe.

Al dia siguiente, el principe se reunio con los esclavistas. El rumor del regalo de Gorth se habia estendido tanto que ninguno se nego, pensando que aquel sucio traficante de mujeres se habia ganado el agrado del principe. ¿Quien se atreveria a decir nada en contra de quien a satisfecho las necesidades de un heredero al trono?

La reunion fue corta y Gorth aparecio de nuevo con Shura.

En su cara una sonrisa triunfal mientras esperaba que el principe lo atendiera de nuevo.

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16/12/2011, 14:47
Gorth

Mientras esperaban Gorth murmuro a Shura.

- Has tenido mucha suerte, se complaciente y sumisa y viviras entre reyes, no te faltara la comida e incluso podrias llegar a engendrar un bastardo real.

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16/12/2011, 14:57
Shura

No hicieron falta palabras, la cara de asco y desprecio que le puse dejo claro que ni el ni sus palabras me agradaban, ¿Un bastardo real...? ¿Eso se consideraba honorable? Por dios esta gente esta enferma, son una salvajes vestidos entre sedas y formas de hablar pomposas...

Me quede esperando y suspirando, al menos no volvería a ver la cara de ese traficante nunca mas...

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16/12/2011, 14:59
Grifith de Asdrom

La noche transcurrió para mi como un suspiro en el viento. Con el recuerdo de mi encuentro con lady Shura había agotado las horas hasta el alba al tiempo que apuraba algunas copas de vino. Lo cierto era que no sentía amor por ella, no era algo que me hubiera preocupado nunca, sin embargo, desde el primer instante en que la había visto había sido como si mi sangre hubiera cambiado el curso de su circulación. De haberla conocido de cualquier otro modo, ahora yacería dormida en mi lecho tras una noche de pasión mas habiá provocado algo en mí que me incitaba a no forzarla, a no hacerle daño alguno; el pensamiento de habela dejado en manos del miserable Gorth no era muy alentador mas no podía permitir que se corriera la voz de aquel obsequio.

 

A la mañana siguiente, mis energías estaban renovadas y mi mente estaba mucho más despejada, requisito indispensable para afrontar una reunión con mercaderes rehacios. Tras asearme debidamente y picar algo de desayuno, me encaminé a una sala dispuesta por el buen posadero para mis menesteres, tales como la susodicha reunión.

Para mi sorpresa, la reunión transcurrió de forma vertiginosa, según parecía, mis intentos por encubrir el encuentro con lady Shura y la acción de Gorth al obsequiarme con ella, habían sido totalmente vanos pues era la comidilla de aquellos comerciantes. Con el semblante de la decepción que me provocaba aquella situación, di por finalizada la reunión a la espera de una toma de decisiones justa para todos que redactaría bajo mi puño y letra y sería sometida a consenso por el gremio de comerciantes.

Una vez se retiraban aquellos mercaderes, vi como Gorth apareció de nuevo con aquel ángel encadenado. La joven esclava era tan hermosa que parecía helar el aire a su alrededor y no era capaz de asimilar como era posible que aquel desalmado hubiera podido volver a ponerle aquel grillete a su delicada garganta. Al ver al comerciante, sin prestarle demasiada atención mientras recogía mis documentos, le increpé en tono frío y severo:

-Saludos, maese Gorth. Veo que habeis decidido obsequiarme de nuevo con vuestra presencia.- ,mirando la cadena al cuello de Shura proseguí, -Quitádsela en el acto.- ,una vez que el comerciante le liberó de su cadena lo miré a los ojos y proseguí, -Y bien, hablad pues.- 

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16/12/2011, 15:37
Gorth

- Saludos mi principe.-dijo con una reverencia antes de quitar la cadena a la chica.- Es vuestra, por ello os la traigo. Yo he de partir mañana, viaje de negocios, a recoger mercancia nueva.- Te informo con un brillo osceno en la mirada.- Una remesa de esclavas muy jovenes. Si os agrada puedo guardaros alguna para vuestro disfrute.- murmuro

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16/12/2011, 18:17
Shura

Allí estaba de nuevo, tras una noche mas agradable que las anteriores pero tampoco para echar cohetes, de nuevo me entregaba aquel hombre y por lo que entendí en sus palabras ya me quedaría con el.... ¿Que tenía pensado hacer conmigo ahora? Pues como intentara seguir con lo de caerme bien... Esto terminaría siendo agotador, pues mientras fuera mi dueño no lo vería mas que como un sucio cerdo como al resto, pues traficar con vida era lo mas bajo que podía hacer una persona... Tanto el que las vendía como el que las compraba....

No dije nada, sume mente me quede allí quieta y resignada...

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16/12/2011, 20:16
Grifith de Asdrom

Miré a Gorth con algo de desprecio, lo cierto era que sus formas y su sola presencia me producían nauseas pero aquel comerciante tenía, pese a todo, sus derechos. Soltando un suspiro de decepción exclamé:

-Sea pues maese Gorth. He decidido implantar un sistema de tasas por las cuales cualquier comerciante podrá instaurar su mercado aquí en el distrito. Así pues finalmente parece que habeis obtenido lo que deseabais, sin embargo, a vuestro regreso, me encantará oiros explicarme como es posible que vuestro regalo sea noticia popular.- ,dije con dureza, sin embargo, antes de que pudiera responderme concluí, -Id con Dios, maese Gorth.- ,al decir esto lo miré fijamente como si deseara convertirlo en piedra con mis ojos.

Una vez se hubo marchado, miré a mi hermoso regalo, mi lady Shura. A pesar de haberla condenado a otra noche en manos de ese tratante de blancas, conservaba su belleza intacta. Decidí llevarla conmigo de nuevo a mis aposentos para no estar a la vista de todos, después de todo su condición de esclava no era algo que beneficiara mis deberes por lo que, tras recoger mis documentos, me acerqué a ella y la ofrecí gentilmente mi mano para que me acompañara:

-Si sois tan amable...-

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16/12/2011, 22:06
Shura

Durante toda la conversación miraba a uno y a otro como intentando discernir que decían, como siempre en completo silencio y frotando mi cuello cuando me quitaron los grilletes y la cadena del cuello.

No podía evitar mirar de arriba abajo aquel hombre que seria mi dueño apartar de ahora... ¿Cuanto duraría intentando satisfacerme? ¿Cuanto tardaría en tomarme a la fuerza? No parecía un hombre muy corpulento...

Estaba ensimismada en mis pensamientos cuando vi su mano frente a mi y escuche como me hablaba, viendo que el Mercader finalmente había desaparecido Te acompañare pero no iré de tu mano.... Le dije sin saber si e fa lo que pretendía.

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16/12/2011, 22:37
Gorth

- Si mi señor.. como gusteis...- murmuro sin saber como responder a tu peticion. Esperando que se le olvidara en su proxima reunion. Antes de irse lanzo una mirada a Shura, una mirada dura que pretendia decirle "mas te vale comportarte", antes de irse.

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17/12/2011, 12:41
Grifith de Asdrom

Cuando lady Shura me contestó de tal forma no pude evitar sonreirme por aquel reto que me lanzó con su mirada furibunda. Pese a poseer tantísima belleza, su carácter era tan duro como el acero y sus palabras parecían dagas que me lanzaba directamente al corazón.

De cualquier forma, la invité a acompañarme con un gesto de mi mano dado que bajo ningún concepto me tocaría. Siendo así emprendí el camino hacia mis aposentos al tiempo que aguardaba que Shura me siguiera, aunque, tras la última mirada que le había lanzado maese Gorth, no pensaba que intentara nada raro.

Al cabo de un instante, llegamos a la entrada de mi habitación a la cual entramos sin demora. Una vez dentro, dejé mis cosas en el escritorio y me despojé de la casaca que tan acalorado me tenía tras la reunión. Siguiendo mis instrucciones, habían dispuesto una bandeja de comida así como una botella de vino decente. Acercando una silla a mi lady Shura exclamé:

-Si teneis hambre, podeis serviros sin reparos, y no tengo apetito.- ,al decir esto me acerqué a la ventana a echar un vistazo al sol de medio día, dando la espalda a mi hermosa acompañante, exclamé en tono suave, -¿Qué tal habeis pasado la noche? ¿OS ha lastimado de alguna forma?-