Partida Rol por web

El atardecer se cierne sobre la caravana amenazando con devorarla. El tiempo pasaba y el capitán dirigía la caravana dando órdenes a sus hombres. El día se marchaba dejando sus últimas luces. El cielo de la Marca Argéntea se iba oscureciendo.

- Vamos, se acerca la noche  - comenta el capitán - tenemos que llegar a la llanura antes que extinga el sol. Si no, estaremos expuestos.

La caravana compuesta por 3 carromatos y 6 caravanas avanzaba raudo y veloz escoltado por un grupo de 6 soldados a caballo bien armados.

Permanecéis en uno de los carromatos entre sacos de provisiones. No es muy cómodo, pero peor sería  viajar andando en plena noche. Al fin y al cabo, Grim Celvalto se había ofrecido a llevarte a Querbarr para invitarte a los festejos del pueblo que tanta fama tienen. No teníais nada que hacer, estáis relegados de vuestros servicios a la ámbula por expiración de contrato y tenéis tiempo libre.

Permaneces en la carreta del conductor junto a un soldado de la guardia. Has sido contratado por Grim Cervalto como mercenario, para ayudar a proteger la caravana del comerciante. El destino es Querbarr, así ganas dinero y tus obligaciones con la ámbula termina precisamente en ese pueblo. Quizás sea un buen momento para pasar una temporada ociosa gastando tu dinero en las celebraciones que próximamente se dan en la villa.

Se acomodó como pudo entre varios sacos, aunque notaba que algo se clavaba en su espalda. Se removió hasta poder quitarse eso incómodo y suspiró. Miraba a su alrededor y a su compañero de viaje.

- Espero que no tardemos mucho en llegar

Comenta y toca su mochila, asegurándose que lleva todo.

La paga no sera una maravilla   pero al menos no hemos  tenido que sudarla demasiado .Miro distraidamente a mi alrededor  , el paisaje pasa   repetitivo delante  de  mi ojos, rocas , arbustos , algún árbol  solitario.pff, que trabajo más aburrido.El lugar  al que  vamos tendra una taberna decente?.Mi anterior trabajo fue con unos monjes no veas  que horror.Como ellos no comían carne  , los demás  tampoco podíamos y del alcohol y las mujeres ya ni hablamos.

Rannek cabecea, sin muchas ganas.

- Necesito una buena cerveza y estar en un sitio que no se mueva a la velocidad de una tortuga. Este viaje ha sido aburrido, la verdad.

Tu compañero apenas gira la cabeza para escucharse. El soldado bosteza y dirige la mirada a un lado del camino. El monótono traqueteo  de la carreta le estaba dejando somnoliento, volvió a bostezar una vez más.

El sol se pone en el poniente, ensangrentando el horizonte. La caravana avanzó medio kilómetro más hasta una pequeña llanura junto al camino. El capitán gritando órdenes dirigía las tareas rutinarias. Las carretas y carros integrantes se colocaron en círculo. En un perímetro de distancia, a unos dos metros del anillo de carros y caravanas de mercaderes se colocaron estacas con teas encendidas. En el centro una gran hoguera iluminaba el campamento. 

- Venga, que no tenemos toda la noche bribones, trabajad.

Los hombres de la guardia no paraban de trabajar para dejar listo el campamento lo antes posible.

- Tú cretino - grita a uno de sus guardias - organiza los turnos de guardia. 3 por turno.

Los comerciantes y miembros de la caravana se congregaba en torno a la hoguera para comer algo antes de dormir. Los sacos de dormir se apiñaban en torno. La gente hablaba muy animosa. Pronto estarían en Querbarr y podrían descansar como debiera.

Te encuentras en un campamento improvisado en un claro. El Sumo Sacerdote Aklalhas, del Templo del Crepúsculo de Torm, te ha encomendado una misión. En la villa de Querbarr están raptando los niños y parece ser que un asunto de rituales puede estar en juego. Una especie de hechicero o nigromante que usa a orcos como servidores para sus designios anda detrás del asunto. Sea lo que sea es una abominación a los ojos de Torm y debía de ser erradicado.

Has partido de Eternlund con cuatro miembros del Templo en dirección a la villa en cuestión. Os habéis apartado del camino para montar vuestro improvisado campamento. Os encontráis a pocos metros del cruce con el camino del Paso de Argluna. Tras un bocado antes de dormir, has decidido hacer la primera guardia para dormir de seguido y te has subido a una roca de gran altura para divisar mejor los alrededores alumbrado por la hoguera del campamento.

Te ha llamado la atención otra hoguera a apenas unos 150 metros lo más lejos. Escucha voces y jaleo, seguro que es una de esas caravanas de alguna ámbula que recorre los caminos del norte. Grandes lámparas iluminan el borde exterior de un círculo de carretas. Sonríes y vuelves la mirada a tu campamento para comprobar con horror que está siendo atacado por lobos salvajes. Tus hombres están perdidos. Uno de los lobos olfatea el aire y dirige su mirada hacia la roca dónde tú observas impotente la carnicería.

La noche tranquila se había ido al infierno. Eso le recordó que no tenía que confiarse. Felson se había despistado un segundo, sólo un segundo, y por eso, sus hombres estaban muertos.

-Por Torm..

Murmuró.

Hizo ademán de meter mano al acero y unirse a la lucha, no, a la masacre, pero luego recapacitó. Sus hombres ya estaban condenados por su necedad, y por Torm, que no iba a cometer otra.

Observó como uno de los lobos olfateaba el ambiente, buscando carne...la suya. Gruñó y echó a correr, saltó de roca en roca, evitando el liquen, o las molestas enredaderas. Su capa le estorbaba al correr, pero no podía pararse a desembarazarse.

Felson miraba constantemente hacia atrás, para ver si le perseguían. Decidió tomar la ruta de las caravanas, buscando el apoyo de éstos.

-¡Lobos! ¡Looobos!

Aullaba, para alertarles.

En medio de la noche corres como puedes y esperas que en cualquier momento aparecieran esos lobos a tu espaldas. Has ganado terreno, pero sólo es cuestión de tiempo que esos salvajes animales salten detrás tuya.

Se baja del carro y se estira, desperezándose. Se quita la capucha mostrando su melena recogida en una coleta y mira a su alrededor.

- Como no te des prisa.. te quedas sin comer..

Le comentó a Rannek sonriendo de lado y acercándose a donde estaban todos para poder comer y beber algo, como el resto de los que estaban allí. Mientras come, mira como se organizan para hacer la guardia, atenta de si necesitan a gente para ayudar. Al menos haría algo.

El cansancio te hace trastrabillar pero te mantienes de pies. Giras para ver si hay perseguidores. Has avanzado casi 60 metros cuando ves por un momento unas figuras moverse atrás en la oscuridad, no puedes verles claramente pero sabes que están ahí. Giras la cabeza, ves el radio iluminado del campamento, lo tienes a menos de cuarenta metros. El cansancio va haciendo mella. Escuchas los gruñidos de las bestias. Quizás puedas conseguirlo.

Al escuchar la mención de la comida, Rannek acelera el paso.

- Hay cosas importantes en la vida ... ¡y la comida es una de ellas!

Mientras echa un vistazo a los guardias, para ver si hay algo anómalo en como se organizan esa noche.

- Vamos Mía, creo que te tocaba pagar una ronda.

Una enorme sonrisa aparece en la cara del bárbaro norteño.

Mira al bárbaro y sonríe de lado, mueve un dedo de un lado a otro, negándolo.

-Ah ah.. Dije que cuando llegaramos a Querbarr, aún nuestro trasero tiene que sufrir un poco más en esa carreta.

Rió . Cogió una jarra y se la ofreció a su compañero.

- No estaremos cómodos, pero al menos no tenemos que ir caminando todo el rato.

Comentó dando un trago a la jarra. Supone que no hay que pagar, ella tiene mucha cara para ese tipo de cosas.

La respiración del paladín se agitaba, sentía como sus axilas se humedecían bajo la camisa, de tela no muy buena, sus rodillas le picaban, y estuvo a punto de tropezar y caer.

Se permitió un respiro y miró atrás.

No los vio.

Sus pulmones le ardían, y se permitió pensar, solo unos segundos, que los había perdido.

No fue así. Vio como volvían a perseguirle.

Felson se apoyó en la mano y se incorporó de un brinco, para volver a correr, como si le fuera la vida en ello. De hecho. Le iba la vida en ello.

Caes de rodillas, maldiciendo. Te giras un instante y ves ojos rojos brillando a poca distancia. Notas como las criaturas reducen terreno. Tienes que levantarte y con tu último aliento levantarte, estás apenas a 20 metros del círculo externo de luz. Puedes ver a un guardia patrullando en el área iluminada.

-Venga, id terminando de cenar que hay que dormir - gritaba el capitán - mañana hay que levantarse temprano, ¡hay que llegar a Quervarr mañana!. 

El capitán, nunca revelaba su nombre, era un individuo maduro con una gran cicatriz que le cruzaba la cara desde la ceja derecha hasta la parte baja de la mandíbula, se había ganado cierta reputación como veterano de guerra y había sido contratado para la ámbula de Grim de forma permanente. Se llevaba todo el camino en silencio salvo cuando se ponía a vociferar órdenes. Parecía que no era capaz de mantener una conversación de un par de minutos sin gritar una orden. Muchos han intentado llevar un camino amistoso y conversar con el capitán, los que lo conocían de anterioridad desistían en tal difícil empresa. La camadería no era el punto fuerte del veterano guerrero de marcada cicatriz.

- Bueno, parece que mami nos llama a dormir...

El cuchicheo del bárbaro se vió acompañado por una sonrisa traviesa.

- Para ser honestos, no tengo todavía demasiado sueño ... si quieres Mia, antes de volver a nuestra lujosas habitaciones, podemos revisar el campamento para asustar a los guardias que se esten quedando dormidos.