Partida Rol por web

Khegart guia el grupo hasta el límite de Querbar, hacia los lindes del bosque. No le costó seguir el rastro, tenía el recorrido en su cabeza. Para cualquier persona era una tarea algo complicada debido a la cantidad de robles y Maderadiques de iguales características, pero Khegart es un guardabosques consumado y sabía moverse en la naturaleza con una habilidad asombrosa y tenía facultades innatas que lo hacían único.

Una leve brisa mueve las ramas de altos árboles: orgullosos robles, maderadiques con sus brillantes hojas de color marrón y gigantescos sombraaltos. También podéis ver algunos abedules y abetos. La luminosidad era débil a medida que os adentráis en el interior del bosque. Entre el cielo iluminado por un sol moribundo y las copas de los sombragris creaban una atmósfera oscura y sofocante.

El halfling se movía en la retaguardia del grupo , moviéndose silencioso como una sombra por entre los Maderadiques , el suelo no demostraba ser muy transitado y para fijarse en el rastro debía concentrarse mucho  sin embargo el humano lo tenia sorprendido, no pensaba que alguien de su tamaño y naturaleza se pudiera mover tan sigiloso y seguro por entre el bosque , su andar era liviano y los guiaba como el lo haría por entre las calles de Querbar, un momento después de entrar en lo espeso del bosque Tebryn se acerca al guía – te ofrezco una disculpa por mi comportamiento en la taberna , no fui muy amable y desconfié de tus capacidades, me sorprende la facilidad que tienes para moverte por aquí… en fin supongo que nos acercamos al peligro mejor será irnos preparando para el combate –
Tras lo dicho el halfling pasa de nuevo a la retaguardia palmeando en el pecho a sus compañeros  - amigos creo que es hora de alistar las mejores armas nos acercamos a la fiesta– se coloca en la parte trasera del grupo vigilando alrededor mientras alista una saeta en su arco

Keghart llegó al fin ante la torre en ruinas. De día, su aspecto era menos atemorizador. En medio del ruinoso edificio podía verse los restos de la fogata donde los orcos comían la noche anterior.

Me acerco lentamente ha la torre y uso detectar magia en ella y en los alrededores ( no sé que alcance tendra)

Un escalofrío le recorrió la totalidad de su espalda y los pelos se le erizaron al ver de nuevo aquellas ruinas, aún tenía demasiado recientes aquellas imágenes.

Tras una rápida observación, concluyó que no había ningún orco allí, al menos ahí fuera, puesto que examinando las ruinas un poco más detenidamente pudo encontrar unas escaleras que descendían a algún lugar por ahora desconocido.

-Podemos bajar por estas escaleras, pero debemos de ser muy cautelosos, no sabemos qué puede haber ahí abajo...- comentó al resto del grupo para, acto seguido, iniciar el descenso lentamente, prestando atención a cada detalle, en busca de posibles trampas o cualquier pista que pudiera indicar el paradero de los orcos.

Fysinun saca la espada, y espera la investigacion de los compañeros.

Las escaleras conducen a la negra oscuridad. Un corriente de aire parece provenir desde abajo. Salvo un repentino rumor, quizás provocada por la mencionada corriente de aire, no parece oirse nada, pero para Khegart no hay duda, una señal inequívoca lo confirma, que los orcos han bajado por las escaleras: las hierbas machacadas en la zona cercana a los primeros peldaños descendientes.

Tebryn se pasea por entre las ruinas, pateando los restos que han dejados los monstruos – bueno al menos sabemos que no van hacia el pueblo por lo pronto es algo bueno , sin embargo no podemos dejara  esos bestias andar por ahí a sus anchas…. - Me acerco a las escaleras ,siento un escalofrio que recorre mi espalda mientras observo – alguien tiene como alumbrar? Alla abajo lo necesitaremos

Keghart continuó descendiendo y adentrándose cada vez más en aquella negrura, las palabras de Tebryn sonaron tentadoras, una luz haría la labor de exploración bastante más fácil, pero también iría anunciando su posición a medida que se internasen allí.

"A ver si así...", rebuscando en su saco dio con el farol que llevaba, vertió algo de aceite en él y lo prendió usando el trozo de pedernal que siempre llevaba consigo. Con una mano sujetaba el farol y con la otra agarraba su capa y cubría el farol, atenuando en gran medida el haz de luz de éste, de esa forma podría ir viendo todo aquello que se encontrase cerca suya, pero evitaría ser descubierto fácilmente.

Los primeros aventureros se disponen a descender las escaleras que conducen más allá de la oscuridad. Alumbrados por el farol del guardabosques pueden contemplar unos peldaños de piedra gastados que les lleva a un pasillo de unos tres metros de ancho. En las paredes hay antorchas apagadas y el túnel parece desembocar a un gran arco sin puerta.

---Nada de magia- digo cuando vuelvo ha abrir los ojos.- avancemos un poco mas.

Avanzo con cuidado mientras descendemos por la escalera 

Tebryn sigue los pasos de sus compañeros y desciende en la retaguardia del grupo , al ir bajando no deja de sentir un escalofrio en su espalda
Espero que este túnel sea lo bastante seguro…..

Keghart avanza lenta y sigilosamente, comienza a sentirse incómodo liderando al grupo en aquel oscuro y subterráneo lugar, tan diferente a su hábitat usual. Se acerca y examina una de las antorchas apagadas para comprobar si había sido usada recientemente o no.

A medida que os aproximáis al gran arco escucháis unos gruñidos que se asemeja a ronquidos por la cadencia de dichos ronquidos.  El arco mencionado parece conducir a una cámara.

Al escuchar los gruñidos me pongo tenso y alerta, incoscientemente prearo mentalmente algun hechizo de defensa por si la moscas.

---Ahi delante hay algo...- les susurro a mis compañeros  mientras señalo con la cabeza la dirrección de la que provienen mientras trato de distingir que clase de criatura es la que tenemos delante.

Fysinun comienza con una letania mascullada entre dientes. La plegaria a su dios. El rezo de un leal servidor.

En cuanto escucha los ronquidos Keghart se queda inmóvil. Conteniendo su propia respiración durante varios segundos, trata de averiguar cuántas criaturas aguardan dentro de la cámara, contando el número de gruñidos y diferenciándolos por su tonalidad.

-...¿estáis preparados para entrar?... hay que ser muy sigilosos, si están durmiendo podremos asesinarlos sin que se despierten, ¿qué os parece?...- le susurra a sus compañeros con un deje de voz lo más bajo posible.

Más allá del arco véis una cámara de unos 9 metros cuadrados. En la parte opuesta podéis ver un pasadizo similar en la mitad de la pared norte. Hay varias literas de basta manufactura en la pared oeste. En una de ellas podéis ver unas formas verdosas que roncan sin cesar. Uno sólo se encuentra sentado en una mesa que hay en medio de la cámara, sugetando una jarra. Sobre la mesa está su arma, una herrumbrosa cimitarra de tosca manufactura y hay algo amontonado en la pared este. Una tenue luz proviene de una pequeña lámpara de aceite que emite una tintilante luz.

Ante las palabras de Keghart  le asiento con la cabeza , pues soy mejor con los pies que con la boca me fijo en el monstruo de la mesa y  en el montón que tiene cerca , luego saco con mucho cuidado del interior de mi capa un pergamino y del cinturón saco mi espada corta  , señalo a el ,monstruo y luego a mí , señalo los que están en las literas y señalo a mis compañeros luego me pego a la pared y me hecho la gorra de la capa por la cabeza y empiezo a moverme hacia el monstruo con el mayor sigilo