Partida Rol por web

Ante las palabras de mi artillero y sin desviar la vista del arácnido que corre a toda velocidad hacía mi posición, contesto por el canal 3:

 - "Wallace, ayuda a Bockman a preparar el arma. ¿Supongo que la puerta está lista ahora que te veo aquí disparando? Además no hiciste fuego supresivo, sino un puto tiro cuando mi orden fue clara. Ven acá y repara esa arma. ¡Ahora!"

Mantengo la vista firme, esperando el mejor momento para disparar.

Al encararme hacia el ataque me doy cuenta que al volver al fuerte había subido por el primer sitio que había encontrado sin pensar en otra cosa que en salvar el culo, pero ahora me doy cuenta que mi posición no es la que el Sargento Focker me había asignado para el combate. El maldito ataque sorpresa había puesto patas arriba todos nuestros planes.

-SARGENTO!!! ¿QUIERE QUE OCUPE MI POSICIÓN O MANTENGO LA ACTUAL?

Debía asegurarme que el Sargento Focker estaba al tanto de la situación y atenerme a su decisión. Aunque los bichos se nos echaban encima siempre había que mantener el orden dentro de lo posible.

Observo a Raynor en silencio. No le conozco bien, pero parece un tipo duro. Diría que él y el Sargento Focker están cortados por el mismo patrón. Incluso se parecen físicamente.

¡Si, señor! Grito abandonando mi puesto y corriendo a ayudar a Bockman, algo nerviosa. Había ignorado una orden de un superior, tonta de mi, por pura inseguridad. Lo dicho, dadme una buena herramienta antes que un buen rifle. 

Mkoll gruñó, evidentemente disgustado... aunque seguía pensando en aquel maldito bicho, parecía que iba a tener que dejarlo ir por órdenes directas. Asi que apuntó con su rifle a la oleada de bichos que venía a por ellos, y decidió que, ya que la mitad de su escuadrón se había dedicado a jugar al pilla-pilla con los bichos, y gran parte de la otra mitad a mirar como corrían, alguien debía ayudar a frenar aquello.

"Lo siento por los cabrones de la Heat, pero ahora van a tener más trabajo..."

Ante la pregunta de Raynor, le respondo, prestando atención a donde está en este momento y a la situación actual:

 - "Dispara ahora Raynor, cuando tengamos menos bichos tomas tu posición. ¿Entendido?"

Mantengo la mira fija en el bicho similar a un guerrero que se acerca a toda velocidad a mi posición: 

"No soy un experto en bichos, pero me atrevería a decir que es de esos bichos más rápidos que nos atacaron en la colina, más temibles que un guerrero."

Sonrío ante la perspectiva de enfrentarme a él en combate singular y solo tres palabras salen de mi boca, representando un pensamiento en voz alta:

 - "Eres mío maldito..."

Cuando escucho las órdenes del Sargento Focker me sitúo en posición de disparo y preparo mi rifle para comenzar a hacer fuego de supresión tal y como se nos ha ordenado.

-Como ordene!!!

Veo un par de bichos enfrente que serán un buen objetivo. Sin pensarlo dos veces abro fuego esperando darle a alguno.

Ante la inmensidad del tiempo que esto supondría y el continuo martilleo de los fusiles de mis compañeros que me pone nervioso al haber dejado de disparar.

- Sargento, esto llevará demasiado, no estará listo para poder usarse en este ataque de los bichos. Permiso para dejarlo y volver a disparar contra la escoria con patas.

Veo como el fusilero Raynor abate sin pestañear a tres enemigos de una ráfaga.

El amarillo del miedo está ahora acompañado por el verde de la envidia. Mi color es turbio, mis manos tiemblan, pero todavía tengo balas...

Los infantes combatían con ferocidad, bala a bala los bichos iban cayendo en mayor numero. Las ráfagas estaban cumpliendo su cometido, los bichos caían o se mantenían a raya, muy pocos habían logrado llegar hasta la muralla.
La victoria estaba en sus manos, solo tenían que extenderla y tomarla. Ese era el momento para no cometer errores, el momento para decidir si su victoria seria gloriosa o amarga. Hasta ahora el saldo era prácticamente blanco; mas de 100 bichos caídos contra solo un infante apenas herido.
Pero no debían engañarse a si mismos, muchos errores se habían cometido, si tan solo el enemigo hubiera sido el doble de numeroso otra hubiera sido ahora la historia. Tenían que mejorar y estar mejor preparados.
El capitán Tsumina se había mantenido en constante comunicación con los escuadrones, mas que nada poniendo atención a lo que acontecía; sabia él perfectamente que todos estaban preparados y sabían bien lo que hacían.
Para el escuadrón Fox la situación era cada vez mas tensa, se les había escapado un bicho antes, y ahora el cabo estaba en problemas, 2 bichos iban tras él. Tenían que subirlo al muro cuanto antes.
Aun había varios bichos en la zona, la mayoría amedrentados por el fuego supresivo, pero aun así eran peligrosos, los de la Fox tenían que terminar con su trabajo cuanto antes.

-Aquí el Sargento David Wolf del escuadrón ECO, solicito estado del resto de escuadrones. No hemos sufrido ninguna baja y solo quedan dos arácnidos en pie a punto de ser fulminados. Corto.

-Área segura al norte, el numero de bichos se ha reducido a 0. Nos hemos encargado de mas de 20 de esas asquerosas cosas.-

COMUNICACIONES CANAL PRIVADO CON SARGENTO FOCKER:

- "¡Mi Sargento! El Sargento Wolf de la Eco requiere estado de los demás escuadrones. Informa que no han sufrido bajas y que les quedan sólo dos arácnidos a punto de caer.

El Sargento Mutsafa informa de que se ha asegurado la zona Norte, que han abatido más de veinte enemigos." -

COMUNICACIONES A TODA LA ESCUADRA, CANAL 1:

- "Chicos, no disparéis al bicho en coordenadas aproximadas BQ,53. Creo que lo he abatido." -

"Hay que joderse con el cabo... ¡eres cebo de bichos, muévete gilipollas!"

Con cara de malas pulgas, el explorador se asomó para disparar a los bichos que había cerca del inútil del cabo. Vio por el rabillo del ojo que el consejero tenía enfilado a uno, así que se centró en el otro. Sin embargo, parecía que el ángulo no era muy bueno y que no andaba muy fino.

"Aún deberás dar gracias de que no sea yo el que te vuele la cabeza"

Viendo que uno de los bichos se acerca al Cabo Evans, quien aun no puede subir por el muro, apunto mis disparos contra el bicho guerrero cercano a él un par de segundos, para apretar el gatillo finalmente. Dirijo una salva de munición para intentar salvarle la vida de lo que se le viene encima.

Cuando acabo, respondo a mis hombres:

 - "Bockman, defiende aquí primero entonces. Luego veremos el arma. Todos, mantengan el fuego a discreción, pero concéntrense en salvarle el culo a su Cabo."

Mantengo la mira en esos enemigos mientras espero que Evans pueda resistir allá abajo.

Viendo como los bichos ganaban terreno rápidamente, Evans optó por subir o morir. Volvió a sujetar la cuerda afianzando bien el pié y...zZAS!. El hielo formado en la bota hacía que esta resbalara impidiendo trepar. Los bichos estaban más cerca, oía sus patas crujiendo el hielo del suelo cerca de su espalda. De repente pasó por su mente en que pensaría él si uno de los chicos fuera quién estuviera abajo. -Vamos, vamos, que palabras les dirias para darles fuerzas.- y surgieron como un grito desesperado y amenazador.-¡VAMOS SUBE, MALDITO HIJO DE PUTA!.- Fueron las palabras correctas, pues se puso a trepar maldiciendo y blasfemando como nadie lo había hecho hasta ahora.  

Aliviado y dando un suspiro tras las palabras de mi sargento, me levanto de mi puesto dejando todo el material inflamable quieto. No me estaba consiguiendo poner nervioso con tanta carrera y movimiento al rededor del arma, por lo que al colocarme en el muro no tuve ni tiempo de pensar. Apunté al primer bicho que vi sobre el muro hacia mi izquierda y disparé.

Supongo que sería la falta de tiempo para ponerme nervioso, el caso es que vi claramente como la bala iba bien dirigida e impactaba sobre el arácnido. Mientras dejaba de centrarme en el bicho acertado, pude ver como el cabo conseguía subir por fin al muro. - Ánimo Cabo, que no querrá dar su puesto todavía a algún otro infante verdad? - Comento sin mucho acierto unas palabras que intentaran animarle para que siguiera subiendo hasta arriba.