Partida Rol por web

Bien, pues partiremos mañana con la primera luz del dia; cabalgaremos hasta mediodía, luego descansaremos unas horas y seguiremos avanzando de noche.

No podemos hacer fuego, no podemos ir por caminos conocidos y transitados y, lo más importante, no podemos permitir que nos descubran y nos capturen.

¿Entendido?

-Suena como un viaje placentero. Lo estaré esperando. +acepta, con un suave encogimiento de hombros. No es peor que la recorrida desde las ruinas hasta aquí, de hecho incluso es mejor... Luego se recuesta, cerrando los ojos, mientras emite un prolongado suspiro.+ Creo que continuare durmiendo entonces. Nos vemos en la mañana…

La joven parece haber dado por terminada la conversación. En todo caso no hay demasiadas dudas sobre su misión actual, la cual es encontrar a Brandon. Los guardias de Umber esperan afuera, pero sin duda han escuchado sus ordenes y solo están para vigilancia. Ahora eres un hombre libre, tanto como puede serlo quien tiene noticias tan pesadas sobre sus hombros…

Y ahora que?

A primera hora de la mañana salimos tras una breve despedida de lord Umber.

Me dirijo a mi acompañante.

Iremos hasta donde perdí el contacto con Brandon, sólo está a menos de un dia de camino desde aquí. Si no encontramos ningun rastro nos dirigiremos hacia el sur, hasta las tierras de los Stark.
 

-Si tu lo dices. +replica, intentando no hacerse ideas preconcebidas. Le han regresado su caballo (un garron norteño, no muy distinto al tuyo) y notas que de hecho, hay armas también para ella. Concretamente una larga pica y un corto arco de caza, los cuales lleva junto a la silla+. Mientras no vayamos hacia el Norte y los salvajes, cualquier dirección servirá. 

Ahora esta en tus manos guiarla. Salir de nuevo al bosquecillo que rodea Ultimo hogar produce ciertos resquemores, pero sin duda Umber y los suyos ya se ocuparon de tus perseguidores. 

El problema es otro realmente, uno que se hace patente pronto. ¿Quedaran rastros tras tantos dias?

Salimos de ultimo hogar en direccion al bosque donde no pude seguir el ritmo de Brandon. Esperaba encontrar algo significativo que pudiera darme alguna pista de su dirección y de porqué nunca llegó a ultimo Hogar.

Pero sabía que las posibilidades de encontrar algo eran muy remotas; habían pasado varios dias y la lluvia habŕia eliminado cualquier posible pista. Aun así lo intenté.

Minutos despues desistí y me dirigí a mi acompañante.

Aquí no encontraremos nada. Cabalgaremos hacia el sur, a la tierra de los Stark, pero siempre por caminos y senderos secundarios o bien alejados de los principales.

Dicho esto nos pusimos en camino. La intención era cruzar por donde pudieramos el rio Ultimo, bordear las colinas solitarias por el lado oeste y continuar al sur por el lado este del Lago Largo, en direccion a Agua Bellota.

La mujer no objeta nada. Su atención va puesta en el entorno salvaje de la zona, tanto a la presencia de enemigos como a la naturaleza del mismo. Es indudable que esta preocupada.

-Cada dia perdido la gente al norte muere y Azoth se aproxima… Debemos encontrarlo cuanto antes. +asevera.

El viaje con ella es… extraño. En los descansos, se encarga de cocinar mientras tú de la leña. Es notablemente buena para esas labores, aliñando las secas raciones con lo que solo parecen hierbas pero resultan ser condimentos. Pero no habla mucho ni sobre ella misma ni sobre quienes le preocupan, aunque es evidente que su corazón esta con ellos.

Tras un par de días cruzan el rio y también el camino que lleva al Muro. Al hacerlo, pueden notar una cosa en las huellas de algunos jinetes que han pasado por el hará pocos días; pero no solo son pocas, sino que todas van hacia allí.

Ninguna regresa...

Pasaban los dias y tambien me dio la impresión que aumentaba la incertidumbre y el pesar en mi acompañante. No era muy habladora pero aún así me alegraba no estar solo.

En los pocos momentos que le hablaba algo, me respondia con brevedad, como si le pesara hablar.

Intenté obtener alguna informacion adicional preguntando por Joramun, quizá ella supiera algo del que llamaban Rey al otro lado del Muro...
 

-Nada tengo que decir sobre el. +responde sombríamente+ Hace muchos años que deje esas tierras y no he vuelto a cruzar hacia el norte.  Incluso entonces, creo que Joramun reinaba sobre las tribus salvajes, pero mi clan era de los hombres de Thenn y debíamos lealtad al Magnar, no al Rey…

Se muerde el labio inferior, sin añadir más. Los recuerdos del clan del Oso Blanco eran tan distantes… pero no así los gritos y lamentos.

-En todo caso, el que debe preocuparles es Azoth. Si se ha hecho con el control de las tribus, quiere decir que derroco a Joramun, o probablemente lo ha matado. Lo que he visto de los suyos supera con creces toda crueldad humana. Quien no se le somete, muere. No importa su condición, ni la edad o genero... 

Los siguientes dias seguimos avanzando hacia el sur sin prisas pero sin muchas pausas y con cautela. Vislumbramos algunas gentes a cierta distancia y rodeamos para no ser vistos.

Tras varios dias de camino por fin llegamos a las proximidades de Agua Bellota.

Descansaremos aquí, mañana nos acercaremos a Agua Bellota y preguntaremos con discreccion a algun granjero de la zona. Quizá sepan algo de Invernalia y de ese tal Azoth.

Me quedé unos segundos mirando a mi acompañante por si tenía algo que añadir a mi idea.
 

No hay nada que discutir. Ella también se muestra interesada en la informacion y de paso en observar un pueblo sureño.  Aunque a decir verdad, Agua Bellota dista mucho de ser una verdadera comunidad. Solo son unas cuantas granjas más o menos cercanas y en la misma zona del rio que lleva igual nombre.

Encontrar un campesino resulta curiosamente difícil. Las primeras casas visitadas están cerradas, vacías. Recién en los terrenos de la tercera, dan con un anciano pastoreando ovejas. El mismo les recibe con la mirada desconfiada que refuerza una tosca lanza que lleva en la mano, en lugar de cayado.

-¿Que están buscando por aquí?! +pregunta con tono áspero cuando se aproximan.

Que los Dioses lo protejan, buen hombre. Llevamos dias viajando y no nos vendŕia mal algo de comer y un poco de agua, también para nuestros caballos, dije serio intentando parecer que no tenía nada que temer de nosotros.

Venimos del Norte, tiene usted conocimiento de otros desconocidos que hayan pasado cerca de aquí en los ultimos dias? Gentes no muy amables, dije acentuando la seriedad de mi rostro.
 

-Nadie ha pasado, salvo los estupidos que van a la guerra. Todos los infelices que se creen algo estan marchando al llamado de Invernalia y nadie se queda a cuidar los campos... ¿Que comerán cuando la guerra termine, digo yo? ¿Cadaveres?... Bah, imbeciles.

Escupe despectivamente a un costado, evidentemente mas molesto a cada segundo.

-Ahora largo!! No tengo nada para unos pordioseros. +replica sin embargues, golpeando el suelo con la lanza+ Por alla esta el rio. Beban y pesquen cuanto quieran. Pero larguense de aquí!!!

No creo que saquemos nada pacificamente de este granjero estúpido, le digo a mi acompañante con cuidado de que no me oyera el viejo, aunque si vos concoceis algun medio para que nos prepare algo caliente...

De lo contrario, descansaremos aquí, buscaremos algún lugar para descansar y comer y partiremos mañana hacia Invernalia. Si a vuestra merced le parece bien.

Frunce el ceño, mas molesta con las extrañas palabras del cuervo que con el anciano. Este último no se diferenciaba en nada de los granjeros que había conocido, después de todo.

-No se que estas sugiriendo, ni tampoco soy una señora para que hables así. +responde en tono bajo, evidentemente incomoda, para luego enfilar su caballo lentamente hacia la dirección indicada+ En todo caso, estoy de acuerdo con la “invitación” del viejo, es mucho mejor pescar que deberle ningún favor. Lo que me llama la atención sin embargo… es eso de los campesinos yendo a la guerra. ¿Significa que ese Brandon o algún otro están poniéndose en marcha?

No sé si será Brandon o cualquier otro Stark quien está llamando a la guerra, pero no es de extrañar. Si se conoce la llegada de un importante ejercito comandado por ese tal Azoth, cualquier ayuda es buena para intentar defender el Norte.

Me pregunto si es buena idea ir a Invernalia. Es como dirigirnos directamente a una guerra en la que nos espera una muy posible muerte. No tenéis miedo, mi señora? dije con una leve sonrisa.

Intuía que no le sentaba bien considerarla tan cortésmente, pero me gustaba esa pizca de ironía. Al fin y al cabo se trataba de una salvaje, pero por sus ropajes y modales no era una salvaje cualquiera; de eso no había duda.

Bien, pues pescaremos algo y descansaremos. Reanudaremos el viaje a nuestra futura muerte mañana al alba.

-Hay muerte al norte también. +resopla, mirándote seriamente. Tal vez por tu provocación  en el trato noble, o quizás por los pensamientos que le trae la situación, pero sus ojos se ven muy frios+ No será la primera vez…

Sujeta firme las riendas de su garrón mientras avanzan en la dirección indicada por el arisco campesino.

-Si algo temo, es que lleguemos demasiado tarde.

Encontrar el rio es un juego de niños. Lo que si resulta sorprendente es la forma en que ella se las arregla para improvisar todo un equipo de pesca usando solo lo que llevan o encuentran en el camino… y conseguir no solo una, sino dos presas en poco tiempo. Esta noche pueden cenar pescado asado, comiendo tranquilamente en el silencio de la zona. Al alba el camino a Invernalia los espera.

Poco antes del alba me desperté con el bienestar de una suculenta cena y la barriga llena. No comenzaba mal el dia.

Tras unos minutos preparando las sillas de los caballos y los demás arreos para la partida, desperté a mi acompañante. Era hermosa, muy hermosa, pero su tristeza y pesar eran los rasgos que más afluian en su cara.

Avanzamos en direccion a Invernalia, siempre con la maxima prudencia pero sin perder paso. Este dia estaba de mejor humor que los anteriores, y aún sabiendo que mi acompañante no era muy habladora, para intentar pasar la jornada de viaje mas amena, decidí hacerle algunas preguntas de caracter más personal.

Y bien, a qué se debe tanto silencio y pesadumbre? Os considero una persona inteligente, y como tal, no creo que temáis a la muerte más de lo que cualquiera en estos tiempos pueda temer. Supongo que habréis visto algo en un pasado reciente que os daña el corazón y el alma. Podéis contarlo si os apetece, prometo escuchar con atención y respeto vuestras palabras, digo en tono serio y lo más cordial que puedo dejando al margen el tono jocoso de dias anteriores.
 

Mira de reojo a Osfrid; nunca es seguro cuando el guardia esta bromeando con ella o hablando en serio, si la trata de esa forma tan extraña. Lo cierto es que Niamh ha guardado mucho silencio, pero es lo natural en ella. Tras una pausa, decide que es mejor aclararlo de una vez.

-Durante muchos años viví sola en los bosques, apenas al sur del muro. +comienza a contar lentamente.+ En las ruinas de un castillo, de alguna casa extinta. No tenía tratos con nadie, ni vecinos o problemas de ninguna clase. El bosque me proveía de todo lo que necesito y yo se lo devolvía. Estaba en paz.

Suspiro, ya que esto era cierto en muchas formas. Luego su gesto se ensombreció un tanto.

-Azoth acabo con eso cuando sus asesinos invadieron la zona y espantaron a los campesinos. El bosque… no,  mi hogar, se llenaron de refugiados buscando cobijo. Soy una curadora, aunque no lo parezca ni desee compartir mis dones con la gente corriente. No podía simplemente echarlos, ni mucho menos combatirlos. Desde luego que tampoco a Azoth. Todo lo que quiero es ayuda, para que la paz vuelva al Norte. Y no creo que consiga eso charlando con cada persona que cruce mi camino.

Escucho con atención las palabras de Niamh. Es raro que se sincere tanto debido a lo callada que resulta, a veces incluso me olvido que tengo un acompañante de viaje, pues apenas habla y para nada entra en mis chanzas cuando las hablo. Empezaba a comprenderla algo más.

Tristes son tus palabras. No entiendo como pudiste vivir tanto tiempo sóla. No lo critico, pero debe ser un poco aburrido, incluso si tenías recursos para sobrevivir holgadamente. Creo sinceramente, que ya sea sólo o en alguna aldea o pueblo conviviendo con más personas, nunca estamos seguros del todo; el peligro siempre nos acecha de una u otra forma. Aunque por otro lado, tambien es cierto que al vivir sóla no tenías problemas con nadie, eso está claro, digo sonriendo. En fin, son tiempos dificiles para todos cuando hay guerra, y ésta promete no dejar indifente a nadie.

Galopemos un rato, tengo ganas de llegar cuanto antes a Invernalia y conocer de primera vista como están las cosas por allí.
 

No lo culpo por no comprender, ni intento sacarlo de su error. Los humanos eran asi. Muy pocos podrían apreciar las cosas como ella las veía. Solo suspiro, sacudió la cabeza y continuo cabalgando hacia adelante, hacia su objetivo.

Los días pasan y pronto empiezan a encontrar gente, a medida que la cantidad de millas hacia Invernalia se hace mas corta. Campesinos mayormente, pero también vendedores ambulantes, herreros, ladrones,  curanderos, prostitutas… la clase de personas que puede hacer negocio antes o después de una batalla. Niamh no parece nada feliz con su presencia y deliberadamente los evita con frialdad.

Nadie tiene información concreta que ofrecer, solo que la convocatoria de armas se ha extendido mucho. Hacia varios años de ello, desde que los Stark se alzaron oficialmente con la corona de Reyes del Norte. Los campesinos parecen casi felices por la expectativa de botines y saqueos… Ni siquiera saben hacia donde marcharan o contra quien.

Finalmente, sin embargo, llegan a las vistas del inmenso castillo blanco, y del campamento improvisado que lo rodea. Tu compañera lo observa atonita... Nada al norte es tan grande, salvo el Muro. Esta ha sido la parte sencilla. Ahora, sin embargo, hay una cuestión importante. ¿Como conseguirán llegar a quienes están al mando de todo esto?