En viaje parecía que iba a ser largo, podríais aprovechar para conoceros, o para hacer otras cosas.
Intento dormir un poco, el asiento está bien, pero no tanto como mi querida tierra.
Odio los aviones, mucho bamboleo.
El viaje va ser largo y no me gusta demasiado viajar sin compañia, hecho de menos a mi madre, lo unico parecido a ella en ese avion es la mujer malkavian, me gustaria acercarme pero no se si el se enfadaria.
Me sirvo una copa de brandy y me siento en un amplio asiento junto al resto.
Me acerco al chiquillo ventrue y trato de entablar conversación:
- ¿Tienes alguna idea de cómo acabar con el antediluviano? Creo que deberíamos ir pensando en concebir un plan. - comenté. Realmente lo único que me preocupaba era salir con vida de esa empresa, se nos quedaba demasiado grande.
Luego me percaté de mi aspecto: - Si te incomoda puedo cambiarlo - dije mientras iba cambiando de un aspecto a otro... - Elige el que más te guste. - ofrecí al Ventrue.
No hay tantas hojas escritas como esperabas, algunas estas rotas y tiene poca información, la primera más completita y con algo bastante informativo, hablaba sobre un experimento que el príncipe intentaba descubrir, parecía algo interesante.
Parece que la investigación no da demasiados frutos, el hibrido es un autentico misterio, no he conseguido demasiada información sobre él, le late el corazón como a un humano, e incluso puede comer… lo único que aun no he descubierto es si podrá tener hijos… podría ser un paso interesante. Son más fuertes que los humanos, pero no he encontrado a ninguno capaz de igualar a un vampiro. Se les atribuye el nombre de Dhampiros, no es un nombre muy original… pero es lo que hay.
Todo el mundo le tiene manía, en el castillo no está a salvo, pero tampoco sé si debería dejarle irse. Me ha contado que no pueden nacer de cualquier vampiro, solo de los que son más recientes, los que su sangre es débil y no tiene los mismos efectos que la nuestra. Su padre era humano, su madre era la que pertenecía a nuestra raza.
Después de eso vistes paginas que tenían apuntes, pero apuntes que no podías entender lo que ponía, estaba en un lenguaje raro, o pudiera ser que no entendieras esa letra. Al cabo de tres páginas o cuatro encuentras otra hoja que tiene unas cuantas letras que entiendes.
Hay varios vampiros en la ciudad de generación débil, son muy curiosos, he conseguido capturar a unos cuantos, pero ninguno de ellos ha tenido ningún hijo, empiezo a pensar que el hibrido no era nada mas que una mentira, algún humano extraño o algo por el estilo…
¡He descubierto algo¡ los vampiros más débiles no son tan débiles, tienes disciplinas que nosotros no podríamos ni imaginar, no todos ellos pueden desarrollarlos, pero algunos son especiales. Pueden manipular elementos o leer la mente o a saber qué otras cosas, parecen dones nuevos… o tan antiguos que han sido olvidados, no sabría que decir la verdad.
Ignoro el tema del aspecto, sigue siendo igual de desagradable.
-Realmente no creo que podamos hacerlo, y menos con el grupo que somos.
Después de eso vistes hojas mal arrancadas y unas pocas con otras cosas que no entendías, era frustrante, no podías conseguir toda la información que te gustaría. Unas hojas del final tenían algo que si pudiste entender, parecía que hablaban sobre Caín.
Han llegado dos hombres a la ciudad, los dos son vampiros, y son muy peligrosos, parece que tienen mucho poder, pero es posible que sea por su forma de alimentarse, solo beben sangre de vampiro, cometen un delito muy gordo, pero nadie se atreve a decir nada. Los dos vampiros parecían muy interesados en la información que tenia sobre el hibrido y sobre los vampiros de sangre débil.
Esto es muy extraño, el hombre dice que es Caín, y el otro es un antediluviano, dice que el del clan Ventrue, su nombre es Nergal. Han conseguido que todos le teman, incluso yo, pero aun asa sigo investigando si es cierto que es quien dice ser.
Las investigaciones han sido increíbles, su sangre es muy poderosa, y conoce disciplinas que nadie conoce, eso significa que si puede ser Caín, su sangre es más poderosa que la de Nergarl, y la de Nergal es más poderosa que la de cualquiera de los presente.
La última hoja se encontraba llena de sangre, era algo extraño, parecía que el que escribió estaba herido, aunque eso se confirmo al leer lo que ponía.
Caín a enloquecido, al encontrar lo que mejor hemos estado escondiendo y no queríamos que descubriera, todos los vampiros de la casa han sido asesinados, ninguno queda con vida salvo yo y la primogenitura, pero no sabemos si podremos hacerles frente, parece poco probable. Tengo que huir de aquí, si alguien lee esto solo tiene que saber una cosa importante, para matar a Caín hay que conocer a Lilith, aunque mejor no nombrar su nombre delante de Caín si no se quiere morir.
Parecía que debajo de la hoja tenía que poner algo mas, pero había sido arrancado también, no tenía tanta información el libro como habías esperado.
- Que divertido- digo en voz alta, mientras guardo el libro dentro de mi ropa para esconderlo, aunque todos me abran visto hacerlo, ahora mas animada por lo que habia leido me levanto y me hacerco a Erick el vampiro alkavian- Hola- ago una reverencia- podria jugar un rato con tu amiga me aburro mucho y a cambio te prestare algo que te gustara muchisimo-
La acompañante de Eric abre mucho los ojos y miro a la niña. – Disculpa señorita, pero no soy un perro ¿sabes? No tienes que pedirle permiso a él. – La chica puso una expresión dura. – Y lo siento, pero no voy a jugar contigo.
- O disculpe no pretendia ofenderla- digo con otra reverencia- De verdad no te gustaria jugar conmigo, me aburro mucho y me encantaria jugar contigo-
Motivo: convencerla
Tirada: 6d10
Resultado: 6, 9, 2, 6, 7, 9
mas voz encantadora
Lo siento no juego a cosas de niñas pequeñas. – Te sonríe. – Y tu tampoco deberías jugar con esas cosas, creo que ya has vivido bastante como para no actuar así…
Miro a la chica fijamente a los ojos poniendo cara de pena- Jooooo por favor- digo de forma suplicante, poniendo un gran matiz en mi voz de forma que cale mas hondo en ella, esperando que termine cediendo.
Lo siento… pero no juego con esas cosas, lo siento. – La chica le acaricio el pelo y después puso una sonrisa picara. – siempre puedes jugar con Eric, seguro que a él si le apetece.
- Erik tiene que leer esto- digo sacando el libro de debajo de la ropa y dejandoselo- Seguro que le resulta muy divertido - despues miro a la chica y le tiendo una mano- Porfavor, me siento muy sola en el avion y hecho de menos a mi madre, no podrias jugar conmigo aunque fuera un rato, prometo que sera divertido, ademas no tenemos por que jugar a las casitas, a mi me encanta hacer trenzas y que me peinen, porfavoooooooooooooooooooooor-
La chica suspiro, parecía que no iba a conseguir convencer a la niña, o la hacía compañía o le daría el viaje. – Bien, juguemos, pero a ver a qué quieres jugar ¿eh? Nada de tonterías. – La chica le sonreía, parecía demasiado cuerda para ser la chiquilla de Eric.
- Puedo peinarte- digo muy contenta, de no estar en un avión me abria puesto a dar saltitos de alegria, algo que hacia por costumbre desde hacia siglos, uno de esos pequeños papeles bien interpretados de niña humana normal- Tiene un pelo precioso-
Anabeth seguía sonriendo a la niña. – Me parece bien, si te parece entretenido peinarme adelante. Y gracias por pensar que mi pelo es bonito.
Espera escuchar la risa de Erik de un momento a otro, el libro deberia parecerle muy entretenido, o eso esperaba por lo menos, alguien tan cercado al don mas privado de Cain devia entender perfectamente la gracia de aquella lectura.
Me entretenia cepillando el pelo de la chica una y otra vez, para cuando ya lo tenia completamente alisado provar a peinarla de una forma, mirar como le quedaba y volver a empezar otra vez.