Partida Rol por web

La Guerra de los Padres

I - La primera mañana

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27/06/2014, 23:30
Iunus Wits

Quizás fuera por la costumbre, o por el camino andando tantas veces, pero los leñadores ocuparon con su paso vivo, la cabeza de la marcha, si bien iba hablando con mi padre, no me daba cuenta que nos estábamos distanciando del resto, haciendo de exploradores sin quererlo.

- Padre, ¿que piensas de todo esto?, esta extraña petición de parte de la capital, no es cosa nuestra pero ¿Para que quieren tanta agua?- dudo un poco al ponerle voz a mis temores- y si cumplimos... ¿Que será lo próximo que nos exijan?

A veces mi sagre Wits, late con fuerza y no puedo evitar pensar en el bienestar de todo el pueblo. El agua es nuestra mejor moneda de cambio, y si sube su demanda, deberíamos estar en condiciones de poder negociar, pero se tan poco del mundo que nos rodea que necesito la guía de mi padre.

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28/06/2014, 20:08
Ursu

Ursu continúa hablando en murmullos a Bill el caballo, mientras le dedica caricias varias y sostiene las bridas:

Mira a ese idiota de Dargoh, con su sonrisa satisfecha, mira cómo se burla de Ursu, pequeño Bill. Ursu no echará de menos al idiota de Dargoh si Ursu no regresa a Forbrag. ¿Tú qué crees, pequeño Bill, tú que crees que nos aguarda allí donde vamos? Nos han contado tantas historias, pequeño Bill, pero esas historias no nos decían nada, sólo nos advertían de no desviarnos del sendero. Je, je, sólo advertencias, caballito. Vamos al encuentro de las viejas historias, de los viejos peligros...

Ursu ríe de tal forma que su corpachón se convulsiona, intentando contenerla. Es la risa de los tontos, de los locos, de los inconscientes, de los felices ignorantes.

Notas de juego

Ursu va a pie, llevando a Bill de las bridas. 

En cuanto al equipo, la espada va enfundada, el arco colgando, el cuero reforzado guardado en la mochila. La caña de pescar y el saco de dormir están "a buen recaudo" (espero) en el carro.

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28/06/2014, 21:19
Velocatus de los Culprit

Velocatus llevaba una sencilla mochila a al espalda, esa curiosa armadura de cuero puesta y el cuchillo al cinto. Fuera de eso, no parecía que llevara encima demasiado peso o equipamiento.

Para variar, esta vez no dijo demasiado. Parecía estar simplemente intentando captar cada momento de la experiencia. Simplemente disfrutaba de la sensación de anticipación a marchar de la aldea. No es que saliera demasiado de ella, como los exploradores o los leñadores hicieran.

Cuando se pusieron en marcha, se colocó caminando a la izquierda del carro. Si alguno le miraba, le devolvía una sonrisa. Miraba a los lados de vez en cuando, aunque todos sabían que en las cercanías de la aldea era improbable que vieran nada raro ni ocurriera nada malo..

Pensaba en que quizás cuando llegaran a la cercana arboleda donde los leñadores de la aldea solían talar, se detuviera unos minutos a buscar y recoger alguna hierba medicinal.

Aunque no pensaba que hubiera problemas en el viaje hacia los más lejanos bosques, quizás necesitaría preparar alguna cataplasma para algún golpe o rozadura durante el trabajo de talar y recoger madera.

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30/06/2014, 17:17
Normoh

Notas de juego

Creo que me va a tocar ir delante... En fin, unos cuantos metros por delante, tampoco hay que pasarse (salvo que alguien ordene lo contrario). Siempre a la vista de los otros. Las armas, normal en la marcha (enfundadas, carga a la espalda, etc.).

No sé si puedo dejar hechas unas tiradas automatizadas de percepción, o como se llame, a realizar regularmente cada cierto tiempo (qué se yo, cuatro por hora?).

Por lo demás, Normoh no es muy de aportar ideas...

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30/06/2014, 22:33
Director

La carreta baja salió de Forbrag, al lento paso de Bill. Los guardias de la aldea cerraron la puerta a sus espaldas, siguiendo una de las antiguas normas que guardaban a los habitantes del mal exterior. Loúlitmo que pudieron ver aquellos que miraron atrás fue a Kal Wits con un brazo en alto que bien pudiera ser un gesto de despedida o una indicación hacia uno de los hombres de la muralla baja.

Los aventureros se dirigieron por la vieja calzada hacia el este. Construida en época de los Padres, la calzada estaba ocupada en sus márgenes por la vegetación y en el centro se marcaban las rodadas por el tránsito diario de los carros de dos ruedas de los leñadores.

Normoh casi no abrió la boca y se situó a la cabeza de la marcha haciendo, aunque nadie se lo hubiera pedido, las veces de explorador, total, él conocía bien el camino, pues la arboleda al este era uno de los terrenos de caza de Forbrag. En la costa era fácil conseguir aves salvajes si uno tenía la precaución de evitar que las flechas se perdieran al mar o las piezas cobradas cayeran por el acantilado. La arboleda les proveía de pequeños roedores y en raras ocasiones de alguna pieza mejor. La llanura pelada entre el pueblo y la arboleda por el contrario, estaba tan desprovista de vegetación como de fauna, lo único que había eran arbustos bajos, pequeños reptiles y en verano, abundantes insectos. Si uno era paciente y tenía suerte, en la arboleda podía obtener presas con pequeñas trampas y allí era poco probable que el Nigromante viniera a reclamar su parte.

Los Wits también conocían bien el camino. Iunus parecía entusiasmado por recorrerlo sin tener que cargar por una vez con un carro. Los dos leñadores caminaban codo con codo a pocos pasos por delante del caballo. Apenas hablaban entre sí. Detrás de ellos, el gigantón, Ursu hablaba solo o con el caballo, era dificil diferenciarlo para los demás o quizás careciera de importancia. El conocía el camino como los cazadores o leñadores, sin embargo parecía algo inquieto porque a diferencia de los otros él solía recorrerlo solo, no acostrumbrado a estar acompañado tanto tiempo, ni por tanta gente. Al menos parecía que estos le dejaban su espacio.

Velocatus Culprits caminaba junto al carro, alejado de la imponente figura de Ursu. Cada pocos pasos tironeaba de la armadura de cuero a la que le costaba encontrar la postura adecuada, no podía evitar sentirse algo extraño dentro de ella pues apenas la había llevado puesta con anterioridad, le molestaba un poco su peso y su rigidez pero estaba extasiado con el olor de ésta y con el hecho de encontrarse cada vez más lejos de Forbrag. Miraba a uno y otro lado sin parar de buscar. Casi esperaba ver a alguno de los siervos del Nigromante de los que el viejo Averment hablaba de vez en cuando. Sin embargo, los alrededores de la aldea eran, gracias a los esfuerzos de los guardias y sus patrullas, bastante seguros. Velocatus fue incapaz de ver a ninguno, o eso creyó él.

Jace, somnoliento se subió en la carreta apenas ésta cruzó la puerta de aldea, se sacó por la cabeza la armadura, la puso en la caja del carro, se desabrochó el cinturón con las armas, que dejó al lado de la armadura, de las hachas y de la sierra y sin dirigirle la palabra a nadie se tumbó. Antes de que la puerta se hubiera cerrado del todo a sus espaldas, el guardia ya se había dormido profundamente.

Notas de juego

El terreno a ambos lados del camino se encuentra como he descrito bastante pelado, salvo matorrales salvajes. La calzada es, actualmente, poco más que gravilla energrecida y machacada.

Supongo que no hareís pausas en el camino, son unas cuatro horas de viaje caminando a paso lento. Si deseaís realizar alguna acción durante el viaje hasta la arboleda, adelante. Tendreís que hacer una tirada con el bono de Constitución (CON) Fortaleza (FOR) dificultad 10 para evitar llegar Fatigados (1d20+bonus de CON+ptos invertidos en FOR) éxito si igual o más de 10). Salvo Jace que va durmiendo y no andando (y de hecho ya está Fatigado).

Respecto a las tiradas de Percepción. En caso de "encuentro" haré una tirada Atención descendente por todos los que se encuentren "vigilantes" y no estén ocupados en alguna actividad particular. En esta disposición primero tiraré para Normoh como explorador. Si éste no la supera, tiraré por Hobbard e Iunus (aunque el encuentro se realizará desde menor distancia), si estos fallan, tiraré por Ursu y Velocatus. Jace no tiraría en ningún momento por estar entretenido en otros menesteres. Estas tiradas irán en un post sólo para el Director pues el propio número de tiradas ya podría resultar un spoiler (guiño, guiño).

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02/07/2014, 23:10
Director

Los aventureros llegaron sin incidencias a la arboleda. Durante el viaje tan sólo pudieron ver a una pareja de perros salvajes (o quizás lobos) en la distancia. Los dos animales les siguieron sin hacer el menor intento de acercarse. Después de más de un kilómetro siguiendo al grupo parecieron perder el interés y se alejaron sin volver. 

Jace hizo todo el camino en el carro dormido profundamente, para despertarse a punto de llegar. Se desperezó sonoramente y sin más abrió la bolsa de las provisiones del carro y comenzó a dar buena cuenta de su desayuno. 

El resto del grupo, aunque algo cansados de andar durante horas, estaban más atentos a la arboleda. Ésta consistía en un pequeño grupo de árboles de hoja perenne bastante separados entre sí, lo que permitía que crecieran algunos arbustos a sus pies. Un mínimo riachuelo de menos de media cuarta de anchura lo cruzaba. Los cazadores creían que el agua era potable aunque lo cierto es que nadie bebía de la fuera de alguna apuesta o broma a los novatos, pues contaban con el agua constante, segura y limpia de la aldea.

Dos leñadores de la aldea, Hiro y Ando, estaban trabajando. Por su aspecto sudoroso llevaban haciéndolo desde hacía horas. Debían haber salido de Forbrag al alba. Sorprendidos por la llegada de tan numerosa comitiva dejaron las hachas en el suelo y se sentaron en sendos tocones esperando al grupo. Hobbard los conocía bien y tenía, por lo general una buena opinión de ellos, si bien las opiniones del jefe de leñadores en general se basaban más en la capacidad de trabajar que en la bondad, la paciencia, el buen humor o cualquier otro aspecto de la personalidad. 

Quizás Hobbard o Iunus pudieran convencerlos para que se unieran a ellos en su aventura, aunque quizás eso implicara quebrantar los planes del conde Orbert y les buscará problemas en la aldea. Por otro lado, dos pares de brazos más siempre podían ser útiles y más si se trataba de leñadores avezados. No obstante, aquellos dos no se habían presentado voluntarios para alejarse tanto de la aldea y jamás, que los aventureros supieran habían ido tan lejos. Además, carecían de equipo o provisiones. 

Por otro lado, los expedicionarios podían continuar su camino sin apenas detenerse, o bien podían hacer una pausa para descansar aunque eso implicara retrasar su llegada y consumir horas de luz que escasearían cuando estuvieran en terreno desconocido. También podrían abastecerse de agua adicional, aunque tras portara sería un problema o podían intentar cazar, si bien parecía claro que eso si que les ocuparía bastante tiempo. 

La escasa conversación mantenida durante el camino entre Forbrag y la arboleda no había contemplado planes tales como sí harían guardias o como estarían estas formadas o distribuidas. En general el pequeño bosquecillo era seguro, pero en raras ocasiones si que se veían siervos del Nigromante. no obstante la proximidad a la aldea, la frecuencia con que los leñadores acudían y el terreno despejado alrededor permitían, por lo general, preveré el peligro.

Por su parte, Velocatus estaba agotado, jamás había tenido que caminar tanto, ni tan seguido. La cota de cuero se le pegaba a la ropa y le hacía sudar a pesar de que el tiempo era bastante fresco. La bolsa, que apenas pesaba cuando salieron de la aldea parecía tirar de él cada vez más y ahora hasta le resultaba molesta en el hombro. Pero lo peor eran los muslos, Velocatus, nada acostumbrado a salir de los muros de la aldea no recordaba haber sentido nada peor, los muslos le daban pinchazos con cada paso y si seguía caminando, lo hacía por pura inercia, dejando caer un pie delante del otro y éste delante del otro y luego el primero otra vez y vuelta a empezar. Estaba deseando poder sentarse un rato, pero hasta alcanzar el borde de la arboleda no dijo nada, quizás por orgullo, quizás por no desmerecer a los ojos de sus, sin duda más acostumbrados compañeros, quizás sólo por ahorrar aliento.

- Tiradas (5)
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03/07/2014, 17:23
Ursu

Ursu reparó en el cansancio del joven Velocatus. Entonces decidió detenerse, haciendo lo mismo al tirar suavemente de las bridas de Bill. 

Compañeros, ¿podríamos hacer una pequeña parada para que el pequeño Bill beba agua y coja fuerzas? Bill se hace viejo y también un poco perezoso, aunque no pierda su fuerza.  Además, podríamos recoger algo para las provisiones. ¿Qué le decís a Ursu? -comentó Ursu, con la mejor de sus sonrisas de bonachón.

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03/07/2014, 17:35
Ursu

Notas de juego

Máster, ¿Bill puede portar a un humano?

 

Respuesta del Master: Si que puede, es un caballo fuerte. Eso si, existen algunos puntos importantes a considerar. Uno, haria falta la habilidad avanzada de Montar para hacer cualquier cosa que no sea ir encima con la gracia propia de un saco de patatas. Dicho de otra forma, no saber montar te permite subirte en el caballo y permanecer ahi, evitando andar pero probablemente con dolor en el culo tras una o dos horas de saltar arriba y abajo. Cualquier movimento brusco del caballo, tal como trotar, saltar, asustarse, ser atacado o cualquier otro hara que el pobre saco de tuberculos acabe en el suelo.

Ademas, el carro es bastante pesado (y eso que esta vacio). Es bastante cansado para Bill tirar mucho tiempo del carro, cargar al mismo tiempo con un jinete hara sin duda que se agote mas rapidamente.

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06/07/2014, 23:46
Iunus Wits

Asiento a Ursu y aprovecho para acercarme a saludar a mis amigos leñadores y ponerles al tanto de todo lo que sucedió en la aldea esta mañana. Mientras les relato todo, voy señalando al Gran ursu, al caballo y a las provisiones, si bien no les pido que se vengan con nosotros, le explico nuestro itinerario, si pudieran estar preparados aquí a la vuelta, seguro que estas últimas horas cargados nos ayudarían mucho.

No sabemos cuanto tardaremos en conseguir la madera necesaria. Quizás un días, tres o una semana. No creo que un descanso de un par de horas marque alguna diferencia.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Nota del máster: Iunus, puedes hacer una tirada de Diplomacia.

Te anticipito que es muuuy difícil que convenzas a estos dos (o a cualquiera) para que acampen fuera de Forbrag y más si son varios días. Sin embargo es posible que puedas obtener otras cosas.

Nota a todos: si en algún momento consideraís lógico hacer una tirada adelante, probablemente yo también lo veré lógico y si no es así, a tiempo estamos de considerar la tirada como no válida/no aplicable (aunque es posible que guardemos el resultado para próximas tiradas es especial si es muy bueno o muy malo el resultado).

Editado Iunus: Tirada 12 (no se quedan ni cinco minutos)

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08/07/2014, 18:47
Normoh

Ya se están parando. Normoh mira atrás y suspira, con los hombros encogidos, mientras mordisquea una pajita. Luego mira adelante, hacia la siguiente curva del camino. Pronto aparecerá un nuevo paisaje que sus ojos nunca han visto. Un ligero escalofrío recorre su espalda, y casi como impulsado por una fuerza ajena se aleja unos cuantos pasos más camino adelante.

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08/07/2014, 18:52
Normoh

Sería este un buuen momento, dire, para tirarse una tirada de Atención? Y así me sirve de ejemplo...

Notas de juego

Respuesta del máster: sí, adelante tirada de Atención: (1d20+valor de Atención), cuanto más alto mejor. De hecho, no te voy a poner un nivel de dificultad a superar con la tirada, sino que te daré más información a mayor resultado: 10+, 15+, 20+ y 25+. Si sacas una baja tirada no verás nada (lo que también puede ocurrir con una buena tirada si es que realmente no hay nada). Respecto a lo de pifiar una tirada de Atención, bueno todos sabemos lo que pasa cuando ese así ¿no?

¡Ah! Deja la tirada Oculta porque si no carece de gracia (quitando este supuesto, en general, está bien que las tiradas sean públicas o al menos que el jugador la pueda ver).

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09/07/2014, 00:56
Velocatus de los Culprit

Al dirigirse al este, pronto dejaron de oír el sonido de los rompientes golpear contra el acantilado al oeste del pueblo.

Velocatus apenas había mostrado especial atención a los pequeños lagartos durante el viaje por la llanura pelada entre el pueblo y la arboleda. Aquella única señal de vida en la aridez le ayudó a animarse ante el baldío. Más aun la aparición en la lejanía de los cánidos, ya fueran estos perros o o lobos, le arrancó más de una sonrisa.

Le resultó gracioso que los animales les siguieran un rato durante el viaje. Aunque quizás la sensación no hubiera sido la misma si aquello hubiera ocurrido de noche. 

Cualquier cosa que ayudara a sobrepasar el tedio del viaje.

Atisbaba en la distancia, como casi deseando que ocurriera algo inesperado. La aparición de un siervo del Nigromante o cualquier otro hecho emocionante. Pero no ocurrió nada de eso. Sólo una agobiante caminata bajo un sol caloroso. Empezó a jadear y sudar. Y pronto dio gracias cuando al fín divisaron la pequeña arboleda junto al arrollo.

Miró a Ursu cuando este habló sobre el viejo Bill. Por un momento, Velocatus se sintió identificado, y casi pensó que Ursu se estaba refiriendo metafóricamente a él, pero entonces pensó que al pobre Ursu no le daba la cabeza para tanto.

A pesar de ello, Velocatus apreció el gesto de Ursu por el caballo. Aunque no hablaran mucho entre ellos, el amor por estos animales era algo que Velocatus y Ursu compartían. Ambos se habían encontrado muchas veces en los establos. Y el joven rubio no había podido evitar encontrarse a menudo a Ursu cepillando a los caballos cuando Velocatis había ido a las caballerizas a aprender trucos del caballerizo del pueblo en sus ratos libres.

Cuando se pararon, Velocatus se acercó hasta donde estaba Ursu con el viejo Bill, y acarició las crines del caballo: —Yo agradeceré esta pausa más que el viejo Bill, Ursu...— Anunció Velocatus con una sonrisa.

Al menos, ninguno de sus compañeros le había reprochado que la última etapa de la caminata antes de llegar a la arboleda hubiera sido algo más lenta por su causa.

—... Disculpad. No estoy tan acostumbrado a caminar lejos del pueblo como lo estáis vosotros, que salís a menudo, y estoy algo fatigado.— Su disculpa parecía sincera.

—Aprovecharé el poco rato que estemos aquí para descansar algo. En cuanto decidáis marchar, pegadme un silbido.—

Velocatus se alejó algo del grupo mientras los Wits hablaban con los otros leñadores y entre sí. Se aproximó a la orilla del riachuelo para tumbarse junto a la corriente. 

Antes de hacerlo, su curiosidad le llevó a examinar detenidamente las aguas discurriendo entre los árboles, antes de arriesgarse a echarle valor y probarla. Era curioso por naturaleza y necesitaba saber si realmente aquella agua era menos sabrosa que la del pueblo, tal y como siempre decían los leñadores.

Tras hacerlo, se tumbó sobre la hierba de la orilla con los brazos cruzados tras la cabeza. Le hubiera gustado aprovechar para recoger algunas hierbas mientras estaban allí, pero se sentía cansado y no creía que fueran a parar allí demasiado tiempo como para poder recoger buenas hierbas. Esa clase de búsqueda requería paciencia y tiempo. A pesar del disgusto por no poder recoger hierbas, como había planeado, prefería aprovechar los pocos minutos que estuvieran para descansar.

Se animó pensando que aunque aquí no recolectara hierbas, seguro que en el lejano bosque al que se dirigían habría una cantidad nunca vista de ellas, y en variedades que ni siquiera él había visto.

Esa idea le emocionaba, Soñando despierto en ello, cerró levemente los ojos para relajarse hasta que oyera las voces de sus compañeros gritando que reanudaban la marcha.

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10/07/2014, 16:48
Director

Cuando los aventureros, porque llamémosles así a fin de cuentas esta acabaría siendo una gran aventura, al menos para algunos de ellos, llegaron a la arboleda, Iunus se detuvo a hablar con los leñadores Ando y Hiro, poco mayores que él y con los que compartía tantas mañanas, muchas de ellas en aquella precisa arboleda, hablando de chicas, del futuro e incluso fantaseaban con realizar locas excursiones lejos de la aldea como precisamente era aquella en la que se encontraba Iunus sin siquiera haberla buscado.

Iunus trató de convencer a aquellos dos para que se quedaran esperándolos hasta su regreso. Sin embargo quizás Iunus no encontró las palabras adecuadas o quizás aquello era pedir demasiado. Los dos leñadores se disculparon ante el joven Wits prometiéndole que harían lo posible mientras dirigían miradas preocupadas hacia el padre de éste, Hobbard.

El jefe de leñadores sin embargo no pareció dirigir su atención hacia Hiro o Ando, había estado muy callado durante todo el camino hasta aqui, cuando llegaron se volvió hacia la parte trasera del carro, donde Jace se encontraba tumbado tras haber dado buena cuenta de su improvisado desayuno. Como siempre se dispuso a organizar y a hacer inventario de lo entregado por su hermano el conde Orbert: 4 raciones de comida variada compuesta por carne cruda y algo de fruta, Jace debía haber dado cuenta del resto de la fruta. Estas raciones necesitarían ser cocinadas y además, ser consumidas antes de 2 días o se malograrían. Había también 5 raciones de viaje, consistentes en su mayor parte de carne ahumada y 1 ración más gracias a algunos huevos de gallina. Estas 6 comidas aguantarían más (salvo que se rompieran los huevos que estaban envueltos en un hatillo de hojas). De herramientas habían recibido además un hacha, un hacha a dos manos, semejantes a las que portaban los Wits y que parecían en buenas condiciones y una sierra que deberían manejar dos hombres y que por lo general los leñadores no empleaban habitualmente tanto por la molestia de transportarla de ida y vuelta a la aldea a diario como por la ausencia de árboles tan grandes en la arboleda.

Respecto al agua, casi todos los aventureros parecían cargar con su propia cantimplora, pero además el carro llevaba varios recipientes cerrados con agua suficiente para 12 dosis de agua, visto de otra forma, suficiente para que los seis pudieran beber durante dos dias sin tener que racionarla.

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11/07/2014, 18:52
Normoh
Sólo para el director

Allá voy pues!

- Tiradas (1)
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16/07/2014, 21:32
Director

Los aventureros emplearon la pausa para comer algo de carne que cocinaron en una pequeña hoguera, los dos leñadores, Ando e Hiro también aprovecharon el descanso improvisado para dejar sus hachas unos minutos y adelantar la hora de la comida. El jefe de leñadores estuvo a punto de criticarles que descansaran tan pronto, pero los aventureros necesitaban la hoguera para calentar la carne o bien tendrían que hacer una nueva pausa para cocinar no mucho más tarde y en terreno desconocido o bien consumir las valiosas provisiones de viaje o, claro está, consumir la carne cruda. Pensándolo en conjunto, Hobbard decidió guardarse sus pensamientos y accedió a que los dos leñadores se sentaran con ellos a comer, eso sí, sus propias provisiones para el día.

Un somnoliento y cansado Velocatus despertó justo a tiempo para oler como la carne acababa de cocinarse. Se dirigió al fuego y se unió a los demás. Jace que había llegado a la arboleda casi recién comido se dedicó a haraganear por ésta mientras se preparaba la comida aunque no se negó a participar de la carne una vez asada.

Hiro solía ser un tipo muy simpático y más aún acompañado por Ando, que era sin duda el mejor público de sus chistes. Sin embargo, la comida fue rápida y silenciosa, pues un indudable temor a los que se les echaba encima atenazaba a los aventureros. Hobbard fue el primero en levantarse y los demás le imitaron con presteza sin necesidad de que abriera la boca para gruñir o dar una orden. Minutos después los aventureros partían de nuevo hacia el este.

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17/07/2014, 18:28
Ando y Hiro

- ¡Buena suerte! Volved pronto y con éxito. ¡Confiamos en vosotros! - gritaron los dos leñadores agitando los brazos - ¡Buena suerte! - viendo las caras sonrientes de aquellos dos, por un momento casi pareció que aquella aventura no era más que una excursión al campo, que la guerra era una leyenda y que alejarse tanto de Forbrag no era una completa locura

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17/07/2014, 18:32
Director

Al menos inicialmente, eligieron la misma disposición para la marcha con la que habían llegado: Normoh, en cabeza oteando al frente y ambos lados haciendo de explorador. Cincuenta pasos por detrás los Wits, seguidos de cerca por Ursu, que guiaba una vez más a Bill por las riendas. Éste avanzaba a buen paso agradecido del descanso y de los hierbajos que había estado mordisqueando en la arboleda. Velocatus caminaba a la izquierda del carro, mientras que Jace, al que nadie aún le había recriminado su aparente vagancia, por lo visto se había hartado del carro y se había situado a la derecha del carro a la misma altura que Velocatus al que miraba de vez en cuando.

Los aventureros seguían la vieja calzada de grava ennegrecida invadida por la vegetación, hacia el este. El sol se alzaba sobre ellos pero a aquellas alturas del año eso no suponía una gran molestia. Avanzaron a paso lento durante unas 4 horas más, devorando lentamente unos cuantos kilómetros. A lo lejos, podían ver una gran cordillera que se extendía desde su situación, de norte a sur, cubierta de vegetación en gran medida. No se cruzaron en ese tiempo con ninguna otra persona que recorriera el camino en dirección opuesta.

A lo lejos les pareció ver algunas aisladas siluetas de aspecto humanoide, que parecieron contentarse con contemplarles o hacer tenues tentativas de avanzar hacia ellos a paso muy lento. A aquella distancia tardarían muchas horas sino todo un día en alcanzarles si mantenían ese paso.

Tras muchas horas de camino el sol empezó a ponerse a sus espaldas. Llegaba la hora de decidir, si iban a hacer un descanso al atardecer o bien forzarían su resistencia y aprovecharían hasta la última hora de luz. Por otro lado, aún no habían visto nada que pudiera servir como refugio, tanto sólo habían visto los habituales amasijos de hierros retorcidos y oxidados que, procedentes de le época de los padres jalonaban a intervalos irregulares los bordes de toda calzada.

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17/07/2014, 21:16
Director

Normoh iba una vez más a la cabeza de la marcha, parecía que ese era el lugar que le habían asignado sus recién adquiridos compañeros. Bueno, total, tampoco es que él tuviera demasiadas ganas de hablar con ellos o entablar una amistad profunda y sincera. Él era más bien un tipo callado. Envuelto en estos pensamientos cogió una brizna de paja del borde de la calzada y se la metió en la boca.

Fue el primero en ver a lo lejos a los siervos del Nigromante, que era lo que sin duda eran aquellas figuras en la distancia. Normoh había visto los suficientes como para reconocerlos por andar tambaleante y algo desencajado. De momento se encontraban muy lejos y eran pocos y desperdigados menos de media docena en total desde que salieron de la arboleda. No parecían un peligro.

Uno de los lobos (o quizás era un perro salvaje) volvió a aparecer a lo lejos una hora después de alejarse de la arboleda y los siguió manteniendo la distancia durante varios kilómetros.

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17/07/2014, 21:38
Director
Sólo para el director

Normoh: Y eso siendo generoso, que menuda tiradita más humilde.

Cargando editor
21/07/2014, 20:56
Normoh
Sólo para el director

Normoh se encogió de hombros instintivamente al divisar las tambaleantes siluetas en lontananza. Entrecerro los ojos para verlos mejor; si iban o venían, y cualquier otro detalle. Le preocupó sobremanera si le habrían visto. Palpó la empuñadora del cuchillo que portaba en horizontal en los riñones, miró largamente pero sin moverse todos los alrededores enbusca de cualquier otro detalle sospechoso, aparte del maldito lobo, y volvió sobre sus pasos en dirección a la carreta.

- Tiradas (2)

Notas de juego

No sé si los datos que daré a los PJs serán correctos (los que no me has dicho, si esos siervos del nigromante se tambalean por el camino en nuestra dirección, o vagan atontados por un páramo a la vista, etc). En caso de que no lo sean, porfi, edítame el post.