Partida Rol por web

 Los días transcurren con normalidad, si normalidad llamáis la espera de una Horda que arrasará con el lugar en cuestión de segundos. Sin embargo estáis preparado para ello, vosotros y los pocos guardias que se han quedado en el lugar junto con la capitana Soranna. Apenas un puñado de hombres tendrá que intentar retener lo máximo posible a un enorme ejército que se aproxima. 

Os habéis preparado a conciencia: munición de flechas, barricadas, posiciones estratégicas y lo más importante, el punto de huida. Al fin y al cabo, lo utilizaréis tarde o temprano.

Ya estaba todo preparado. Los valientes soldados que junto con la capitana Soranna se habían quedado a ayudar a defender el pueblo estaban tan mentalizados como el grupo,puede que más,pues para ellos era su hogar lo que dejaban atrás.
Necrull senia un poco de envidia a ese hecho, ya que él nunca había tenido un lugar al que llamar hogar, ni siquiera el sitio donde creció.
Aun así sabía que tanto sus compañeros como él darían lo mejor de sí para hacerles pagar cada trecho que avanzaran.

Hubo una reunión para ver donde se colocaría cada uno.

Yo tengo un buen alcance, con lo que necesitaría un lugar con buena visibilidad para poder disparar continuamente. Aunque eso sí, me tomaran como blanco enseguida. Pero me mantendré todo lo posible.

Al enano este conflicto realmente no le importaba pero... no dejaría pasar la oportunidad de acabar con algunos orcos.

El enano se encargó de supervisar las barricadas y pequeñas trincheras con las que los soldados tratarian de retrasar el avance del enemigo.

Al atardecer del primer día el enano miró al sol y dijo-Los orcos atacarán en plena noche, no les gusta la luz. Tal vez sería conveniente tener preparado algún recurso de ese tipo.

Todo esta ya preparado. El día avanza y con la llegada del atardecer, aumenta el nerviosismo entre las tropas destinadas en la primera linea.

Algo lógico pues todos somos conscientes de lo que se nos viene encima. Y puesto que el río es nuestra primera linea defensiva, allí me encuentro. Entre las barricadas que protegen el acceso a la ciudad desde el transbordador.

Echo un ojo haciendo visera con mi diestra al sol, y compruebo como este se encamina ya hacia su ocaso. Por tanto, comienzo a prestar toda mi atencion al otro lado del rio esperando que aparezcan nuestros primeros oponentes.

Ya mi escudo ocupa su lugar adecuado en el brazo izquierdo y por tanto, tan solo espero la oportunidad de desenvainar para poder cercenar alguna cabeza que otra. Y tras la cimera de mi casco, no puedo evitar que se me escape una carcajada que llama la atención de los guardias cercanos a mi posición. Puede que estos trasgos sean muchos y poderosos. Pero ya nos encargaremos de muchos de ellos no vean un nuevo amanecer. Si. Eso es algo que puedo asegurar y que me pone de buen humor sin duda.

Katan se mantuvo a cubierto, del lado seguro del rio, y tras cambiarle la armadura magica por la comun al trasgo zombie, le ordenó que se quedara recostado y muerto, del otro lado del rio.

-Cuando veas con tus ojos muertos a un montón de trasgos cerca, te paras y los atacas con tu espada mientras gruñes lo mejor que puedas. -Habia sido la orden.

De todos modos, Katan no se fiaba del muerto sin cerebro, y seguramente tendría que gritarle desde lejos que se parara y matara trasgos...
No importaba. En cuanto alzara nuevos muertos vivientes, el zombie quedaría sin control.

El minotauro, se encontraba en cambio cerca suyo, y aun tenia el guantelete magico.

El drudida se acaricó la barbilla según pensaba algo - vamos a reunir un grupo de carretas, cargarlas con baratijas, si brillan mejor, y hacer creer que la última caravana aún no ha salido y estamos protegiéndola, ¿os parece?- comentó la idea a fin de que sus compañeros opinaran.

- Algunos debéis estar en el puente, a modo de vigías - un par de soldados bastará - así, cuando se aproximen, darán la voz de alarma y pedirán que salgamos por otra salida, para llamar la atención de la vanguardia del ejército. No creo que yo deba alertarlos transformado en ave, ya que el dragón o algún otro enemigo podría detectarme mágicamente

Una vez planteado, expuso - mis conjuros tienen un alcance amplio. Yo puedo salir volando del sitio, literalmente, y podría ser el que aguardara más lejos de la vía de escape para atraer la atención de algún que otro enemigo. ¿Os parece?

Necrull no las tenía todas consigo con el plan del druida.

No lo veo claro Porfidius. si lo que se supone es que tenemos que incordiarles mientras están llegando, y cuando lo hagan marcharnos. Lo que tú planteas sugiere que les dejemos llegar sin más al pueblo.

Hasta mi llegan las voces de mis compañeros discutiendo diferentes posibilidades. Niego levemente con la cabeza y tras echar un vistazo mas a la otra ribera del río, me giro para decir.

Porfidius. Ten presente un factor fundamental. Ningún plan de batalla, por bueno que sea, sobrevive a los primeros instantes del combate.

Y nuestra actual posición, depende ante todo de que sepamos adaptarnos.

Propones emplear un cebo para atraer al enemigo. Y en otras circunstancias, no te negaría que el ardid pudiera ser útil. Pero esta, es una situación distinta. Es un ejercito, Porfidius, lo que se nos va a echar encima. Un ejercito que se aproxima para ocupar esta posición a sangre y fuego. No necesitamos cebos para atraerlos. Ya vienen ellos solos. Estamos aquí únicamente para causar el máximo daño posible, permitir a los evadidos que tomen la ventaja necesaria y finalmente, largarnos dejando tras nosotros, un erial quemado que no suponga ninguna ventaja para el enemigo.

Como logremos esto, ya se vera. Tan solo tened bien presente una cosa. La señal de retirada. Os quiero ver corriendo como galgos cuando se de esa señal. Pues una muerte aqui, por muy heroica que pueda ser, seria inútil.

Para mi es muy sencillo. Ahí delante hay miles de trasgos y otras criaturas. ¿Podremos con todas en esta ocasión?. No. Pues en ese caso, matemos a todas las que podamos hasta tener la oportunidad de arrasar con esta horda de malditos.

El druida miró al brujo - esa es mi intención, hacer el mayor daño posible a los avanzados del ejército y dejarlos inutilizados - comentó intentando hacerse entender. - Tenemos que atraerlos a una emboscada, más que dar un golpe y salir corriendo, para así desarticular su primera línea de ataque

Luego, se agachó en el suelo y comenzó a trazar un pequeño plan - Hoy he memorizado un par de conjuros para frenar en lo posible el paso del ejército y una posible persecución contr nosotros. El primero hará que la espesura aumente, impidiendo avanzar más allá de unos pasos seguidos, teniendo que abrirse paso por el bosque. El segundo convertirá la tierra y piedras bajo sus pies en fango y lodo, que es el que usaré para retener a los perseguidores en nuestra huída. Pero debemos hacer que nos sigan a nosotros de alguna manera, que no se dispersen mucho o, si no, no saldrá como os propongo.

Necrull escuchó tanto a Henderch como a Porfidius.

No, si no digo que esos conjuros no sean utiles. Pero creo que van a querer perseguirnos sí o sí. Les vamos a estar pegando todo el paso hasta el pueblo. Y cuando vean como lo hemos dejado van a querer algunas explicaciones seguro.

Como dice Henderch. Dediquemonos a machacar a todos los que podamos y luego en marcharnos. Ya se encargaran ellos de venir a por nosotros y entonces podrás usar tú magia sobre la naturaleza.

 Evea que termina de lanzar un conjuro que hace que toda la suciedad y mugre que tiznaban sus vestimentas, rostro y manos, de colaborar en montar coberturas para disparar a resguardo, desaparezca, mientras escucha a sus compañeros.

 Ante la sugerencia de Porfidius ella niega levemente con un gesto.

 - No lo veo necesario, ya estaremos bastante liados fustigándoles desde un buen inicio. Si hacemos bien nuestro trabajo ya nos vendran a buscar sí o sí.- Sonríe lúgubremente durante unos instantes para proseguir, con un rostro más serio- Lo que sí sugeriría es que en la parte de las protecciones que nos queden a nuestro lado, pongamos combustible para que cuando nos retiremos les prendamos fuego y no los usen ellos como refugio. Otra cosa a comentar, la prioridad es abatir a los dragones. Estos nos pueden alcanzar volando en nuestra huida, por consiguiente tienen que ser nuestros principales objetivos.

Buena descripción. Je,je,je.

Yo estoy totalmente de acuerdo. E insisto ya que el master ha aparecido.

No iréis a creer que solo van a salir trasguitos roñosos, ¿verdad?. Je,je,je.

El enano permanece callado mientras escucha a sus compañeros.