Partida Rol por web

Salís del Bar tras advertirle a Rosita de vuestra ausencia hasta bien entrada la noche. Al salir, notáis una brisa fresca y el sonido del mar, que en cierto modo, se agradece tras haber permanecido en el interior de una estancia con tanto humo y tanto olor a muchedumbre.

Hay un templo separado de las tiendas, casas y pisos de Aguas Fuertes por un pequeño seto. Las paredes cubiertas de enredaderas del templo se alzan por encima de las murallas de la villa, y la punta de su espira puede alcanzar los cien pies de altura por encima del suelo. El símbolo de una hoja de roble reluce con su propia luz esmeralda sobre la gran arcada que permite entrar en el templo.

Este lugar es terreno sagrado y aquí se respira un silencio fuera de peligros y preocupaciones.

El interior de las paredes está pintado para que parezca el cielo, y la plata principal es una amplia zona dominada por una colina cubierta de hierba en torno a la cual una corona de árboles se mece suavemente en una brisa eterna.

Faltan escasos minutos para la medianoche, de momento no hay rastro de Curuvar. Unas escaleras de piedra que bajan, nacen sobre vuestros pies mientras camináis..

El hechicero respira la agradable brisa marina que llena el ambiente al tiempo que da otro pedazo de carne a su fiel compañero, aquello era algo común en el par, de hecho mas de una vez se había preguntado Caesar como era que su amigo nunca engordaba. Y bien, donde estará ese tal Curuvar?

-No lo sé, pero será mejor que esperemos aquí. -contesto a Caesar, y añado- Qué buena noche, ¿no?

Dicho esto disfruto del apacible momento que el lugar ofrece, y me fijo mejor en el templo que tengo ante mí.

El templo está consagrado a Silvanus, el Pádre Árbol. Aunque seguramente, adoradores de otras fes también son bienvenidos a este Templo.

Cita :

Quizás puede que sea mejor bajar, aún nos va a estar esperando dentro...Por otra parte, tienes razón, aquí fuera se está bien.

SIn pensar en otra cosa que entrar,me adentro al interior al templo...

Este lugar debe esconder múltiples tesoros... 

Arg, ya estamos... pienso, al ver pasar a Racalín como una exhalación hacia el interior del templo.

-Está bien, entremos... -digo, con no mucho entusiasmo, y camino escaleras abajo.

El hechicero esta contento de tener aquella brisa marina en la cara por lo que esta renuente a entrar. Yo esperare a ver si Curuvar llega por aquí, no me gustaría que entremos todos y el llegase, retirándose al pensar que le hemos plantado...

Está bien, si hay problemas mándanos rápidamente a Argus para que nos avise y vengamos en tu ayuda... le comenta antes de seguir a Sejmet y Raaclin al interior del templo

Una voz misteriosa se escucha a vuestras espaldas.

-Yo no entraría ahí muchachos. Al menos que queráis despertar a los muertos- Se pasea el cayado de una mano a la otra, y esa voz misteriosa se convierte en la imagen de Curuvar el Descarado. Una sonrisa amplia se dibuja en su rostro al ver de nuevo a los cuatro aventureros.

Da unos cuantos pasos para acercarse. -Veo que os llegó la nota en orden, perfecto. Habéis traído el tótem, ¿cierto?..- Instintivamente mira a cada uno de los cuatro y termina con la mirada aparcada en Caesar, es como si notase la presencia del tótem en él.

Espero que Racalín le haya oído...

Ante la aparición de Curuvar, me detengo y vuelvo con Caesar y Methgar.

-Así es... -apunto- Por cierto, ¿para que lo queréis vos? -me aventuro a preguntar.

Ele hechicero espera la respuesta del extraño mago antes de contestar a la pregunta de este sobre si el trae el tottem, de alguna manera aquella reunión nocturna y el hecho de que no conocía a aquel hombre le habían levantado sospechas. Haber que respondes amigo.... Aun que quien sabe, quizá todo tenia que ver con aquella sensación de bienestar a la que ya se estaba acostumbrando.

Curuvar sonríe, oliendo la posible sospecha de los heróes hacia él.

-Vuestras habilidades igualan a vuestras ambiciones, por lo visto. ¡Por el conjuro perdido de Mystra!, ha pasado demasiado tiempo desde que unos aventureros exploraron los secretos en esta zona. Sea como sea, escuchad bien; el llamado Rey Ogro no era un simple ogro, era un ser llamado "oni", una bestia parecida a un ogro, pero con poderes místicos. Este oni en concreto habitaba en el túmulo con un fin en mente: buscaba conocer todo lo posible del Bosque Terrible. Esos estúpidos goblins reverencian al oni muerto como si fuese alguna especie de semidiós, y nunca se dieron cuenta de que les estaban utilizando como carne de cañón para sus expeculaciones. ¡Qué criaturas más estúpidas son los goblins!-

Tose fuertemente debido a la edad y os mira, esperando que hayáis captado toda su atención.

-No deseo ese tótem, podéis quedaoslo. Solo deseo pediros una cosa más..- Os cita al saber de vuestras fabulosas habilidades.

Espera un momento, ¿dondé está ese tal Bosque Terrible? y ¿por qué lo que quiera que sea un oni querría saber de él...? Si quieres que te consigamos alguna otra cosa, tendrás que explicarte mejor.... contesta con tono serio aunque amistoso.

-De acuerdo señorita-

Curuvar se sienta en el suelo, ayudándose de su inseparable cayado y os invita a que os sentéis en rondo en torno a él.

-El Bosque Terrible se encuentra muy cerca de aquí, a unas escasas millas. Es un círculo de bosque rodeado por un anillo de robles albinos. En el corazón de este bosque sobrenatural hay una gran colina, unos cristales verdes, que se dicen son corazones de diablos, sobresalen del suelo a lo largo de esa senda. Allí es donde quiero que vayáis ¿de acuerdo? y rescáteis a unos niños que han secuestrado los trasgos. No se cualés serán sus intenciones ahora, pero seguro que no planean nada bueno-

Posa la mirada en la elfa salvaje.

-Se especula que en el corazón del bosque se encuentran los restos petrificados de Karsus. Karsus fue un dios fracasado, y se dicen que sus restos señalan las ruinas de Karse, una antigua ciudad de Netheril. Ohh, olvidad esto último... Os pido que vayáis al bosque terrible, investiguéis en cuanto podáis y rescatéis a esos niños. Y una cosa más, también guardan un tesoro muy valioso: un anillo. Traedmelo..-

y cómo sabe él que los trasgos han llevado allí a unos niños secuestrados?... algo nos oculta, seguro...

Methgar, de momento, permanece callada... pensativa.

El hechicero escucha todo esto con gran seriedad, sin embargo poco a poco el relato del extraño mago le comienza a intrigar cada vez mas de modo que en poco tiempo ya esta sumergido por completo en sus palabras y sin darse cuenta ya ha sacado el extraño objeto y lo tiende hacia el mago. Aquí tienes mago, no quiero algo que no me pertenece simplemente tenia mis dudas respecto a ti, pero ya esta, debes quedartelo, de todas formas de nada me servirá a mi, soy un hechicero ¿sabes?

Por lo demás todo eso que dices es muy interesante, si como cuentas han sido raptados niños me parece que nuestro deber es ir allí, sin embargo me parece que quizá lo que nos pides este mas allá de nuestras posibilidades.