Partida Rol por web

Stelmaria se limitó a ver el alarde de las crías dos patas, cosa en común que tenían aquellos seres, era que los jóvenes machos siempre alardeaban sus garras, aunque los dos patas parecían poseer habilidades del clan estelar.

No le gustaba que manejara el agua, odiaba el agua como casi toda su raza, y si el joven se atrevía a mojarla, sabría cómo se castigaba a los cachorros.

Se relamió los labios al pensar en hincar sus colmillos en su cuello sin pelo, pero sentía la calma de su persona, Asriel se mostraba igual de molesto que ella, las razones eran diferentes, y eso le bastaba a ella para seguir recostada preguntándose.

¿Cuánto pueden los dos patas en intercambiar lenguas? 

Cuando vi al chico dar un brinco y subirse a la mesa, me recosté contra el respaldo de la silla enarcando una ceja.

El chico hizo un hermoso truco con el agua de un cubo.

Quizá sea útil si en algún momento decidimos plantar flores.

La expresividad de la pequeña Arya me arrancó una sonrisa. Por su gesto llegué a pensar que de un momento a otro iba a golpear al muchacho con un palo en los tobillos para verle caer de bruces contra la mesa. Habría aplaudido eso.

Volví la vista hacia Luna, a quién había dirigido mi pregunta, y la chiquilla me hizo un gesto afirmativo que le correspondí en silencio.

- No vamos a escribir poemas muchacho. Prefiero una mesa limpia que una sobredosis de inspiración - se dirigió al chico con cierto desdén, aunque en el fondo, admiraba que alguien pudiera tener tal vehemencia por iniciar una empresa.

Atticus mira al grupo feliz con los resultados.

Primero que nada señor Asriel será un gusto dialogar con usted en privado, aunque por su comentario supongo que se referirá a la vez que la liga fue utilizada para el mal... esa vez fueron los intereses comerciales de uno de los más grandes villanos de la liga los que lo impulsaron. Los miembros de esa liga tenían en su mayoría cualidades que podían ser comercializadas.

Mientras dice los nombres señala los cuadros.

La tecnología de Nemo, el tónico de Hyde, la piel de  Harwley Griffin, y la sangre de vampiro de Mina Harker. Por las cualidades de estos poderes y de estas personas esos conocimientos podrían ser valiosos en el mercado negro, ahora.

Y los mira a ustedes.

La varita de la señora Lovegood solo la obedece a ella, al igual que los poderes de los señores De Rivia y Norte, o las señoritas Sonea y Ivashkov. La señorita Stark, el don Alatriste y usted son seres humanos normales, con habilidades excepcionales pero no poseen ningún tipo de poder sobrenatural ni nada comerciable. El señor Jackson tiene los poderes por haber nacido de un dios, almenos que lo utilicemos para embarazar jóvenes no creo que sirva de mucho en un mercado negro. Por último el único al que le podría sacar algo útil es al señor Fowl, ya que los neurocirujanos de varios mundos harían fila para estudiar tan prodigioso cerebro... también podría pedir un rescate a su familia pero dudo que alguien se moleste en invitar a un grupo tan variado y peligroso solo para sacarle unos dolares a un chico rico.

Cuando Alatriste comenta que ganan Atticus sonríe.

Señores y señoras. ¿Les gustan sus hogares? ¿Hay personas que quieren y que les importan? Si no paramos esto todas esas personas van  a morir y esos hogares van a quemarse hasta ser cenizas.

Aprovechando el modelo de Hogwarts lo pone como ejemplo, mueve la mano y el castillo si inmola, sus torres empiezan a caerse y una luz naranja invade la habitación.

Se que les pido demasiado, pero si no me ayudan con esta misión lo mismo pasará en todos sus mundos y o creo que ninguno de los presentes quiera eso para su mundo. Si no vencemos ninguno de ustedes tendrá un hogar al que volver.

Luego vuelve a mirar a lord Asriel.

Entiendo que esté preocupado por los más jóvenes, pero ellos mismos lo dijeron, fueron elegidos con cuidado por sus habilidades. Supongo que no es del todo apropiado pero... su hija Lyra, se enfrentó a peligros inimaginables y logró salir airosa de los mismos, estos jóvenes tienen historias similares a la suya, no son solo niños, son capaces de salvar el multiverso.

Por último mira a Geralt y una lagrima se le escapa.

Señor, los cuadros que hay a su alrededor son de personas fallecidas, los únicos dos que deberían estar vivos son Mina Harker y Allan Quartermain pero no sabemos donde están, mi gente son ustedes 10.

Mira a Stelmaria.

Once... Ahora si no hay más dudas, empecemos a movernos, quiero que vean mi mundo de lejos antes de partir y aprovecharé para hablar con el Lord Asriel si aún quiere tener esa charla.

El hombre se pone en posición como para pararse y los mira esperando una respuesta.

Alatriste es hombre de pocas palabras. Artemis había dado en el clavo. Él tenía gente a la que, se puede decir que amaba, a su manera. Iñigo, Caridad, el señor de Quevedo... Por un momento la imagen de Gualterio Malatesta pasó por su mente. Si el mundo se acababa al menos el le quedaría el consuelo de no irse solo al infierno. Allí ajustaría cuentas con el muy hideputa.

Asiente a las palabras del señor Finch. Asegura las presillas de su coleto de piel de búfalo. Comprueba que la espada y la daga salen bien de sus fundas..

Cuando a usted le plazca, señor Finch.

miro ansioso como el señor Aticus toma la palabra y cuando nos indica que no somos mercancía valiosa, me  siento un poco menospreciado pero inmediatamente cuando  dijo que podía ser utilizado para llenar al mundo de semidioses. no tenia intención en corregir a mi interlocutor y decir que así no aparecen los semidioses con poderes. luego veo como el castillo de la pequeña luna arde y no me puede contener, es necesario salvar a todos los mundos

-señor finch estoy de acuerdo con usted, no queremos ver que nuestros mundos y nuestros seres queridos sufran así que manos a la obra-

al ver que finch nos invito a salir y que El señor alatriste se acomodaba su ropa chistosa no pude dejar de preguntar

-Disculpe señor alatriste, no pretendo ofenderlo, pero de donde es usted, esa ropa me no parece ni medieval, ni actual. ¿ de donde es usted, que lugar y que tiempo? 

luego miro a finch y le digo

- disculpeme pero si bien algunos podemos pasar desapercibidos señor Fich, otros parecen salidos de una feria medieval o de una novela fantástica. no lo notaran las démas personas.

- En verdad quedan con vida pocas personas que me interesen. - digo. Más no sería honorable mirar hacia otro lado. -prosigo. Mi padre Lord Eddar Stark no lo haría y yo no seré menos.

Miro a Ser Atticus antes de añadir.

- Cuente conmigo.

- Eso sí, si alguien intenta jugármela compartirá el mismo final que cuantos lo han intentado.

Luego miro a Percy.

- Espero que no hagas más tonterías de esas. - añado apoyando la mano en Aguja.

Cuando Percy hizo aquel espectáculo, Norte soltó una enorme carcajada. No era para reírse del chico, si no porque le hacía mucha gracia su manera de actuar. Aunque usaba palabras que no entendía muy bien como "cool". La carcajada de Norte paró cuando su anfitrión. Arrugó un poco la nariz, era bien cierto que nada de sus dones podían ser vendido, pero las cosas que el creaba, eran maravillosas (por lo menos a sus ojos) y eso si podría ser vendido. Se cruzó de brazos y asintió a sus palabras. Todo el mundo tenía algo que proteger, no había nadie de mal corazón en aquel lugar o eso intuía (lo notaba en la barriga). Sonrió con orgullo cuando varios de sus futuros compañeros aceptaban el trabajo.

-Que decir, que yo también me uno a la causa. En todos vuestros mundos hay niños e hice un juramento en que debo velar por ellos, sean buenos o malos, obedientes o traviesos. - Frotó ambas manos y miró a todos los presentes incluyendo al gran felino - yo estoy preparado, caballeros y señoritas. - no podía negar que estaba emocionado por una nueva aventura, hacía tiempo que necesitaba ejercitar algo más que el cerebro y ya notaba como con tanta comida que le hacían los yetis, se estaba poniendo algo relleno. 

Escucho a los presentes con sumo interés y veo como el señor Finch habla sobre elementos importantes de algunas personas que fueron anteriores miembros de La Liga, miro de nuevo el retrato de Mina Harker y después vuelvo a escuchar al señor Finch, habla sobre nuestros amigos y seres queridos, nuestros mundos destruidos, miro Hogwarts en llamas, se caen las torres y siento una sensación de culpabilidad en mi interior:

-puede contar conmigo-digo tajante.

Escuché lo que decían todos con calma, aprendiendo cómo era cada uno de ellos a medida que actuaban y hablaban. Los más callados, obviamente, eran más difíciles de calar, pero tendría que averiguarlo si quería que un grupo tan grande como aquel funcionara, evidentemente, como un mecanismo cuyos engranajes encajan sin romperse unos a otros. Así que me dediqué a observar y escuchar, analizando cada detalle de cada uno de los once que me acompañaban. Cuando el señor Finch empezó a hablar de vendernos, sonreí ligeramente; me halagaba que pensara que mucha gente querría diseccionar mi cerebro. No sería la primera vez, a decir verdad...

Finalmente, me encaminé hacia la salida de la sala con los demás mientras Lord Asriel se mantenía atrás para hablar a solas con nuestro anfitrión. 

-No se preocupe, señor Jackson -comenté mientras caminaba junto a los demás-, no entra en mis planes ir llamando la atención por todos los universos, vayamos a donde vayamos, todos nos camuflaremos, eso ya era parte del plan desde el mismísimo primer momento. Y por cierto, el señor Alatriste lleva una ropa claramente distinguible: los tercios de Flandes; es parte de un ejército español del siglo XVII de un pasado de un mundo muy parecido al suyo, por lo que creo entender. Señor Finch -dije entonces, dándome la vuelta antes de que cerraran la puerta de la sala-, me gustaría ponerme enseguida con la señorita Lovegood a planificar los detalles de esta primera misión, pero me faltan un par de asuntos claves para poder comenzar a trazar un plan de acción: ¿tiene usted alguna idea de cómo son esos cuatro objetos que estamos buscando? y dos: ¿tiene alguna idea de en qué parte de ese castillo se podrían encontrar o sólo sabe que están en el castillo, así, en general?

Esperé a que el señor Finch me respondiese a esas dos preguntas y luego me dirigí hacia Luna. 

-Señorita Lovegood, no hay tiempo que perder, si no le importa, me gustaría que me explicase ciertas cosas acerca de ese su castillo y sus gentes...

Asentí al señor Fowl y carraspee para captar la atención de los demás miembros de La Liga:

-damas, caballeros. mi mundo esta plagado de seres humanos normales y anormales. nos diferenciamos como Magos y brujas como anormales y Muggles o como ustedes lo llaman gente normal aunque los magos los catalogamos como "sin magia". los magos y brujas nos instruimos en escuelas de Magia y Hechizería, como pueden ver en la visión, esta es mi escuela, Hogwarts, se encuentra en Inglaterra, en la campiña inglesa pero no se sabe exactamente su lugar exacto ya que esta protegido con hechizos para que los Muggles no puedan verlo. los magos y brujas de mi mundo hacemos magia usando artilugios como por ejemplo una varita-levanto al aire mi propia varita para que todos puedan verla y sigo hablando- o sin ellos, usando la magia no verbal. ¿alguna pregunta?-explico detenidamente y espero no haberme dejado nada en el tintero.

-Entiendo -asentí agradenciendo a Luna su explicación con una sonrisa, entonces tomé la iniciativa en las preguntas, mi cabeza ya trabajaba a cien por hora y necesitaba saber numerosos detalles para poder poner en marcha algún plan-; debo pensar entonces que en Hogwarts todo lo que hay son magos y brujas y demás criaturas mágicas pero no hay muggles; además, deduzco que los muggles de tu mundo (¿puedo hablarte de tú, por cierto?) son personas que no saben nada acerca de la magia, o creen que no existe, ¿es así?; por otro lado, ¿puedo entender que en ese colegio conoces gente que puede ayudarnos? ¿o tendríamos que entrar sin ser advertidos?

- Muggles en una Escuela de Magos y Brujas. - comento. Curioso. Cuando menos será interesante.

Atendí al señor Fowl en todo momento y fui respondiendo sus preguntas una por una:

-si lo preferís podéis tratarme de tu, aunque sea bruja sigo siendo bastante joven para que me llamen de usted, tomare el mismo ejemplo con los cercanos a mi edad, si no les importa-procedí seguidamente con las preguntas-los Muggles no ven la magia ya que no creen en ella y si en algún caso llegan a verla pondrían cualquier excusa religiosa o incluso podrían decir que es un fenómeno meteorológico si se da en la calle, si un Muggle tiene por familiar un mago o una bruja si vería la magia, comprendería o aterraría el fenómeno mágico atontecido-después escuche las ultimas preguntas del señor Fowl y conteste-mis amigos estarán encantados de ayudarnos, no solo mis compañeros de clase, si no también los profesores del colegio. el lema de Hogwarts siempre a sido: Hogwarts siempre prestara ayuda a quien lo necesite. no hace falta que os ocultéis pero seria mejor que consiguiéramos unas túnicas negras para no llamar la atención ya que seria mejor que cuanta menos gente sepa de La Liga, mas tarde llegara a oídos de nuestros enemigos.-

-Entiendo -repetí, mientras un esbozo de plan comenzaba a trazarse en mi mente-; en ese caso, nos podremos infiltrar en el colegio con ayuda de tus amigos; los más jóvenes, como estudiantes, eso es fácil... los más mayores ¿como profesores o ayudantes, quizá? ¿sería eso posible?

Asriel asintió a su anfitrión, confirmaba varias de sus hipótesis, pero la mención de su hija lo puso sobre alerta, miro de reojo a Sonea, Luna, Sydney y Percy.

Ningún niño debería pasar por eso.

Aun quiero platicar en privado Sr Atticus, si bien conozco a la primera liga, aún quedan dudas sobre eso y el simple hecho de plantearlas provocaría o pondría en problemas a alguno de los miembros actuales.

Además de dudas técnicas sobre nuestra misión.

Tras decir eso se cruza de brazos y lanza una duda a Luna.

Señorita Lovegood, si existe razón para disfrazarse, significa que los no magos, son mal vistos por alguna facción o varias en su mundo, los jóvenes podéis pasar por estudiantes, en cambio le dejo a su opinión, el disfraz que debemos llevar los adultos, le recomiendo que no sean profesores de la misma institución.

Disculpe joven Artemis, no dudo de sus méritos, ni quiero desprestigiar su idea del profesorado, es simplemente que ya he comprobado que esa idea suele ser difícil si todos se conocen entre sí. 

Pero mi cuestión es; ¿Existe algún medio que nos delate como no magos? Dudo que una escuela de magos, no cuente con algún sistema de protección. Y no quiero que la primera misión seamos confundidos con los “malos del cuento”.

SI puedo buscare uno de mis contactos en su mundo, cuando averigüe, cuál de todos los mundos es.

Tras esa última frase miro a su anfitrión de manera significativa.

Claro, solo apoyare si el Sr Atticus lo considera apropiado.

-No se preocupe Lord Asriel -le respondí cuando se dirigió a mí- no me ofendo en absoluto; de hecho, ya había contemplado esa posibilidad; de momento, hasta que tenga todos los detalles, sólo estoy barajando todas las opciones que se me ocurren. Gracias por el apunte. 

Escucho atentamente las intervenciones de todos los presentes y sonrío, pues este chico Percy con sus poderes de agua me hace recordar a Jill, sin embargo su osadía me recuerda más bien a Rose. Pensé en mi hogar, un padre y una hermana menor que me habían condenado por no seguir sus creencias, una madre y una hermana mayor con las que no podía ponerme en contacto por su propia seguridad. Pensé en mis amigos, Jill, Eddie, Angeline, Trey, Jackie, Rose, Dimitri. Pensé en mi esposo, Adrian, y en lo que podría pasar si este enemigo desconocido, esta maldad sin límites, asolaran nuestro mundo.

Si ya las hordas de Strigoi que deambulan por Palm Springs me causan terror, no quiero ni imaginar qué posibles consecuencias traería un enemigo de tal calibre que pone en riesgo varios universos. 

Geralt se veía aburrido, Alatriste se veía resignado, Lord Asriel se veía molesto, y su bestia, lo que fuese ese animal, se veía hambrienta. Los demás aparentaban estar emocionados por esta "aventura", pero yo, sinceramente, me sentía aterrada ante las posibles implicaciones. Todos alardeaban de sus habilidades y se mostraban dispuestos a sacrificarse, como si fuese fácil, como si dejar todo atrás y convertirse en mártir por la salvación de los demás fuese algo de todos los días, y tal vez para ellos lo era, pero yo no puedo dejar de pensar en todos los que estan en casa esperándome, sin saber dónde estoy, sin saber si regresaré.

¿Vale la pena este sacrificio? Estoy saltando sin red, y no se qué hay abajo.

- Supongo que seguiremos a Luna, ya que es quien está familiarizada con el lugar y sus costumbres, sin embargo Lord Asriel tiene un buen punto: tal vez los más jóvenes, incluida yo misma, podamos pasar por estudiantes, pero ¿no será algo difícil con los adultos? Luna, ¿hay alguien en quien puedas confiar para ayudarnos?

¿Qué si me gusta mi hogar? ¿Qué hogar?

- Viajar entre Universos señor Finch... - volví a apoyar los codos en la mesa, junté los puños y apoyé en ellos la barbilla - quiero saber cómo - la mirada fija en el viejo. Aprender a viajar entre Universos podía ser algo tremendamente útil.

Mi mente empezó a cavilar posibilidades.

Ese polvo rojo...

Varios de los allí presentes planteaban sus dudas e ideas mientras permanecía absorto en mis pensamientos de viajes interplanarios con la mirada fija en Atticus Finch. Pero de repente algo de lo que dijo Luna me devolvió a la realidad.

Escuelas de hechicería, fanáticos, divisiones sociales. Des de luego no parecía un lugar por el que mereciera jugarse el pellejo. Pero...

Dice señorita Lovegood ¿que pueden dotar de magia cualquier artilugio destinado a ese fin? Interesante...

Interesante al parecer Alatriste pertenece al ejercito español que lucho alguna guerra en el siglo XVII; creo que tambien ocurrio en mi mundo y de seguro ahí pelearon muchos semidioses, pero me asalta una duda así que llevo a un lado a Atemis para que nadie más se entere de que no se algo.

-Disculpa, en mi mundo si existe españa pero, donde queda ese otro lugar, Flandes creo que mencionaste-

mientras espero su respuesta, Artemis habla con Lord Asrael yo me dirigo a Luna.

-Las hazañas de los semidioses y todo el mundo mítico está protegido por una especie de bruma mágica llamada neblina. Los mortales no ven mi espada, para ellos esto sería un palo o cualquier otra cosa; lo mismo pasa con algunos seres mitológicos. solo pocos humanos; como mi madre, pueden ver a través de la niebla-

Clavo mis ojos en el joven Percy. Me tomo mi tiempo en contestar. Siempre que Flandes acude a mi memoria mis sentidos se saturan de sus recuerdos. Olor a pólvora quemada y azufre. Carga, apunta, dispara, un hereje menos, carga, apunta, dispara, otro a pedir confesión a Lutero o a la puta que lo parió. Paisajes verdes arrasados por el fuego,  ruido de entrechocar de metales, de astas de picas que se quiebran, de espadas que tajan sin parar,¡chas,chas!.... y gritos de personas que luchan y mueren por un rey que debe estar, en ese momento galopando sobre un corcel para cazar ciervos o, cazando hembras para luego galoparlas.

¿No has oído hablar de Flandes? ¿Y de las ciudades de Breda o Amberes? Bajo esas murallas han dejado la vida los soldados más valientes de los tercios españoles.