Partida Rol por web

- ¿Y esto para que sirve? - pregunto moviendo la varita de forma totalmente aleatoria sin ningún sentido.

- Al bolsillo. - pienso guardándola tranquilamente.

- Luna, espérame. - digo siguiendo a la chica a través del portal.

Cojo el extraño palo frío que me ofrece el señor Norte. Lo miro y, con un encogimiento de homros, lo guardo. Luego, con aire resignado me calo el sombrero y atravieso el portal.

La gente empezó a cruzar el portal. La verdad es que no es algo que me apeteciera experimentar, pero era consciente de que quizá al otro lado podría encontrar las respuestas a mis preguntas o, por lo menos, rebajar el nivel de dudas.

Miré a mi grupo.

Artemis agitaba la varita fabricada por Norte. Estaba claro que la inquieta y curiosa mente del muchacho no pudo resistir la tentación. Por su parte, Sonea parecía maravillada con ese portal interdimensional.

- Deberíamos entrar los tres seguidos para evitar riesgo de desperdigarse, ¿no crees Artemis? - dije mirando el Portal con bastante desinterés.

Mientras esperaba la respuesta del muchacho tendí mi mano a Sonea con la idea de que la Hechicera la agarrara.

- Ya sabes - dije con media sonrisa difícil de definir- no vayamos a salir distantes.

Miré por unos instantes a Geralt. Tenía toda la razón del mundo. ¿Y si al cruzar aparecíamos todos desperdigados por ahí? Yo había dado por hecho que el señor FInch ya había tenido en cuenta esta variable, pero... ¿y si no? ¡Idiota! ¡Has perdido práctica! Estás empezando a delegar en cosas que no deberías. 

-Cierto -asentí, colocándome a su lado frente a la puerta- muy bien visto, amigo. Deberíamos cruzar los tres a la vez. Bueno -miré hacia Sonea a ver si se decidía-, llegó el momento. 

Cuando el grupo empieza a pasar, Atticus se acerca a Artemis y le mete un objeto en el bolsillo de la chaqueta.

Con esto vamos a estar comunicados, mucha suerte.

Luego el hombre se aleja y los deja ir.

Miré el objeto levemente. Un comunicador, pensé. Los había visto, no iguales, pero muy parecidos. Seguramente aquel tendría la capacidad de transmitir la señal entre mundos. Perfecto. Lo volví a guardar, pero en el bolsillo interior de la chaqueta, más seguro. Y avancé junto con Sonea y Geralt. 

No hubo tiempo para ver los efectos de la varita de hielo, por lo que Sonea no pudo evitar sentirse un poco decepcionada. Todos empezaban a atravesar ese líquido raro, por lo que al ver la mano extendida de Lord Geralt, la chica la tomó haciendo una reverencia al mismo tiempo que su escudo comenzaba a envolverlo y a Artemis, con lo que trío Slytherin quedó protegido por ese escudo.

Ambos pueden sentir cierto calor reconfortante y al mismo tiempo como si nada pudiese atravesarlos. De esta manera, se dirigió con ellos a lo que llamaban puerta y de alguna manera protegerlos con su magia.