Partida Rol por web

El momento que prendieron fuego la bolsa, el humo empezó a rodearlos, pero no como el humo suele rodear una habitación sino que a rodearlos a ustedes y solo a ustedes, como si unas cuerdas fueran a atraparlos pero sin sentir dolor. El humo los encerró y cuando quisieron darse cuenta no estaban más donde abrieron la carta, sus amigos, compañeros, mundos se habían desvanecido frente a sus ojos y lo que veían era oscuridad.

En ese momento un grupo de antorchas que colgaban de la habitación se empezaron a encender y vieron que no estaban solos, diez chimeneas formaban un semicírculo casi perfecto y en ellas se podía ver personas de lo más dispares, desde un niño con traje a un curtido guerrero con dos espadas, un hombre con un jaguar de las nieves y una chica con una espada tan fina como una aguja grande. Todos parecían venir de mundos diferentes, sus ropas eran todas diferentes y sus costumbres también, pero sorprendentemente todos se entendían.

Del otro lado del circulo de chimeneas y antorchas se podía ver una puerta de doble hoja enorme, el techo de la habitación ya era alto, por lo que la puerta debía de ser de unos cuatro metros de alto por tres de ancho, de todas formas estaba cerrada y lo único que veían era a las otras personas en la estancia circular.

Miro detenidamente mis alrededores, intentando determinar dónde me encuentro. Mi mirada se fija en la puerta, y la estudio tratando de ubicar alguna pista que me indique... algo. Las personas que me rodean son la menor de mis preocupaciones en este instante, lo que me enloquece es saber ¿cómo rayos llegué aquí?

Tal vez quemar ese polvo rojo no haya sido una decisión acertada...

Poso mis ojos grises en el resto de personas de esta habitación. Apoyo mi mano sobre la cazoleta de la espada y me retuerzo el mostacho con la otra. Como siempre que estoy en una situación desconocida analizo las posibles vías de escape. La chimenea no parece algo factible, sólo queda la gran puerta. Me pregunté si podría llegar a ella sin que ninguno de los extraños me atacara y, de ser así, que pasaría si la abría. En un segundo decidí que lo mejor era esperar.

Humo, mucho humo. Eso es todo lo que recuerdo. Cuando el humo se disipa me encuentro en una extraña estancia totalmente a oscuras.

De repente algo en el techo empieza a iluminar la extraña estancia en la que me hallo pero no estoy sola sino que allí hay otras nueve personas de lo más variopinto que jamás he visto. De hecho la apariencia de la mayoría de los allí presentes es de lo más extraña, jamás había visto nada así ni en Desembarco del Rey ni mucho menos en Invernalia donde todos esos se congelarían irremediablemente.

Tan sólo había un hombre que tenía una apariencia decente, si no fuera por ese sombrero que cubre su rostro curtido por el sol.

Intento fijarme en el resto.

- ¿Que carajos hago yo aquí? - me pregunto.¿Y que hacen todos esos aquí? - me pregunto mientras recorro con la mirada a todos los presentes.

Norte se cruzó de brazos tranquilo, no le tenía miedo a un poco de humo. Entonces apareció en un lugar extraño y totalmente nuevo para él, eso hizo que se emocionara y encima ¡más gente con aspectos muy variopintos! Norte estaba feliz de haber tomado esa decisión. Miró la chimenea y no pudo evitar soltar una risotada - Me apunto esta manera de entrar a los sitios, si señor. - habló con un acento muy marcado.*

Con su enorme sonrisa, fue mirando uno a unos a sus futuros compañeros (o eso pensaba él). Todos debían estar aquí porque seguro que serían maravillosos en cualquiera de sus campos. Se sorprendió porque nadie hablaba, ¿tensión? maravilloso. Dio un paso adelante, hasta queda más o menos a una altura adelantada sin dar la espalda a nadie.

-Buenas compañeros, seguro que estáis aquí por lo mismo que yo, una invitación de un tal A. F. - se acaricia el bigote con dos dedos de una mano sin borrar su enorme sonrisa - no pongáis esas caras, otros mundos ¿no lo creíais posible? venga, venga dejad la vergüenza, ahora todos somos aliados ¿no es cierto?

Señaló con el pulgar a aquella puerta doble. -¿Qué os parece si pedimos explicaciones todos juntos? - se ajustó el cinto donde llevaba sus armas y miró uno a uno, esperando una respuesta.

El humo me envuelve y me hala, todo lo que observo cuando este se disipa es una sala con unas antorchas. Seguramente es una trampa de mi tío Hades, si es así Annabeth se encargara.

Pero observando con detenimiento abajo de las antorchas están personas con raras vestimentas. Unos vestidos con ropas elegante y otros con disfraces de feria renacentista. De repente uno con un disfraz ruso hablo y recordé lo de la carta.

-No entiendo eso de los mundos diferentes pero si todos quemaron las bolsas que venían en la carta, somos aliados. Además opino que el ruso tiene razón tenemos que averiguar quien es AF-

Lanzó una mirada de aprobación al hombre con traje de nieve y luego miro alrededor para ver si alguien más tomaba la palabra.

- Un momento, ¿a nadie le resulta extraño eso de haber estado en un sitio y mágicamente haber aparecido en otro? Estamos claros en que existen las fuerzas sobrenaturales, está bien, pero ¿esto? ¡no tiene nada de lógico! - digo mientras cruzo mis brazos y doy unos pasos hacia el centro de la habitación. - ¿Otros mundos? Disculpen, pero hasta donde sé, la teoría de las cuerdas no dice nada al respecto. - Saco mi celular de mi bolsillo y activo el GPS para determinar las coordenadas de esta locación.

Lord Asriel abrio sus ojos, visiblemente sorprendido, pero alegre al mismo tiempo, aquel evento lo convenció de seguir adelante.

Stemaria, adelante, debemos presentarnos y conocer a tan singular anfitrión.

Con paso calmo barrio la estancia así como a los personajes variopintos, con su mirada. Sus ojos azules parecían brillar emocionados bajo esta cara y porte serios que referían a un Lord.

En su parecer, al escuchar y ver al hombre de barba, estuvo a punto de dirigirle la palabra.

¿Señor San Nicolas?  -Stelmaria, olisqueo el aire y negó con la cabeza, Asriel asintió dándole la razón. Es cierto Stelmaria, se parece a nuestros Nicolas, pero debe de ser de otro tiempo.

Luego miro a las niñas, la de cabellos dorados pronto seria mujer, pero la de la espada, era una niña en toda la extensión de la palabra, por lo que su expresión se endureció.

Asriel no dudaba en lanzar sus conjeturas al aire, tan seguro de sus razonamientos,  parecía dar a entender que sabía algo de aquella situación. Pero no encontraba lo que buscaba así que decidió hablar.

Se colocó en el centro de la sala y se presentó con su leopardo.

Buenas, sean, soy Lord Asriel, el joven con espada en mano y el hombre de acento austral, y aspecto de Svarvar, tienen razón, deduzco que todos hemos recibido alguna invitación y por sus expresiones, tal vez debiéramos saber cómo proseguir.

Señala a la joven rubia dándole la razón.

Creo que debemos aclarar unas cosas antes de proseguir compañeros, así que pido la palabra.

Su leopardo bostezo, abriendo su hocico y mostrando unos dientes letales.

Veo que todos somos humanoides, para aquellos que no entiendan, explicare brevemente: Existen muchas formas de vida, de donde vienen seguro hay “Animales” u otras razas, algunas veces, en “ciertos lugares” hay seres que se parecen a los Humanos, tanto que en ciertos casos son casi imposible identificarlos.

Hace una pausa esperando que entiendan y asintiendo con la cabeza a los tres hombres del salón.

Prosigamos, algunos de ustedes, esto –señala con sus manos toda la habitación. Es normal, otros no tanto al grado de ser desconocido todo esto, así que pido disculpas a los demás por extenderme.

Lo que nuestros compañeros quieren decir sobre “otros mundos”, es de existen pueblos, reinos y continentes enteros  en lugares a los cuales nunca podrían llegar caminando, y son tan ajenos a sus mundos, que el sol, incluso el aire y la mar son diferentes, ende a esto, solo piensen que todos somos de “pueblos o reinos” lejanos.

Su leopardo se retiró ante la chimenea por la cual habían aparecido y se recostó.

Déjenme advertirles, antes de proseguir. En algunos de estos “mundos” existen diferencias u características por las cuales podrían ser asesinados en otros mundos y no quiero esas riñas.

En mi mundo se castiga y persigue a todo aquel que demuestre habilidades antinaturales, como magia o tecnología avanzada, aclaro que no pienso como todos en mi mundo.

Se de mundos donde se han organizado masacres por diferencias físicas como color de piel o etnia, en otros he visto el exterminio de magos, no magos, personas de ciencia, alquimistas, meta humanos, no quiero ahondar en ese tema.

Su voz se eleva hasta mostrar un tono amenazante.

Sé que será sorpresa para alguno de ustedes que existan la Magia, Tecnologia, Alquimia, Ciencia, pero no tolerare peleas, vine para descubrir quién es y que quiere A.F.

No para ver tonterías –mira a los jóvenes. No estoy de acuerdo que niñas estén en este grupo, y viendo la edad de varios dudo de la seriedad de la empresa mencionada por nuestro anfitrión, algunos de ustedes son casi niños. Salvo cuatro de los que estamos en esta sala, la experiencia de los presentes deja mucho que desear, salvo que sean algunos ser con envejecimiento distinto al humano.

Su voz se relaja, pero se deja oír aun, su tono amenazante.

Así que les propondré algo sencillo, cada uno de nosotros se presentara en palabras simples, describirá brevemente su lugar de procedencia, sus habilidades y la razón por la cual creen que A.F. los llamo.

Empezare.

Soy Asriel, un Lord en mi mundo natal, soy explorador y científico, además de un humano ordinario, sin poderes, en muchas categorías, recientemente viajo por muchos mundos, supongo que A.F. me ha llamado por mis investigaciones y por mi empresa contra la Autoridad.

Tras terminar, se retira a lado de su leopardo.

¿Quién más gusta presentarse?

En cuanto mi hechizo calcinó el polvo rojo el humo se apodero de mi haciéndome cerrar los ojos, esta vez los nurggles se habían pasado esto ya era una broma muy pesada. Cuando note suelo de nuevo bajo mi, levante la vista y mi cuerpo pues había caído al duro suelo de piedra por algún tipo de sacudida.

Parecía que había llegado a tiempo, varita en mano me adelante por la sala y escuche presentarse algunas personas,  ¿muggels? Me pregunte al ver sus ropajes tan extraños.

-¿una carta? Entonces los nurggles no han sido..-​dije en alto captando las miradas de los allí presentes-yo me llamo Luna Lovegood, ¿porque no empezamos por llamar a la puerta?-pregunte a los muggles extraños.

- ¿Otros Mundos? - digo en voz alta casi sin darme cuenta. Por los Dioses Antiguos. ¿Que qué estáis hablando?

- Soy Arya Stark, hija de Lord Eddard Stark, Señor de Invernalia. - digo presentándome y omitiendo el hecho de que mi padre estaba muerto, asesinado por órden del Bastardo de Jeofrey, y del resto de acontecimientos que ocurrieron después.

- Por mi puedes infravalorar y menospreciar cuanto te venga en gana. - digo al llamado "Lord" Asriel. Pero te aseguro que cuantos han infravalorado a otros por norma general han acabado mal, por norma general muertos.

- Y unos cuantos por menospreciarme a mi. - pienso divertida.

¡JA!- soltó Norte con ambas cejas alzadas y las manos apoyadas en su cintura - menudo carácter tiene la niña, JAJAJAJA- su risa era atronadora. Después miró a Lord Asriel, aún con una sonrisa - ¿te conozco? no recuerdo que te hubiese visto antes - se rascó el mentón pensativo - bueno, no creo que sea un problema que haya niños. Son sorprendentemente listos y valientes. ¡Oh si conociera a mi amiga Katherine! o Luz Nocturna, ese crío si que sabe luchar. - Se cruzó de brazos y asintió a sus propias palabras.

Yo soy Nicholas San Norte, ex bandido, juguetero, inventor y uno de los Guardianes de los niños, bueno queda un poco raro si solo digo eso... - cuando vio que aquella muchacha sacaba su teléfono móvil, Norte no pudo evitar mirar con asombro el aparato. Se acercó a ella y lo miró con los ojos abiertos y llenos de ¿ilusión? - por todos los yetis del Himalaya ¿qué es eso? ¿para qué sirve? ¿puedo usarlo? ¿lo has creado tu? - y siguió con una larga lista de preguntas...

Cuando el fuego hizo arder la bolsa roja la reacción fue inmediata.

Debí imaginarlo. Estúpido... - el humo nubló mi vista y para cuando se dispersó, todo había cambiado. Era obvio que el lugar y las personas que lo ocupaban eran de situaciones bien dispares.

Lancé un sonoro suspiro, apesadumbrado.

- Cómo puede pasarte esto a ti... - me dije a mi mismo.

Cruzando mis manos tras la espalda empecé a caminar en círculo, rodeando la sala, despacio. Observando a quienes la ocupaban y sus reacciones. Hombres y mujeres de todas las edades, incluso de muy joven apariencia.

Un hombre de gran envergadura que arrastraba las "erres" en sus palabras parecía divertirse de lo lindo con la situación. Aquella forma de abordar el problema le recordó a su "amigo" Jaskier. Su comentario llamó mi atención.

- ¿Otros mundos dices? - hablé cuando estuve a su altura - es la primera vez que oigo a alguien hablar de La Cacería Salvaje sin escandalizarse - una extraña mueca se dibujó en mi rostro, consecuencia de una dolorosa sonrisa.

Tu maldita curiosidad te ha traído aqui - sin embargo, ni siquiera sabía el motivo. La compañía era lo de menos. Siendo odiado por su condición, tratado como mutante por muchísimos humanos, nunca había sido alguien con prejuicios. Siguió caminando.

Al pasar frente a la muchacha rubia, pude ver que parecía realmente indignada con la situación. La comprendía perfectamente. Miré con curiosidad la piedra rectangular que sacó de su bolsillo y que se iluminaba de forma mágica. Mis ojos dorados se clavaron en los de la joven.

- Te entiendo muchacha, pero créeme. Es posible.

Mi paseo me condujo hacia la chiquilla morena de pelo corto. No pude evitar sonreír al percibir el carácter y la fuerza que en ella se intuía.

Si la niña es capaz de sostener una espada, será suficiente.

Paró su recorrido frente al felino cuando éste bostezó.

- Impresionante ejemplar - dije sin inmutarme.

El individuo que acompañaba al animal se presentó como Lord Asriel y parecía secundar algo parecido a lo que el más grande había observado. Asentí sin más.

- Soy Geralt de Rivia - dije sin aspavientos ni mayores presentaciones.

Continué caminando, para llegar entonces a la altura de la niña que se presentó como Luna. Hice frente a ella una satírica reverencia.

- Es un honor señorita Lovegood - me situé cerca de la pequeña y apoyé suavemente mi mano sobre su cabeza - pero verá Milady... ocurre que a alguno de los aquí presentes no nos gusta que nadie nos encierre. Así, que me parecería de mala educación llamar a una puerta que merece ser destruida.

-podemos evitar destruir una puerta, yo puedo abrirla si esta cerrada, con permiso-dije al hombre que acababa de llegar.

Me acerque a la misma puerta y empecé a buscar el cerrojo, después susurre:

-alojomora-​

La puerta no se abrió ante el hechizo de la rubia, al parecer los poderes que la cerraban eran muy superiores a los que un simple hechizo como el alohomora podría abrir.

Muy inteligente señorita Lovegood, pero no estoy diciendo nada nuevo para una Ravenclaw como usted, como bien dijeron yo los cité y quería darles un pequeño momento para presentarse, de todas formas veo que están ansiosos por descubrir lo que hay detrás de la puerta así que no los voy a hacer perder el tiempo. Señorita Sage, los celulares reciben la señal GPS de satélites que giran alrededor de su planeta, estamos en otro universo así que no llegará señal, pero si le sirve estamos en el Londres de mi universo, supongo que la mayoría de ustedes conocerán esta ciudad...

La puerta se abrió de par en par y una habitación enorme apareció frente a ustedes, la misma tenía un solo mueble una mesa enormemente larga, en la otra punta un anciano los miraba sentado en un sillón.

Pasen y siéntense señores sean bienvenidos a la sala de La Liga.

Mientras entraban podían ver retratos colgando de las paredes, eran cientos y en ellos había personajes de lo más sorprendentes, una mujer de cabellos rojos, un hombre con una armadura de placas montado en un corcel desnutrido, un rey sacando una espada de una roca, un hombre de traje y una pistola abrazado por dos mujeres, un hombre vestido de rojo y barba blanca muy similar a Norte, un hombre que está viajando en globo, un hindú en un submarino, entre muchos otros. Pero el que sobresale es un hombre joven cuyo retrato se encuentra sobre la cabeza del señor que les habla.

Los retratos que ven son de los miembros anteriores de la liga, Mina Harker, Don Quixote, el rey Arturo, James Bond, incluso la versión de Norte en nuestro universo.

El hombre hacer una reverencia al ruso.

Phileas Fogg, Thomas Edinson, Nemo, Tom Sawyer, y podría seguir eternamente. El retrato que hay sobre mi cabeza es de nuestro líder, Alan Quartermain un hombre inmortal con una puntería excepcional pero que por extrañas razones desapareció del mapa.

El hombre se para y los mira.

Mi nombre es Aticus Finch y soy quien los citó pero antes de ponerme a hablar quiero escucharlos a ustedes. ¿Viajaron bien?

Al ver los ojos del hombre con las dos espadas inmediatemente pienso que es hiperión, pero su modo de comportarse y su despreocupacion hacia mi me hace desistir de ese pensamiento.

luego aparece este hombre que nos dice que esta en londres de otro mundo, como si fuera una película de ciencia ficción, espero que el celular de la rubia no llame a ciclopes.

luego es hombre nos lleva a un salon y menciona algunos nombres que me suenan familiares.

-Disculpe señor, pero me parece que algunos de esos nombres son personajes de libros, como ese loco español, o Tom Sawyer, o ese espia famoso. Pero Edison no es un inventor real-.

-Por cierto mi nombre es Percy Jackson-

Abrí mucho los ojos al escuchar aquella voz, ¿otro universo? Pregunte en mi cabeza, después mire algunos cuadros y vi algo increible.

-Ro-Rowena Ravenclaw...estuvo aqui-tartamudeo al ver el retrato.

¿que lugar es este? ¿La Liga? ¿La dama Ravenclaw fue parte de La Liga?

-un momento....¡Londres! Debo avisar a mis profesores....-dije sin acabar la frase

Cuando la chica rubia hablo de contacter a sus profesores recorde inmediatamente a mi madre; desea decirle que estaba bien, que no es como lo del campamento Júpiter. y Annabeth ella estaba cuando desapareci, debe estar preocupada, tal vez pueda mandarle un mensaje iris para que ella se contacte con mi madre.

-Como dijo la chica rubia, puedes darnos un teléfono para hablar con un pariente. De eso no ser posible tal vez me pueda indicar donde hay una fuente o un labavo para... Lavarme las manos-

no se como explicar lo del mensaje iris así que me lo guardo para mi

- ¿Que es Londres? - pregunto extrañada. ¿Que es eso de otro Universo?

Todavía me costaba trabajo asimilar toda esa información.

- Todos esos nombres no me dicen nada. - comento señalando a los cuadros. ¿Que tienen de especial?

- Y sobre todo y más importante, ¿que hacemos aquí? - pregunto señalando a nuestro "anfitrión" .

- Ivashkov, mi apellido es Ivashkov ahora. - corregí a nuestro interlocutor, distraída. Mi mente trabajaba a velocidad vertiginosa analizando lo que todos habían dicho, y había algo que capturó mi atención: Yo conocía a Don Quijote, Wilhemina Carter, James Bond, San Nicolás, eran personajes de la literatura muy conocidos. Si, y este era un gran SI, si existían diferentes "universos" y éstos personajes venían de libros, entonces - ¿nosotros somos también personajes de libros? - dije en voz alta mi conclusión, que aunque completamente ilógica, era la única que tenía sentido en este momento.

Sonea había cerrado los ojos cuando aquél humo rojo la rodeó y sentía un jaloneo sobrenatural. ¿Sería una broma de Akkarin? Esa pregunta no tuvo una respuesta rápida porque al abrirlos se topó con nueve personas totalmente ajenas para ella y retrocedió unos pasos para asimilar todo. <<Si es una broma, fue bien ejecutada>>.

Mirando para todos lados sin disimularla, la chica observó con detenimiento el escenario sin hablar y a la vez que escucha a los demás hablar. Si recuerda la carta y lo que se le comentó antes de venir, debía abrir su mente ante nuevas posibilidades y hacerse a la idea de la existencia de otros mundos. ¿Pero por qué no había evidencias de ello en el Gremio? <<Solo que lo ocultaran como el uso de la magia negra >>. Sintiendo un calosfrío que recorre su espalda, la chica se  mueve un poco y el frufrú de su túnica la alivia un poco, pues dicho sonido le era más familiar que todo esto.

Al menos todos se mostraban sorprendidos como ella hasta que un hombre de acento raro mencionó  a ese “A.F.”. Entonces todos ellos estaban por el mismo motivo, aparentemente. Sonea se cruzó de brazos para observar mejor y suspira para relajarse. La idea de que haya personas de otros mundos y que esté con ellos parece irreal, pero hasta ahorita no hay algo que evidencie tal evento, pues bien puede tratarse de una jugarreta de sus allegados e incluso ellos serían unas pobres víctimas de las circunstancias.

No obstante, el autonombrado Lord Asriel provoca que alzara una ceja y posara su vista en el felino con semblante precavido. Ha convivido con animales igual de peligrosos de menor y mayor tamaño, pero es mejor guardar distancias antes de hacer un movimiento brusco que llamase la atención. ¿Humanos y magos? No es algo extraño para ella que se conviva tanto de manera armónica como peligrosa, además que no puede evitar apretar su antebrazo cuando de menciona “masacre por etnias” porque ella los ha vivido en carne propia. <<¿Así que en otras partes te asesinan por ser mago? >>. No es de extrañar, y más con sus clases de Historia acerca de las guerra de hace más de 5 siglos y con lo que, supuestamente, se desarrolla a escondidas en el reino.

Sonea se mantiene callada, no habla y no tiene intención de hacerlo. Ya es bastante que otros no sepan qué ocurre para ella agregar más dudas a esta mezcla extraña de personas. Cuando Luna intentaba abrir la puerta, la miró intrigada por el uso de esa magia extraña. ¿Varita? ¿Un palo de madera? ¿Acaso hay otras formas de emplear la magia que no sea por la voluntad? Mas no tuvo la oportunidad de verlo en acción cuando una voz invade el espacio con términos que ella desconoce y el portón de abre ante ellos. Dio paso a los demás hasta quedar al último sin perderse de la explicación de anfitrión. <<¿La Liga? ¿Todos ellos fueron reclutados como nosotros? ¿Un rey? Si esto es verdad, la misión que llevaban era muy importante >>.

Por un momento le hubiese gustado ver a uno de sus conocidos entre los retratos, pero desechó la idea y meneó la cabeza como si aclarase sus ideas.  Nombres raros, palabras extrañas… todo era difícil de asimilar. Cuando lady Arya formula su pregunta, la aprendiza asiente y da un paso adelante. Es mejor hablar por ella misma que dejara otros hacerlo.

-Mi… nombre es Sonea y soy una aprendiza en el Gremio de los Magos del reino Imardin. Mi… tutor me explicó que la existencia de otros mundos es posible y que una causa mayor nos ha reunido a todos hasta aquí. La edad no importa si se es capaz de ello-miró a Lord Asriel de reojo con cierto desdén-. Sin embargo, la idea de que todos provenimos de otros mundos es… una locura. La magia hará cosas que muchos losdes considerarían un milagro, ¿pero de estas magnitudes?

Dedicó una mirada a todos y después posó su atención de nuevo en Aticus Finch.

-Lady Arya, en la carta explicaba que una oscuridad mayor ponía en peligro todo lo que nosotros conocíamos, por lo que el motivo es porque, según esto, somos los que podemos enfrentarlo. Mi duda es.. ¿por qué yo? Sólo soy una aprendiz y en el Gremio hay magos más capaces… y tengo mis propios problemas que debo solucionar… ¿Qué prueba tienes que esto es real y no una mala pasada?