Partida Rol por web

Los hombres de la puerta empiezan a descabalgar y a entrar a la cueva. Por ahora no llegan a verlos, pero no se puden quedar mucho tiempo más sin evitar un encuentro con estos hombres.

Sonea y Artemis parecen darse cuenta de algo interesante porque ambos se quedan pensando.

Escuche con atención lo que comento el miembro de la tripulación. Desconocía ese dato sobre la cultura religiosa del lugar “Interesante, siete dioses, que al final es uno” Agite mi cabeza para retirar esa idea que estaba en mi cabeza para centrarme de nuevo en lo que pasaba.

Luego mire al Lord.

Mi Lord creo que aquí el caballero lanzo luz hacia lo que nos detenía. Digo a Asriel por su comentario de que bajara allí con el resto. Y mandar más gente creo es innecesario y aunque espero no suceda nada, prefiero mantenerme con ustedes, por si tenemos alguna visita inesperada.

Tras ello me dirigí a mis compañeros.

Chicos un miembro de la tripulación comento algo que puede ser útil. Por lo visto los siete caminos y la estrella de siete puntas, puede hacer referencia a los siete dioses que existen en este plano. Los gusanos de fuego puede hacer referencia al herrero uno de esos dioses y por lo que expuso el camino más seguro sería el de la vieja quien tiene como símbolo un farol, por tanto podría corresponder al camino con luces. Comente a todos para que pudieran tener ese dato.

Sonea escuchó las palabras de Alatriste y se quedó meditando por un tiempo acerca de lo que pudiesen representar las entradas. Notó que Artemis hacía lo mismo y el recelo que aún sentía hacia él disminuyó un poco ante la concordancia de pensar antes de actuar. Recordó algo acerca de la fe de este sitio y frunció el ceño ante la lógica que estaba atando.

-Alatriste, creo que no está del todo errado. Desconozco cómo fungen las creencias en su mundo, pero si aquí también está el símbolo de la estrella de siete picos es por algo.

El globo de luz que había invocado parecía no iluminar bien el camino y frunció su boca ante el fracaso. No obstante, dejó que el globo permaneciera en ese sitio por si aparecía algo de sorpresa o de pronto la iluminación sí funcionase.

-Cada uno representan figuras propias de cuentos: los gusanos de fuego debe ser un herrero, los faroles a una anciana, las armas a un guerrero, las balanzas a una figura paterna, la sangre a la madre, las agujas e hilos a una doncella o una lady y la oscuridad a una persona extraña o desconocida.

Al término de sus palabras, su rostro reflejó cierta decepción ante sus palabras. Lo que pasó es que le pareció un tanto anticuado que así se relacionaran los términos, pues reflejaban hábitos y empleos de esas figuras y solo limitaban a, según observaba, a las mujeres al parto y labores domésticas. <<Bueno... en mi mundo es común que las aprendizas escojan Sanación y los hombres ser Guerreros... no dista mucho>>.

Su línea de pensamiento se interrumpió con las palabras de Sydney y asintió aunque no estaba segura si podían verlos o no con la magia que ella había hecho desde la nave.

-Siete dioses, un solo camino... Probablemente todos los caminos conduzcan al mismo lugar a donde queremos ir. Debemos apurarnos si no queremos que esos hombres nos vean, vayamos al camino de los faroles.

No lo comentó como si fuese una orden, más bien una sugerencia que esperaba ser aceptada.

-¿Por qué esa cara chica?, parece que hemos solucionado el problema. Al menos por ahora...- Pregunta a Sonea al verla perturbada.

Tras meditar las palabras de las damas pensó unos segundos -Pero no es correcto visitar a una señora de forma tan prepotente, menos aun sin un regalo. Quizás les suene estúpido pero no me parece correcto. Por otro lado este juguete- gesticulo hacia el arma de asalto que cargo -es de un metal inusualmente trabajado para este mundo, como pude apreciar al ver las armas de los caballeros y es un arma desconocida. Una magnífica ofrenda al herrero diría yo-.

Nicolas se siente un poco tonto por lo que acaba de decir, pero el posee esos códigos de conducta, así está educado.

Artemis se mantuvo un rato abstraído, pensando... Echó un fugaz vistazo atrás, se oían ruidos, deberían tomar una decisión rápido. Estaba a punto de decir algo, pero Sonea y Sidney se le adelantaron. Asintió con la  cabeza cuando la primera explicó lo que consideraba sobre todos los caminos.

-Yo he llegado a la misma conclusión -corroboró, sin dejar de asentir con la cabeza y aún observando los distintos caminos con el puño bajo el mentón-; de hecho, quizá el señor Norte no vaya tan desencaminado. Si es verdad que todos los caminos desembocan al mismo sitio y es verdad que estos... "dioses" de este mundo nos observan, quizá no todos deberíamos entrar por el mismo... Quizá esto consiste en que cada uno debe ir por el camino que le corresponde... Puede ser que intuitivamente unos parezcan más seguros que otros... pero igual la antigua magia que mora aquí, porque está claro que la hay, no nos permite acceder si no vamos por el lugar correcto. 

Hizo una breve pausa, pero después continuó. 

-Es cierto que la ametralladora que lleva, señor Norte, sería un buen regalo para el guerrero. Y, de hecho, Geralt, Alatriste y Arya encajan también en esa categoría. 

Entonces se volvió hacia Sonea.

-Tú y yo, no -continuó, tratando de descubrir la forma más lógica de atravesar los caminos-; no somos guerreros. Quizá tú podrías atravesar el de la dama o doncella. Y yo... la verdad es que yo no encajo en ninguno de los que tienen nombre... -terminó, con la mirada de color cobalto clavada en el oscuro corredor. 

-Herrero amigo, he dicho herrero. Y si, creo que lo que dices tiene sentido. Yo no soy un guerrero, fabrico cosas, el pelear es tan accesorio...-.

Norte no lo dijo con sorna ni enojo, sino tratando de abrirse. El no quería ser identificado como un sanguinario, no lo era, nunca mas. Ahora el creaba cosas, cosas hermosas, cosas útiles, cosas para cuidar y alegrar... A veces eran armas, como el herrero.

Tras meditar continuó -Herrero soy yo, la anciana con faroles no lo sé, el guerrero no es un hombre sino Ary...- se detuvo recordando lo del nombre- la figura paterna es Diego, no sé acerca de la sangre tampoco, la doncella es Sydney, la oscuridad es Geralt- tras decir todo eso se quedó en silencio unos segundos. -No sé como lo sé, solo lo siento así. Quizás tiene que ver con lo que les dije, elegir quien somos en verdad y no quienes mostramos ser. Cuenten un poco acerca de su vida en sus mundos, ¿que los marca en sus vidas dejando de lado lo que los hace especiales? ¿cuáles son sus conflictos, sus miedos y sus deberes?-.

Pero Artemis negó con la cabeza, esbozando una sonrisa. 

-Sydney no está, la doncella es Sonea... pero sí, tiene razón señor Norte, me he equivocado con usted, estaba pensando en el herrero y lo he juntado con el guerrero que, evidentemente es Arya... pero no estoy tan de acuerdo con su idea de Alatriste y Geralt... no lo tengo claro. Usted, ¿tiene hijos, don Diego? ¿O alguien a quien aprecie como a tal, aunque no lo fuera de sangre? Y tú Geralt... no estoy seguro -negó con la cabeza, aún pensativo-. ¿El desconocido? No lo sé... no me termina de convencer... pero lo que está claro es que tenemos que decidir algo rápido.

Diego no estaba seguro del todo si debía confiar en ese grupo de personas, a la vez que reflexionaba sobre si hablarles de Iñigo, el hijo de su compañero caído en Flandes, se tocaba el bigote de esa forma característica que tiene.

Hijo de sangre no, pero desde hace un tiempo en mi mundo tengo por aprendiz al hijo de un antiguo compañero caído en combate en un riachuelo de Flandes. Ha acabado siendo como un hijo de mi propia sangre. No sé si a vuesas mercedes les sirve como hijo.

-No te preocupes Artemis. Pero aun así nos falta una persona y creo que esa es Sydney. Quizás deba de bajar...- contesto al muchacho.

En cuanto al comentario de Diego respondo -¿Y cómo describirías tu trabajo? ¿Instruyes personas? ¿Ajustas cuentas? ¿Dirijes a otros? ¿Proteges a alguien?- luego mira al brujo -Señor Geralt, ¿quiere comentar algo? ¿alguna sorpresa que nos haga cambiar de opinión? ¿qué puede contarnos de su pasado, de su historia personal?-.

-Eso cuadra a la perfección en uno de los mejores gestos que puede hacer alguien como "padre"; acoger al hijo de un compañero caído como si fuera propio... tiene razón el señor Norte, don Diego, usted es el "padre" entre todos nosotros... -comprendí al final. 

Entonces miré a Geralt, pensativo... seguía sin tener claro que fuera el desconocido... además, ¿por qué deberíamos ir cada uno por uno? ¿y si dos personas encajaban en la misma categoría?

-A Sidney no le da tiempo a llegar aquí antes que a esos caballeros que nos pisan los talones, Norte -respondí, negando con la cabeza- y dicho lo cual, deberíamos darnos prisa en decidir. 

-Yo iré al de la anciana.

Expresó Sonea después de haber suspirado. En sí solo ella entendía por qué debía ir por ese camino y estaba consciente que debía expresarlo a los demás para que entendiesen.

-Yo no tengo la vocación de ser madre y por ende "mi camino" no es el de sangre; por otro lado, tampoco considero que sea la adecuada para el de la doncella, aunque sólo concuerdo con el género. Yo no tengo las aptitudes de una chica de esa categoría y en cambio... he visto y experimentado cosas que harían que un niño de 5 años pensase como adulto.

<<Y además, guardar silencio como una persona mayor ante las situaciones que salen de nuestras manos>>, meditó al recordar lo que ocurría con Akkarin y su secreto ante el Gremio.

-Si se me permite aportar... el Herrero es Lord Norte, la Vieja yo, el Guerrero es Arya, las balanzas Diego, la madre Artemis y Lord Geralt el desconocido... Explico para los dos últimos... Artemis, la figura de una madre no sólo es sacrificarse o parir, también es un guía que da consejos y se preocupa por el bienestar de los demás, una madre protege.. y has cumplido con eso. Una madre no necesariamente debe ser alguien que haya dado a luz. -después miró a Gerlalt para explicar-. Usted es más reservado, callado, observador, se ve que usted piensa mucho y es el que menos ha hablado de su mundo.

Resultaba un poco chocante que cuando hablaba de la figura "materna", Sonea lo expresaba de una manera anhelante y a la vez carente; y cuando explicó lo del "desconocido" fue más resuelta y fácil de decir.

-Si no les parece y quieren que yo vaya a la Doncella, adelante, pero entonces Artemos iría al de la anciana. O al menos es lo que pienso.

Escuché con atención y me sobrecogió cuando explicó las razones por las que Sonea pensaba que ella debía ir por el camino de la anciana. La miré con detenimiento, preguntándome qué habría tenido que ver para hablar así... mi corazón se encogió al escucharlo. pero más aún se encogió cuando habló de mí.

Aquello sí que no me lo esperaba... ¿yo? ¿al de la madre? Sus palabras, sin embargo, hicieron que me embargara una emoción extraña, cuando menos, curiosa. ¿Quién me habría dicho a mí trece años atrás que alguien podría llegar a decir eso de mí algún día? La miré sobrecogido... y por un momento me recordó en un fugaz vistazo a Holly, tan sabia por dentro. Le sonreí, agradecido. 

Asentí con la cabeza.

-Bien, sea pues como dice Sonea, me parece correcto... no todo lo que brilla es oro ni toda la gente errante anda perdida... -musité- las apariencias engañan; así que intentémoslo así, como dice Sonea. Y démonos prisa, nos pisan los talones. Si todo sale bien -esbocé aquella sonrisa sesgada que siempre ponía- os veo al final del camino. 

Dicho lo cual y habiendo decidido darle mi voto de confianza a la joven maga, me encaminé hacia el corredor de la sangre con paso rápido y decidido...

Norte se despidió con una sonrisa de Artemis y partió a la par del joven pero encaminándose donde se encontraban los gusanos de fuego. El había sugerido esa división por una cuestión intuitiva y no podría hacerse atrás, aunque no le costaría porque confiaba en sus entrañas.

Puso el arma a su espalda y se desabrigó un poco, el calor era intenso en la cueva pero rodeado de gusanos de fuego sería seguro muy superior. Una fina camiseta dejó notar su gran figura al introducirse en el túnel sin mirar atrás.

Lord Asriel asiente complacido de que un miembro de su tripulación tuviese tal idea, dada su expresión, parecía estar acostumbrado a que todos a su alrededor actuaran proactivamente y eficientemente.

Concuerdo con su idea señorita Katherine, bajar seria contraproducente, aun así no podemos votar por los demas.

Joven Jackson, Señorita Lovegood, ustedes no han expresado si gustan bajar o si tienen alguna opinión sobre lo ocurrido ¿Acaso sucede algo?

-Yo estoy bien donde estoy, por otra parte si somos muchos los que vamos estariamos en desventaja en los tuneles en los que no hay mucho espacio- Ademas no seria de mucha utilidad, el interior de una cueva no es precisamente un lugar con mucho liquidos.

Luna escuchó lo que dijo el miembro de la tripulación y entonces comprendió que, en este lugar, también había magia. Tal vez no estaba disponible para el acceso de todos o, simplemente, Aria no la conocía.

Con esto en su mente, Luna dijo - Creo que es mejor brindar asistencia remota - dijo tranquilamente - Aunque a mí me gustaría bajar - luego, se concentró en la magia de esos lugares, analizando su estructura, su forma, sus colores, todo lo que pudiera darle pistas de su naturaleza. 

La nave se acerca al suelo suavemente  y con un leve chasquido toca tierra sin dejar de flotar ingrávida, la escalera anteriormente puesta ahora conecta la nave con tierra firme.

Lord Asriel dedico una sonrisa ante la respuesta de los dos jóvenes.

Joven Luna, puede desembarcar, más aun así vaya con cuidado.

Mientras mantiene la nave en esa posición y sin soltar el timón les habla a los otros jóvenes.

Joven Percy, Señorita Sydney, quisiera pedirles un favor. ¿Podrían desarrollar alguna habilidad combinada?

En algunos mundos las habilidades especiales al juntarse con otras, forman algo más fuerte, desconozco si será lo mismo para sus habilidades.

Si no mal recuerdo, manejo de agua y magia. Si lograsen crear alguna habilidad en conjunto sería muy útil, pues sus poderes combinados podrían ser una ventaja considerable. En caso de no poderse, es mejor saberlo ahora que cometer un error a futuro. 

Luna agradeció a Lord Asriel por permitirle bajar y aunque con un poco de dificultad por el vestido que llevaba, continuó hacia la cueva. Solo esperaba poder ayudar. Entonces, se fue saltando como su de una niña se tratara. Al fin y al cabo, llegaría más rápido y le divertía. Entonces, se dirigió hacia la cueva.

- Comunicar - dijo Luna usando el comunicador por primera vez. Un artefacto muggle bastante extraño.

- Voy en camino. ¿Algo que deba saber antes de llegar? - dijo tranquilamente.