Partida Rol por web

El antebrazo de Ericus desprendió una llamarada de fuego que iluminó la cloaca. Vondek ya preparado, reacciono rápido, situándose delante del grupo. Levantó la mano izquierda, haciendo aparecer una esfera cristalina. El brazo del enano se iluminó por un momento con un resplandor azulado.

Observó la escena, para dar con el enemigo, y con un veloz movimiento, lanzó la esfera a los pies de la criatura. La esfera salió despedida del brazo del enano e impactó en el suelo, rompiéndose en cientos de pequeños filos radiantes que saltaron al aire buscando el cuerpo de su victima.

Sentí la ligera descarga de la estática al desenfundar mi espada y procedí a concentrarme para la inminente lucha mientras Vondek comenzaba el ataque.

El pasillo es iluminado por la rociada caliente de Ericus, hay un pequeño recodo que se conecta al pasillo principal, en el que estáis. Vondek se adelanta para hacer frente a la amenaza con una esfera de magia cristalina mientras una criatura humanoide de aspecto aterrador se lanza sobre él. Parte de la pared de dicho recoveco se ha derrumbado repartiendo cascotes por el suelo y detrás del agujero se asoman dos criaturas más.

Al ver que acuden más criaturas, me acerco a la que está más cerca para atacar.

Tras ver las acciones de Ericus y Vondek descido atacar aprovechando mi altura por sobre la cabeza de Vondek, pidiendo el favor de mi deidad acumulo poder en mi lucero de la mañana y ataco con mi poderoza Lanza de Fe al Gul que se encontraba mas cercano a nosotros buscando impactar en la cabeza y asi destruir al mounstruo rapidamente...

Kriv aunque reaccionando tarde se adelanta para enfrentarse a alguna de aquellas horrendas criaturas, no debía dejar que ningún ser como aquel existiera, debía exterminarlos... Mientras avanzaba en busca de una,  recitó una pequeña plegaria a su dios. " Guía mi espada hasta mi enemigo Bahamut, y que este solo tenga mi presencia como objetivo y así evitar que dañe a otras criaturas"... Enseguida en la frente del ser se dibujó una pequeña runa representando la grandeza de Bahamut...

Kriv llegó hasta aquel ser y con la certeza de que su dios Bahamut estaba a su lado lanzó un atque frontal contra la criatura, esta no pudo evitarla y la espada se iluminó momentáneamente al rajar parte de la criatura...

Los acontecimientos pasan rápidamente. Los cinco héroes actúan con rapidez. Dos criaturas humanoides se lanzan a toda velocidad por el pasillo, surgen del agujero abierto en la pared. Apenas advierten que el suelo está cubierto de escombros y no hay rastros de la comida del gul que el pícaro enano vio tumbado sobre el empedrado.  Gandalug sale al encuentro del más cercano que se acerca trepando por la pared desenvainando mientras Ericus y Vondek hacen muestra de su poder.

El gul esquiva los ataques con la espada del enano y el chorro de fuego que el hechicero ha lanzado aterrizando sobre el suelo. De la mano izquierda del enano invocador surge una esfera luminosa que se estrella ante los pies del gul. Explota en un zarzillo de magia radiante que atrapa la criatura dificultando su movimiento. Ésta se retuerce chasqueando la lengua y lanzando frenéticos zarpazos en el aire tratando de alcanzar a un confuso Gandalug que no consigue acertar su golpe.

Mientras tanto, el clérigo Roku trata de acertar la criatura afectada por la magia del enano invocador con su lanza de magia divina, impactando en el suelo a escaso centímetros. Finalmente, un rugiente Kriv hace muestra de su destreza y se abaloanza contra el mismo ser propinándole un  gran golpe sobre el pecho. Ésta ruge y clava su odio hacia él.

Los guls se mueven con sorprendentes celeridad y se avalanza contra sus enemigos con crueldad. Cada una de las criaturas atacan al dracónido y el enano pícaro, inmovilizándolos con sus garras. Con sus bocas desdentadas tratan de alcanzar vuestros cuellos. Sentís como sus lenguas largas y putiagudas acaricia vuestras mejillas, la saliva repugnante de los gul os empapa vuestras caras.

veo como Gandalug es asaltado por un segundo Gul... mi deidad me a mandado a acabar con estas criaturas de las de la tierra pienso solo para mi no podia permitir que otros salieran dañados por tomar mi lugar... Gandalug retrocede yo tomare tu lugar grito al enano mientras intento moverme para sacar ventaja en el combate...

- No puedo moverme- contesto a Roku. Intento cambiar mi espada por la daga.

tras la respuesta de Gandalug, abran paso!!! digo al grupo y cambio mi lugar con mi compañero, con la fe plena puesta en mi dios, me preparo para realizar un ataque especial, mientras avanzaba, en mi cabeza repasaba una oracion milenaria la cual me ayudaba a concentrar la energia divina en mi utenzilio.... al llegar a este punto, de mi utensilio surge una explosion de energia radiante, que busca abrazar a la mayoria de los Gul's que pudiera buscando acabar con ellos, hacerles retroceder e inmovilizarles. acabemos con estos despojos!!!  hablo al grupo buscando elevar el espiritu en la batalla

Kriv y Roku se pusieron cuerpo a cuerpo contra las criaturas. Vondek lo agradeció, lo suyo era controlar al enemigo desde la distancia.

Levantó su martillo en alto, acudiendo una vez más al poder que le concedía su dios. El martillo empezó a chisporrotear cuando empezó a concentrarse la energía. Con un veloz movimiento apuntó a los dos Gul que se encontraban en combate con sus compañeros y sendas descargas de electricidad divina salieron de la cabeza de su plateado martillo.

Mis compañeros atacan con fuerza a las criaturas no-muertas, cuya presencia asquerosa e impía me hiela la sangre. Pero por fortuna, el hielo y los elementos de la tormenta viven en mi y fluyen por mi sangre con total naturalidad.

Concentro la estática que a veces me cuesta controlar y que se acumula en mis manos y mi alrededor. La concentro en la palma de mi mano derecha hasta generar pequeños relámpagos que estallan entre mis dedos. Fijo la vista en el Gul más cercano y, utilizando el filo de mi daga para canalizar y dirigir la dirección, descargo un poderoso rayo de electricidad hacía mi objetivo.

Luego de eso, doy un paso cauteloso para acercarme a los enemigos, pues no deseo permanecer tan retirado mientras mis amigos se arriesgan.