Partida Rol por web

La luz de la lampara ilumina la oscuridad mostrando una escalera de piedra, en buen estado, que desciende unos metros hasta un suelo cubierto de polvo, pero desde la abertura no se ve mas alla. El descenso debe de ser de unos tres metros aproximadamente, y la estructura parece en buen estado.

-El descenso parece seguro, señor Holzer. Vamos allá.

Desciendo lentamente los escalones, procurando iluminar bien tanto mi bajada como la de Holzer.

Afortunadamente, la escalera parece mantenerse casi intacta. Sigo los pasos del doctor.

Bajáis las escaleras con cuidado para encontraros en una amplia estancia escavada y empedrada, con numerosos pilares. La luz de la lámpara ilumina débilmente casi toda la estancia, y ahora podéis ver que en las paredes hay nichos con lo que sin duda son restos de ataúdes de madera podrida en su mayoría.

Al fondo veis la única estructura de piedra de la estancia, un bloque cuadrado de piedra, con una losa de piedra tallada encima. Seguramente se trata de algún tipo de tumba, aunque desde aquí no se puede ver bien los grabados, pero parece una mujer.

Algo en el suelo llama tu atencion, al girar la vista ves lo que parece una tablilla de madera en la que se puede ver el siguiente dibujo.

Los minutos pasan y el cochero sigue ocupado con la rueda. Con piedras y un tronco a conseguido levantar el carro y ahora esta tratando de apañar una reparación de la rueda con varias herramientas que ha sacado de un hueco en su asiento.

Aunque se ve bastante bien, el sol casi ha desaparecido, y sigue sin haber señales de vuestros compañeros de viaje. Sin embargo a lo lejos escuchais el ladrido de un perro que rompe el silencio del bosque durante un instante y luego se apaga.

-Parece que hemos dado con una cripta, señor Holzer -Digo, mientras echo un vistazo rápido por la sala. De pronto, veo en el suelo una especie de tablilla. Me acerco a ella para observar el dibujo de un hombre a caballo, y llamo la atención de mi compañero.

-Mire esto. Usted entiende de arte. ¿Sabría decir de qué época será la tablilla, más o menos? Y ¿quién será este caballero?

 Los dos hombres se adentraron en el bosque antes de que pudiera decir algo más… por lo menos tomaron en cuenta mi propuesta de tomar una lámpara, tras lo cual se perdieron entre las sombras del bosque.

- Señor Abberline, parece que nuestros compañeros de viaje tienen un espíritu aventurero y mucho más temerario que el nuestro… Espero que tengan cuidado, las sombras de este bosque y los susurros desalentadores de nuestro cochero no me traen buena espina.

Sin más me quedo mirando las borrosas siluetas de los árboles, tratando de divisar a los dos hombres regresando a salvo.

Al observarla a la luz de la lampara os dais cuenta de que se trata de una tablilla pequeña de madera, con pequeñas bisagras metalicas en los laterales, que seguramente permitira que la cara opuesta (la que queda contra el suelo) se abra mostrando los grabados interiores (o lo que haya).

Este es el dibujo que queda a la vista en este momento, y que Heideck muestra a Holzer.

Observo con detenimiento la tétrica estancia. Cuando mis ojos pasan por los ataúdes podridos casi puedo notar un escalofrío. Entonces el doctor llama mi atención sobre una tablilla que ha encontrado en el suelo. Me inclino hacia ella para observarla mejor.

- Vaya. Parece medieval. Me atrevería a decir que es Románico. ¿Quizás siglo XII?...

Intento cogerla y examinarla con más atención en todas sus partes.

Reconoces rapidamente la figura de San Ladislao, no por que seas un experto en arte religioso, sino porque justamente es una de las figuras mas representadas en iglesias y capillas de toda Hungria.

La imagen esta algo desgastada, y su calidad no es de las mejores que has visto, con lo que encaja bastante bien en lo que seria la reliquia de alguna pequeña capilla como la que hay sobre vosotros. Pese a que la representacion es mas antigua, sospechas que en realidad se trata de una copia de algun artista local de una representacion mas antigua, pero la tablilla debe ser del siglo XVI

Miro también la cara opuesta, abriendo las bisagras. ¿Hay alguna imagen más? Y ¿Es demasiado pesada y amplia como para llevármela?

La tablilla es pequeña, del tamaño aproximado de un libro. Puedes llevarla perfectamente en la mano, o incluso en un bolsillo grande o una mochila. El lado opuesto esta grabado con enredaderas y diseños similares, que son mera decoracion. Al hacer girar las bisagras de ambos lados te descubre un monton de escritura cirilica.

Una vez tengo la tablilla en mis manos, la repaso casi centímetro a centímetro. Me detengo principalmente en la imagen del caballero, y también en una escritura cirílica en la parte de atrás de la misma.

- Ahora que me fijo, he visto antes esta representación en otras capillas. Creo que se trata de San Ladislao. Esta tablilla no es tan antigua como creía, aunque por su estilo lo parezca... ¿Y estas letras? Parece ruso.

Mientras hablo voy mostrando los detalles al doctor.

- Creo que me la llevaré conmigo. Me gustaría estudiarla con más detenimiento.

Veo cómo Holzer coge la tablilla y la examina con ojo de experto.

-Vaya, qué interesante. Nuestra "excursión" va a resultar provechosa al fin y al cabo. Quizá tenga en sus manos un pequeño tesoro artístico. En cuanto a la inscripción trasera, yo no sé ruso, y no sé si Arrabbiati o Abberline tendrán alguna idea, pero en Moscú podrá traducirlo. ¿Cree usted que habrá algo más?

Me acerco al bloque de piedra y examino la losa que cubre lo que muy probablemente sea una tumba.

Al acercarte a la losa puedes ver como la piedra tiene esculpída la imagen de una hermosa mujer. Podéis imaginar que la imagen representa a la mujer que se encuentra en su interior.

Estáis observando la losa del sarcófago, cuando con un silencioso batir de alas se abalanza sobre Holzer desde el techo, sin darle tiempo a reaccionar* pero falla por unos centimetros.

Se trata de un murciélago inusualmente grande.

-¡Cuidado, Holzer! -Exclamo, evidentemente tarde, pues el murciélago me ha sorprendido y ya se ha lanzado contra mi compañero. Afortunadamente, el animal falla.

Por un instante sólo puedo pensar en la cantidad de enfermedades que puede transmitir una alimaña tan grande. El peligro real y tangible me hace reaccionar antes de que el animal contraataque. En este momento, lo único que se me ocurre es que en un espacio tan reducido el murciélago tiene ventaja y puede acabar mordiéndonos a uno de los dos. 

-¡Salgamos de aquí! ¡A la escalera, corra!

Mientras grito, me adelanto hacia el murciélago, agitando la lámpara ante mí con el propósito de asustarle, e intento interponerme entre Holzer y nuestro atacante, tratando de proporcionar a mi compañero el tiempo suficiente de huir hacia la escalera.