Partida Rol por web

No bien hace sonar la campana el señor Holzer, los cuatro podeis escuchar pasos que se acercan. Por un momento creeis que el servicio es sobrenaturalmente rapido, pero pronto os dais cuenta de que se trata de Friederick y Constantine, que regresan. Vuestro compañero trae rostro serio, mientras que Constantine esta claramente afectado por algo.

Friederick y Constantine suben las escaleras para encontrarse a cuatro hombres junto a la puerta cerrada de la habitacion del Principe Vadja. Junto a Modesto, Lenhard y Thomas se encuentra un hombre que por su habito debe ser un clerigo. Los cuatro parecen preocupados, y Thomas ha hecho sonar la campana del servicio.

Constantine se adelanta para preguntar.

- Padre Berky... temo que ha llegado usted demasiado tarde, pero le agradezco que haya venido. Seguro que mi hermana se alegrara. Luego mirando a Thomas añade ¿Ocurre algo?

Me quedo unos segundos observando los rostros del joven Constantine y del señor Abberline, intentano imaginar qué nuevas malas noticias traerán.

-Queríamos encontrar a vuestra hermana, pero no hemos dado con ella, así que he llamado al servicio para preguntarles por su posible paradero, y en última instancia que abriesen la puerta.

Constantine prueba a abrir la puerta y al no conseguirlo rebusca en su chaqueta hasta sacar una llave. La prueba y la llave gira hasta que ois el ruido del pestillo, clack.

Constantine hace girar el pomo y empuja la puerta, con cierto nervisismo.

La estancia esta sumida en la oscuridad, y las velas apenas iluminan. Veis la silueta del Principe que sigue en su lecho, pero no hay ni rastro de Katia.

La puerta giró chirriante sobre sus goznes. Lo hizo con la lentitud de un enigmatico suspense. Envuelto en la oscuridad estaba el cuerpo inerte del principe. Pero ¿Donde estaba Katia? La marea de acontecimientos que se habían sucedido señalaban a la bella anfitriona. ¿Sería ella la bruja de las leyendas? ¿Habría retornado de su tumba? La mente racional de Thomas no podía dar credito a aquella teoría... sin embargo... sin embargo, las piezas encajaban perfectamente.

No puede haberse esfumado así como así. exclamó Holzer entre los furiosos latidos de un corazón que tampoco daba credito a la escena.

- Pues espere usted a que le contemos lo que hemos descubierto el señorito Vadja y yo cuando fuimos en busca del cochero que presuntamente nos atacó... digo a la espera de que sea el joven el que narre lo ocurrido y esperando en silencio que no haya ocurrido lo mismo con la señorita Katia.

Miro hacia Constantine ofreciéndole la oportunidad de narrar lo ocurrido.

¿Queeeé? Las palabras de Frederick le hicieron dirigir la mirada a Constantine Vadja. Dobló los hombros en señal de interrogación y en sus ojos aterrizó la más absoluta incredulidad.

¿Que ha sucedido señor? le preguntó al anfitrión en espera de alguna respuesta por su parte. Por todos los diablos!!!! Allí olía a chamusquina. Holzer no se tenía por el más inteligente de los subditos de la Gran Bretaña pero tampoco era estúpido. Una mujer que desaparece, un cochero infernal, pasadizos secretos... Constantine era el dueño del castillo. Por fuerza debía saber algo más de lo que decía.

El regreso de Costantine y Frederick no fue lo que en verdad esperaba, los extraños acontecimientos se siguen presentando. Sin atreverme a hacer especulaciones sobre lo ocurrido miro interrogativamente al señor Vadja en espera de una explicación.

- Señor Constaninte, le ruego que nos narre lo ocurrido. ¿Han sido ustedes atacados por el cochero? - Maldición, qué demonios ocurre en este castillo.

Todo sucede muy rápido. Volvemos junto a los comapañeros y llamamos al servicio. En su lugar aparecen el señorito Vadja y nuestro compañero que parecen traer noticias nuevas. Abren a puerta y, de nuevo, entro en la estancia ya conocida para mi, pero Katya, evidentemente y como ya esperaba, no se encuentra allí. Todos parecen obviarlo y esperan a que Constantine nos cuente qué ha ocurrido.

"Es extraño cuanto menos" pienso mientras me acerco de nuevo al cuerpo inerte del príncipe con la esperanza de encontrarme algo nuevo que me de alguna pista de lo que haya podido pasar en esa familia mientras con mis oídos trato de escuchar lo que tenga que decirnos el señor de la casa.

Bueno… yo… es decir, nosotros… llegamos a buscar al cochero… se nota que siente gran dolor al recordar lo ocurrido … se… se había ahorcado…

Cuando estas lo suficientemente cerca de la cama, te das cuenta de que el príncipe Vadja tiene los ojos abiertos, y te mira con expresión divertida.

Me sorprende lo que cuenta el señor Constantine, pero más me sorprende aún lo que ven mis ojos.

-Chicos, vengan aquí-les indico sin apartar mis ojos de la expresión de ese cadáver.

Un escalofrío recorre mi cuello haciendo que todo el vello de mi cuerpo se ponga de punta y me duelen los pulmones pues la sorpresa me ha dejado sin respiración.

Las palabras del doctor os cogen por sorpresa, y no podeis evitar volveros a ver de que habla.

El cadaver del principe Vadja tiene los ojos abiertos, y una expresion divertida en su rostro. Casi diriais que os esta mirando, de no ser porque esta muerto.

Por todos los santos exclamó con incredulidad. Sintió la mirada burlesca del principe clavada en sus ojos. No podía dar crédito. Era imposible. Thomas tuvo que sujetarse a la pared para evitar venirse al suelo. Sintió un fuerte dolor en el pecho nacido de la angustía de aquella visión. Por un momento temió que algún tipo de infarto estuviera en esos mismos instantes llamando a las puertas de su corazón

Doctor, ¿cómo explica eso? ¿podría ser producido por el rigor mortis? pregunto sin apartar la vista del cadáver. Espero que sea eso y no una broma macabra de alguien del servicio o algo peor.

Dios, hagan el favor de cubrir el cadáver con algo digo apartando la vista al final al no poder aguantar la visión burlesca del cuerpo del difunto.

- No me cubras hijo, mejor acercate un poco. La voz del principe os hiela la sangre.

Constantine se queda paralizado, y podeis ver como el padre Berky se arrodilla y comienza a invocar a dios en sus rezos mientras el cadaver del principe los mira con una mirada tan fria como la muerte.

Aléjese de él. gritó a Frederik. Las palabras del resucitado Príncipe se clavaron en la cordura de Thomas. Sus escasas fuerzas se esfumaron al advertir a Abberline  y tuvo que apoyarse en la pared para no perder el equilibrio.

Pero !¿Qué demonios?! grito mientras me aparto de la cama. Eso no es posible pienso atónito con el corazón a punto de la angina.

El ver la cara del príncipe me aterra, pero que comience a hablar me aterra aun más aunque consigo mantenerme en mis cabales.

-Tranquilos, no pierdan la calma-digo mientras miro el "cadáver" con expresión seria-. Padre... ¿qué hacemos?-le pregunto tratando de enontrarle sentido a todo aquello sin encontrárselo.