Partida Rol por web

Lo que está claro es que debemos avanzar; no consigo ver nada que pueda echar algo de luz, nunca mejor dicho, sobre la lámpara. Pero eso no importa digo con la intención de olvidar el tema de la lámpara y seguir con la búsqueda de una salida.

Lo que está claro es que hemos perdido de vista al cochero y debemos encontrarlo para llegar hasta el doctor digo mientras me acerco a la puerta que no está siendo investigada por el señor Holzer y pruebo suerte con el pomo.

Frederick se acerca a la puerta de la derecha, y prueba el pomo, que aunque reticente, gira con un sonido desagradable.

Ante Frederick se abre una estancia amplia, y oscura en la que apenas se vislumbra nada.

Después de examinar las dos puertas me quedo unos segundos más ante la puerta izquierda, mientras oigo a Frederick abrir la de al lado. Entonces, me giro inmediatamente hacia mis compañeros.

-¡Esta es! Je... jeje... ¡Debemos cruzar esta puerta, la izquierda! Su pomo está limpio, sin polvo, no así la otra...-digo en voz alta, sonriente y con un matiz de locura satisfacción.

Cuando Frederick abrió la puerta casi se me salta el corazón del pecho, recuerdo haber cerrado los ojos por un instante, si algo saltaba desde el interior prefería no verlo. Al abrir los ojos, tras no sufrir ningún ataque extraño, logro percibir una estancia vacía, mientras la otra puerta continuaba cerrada, con Holzer señalandola como el camino a seguir.

Sin siquiera pensar al respecto, le hago señas a Tomas para que abra la puerta de la izquierda - Si logramos encontrar a quien a pasado por esa puerta, quizas pueda explicarnos que pasa en este lugar - la vos se me fue perdiendo en un nervioso murmullo.... Qué pasaría si quien había pasado por ahí no era quien ellos esperaban, si se encontraban con una criatura salvaje, tal vez un oso enfurecido...

Jaaaja ja já -empece a reír de los nervios - ¡¡un oso no puede abrir una puerta, no puede!!

Me quedo atónito ante la estancia que se presenta ante mi. ¡Oh, dios! exclamo.

En ese momento oigo al señor Holzer y sus hallazgos sobre el pomo; la verdad es que me reconforta que el pomo de la otra puerta este limpio, esta otra alternativa mejor ni la tenemos en cuenta señores, ni loco me adentraría en esta estancia... pienso mientras cierro la puerta por si acaso algo pudiese salir por ella guiado por la luz. No creo que un oso como dice Arrabbiati, pero algo peor... solo de pensarlo me entran escalofríos.

Confiado en que la puerta izquierda es el camino que debemos tomar, y tras comprobar que mis compañeros parecen creerlo también, la abro.

Tomas abre la puerta y os encuentrais con una habitación construida con paredes de piedra tallada. La habitación parece vacía, pese a que la luz que porta Tomas es escasa para iluminarla por completo. En la esquina derecha al fondo de la misma, veis lo que parecen escombros, y la oscuridad más allá de los mismos os indica que seguramente hay un túnel que sale desde los escombros. Un reflejo en el lado izquierdo de la habitación os permite distinguir lo que parece una puerta de similares características a aquella desde la que os asomais.

Entro despacio a la estancia, dando un vistazo por encima al empedrado de las paredes, por si hay algún símbolo o señal evidente que me llame la atención, mientras me acerco hasta los escombros. Estos sí los observo más detenidamente.

Entras en la habitacion, mirando a tu alrededor y ves un movimiento por el rabillo del ojo. De pronto una figura cae sobre ti desde el techo, envuelta en oscuridad.

Nada me llama la atención. Parece sólo un lugar vacío, sin embargo siento cómo si la propia oscuridad me oprimiera...

... un momento... ¡Dios mío!¡Algo se mueve!

Algo cae sobre mí. Intento zafarme del acechador y dispararle con mi pistola.

Me tiro hacia el señor Holzer para ayudarle a repeler cualquier cosa que le haya caído encima. Si es necesario, le pego una patada a lo que sea.

Cita:

Pese a que Thomas ve el ataque de la criatura, pero es demasiado rápido y no tiene tiempo para hacer otra cosa que defenderse contra las garras que con furia sobrenatural tratan de alcanzar su pecho.

El brillo de las lámparas ilumina el grotesco rostro del hombre y reconocéis al cochero que os ha traído hasta aquí, aunque sus rasgos se han oscurecido, y su mirada parece vacía.

Las garras desgarran la camisa de Thomas y la sangre comienza a brotar de su pecho con una sensación calida. Sin embargo lejos de amilanarse Modesto y Frederick se lanzan en pos del ser. El pintor intenta agarrarlo mientras Frederick intenta aprovechar la acción de modesto para golpearle con fuerza.

Modesto trata de coger al cochero, pero este se mueve demasiado rapido pese a estar enzarzado con Thomas. Frederick llega justo un segundo despues de que Modesto se quede agarrando el aire y lanza una patada contra la criatura.